Entradas etiquetadas como ‘gestos de poder’

Duelo no verbal: Pablo Iglesias repite postura de pistolero

No es la primera vez. Cuando Pablo Iglesias posó para la foto, como nuevo Vicepresidente del Gobierno en su primer Consejo de Ministros, también adoptó esta curiosa postura del ‘pistolero’.

En el día de ayer volvió a reproducir este gesto cuando un diputado del PP le recordaba en el Congreso que: «La Comunidad de Madrid es una de las comunidades autónomas que tiene menor porcentaje de mayores fallecidos en residencias. La que tiene más es una comunidad del PSOE».

Es entonces cuando Iglesias, que se marchaba, decide darse la vuelta, decide escucharle y le mira fijamente, colocando sus brazos en jarra tal y como aparece en la imagen.

Un pistolero del Lejano Oeste a punto de desafiar a un adversario en duelo. Según la investigadora Amy Cuddy:

“El lenguaje corporal expansivo y abierto está estrechamente asociado con la dominación en el reino animal, como en el caso de los humanos, de primates no humanos, de perros, gatos, serpientes, aves y de otras muchas especies. Cuando nos sentimos poderosos nuestro cuerpo se expande irremediablemente.»

El estatus y el poder se expresan por medio de manifestaciones no verbales evolucionadas: miembros extendidos, la ocupación de un mayor espacio vital, una postura erguida. 

Cuando queremos resultar autoritarios y expresar dominio: nos estiramos, levantamos la barbilla, y erguimos la espalda. Abrimos el pecho. Separamos los pies. Alzamos los brazos.

De esta manera, el Vicepresidente Iglesias comunica que no se siente intimidado y transmite un mensaje no verbal retador y provocador. Una réplica combativa sin palabras, sin contacto, pero visualmente impactante.

(GTRES)

Las palmaditas de Arrimadas en el hombro de Igea: Los gestos del poder #ComunicacionNoVerbal

Cinco. Hasta cinco palmaditas recibe en el hombro Francisco Igea por parte de Inés Arrimadas. Un gesto potente que causa un innegable impacto visual en nosotros, los espectadores de tal episodio.

Entre una nube de cámaras y periodistas, la portavoz de Ciudadanos y su probable contrincante en el congreso del partido protagonizan una tensa e inusual conversación. Inés Arrimadas ha llevado la voz cantante de forma verbal y no verbal y le ha retado a que se presente a las primarias y a debatir ante la militancia.

Las sonrisas han sido tensas y fingidas, obviamente, no ha sido una situación feliz para ninguno de los dos. Pero lo que más ha trascendido ha sido el gesto de Arrimadas, repitiendo palmaditas sobre el hombro de Igea.

Como ya sabemos, los gestos no tienen un significado en sí mismos, se interpretan según el contexto en el que se desarrollen, la cultura y el mensaje verbal. Las palmaditas en el hombro pueden significar un gesto de apoyo y aliento, se utiliza para dar ánimos, para desear suerte, o para saludar.

Pero también tienen una lectura más oscura si se hace en el contexto inadecuado, como en una situación competitiva, lejos de calmar los ánimos y ser un buen gesto, puede exaltar al otro y ya se trata de un gesto de poder, de superioridad y dominancia sobre el otro.

Un gesto condescendiente en el que se mezcla un sentimiento de supremacía con una amabilidad, mal enfocada, hacia la persona a la que supuestamente se intenta despedir y cerrar conversación.

No es la primera vez que lo vemos. Os recuerdo aquí en este análisis, una situación muy similar entre Monedero y Sáez de Santamaría. En esa caso se cuestionaba una posible actitud machista. Cierto es que el gesto aún era más hostil porque no solo le daba palmaditas con una mano, sino que la sujetaba por ambos hombros, lo que provocaba también una clara invasión del espacio íntimo, con la amenaza que eso supone.

 

 

8 motivos por los que cruzamos los brazos

Los gestos y posturas corporales nos transmiten mucha información, pero también es verdad que hay mucho mito alrededor de su significado, y es que la interpretación de los gestos depende de muchos factores contextuales, culturales, personales, mensajes verbales asociados, etc, no son como las emociones básicas en el rostro, que son universales y genéticas; con los gestos hay que ser más cautos a la hora de ‘traducir’ el mensaje del cuerpo.

