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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Comienza la reforestación de los bosques (submarinos) del Mediterráneo

Plantación de posidonias en Ibiza. Foto: Fundación Blue Life

Las praderas de posidonia (Posidonia oceanica) son auténticos «bosques submarinos», impresionantes reductos de biodiversidad, pura vida bajo el mar, tan importantes que han sido están declaradas nada menos que Patrimonio de la Humanidad. Pero están amenazadas. Su principal enemigo es una actividad aparentemente inocua: el fondeo de yates de recreo. No lo vemos, pero las anclas se arrastran sobre los fondos como si fueran arados, dejando el entorno cual páramo desolado.

Y si son bosques bajo el mar ¿se pueden hacer repoblaciones de posidonias como si fueran pinares o robledales? Hasta ahora algo así era impensable, pero hoy es posible gracias al trabajo de la Fundación Blue Life (Ibiza Sostenible). Hace unas semanas se ha hecho la primera inmersión de replantación en las praderas acuáticas de Ibiza.

Una de las nuevas plantas de posidonia. Foto: Fundación Blue Life

Sembrando en el mar

Restaura Posidonia es un proyecto nacional desarrollado en Ibiza que busca reforestar las zonas más dañadas de la pradera de posidonia de Ibiza, un único ser vivo, el más extenso y longevo del planeta. Sin embargo, la continua actividad humana sobre ella ha hecho que en los últimos años se degenere notablemente. Su reforestación es imprescindible, ya que la posidonia, planta endémica del Mediterráneo, es crucial para la buena salud del mar, sus especies y playas.

En mayo se realizó una recogida de semillas de posidonia que han estado desde entonces germinando en acuarios. Cuatro meses más tarde, con las plántulas listas para ser replantadas, Fundación Blue Life (Ibiza Sostenible), investigadores de CSIC-IMEDEA y un grupo de voluntarios (turistas apuntados en el programa de turismo sostenible de Blue Life) han realizado la primera inmersión de replantación.

Las posidonias no son algas

Muchos las confunden con algas, pero no tienen nada que ver. La posidonia es una planta acuática, y como planta tiene raíces, flores, frutos, al contrario de las algas, que son seres unicelulares.

Endémica del Mediterráneo, en mayo de 2006 se halló en aguas baleares un ejemplar de 8 kilómetros de largo, convirtiéndose en el ser vivo conocido más grande de la Tierra. Teniendo en cuenta que esta especie crece a un ritmo de dos centímetros por año, su edad se ha estimado en 100.000 años.

Vivero de posidonias en laboratorio. Foto: Fundación Blue Life

Un vivero en el Mediterráneo

Con la misión de proteger y abordar de manera transversal los impactos que sufre en la actualidad esta planta marina declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Fundación Blue Life con el apoyo del CSIC-IMEDEA presentaba en mayo el proyecto Restaura Posidonia, con una recogida popular de frutos de posidonia en la playa de San Miquel de la isla balear.

Las semillas recolectadas, sumadas a las aportadas por más de un centenar de residentes y turistas durante distintas actividades las siguientes semanas, han estado todo este tiempo en unos acuarios controlados, donde en condiciones idóneas, han germinado y empezado a crecer sus primeras raíces y hojas verdes. Hasta que las plántulas han cogido suficiente consistencia para ser replantadas en el fondo marino.

Oscar Caro, presidente de la Fundación Blue Life, ha señalado la importancia de este proyecto, que persigue la restauración activa de las zonas impactadas por la actividad humana en la pradera de Puig des Molins en Ibiza. Se trata de experimentar nuevas fórmulas que contribuyan a generar conocimiento, nuevos métodos y formación profesional en un área tan innovadora como es la restauración de posidonia, para su posterior transferencia a otras zonas de especial interés. Pero también, y no menos importante, «promover la educación, la sensibilización y participación de visitantes y de las comunidades locales en la conservación de este pulmón del Mediterráneo».

Un millar de nuevas plantas

Con las más de mil plántulas insertadas manualmente una a una en la pradera, la naturaleza seguirá su curso y el equipo monitorizará los resultados durante los próximos años. El crecimiento será de uno a tres centímetros cada año, y habrá que esperar décadas, tal vez siglos, para verlas en su estado adulto.

Jorge Terrados, investigador del CSIC-IMEDEA, ha señalado que “es muy importante el inicio de este proyecto de restauración, ya que demostramos que es posible restaurar y plantar posidonia, pero también es interesante el dar a conocer que es un proceso costoso, lento, que requiere muchos recursos. Y que, evidentemente, lo que debemos hacer como sociedad es restaurar lo mínimo y conservar lo máximo”.

Uno de los nuevos plantones. Foto: Fundación Blue Life

Enfoque multidisciplinar

El proyecto de la Fundación Blue Life, reconocido como uno de los mejores proyectos nacionales a favor de la conservación del medio marino, impulsa no sólo la conservación del medio ambiente sino también el cambio de paradigma hacia una nueva forma de relacionaros con la naturaleza y el surgimiento de una economía azul y una cultura regenerativa en España.

Con proyectos como Restaura Posidonia, la Fundación Blue Life, en el marco del programa Ibiza Sostenible, contribuye también a impulsar una nueva tendencia de viajes y un nuevo modelo de desarrollo territorial y turístico en Ibiza, Islas Baleares y el conjunto de España en el que el impacto de los turistas sobre el lugar que visitan suma en positivo y contribuye de manera inmersiva a cuidar el medio marino y a mejorar la calidad de vida de la comunidad local.

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