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El polémico cartel electoral de Salvador Illa

El mes pasado la imagen de Salvador Illa en la campaña electoral catalana ya hizo saltar las alarmas por un cartel cuyo eslogan ponía los pelos de punta, en el que decía: «Illa es la vacuna contra el independentismo«. Los partidos opositores pedían por redes sociales que dejaran de banalizar la pandemia y retiraran aquel ignominioso y antidemocrático mensaje. Finalmente el PSC se desmarcó de la creación y difusión de aquel cartel y publicó su propuesta oficial:

Cartel electoral oficial de Salvador Illa

Cartel electoral oficial de Salvador Illa

Pero esta fotografía tampoco escapa a la controversia y muchos destacan el exceso de Photoshop utilizado para rejuvenecer y pulir el rostro del candidato socialista.

No es un recurso nuevo, anteriormente Garzón, Cospedal, Aguirre, Ximo Puig… también fueron objeto de este mismo retoque digital para proyectar una fisonomía más perfeccionada, digamos… de forma excesivamente minuciosa.

Para gusto, los colores, pero en política vender un candidato poco natural, corregido, artificial en definitiva, puede ser un gran error. Los carteles transmiten de forma no verbal lo que un determinado partido político pretende esgrimir con palabras y argumentos, y esto entonces se convierte en una forma más de mentir, de distanciarse de la credibilidad del electorado.

Borrar con Photoshop las arrugas de expresión cinceladas por los años resta la proyección de experiencia y sabiduría de cualquier persona. Además, estas líneas de la cara son las que dibujan a las emociones, no hay alegría sin patas de gallo, o ira sin las arrugas propias del ceño fruncido. Sin marcas en el rostro nos convertimos en seres robóticos, no conectamos con los demás, no transmitimos sensaciones, un pecado mortal en política.

Retoque sí, pero con unos límites, esto es como maquillarse, un buen trabajo de maquillaje apenas se nota, favorece, realza tus facciones y expresiones, un mal maquillaje te disfraza, te transforma, te deja en evidencia, y el supuesto beneficio que se buscaba se acaba desvaneciendo.

 

 

 

Carteles electorales: Cómo tratan de convencernos

Antes del debate político programado para esta misma noche, podemos hacer un adelanto del mensaje que quieren transmitirnos los principales partidos políticos a través de sus carteles electorales.

El PSOE opta por el lema ‘Ahora sí. Ahora Gobierno. Ahora España‘. Tras los fracasos anteriores quiere ‘vender’ que ahora ya sí que sí puede ser capaz de formar Gobierno, que ésta ya es la buena, la definitiva; de esta manera su objetivo principal es intentar contrarrestar el hartazgo de los votantes por la repetición de elecciones.

Creo que no les beneficia para nada que ellos mismos ‘destaquen’ como idea protagonista el bloqueo generado y tendrían que haberle dado un enfoque más inspirador y desvinculado de toda problemática. De hecho, al hacerlo tan evidente, el resultado esperado llegó y despertó una oleada de memes en Twitter tal y como ocurrió con el anterior lema, poco acertado igualmente, ‘Haz que pase’.

El rostro de Pedro Sánchez lidera la fotografía por completo, ésta es una estrategia muy positiva para personalizar y humanizar al partido y el voto, el problema, al igual que en el cartel anterior, radica en lo gestual. El sutil movimiento hacia arriba del extremo derecho de su boca sugiere una expresión decodificada como desprecio (superioridad moral). Ese gesto no será casi percibido por quienes simpaticen con él pero podría generar distancia y rechazo en un público menos partidista.

En el PP también apuestan por el rostro de su candidato en primera plana, han elaborado distintos carteles con diferentes planos de Pablo Casado, algunos más acertados que otros, en la anterior campaña su imagen era nítida, clara y sonriente, nada preocupada, en esta ocasión apuestan por todo lo contrario, una estética más sombría, más seria, más alarmista. En definitiva más fría, racional y menos emocional que la anterior.

Todo ello se refuerza con su lema ‘Por todo lo que nos une‘. ¿No os recuerda a un brindis con familiares y amigos? Aquí sí hay un mensaje más sentido y claramente en este contexto nos quiere recordar que la unidad de España estará segura con el Partido Popular, en especial ante el desafío secesionista de Cataluña, tema cardinal en estas elecciones tras los graves incidentes provocados por radicales independentistas.

Albert Rivera repite plano americano; un recurso narrativo cinematográfico utilizado por los directores en las escenas donde hay acción. Y es justamente la acción la que caracteriza esta fotografía. El líder de Ciudadanos camina hacia adelante como tal, con energía, fuerza y determinación, pero, en esta ocasión, también ligeramente sonriente (en su anterior cartel electoral se mostraba demasiado serio).