  1. Podemos cruzarnos de brazos para aliviar el estrés. Realmente el cruzarse de brazos es un gesto automanipulativo que ayuda a ‘consolarnos’ y a soltar la ansiedad. Tiene el mismo efecto que cuando nos retorcemos las manos o los dedos, nos tocamos el pelo, la cara, etc. No es un comportamiento de bloqueo pero sí filtra que realmente estamos sintiendo inquietud o nerviosismo.
  2. Un autoabrazo. A veces nos reconforta cruzarnos de brazos. Lo hacemos mientras esperamos o escuchamos a alguien, es solo un modo de sentirnos cómodos, no estamos rechazando o bloqueando a nadie.
  3. Inseguridad. Está claro que a veces demuestra incomodidad, cuando nos sentimos intimidados por otra persona, expuestos o no percibimos seguridad. En su famoso debate presidencial de 1960, Richard Nixon se cruzó de brazos cuando habló con John F. Kennedy porque, como confirmó su biógrafo, Nixon siempre se sintió intimidado por los tipos físicamente atractivos, a pesar de que en ese momento era vicepresidente y tenía una buena reputación internacional.
  4. También nos cruzamos de brazos por contagio. Las neuronas espejo actuan para elaborar un buen rapport (conexión) con la persona que tenemos enfrente. ‘Imitamos’ inconscientemente las posturas del otro cuando estamos en sintonía, cómodos y hemos empatizado.
  5. Cruzamos nuestros brazos presas de la ira. Cuando nos enfadamos, ya desde niños, expresamos nuestro malestar de esta forma, es una forma de autocontrol y autoprotección.
  6. Pose de poder. Ya hemos hablado del empoderamiento del lenguaje corporal. Éste es uno de los gestos que pueden conseguir que aumente nuestra testosterona, nos vemos más grandes, más dominantes y fuertes. Lo utilizan mucho, por ejemplo, hombres y mujeres de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, a nivel público y privado para expresar poder y seguridad.
  7. A veces, efectivamente sí que puede expresar rechazo ante alguien o alguna situación. Se cruzan los brazos a modo de barrera física y psicológica, nos aislamos y expresamos que la persona que tenemos delante ‘no es bienvenida’.
  8. Por último, la más obvia. Puede que tenga frío.

Entonces, ¿cruzar los brazos da una mala impresiónDepende. Los estudios muestran que las personas se sienten un poco más distantes cuando se cruzan de brazos, pero es más probable que esto se produzca ante los extraños. Si uno está con amigos, no se registra como un comportamiento de bloqueo; de hecho, muchas personas informan que muestran interés y que están seriamente involucrados en un tema con esta postura corporal.

Esto puede explicar por qué vemos este comportamiento tan a menudo entre quienes trabajan regularmente juntos pero tienen asuntos serios que discutir. Ciertamente, se aprecia entre políticos, así como en los hospitales entre los médicos que se consultan en el pasillo. Hay que reconocer que hay otros comportamientos que son más acogedores que cruzarse de brazos, pero también debemos asumir que no siempre es un comportamiento de bloqueo.

 

*Fuente: Joe Navarro – Psychology Today

 

#BlueMonday Hoy es el día más triste del año ¿soluciones (no verbales)?

Hoy 16 de enero es el día más triste del año según una fórmula matemática elaborada en el año 2005 por Cliff Arnal, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido).

El frío y las precipitaciones, así como la necesidad de pagar impuestos y el deterioro del estado de ánimo después de las vacaciones navideñas son los aspectos principales que contribuyen a la mala fama del ‘Blue Monday’, calculado a través de la fórmula [W+(D-d)]xTQ/MxNA, que se basa en factores como el tiempo atmosférico (W), la deuda (D), el sueldo mensual (d), el tiempo transcurrido desde Navidad (T), el tiempo transcurrido desde que alguien trata de abandonar un mal hábito (Q), los bajos niveles de motivación (M) y la necesidad de actuar (NA).

Además, a diferencia de años anteriores, el ‘Blue Monday’ de 2017 será «aún más deprimente», advierte el autor de la teoría.

«Los factores de la depresión estacional convergen el ‘Blue Monday’ y las preocupaciones adicionales hacen que el de 2017 sea aún más deprimente que en los años anteriores», sostiene Arnal, citado por ‘The Telegraph’. Los factores extra se deben a la incertidumbre y los temores sobre Donald Trump y el ‘Brexit’, explica Arnal, que también ha señalado que la gente está preocupada por la muerte de muchas personas famosas, lo que «les recuerda sobre su propia mortalidad».

A pesar de la ciencia real o no que haya en el diseño de esta controvertida fórmula, lo cierto es que al final se convierte en profecía autoincumplida al centrar nuestro pensamiento en la negatividad de estos factores que hemos comentado.

Para darle la vuelta a este día juega un papel decisivo todo lo que transmitimos sin palabras, a los demás y a nosotros mismos. Practicar un lenguaje corporal positivo y empático aumenta automáticamente nuestro bienestar interior y actúa como facilitador de todo tipo de relaciones.

Sonríe aunque no te apetezca. Se ha demostrado científicamente que sonreír, aunque tu estado afectivo o sentimientos no sean de alegría, ayuda a cambiar dicho estado emocional. Un estudio de Strack, Martin y Stepper concluyó que la pose facial determina la intensidad del estado afectivo. Es decir, aunque finjas una sonrisa, poniendo un lápiz entre tus dientes tu cerebro interpretará una expresión facial positiva y producirá las hormonas y neurotransmisores que correspondan con ese estado placentero.

La técnica del lápiz tiene una explicación sencilla: cuando se sujeta el lápiz con los dientes se favorece la activación de los dos músculos faciales llamados cigomáticos de la cara (que son los implicados en la sonrisa). En cambio, cuando se sujeta con los labios se impide su activación, y se activa un músculo contrario, el orbicular de la boca, las comisuras caen y favorecería la tristeza.

No olvidemos tampoco nuestro cuerpo, ¿recordáis las posturas de poder? Ya vimos cómo estos podían aplicarse a una entrevista de trabajo para transmitir más seguridad, o a la docencia para comunicar autoridad. Hoy también, ayúdate cambiando tu corporalidad. ¿Cómo? Levanta, abre, y mueve los brazos, camina erguido/a (a lo John Wayne) , ponte tu canción favorita y baila, o incluso salta durante unos segundos,  Y si, además de todo esto, practicas ejercicio aeróbico conseguirás liberar las ansiadas hormonas de la felicidad. ¿No es precisamente lo que necesitas hoy más que nunca?

El olor y el sabor dulce. Lo confirmó un estudio llevado a cabo por el Rensselaer Polytechnic Institute de Troy (Nueva York): el olor a dulce te pone de buen humor (lo comprobaron con personas que estaban cerca de bollos de canela y otros dulces). Y tal y como pensábamos, los expertos explican que hay alimentos que inciden directamente sobre la serotonina en el organismo.

Este neurotransmisor afecta zonas del cerebro relacionadas con la sensación de confortabilidad, de tranquilidad, de relajación, o de todo lo contrario. Cuando está baja en sangre, lo habitual es buscar cualquier alimento dulce, con harina, azúcar, chocolate o dulce de leche. Este mecanismo natural se da porque los hidratos de carbono ayudan a subir el nivel de serotonina. Por eso dicen que el chocolate da placer y funciona como un antidepresivo.

Para acabar, os dejo una reflexión de Teresa Baró, experta en lenguaje corporal, y aunque no comulgo con mucho de lo que enseña sobre esta materia, debo reconocer que esta clave sobre comunicación es fundamental para un día como hoy:

La comunicación de calidad se basa en la generosidad. Cuando ponemos el acento en el otro y no en nosotros mismos, cambia todo. En el momento en que los pensamientos, las ideas, las emociones o el ser completo del otro me interesan más que los míos propios dejo de pensar egoístamente en mi y esto es percibido por el otro, que estará más predispuesto a imitar mi actitud que a levantar barreras.

¡Sean felices! 🙂

Chuleta de lenguaje corporal para escritores

Si bien es cierto que todos apreciamos la información que se transmite a través de los gestos o el tono de voz, también lo es que no somos del todo conscientes de lo mucho que comunica el lenguaje corporal cuando expresamos una interacción de forma escrita o la representamos a través de una interpretación ficticia. Guionistas y escritores diseñan cuidadosamente la escena, la trama y el perfil de los personajes, pero introducir pequeños matices sobre la conducta no verbal marcará la diferencia y potenciará la credibilidad inconsciente del relato.

La tarea por tanto será la de imaginar que pasa una tarde con su personaje principal, su objetivo es darse cuenta de todo lo posible: todos los detalles que pudo no haber pensado a priori y considerar cómo se reflejan, no sólo de cómo el personaje se ve a sí mismo, sino también de cómo quiere ser visto, de lo que proyecta, y preguntarse, ¿está enviando el mensaje que se propone?

Para no alargar demasiado el post, dejaré al final unos links interesantes para tener en cuenta a la hora de describir las interacciones de los personajes. Lo importante es que todos los canales sean coherentes y vayan en el mismo sentido, o no, si lo que queremos provocar en el lector es que hay algo que no encaja en él para evocar misterio o sospecha. La apariencia, el tono de voz y las expresiones faciales serán fundamentales (sobre todo las emociones básicas), una constante a lo largo de la historia para transmitir las emociones; al igual que los gestos.

Una mayor participación del cuerpo en el relato genera en el receptor una experiencia afectiva más fuerte, facilitando la sensación de presencia en el entorno de la trama. Permite aspectos afectivos propios de las relaciones humanas y desencadena el afecto positivo propio de la emoción. La expresión corporal no solo será un elemento que nos ofrezca señales sobre la emoción de la persona que la realiza, sino también sobre determinados rasgos de su personalidad. Algunos ítems de interés:

  • Hombres y mujeres con un alto nivel de poder miran a su interlocutor a los ojos mientras hablan, pero no lo hacen mientras escuchan, e invaden el espacio personal de los demás.
  • En cuanto a la postura corporal, se percibe como personas con un alto nivel de poder a aquellas con una postura erguida del cuerpo y ligeramente inclinada hacia adelante; también interrumpen más las conversaciones.
  • Con carácter general, respecto de la expresión corporal, gestual o postural, parece quedar demostrado que la percepción de estímulos aversivos se asocia con la extensión muscular, mientras que los estímulos apetitivos con la flexión.
  • En la persona que genera la expresión, por tanto, los gestos relativos a la emoción de ira serán extensivos, de apertura del cuerpo, dada la naturaleza aversiva de dicha emoción y en el caso de la expresión de miedo, se generarán movimientos musculares de flexión produciéndose un encogimiento del cuerpo dado el carácter afiliativo que se pretende a través de la expresión corporal de miedo.
  • Importantes también los gestos reguladores, me acerco a lo que me interesa, me alejo de lo que me causa rechazo. Os dejo aquí un ejemplo de análisis de una escena de la serie Homeland, (el artículo no me gustó porque contiene datos erróneos, pero sí el ejemplo analizado).
  • Indispensable, tener en cuenta las peculiaridades de comunicación de cada cultura, etnia o región.

Espero que esta información os resulte útil y tengáis en cuenta ciertos patrones fiables sobre la comunicación no verbal que potencien el diseño de vuestros personajes y el desarrollo de la narración:

No seas puntual en una entrevista de trabajo

captura-de-pantalla-2016-01-19-a-las-12-37-03Sois muchos los que me habéis escrito pidiéndome un post sobre la relación entre la comunicación no verbal y la entrevista de trabajo, pero en realidad muchas de las cuestiones importantes a tener en cuenta para ésta y otras situaciones ya las he comentado antes. Todo lo que publico aquí es aplicable a todo tipo de situaciones: una negociación, un interrogatorio, una entrevista de trabajo, una selección de personal, una conferencia, una cita… todas tendrán sus pequeñas particularidades y matices pero, en general, solo tenemos que interiorizar los conceptos clave, olvidar los mitos, e ir adaptando las pautas adecuadas a cada contexto.

Bien, nos centramos: una entrevista de trabajo… empecemos por el principio, que no es la entrevista en sí misma, hoy hablaremos solo del «pre», y es que hay mucho por hacer antes de entrar a nuestra cita con el técnico de selección. En primer lugar, ocuparnos de nuestro Curriculum. Ya os adelanté las palabras ideales y las palabras tabú para incluir en nuestro CV. Este archivo/papel con nuestra vida laboral formará parte de esa primera impresión fundamental para atraer y captar la atención del otro.

Tenemos que cuidar la imagen que mostramos en la fotografía, parece una obviedad, pero os aseguro que el mes pasado tuve que seleccionar un perfil comercial a través de un famoso portal de empleo y quedé horrorizada con las fotos que encontré: de mala calidad, con los ojos rojos, borrosas, con una copa en la mano, con posturas sexys, acompañados de otras personas, con una discoteca de fondo… En fin, os aseguro que un desastre.

Debéis invertir en un retrato profesional, de buena calidad, que te represente, que proyecte una imagen con la que te sientas identificado. Cuida también el aspecto del documento, olvídate del folio blanco, busca un diseño atractivo, original, más moderno. Aquí os dejo un ejemplo que compartió uno de mis contactos de la red Linkedin, me gustó bastante y me parece muy completo, aplica todo esto que os comento.

Ok, os llaman para una entrevista, y a diferencia de todo lo que podáis consultar sobre cómo superar una entrevista de trabajo, yo os voy a pedir que NO seáis puntuales. Es decir, no lleguéis al lugar a la hora convenida (definición de puntualidad), tenéis que estar por allí, al menos, 20 minutos antes. ¿Por qué? Primero de todo para huir del estrés añadido que nos dará ir a toda prisa, ya estaremos lo suficientemente nerviosos como para también sumar la ansiedad de pensar que no llegamos a tiempo, y segundo porque hay que trabajar nuestro comportamiento.

¿A qué nos dedicamos esos 20 minutos? 10 minutos tenemos que emplearlos en imitar a John Wayne, el símbolo de lo rudo y masculino en los años 60 por su memorable timbre distintivo de voz, su forma de caminar y su presencia física. El lenguaje corporal no tiene solo un fuerte impacto en los demás, también en nosotros mismos, este hecho puede marcar la diferencia entre el éxito y fracaso profesional. Según las últimas investigaciones, las diversas poses están asociadas a cambios fisiológicos relacionados con el rendimiento y la seguridad en uno mismo.

La clave para afianzar estas dos variables, antes de entrar a la entrevista, está en los gestos de poder, permanecer de pie con las manos sobre una mesa y ligeramente reclinado hacia adelante, o poner las manos en las caderas, o estar sentado con la espalda y los hombros erguidos, o caminar en plan chulesco con la cabeza bien alta, aumenta los niveles de testosterona y reduce los de cortisona (la hormona del estrés). Los niveles altos de testosterona están relacionados con una mayor confianza y un comportamiento más agresivo. Por otra parte, la baja producción de cortisona, mediante posturas en las que se trata de ocupar el mayor espacio posible evitando cruzarse de piernas o de brazos, contrarresta las expresiones de nerviosismo y, por ende, también el estrés.

Probad este ejercicio antes de enfrentar cualquier situación estresante, que os de miedo, y por la que sintáis inseguridad. Vuestro cuerpo reaccionará y os ayudará a superarlo. Os dejo aquí uno de mis vídeos favoritos, espero que sea una inyección de adrenalina, y como yo, lo veáis siempre que lo necesitéis para subir ese ánimo y que así os atreváis a todo. Mañana continuamos con el «durante» de la entrevista. ¡Ah! ¿Y qué pasa con los 10 minutos restantes? ¡Corred para la entrevista, que hay que ser puntuales! 😉

 

 

Los secretos del éxito de Donald Trump ¿Qué esconde su comunicación no verbal?

Foto EFE

Foto EFE

Es indudable que Donald Trump mueve masas, unos le adoran, otros le odian, pero a nadie deja indiferente. Si cerramos los ojos y nos imaginamos al personaje en cuestión seguro que lo recordamos con alguna emoción en su rostro, ya sea la ira, el asco, el desprecio o su sonrisa embaucadora, a veces desdeñosa. Su fuerza reside en la expresión emocional continua, y esto es ventajoso en comunicación; el ser humano está programado para recordar aquello que le emociona, el cerebro entiende que si existe un fuerte impacto emocional debe grabar a fuego esa información a largo plazo ya que será importante, incluso, para nuestra supervivencia.

El mensaje de Trump cala hondo, apelando a los instintos más primarios, tal y como dice mi colega de profesión, J.L Martín Ovejero: «Los grandes líderes no hablan con cifras y estadísticas; conmueven y hacen sentir. Es el idioma de la persuasión.»

Trump sorprende, es diferente (y lo contrario) a lo tradicional, rompe con todo protocolo y lógica política, y la emoción de sorpresa en el interlocutor causa expectación, atención, y dota a Trump de autenticidad, sus ideas grotescas y forma de expresarlas le hacen especial, único, extravagante y, para bien o para mal, resulta muy original.

Su intencionalidad por ganar el voto no es notable, no se aprecia a simple vista su ansiedad por ganar, por quedar bien, por gustar a todos, por hacer amigos, todo ello proyecta altruismo. Parece que no le importan los apoyos y buenas relaciones, no necesita ganar, sugiere que solo se sube a su atril o se pone ante una cámara para expresar sus ideas de la forma más improcedente posible, no hay cuidado, no le interesan las buenas formas, esto también le dota de cierta credibilidad e interés por gobernar de forma desinteresada.

Foto EFE

Foto EFE

La seguridad en sí mismo del candidato republicano es imponente. No da lugar a la evasiva, a las medias tintas, es abrumadora su gestualidad al defender una idea o decisión controvertida en un mundo dónde la política es solemne, ceremonial y en el que las formas se miden al milímetro, llega Trump con sus fuertes ademanes y movimientos, su cabeza siempre erguida y su inclinación de torso es continua y prominente, sus gestos de poder y desafío son muy significativos, le convierten en el ‘macho alfa’ de cualquier debate, su fuerza corporal es devastadora, se expande, se hace grande, se ‘come’ al oponente. Sus expresión es tan agresiva y dominante que hace que su contrincante parezca un inepto a la hora de gestionar conflictos, se presenta a sí mismo como la única opción razonable para elegir a un gobernante.

Pero sin duda, el gran secreto de Donald Trump reside en generar constantemente en su audiencia la emoción de miedo. Alude a inminentes atentados terroristas, inmigrantes violadores que trafican con droga, que roban el trabajo y el dinero estadounidense, se centra en publicitar un panorama desolador, amenazante y él será la única opción para mantener a salvo al pueblo, el protector. Es una estrategia muy hábil (independientemente de lo reprobable de esta conducta a nivel ético), el miedo es una emoción muy poderosa, capaz de bloquear nuestro pensamiento crítico y racional, y el miedo desemboca en ira dirigida hacia los sectores ‘culpables’ de esa inseguridad inducida.

Otro recurso utilizado con astucia es el humor, ya comentamos la relevancia del humor en el discurso político, y este es un buen ejemplo de ello. Su soberbia es incesante, tiene una tendencia incansable a mostrar sus cualidades, las encuestas más ventajosas sobre su imagen y liderazgo, sus logros, etc; en según que foros este discurso causa rechazo y le abuchean, él en estas ocasiones siempre recurre al humor, también cuando vierten acusaciones en su contra o cuando se siente perdedor en algún momento de la discusión, suelta un chiste, el público se ríe, retoma el control perdido y de nuevo reconduce el mitin, liderando otra vez la situación.

En definitiva, sabe muy bien lo que se hace, domina las principales premisas sobre influencia y persuasión (rozando la manipulación) como nadie, y lo cierto es que ha marcado un antes y un después en la comunicación política, veremos si le ha surtido tanto efecto o solo queda en lo anecdótico de su particular estrategia.

La dominancia de Rajoy y la tensión de Puigdemont en su primer encuentro

El histórico encuentro, en el Palacio de la Moncloa, entre el presidente del gobierno (en funciones), Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, nos deja imágenes interesantes. Ya hemos comentado que en estas ocasiones de relevancia política suele haber una lucha de poder, por ganar la mejor posición, por quedar en un estatus superior al otro, aunque sea en apariencia.

Fotografía EFE/Paco Campos.

Fotografía EFE/Paco Campos.

Rajoy como anfitrión toma la posición más ventajosa al recibir a su invitado, se coloca de tal forma que cuando se produce el apretón de manos ante los medios será el dorso de su mano el que predomine, esta es la posición dominante y la que evoca en los observadores la sensación de control y autoridad en la escena. Pero además, no acerca su mano hacia él, coge la suya y la lleva hasta su altura (tal y como se observa en el fotograma adjunto). Uno de los datos más relevantes, para interpretar una escena de esta índole, pertenece al canal háptico, el tacto, es un canal esencial para expresar cercanía, estima e interés. La forma de tratar a los demás en esta situaciones también puede reforzar esa dominancia.

En este caso, los toques que se producen se relacionan directamente con el dominio y la autoridad de Rajoy sobre Puigdemont, observando las imágenes en movimiento, el presidente catalán queda en una posición muy sumisa, se deja hacer y se deja llevar por Rajoy. No considero que en esta ocasión se vincule directamente con la personalidad de cada uno (uno dominante y otro sumiso) sino por la coyuntura del momento, es una cuestión de tablas que Rajoy ‘aprovecha’ para articular el ‘baile’ gestual del encuentro.

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#WomeninStem Amy Cuddy, la científica ‘del poder’ en el lenguaje corporal

mujer triunfoHoy se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia y en este sentido os presento a Amy Cuddy, una de las investigadoras de renombre internacional que más aportaciones y estudios científicos ha realizado en pos de la credibilidad del comportamiento no verbal a establecerse como una ciencia rigurosa.

Es una mujer con un curriculum formativo y profesional impecable, estudió en la Universidad de Princeton y actualmente es profesora e investigadora en la Escuela de Negocios de Harvard. Su magistral exposición sobre comportamiento no verbal en la plataforma de charlas TED, es una de las más vistas de la historia, con una duración de 20 minutos su intervención es de lo más instructiva y sencilla para entender algunos de los entresijos del lenguaje corporal. Recomiendo siempre este vídeo no solo por la parte pedagógica sino también por lo emotivo que es conocer la propia historia personal de la Doctora Cuddy, en la que seguro que todos nosotros nos  habremos visto reconocidos en alguna ocasión de nuestra vida y en cómo podríamos haberlo solucionado.

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Ante Felipe VI hemos visto sumisión en Rivera, complicidad real con Sánchez, respeto en Rajoy y desafío en Iglesias

reytodosEn los días iniciales de esta semana el Rey Felipe VI ha recibido a los principales líderes políticos de la nación para continuar con las negociaciones y posibilidades de una formación de gobierno definitiva. Es especialmente revelador identificar e interpretar las diferencias en esta interacción entre unos y otros para establecer significados e intenciones ocultas a través del lenguaje corporal.

Tanto Rajoy como Sánchez muestran actitudes estables que transmiten confianza y seguridad. Se notan que ambos tienen tablas y manejan la interacción con la naturalidad propia de quién conoce el medio. Rivera y Pablo están más descontrolados, algo perdidos e incitan situaciones no del todo adecuadas para estos encuentros. De hecho los encuentros más curiosos y elocuentes son los protagonizados por Albert Rivera y Pablo Iglesias.

En Rivera identificamos los nervios y la tensión de siempre ante situaciones que él no controla del todo. Ya son famosos sus gestos automanipuladores (tocarse constantemente a sí mismo para descargar estrés), se sujeta los dedos, se coloca el traje, etc. Ocurren en este encuentro dos datos curiosos que además contradicen la interpretación de la situación. Por un lado, el apretón de mano es totalmente sumiso, (como vemos en la imagen), no tiene una inclinación horizontal, su mano está significativamente con la palma hacia arriba, su cuerpo ligeramente inclinado, en señal de reverencia y su gesto facial es de una elocuente admiración.

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