El fondo ahora no es un mar de banderas sino de personas que le siguen, el objetivo es subrayar aún más este liderazgo y su capacidad de movilización. Hay dinamismo, el cartel cuenta una historia y su eslogan refuerza también todo lo anterior, transmite energía y una convocatoria a la acción ‘España en marcha‘. Moviliza emociones. No han arriesgado y han utilizado la estética de su anterior campaña.

Es importante destacar que la energía es uno de los dos rasgos psicológicos que los votantes mejor valoran en los líderes políticos, junto a la afabilidad. Los votantes sienten que necesitan líderes enérgicos, decididos, fuertes y esa es la imagen que comunica este cartel.

Parece ser que Unidas Podemos también se percató y en esta ocasión ha transformado por completo su imagen para ‘reproducirlo’ al estilo del anterior y actual cartel de Ciudadanos. Pablo Iglesias aparece con exactamente el mismo plano americano, pose, gesto, expresión y fondo. Mismo valioso significado pero con la pérdida de impacto que supone no ser la idea original.

Salvan la imagen de campaña por un buen eslogan ‘Un Gobierno contigo‘. Lema inteligente, ya que su significado es nítido y perspicaz, el más emocional de todos: nosotros estaremos junto a ti, es decir, no gobernaremos desde arriba, lo haremos a vuestro lado. Muy bien escogido.

En Vox tiran de auditorio repleto, ya es conocida la capacidad de convocatoria de su líder Santiago Abascal y no han querido dejar pasar la oportunidad para destacarlo, incluso en detrimento del plano en el que aparece su representante, no le favorece nada ese corte por la cintura pero el protagonismo así lo gana el panel de gentío con banderas de España que se vislumbra tras él.

España siempre‘, es su eslogan, no abandonan la costumbre de nombrar el país y el generalizador ‘siempre’, que significa incondicionalidad, es una palabra de alto impacto emocional, pase lo que pase España siempre será la prioridad. Mal elegido el plano de un, además, serio Abascal, pero muy buen lema, directo y conmovedor.

Por último, la nueva formación política de Íñigo Errejón se estrena con cartel electoral de estética totalmente publicitaria. Resulta original y llama la atención por el verde velado que cubre el rostro del representante de ‘Más país’, la fotografía es puro marketing actual, atractiva, aunque no representa emoción alguna, aparece con ‘cara de poker‘, no filtra ningún significado más allá de la identificación de Errejón. El cartel es muy estético pero no me dice nada, le falta garra y comunicación estratégica visual.

Y ahora sí, ¿preparados para el debate de esta noche? 🙂

Qué hay tras los lemas políticos de la campaña electoral del 28-A

Los principales formaciones políticas ya van comunicando a través de sus eslóganes su imagen y posicionamiento ante la nueva campaña electoral que acontece este año 2019. Lo vimos en las pasadas elecciones, todo transmite, nada se improvisa, cada movimiento está bien estudiado para analizar al detalle el impacto visual del partido.

Es destacable este año la gran diferencia entre los dos gigantes electorales, PP – PSOE.

El lema del partido socialista es: «Haz que pase«. Es una frase breve pero potente ya que incita a la acción a través del verbo, además lo conforma en imperativo, realmente es una orden a la movilización, que traspasa la responsabilidad a la ciudadanía. Se trata de una instrucción muy americana, las palabras «make it happen«, son muy utilizadas en EE.UU para identificar diferentes marcas publicitarias y movimientos reivindicativos.

Por tanto, para Pedro Sánchez mantienen este estilo americano ‘a lo Obama’ que ya utilizaron en la campaña anterior , en el que utilizaban ese halo vintage de los anuncios publicitarios americanos de los años 40 y 50 para los carteles electorales. El problema y la controversia generada con la frase ‘Haz que pase’ es que efectivamente en inglés queda muy bien pero en español tiene un doble sentido (que pase y quede atrás). Algo que han aprovechado el resto de formaciones políticas en redes sociales para destacar esta segunda lectura.

Totalmente contraria ha sido la apuesta del Partido Popular, su lema es: «Valor seguro«. Siguen asociando el partido a una imagen conservadora, sin cambios, nada trasgresora, no quieren renovarse o modernizarse. El eslogan es coherente con los colores corporativos, traje y corbata, sonrisa política… Su intención así es la de dirigirse a su público ‘de siempre’, arraigado en sus tradiciones, sin pretensiones de parecer algo que no son (al menos eso hay que reconocérselo), son fieles al argumento de ‘seguridad‘ que pueden aportar por ‘sus tablas’ en estos menesteres de gobernar un país. Claramente, buscan hacer patente la certidumbre que para los electores supone votar a la formación de Pablo Casado frente a otras opciones.

 

La simbología en los carteles electorales de Cataluña #Elecciones21-D

Escasos segundos pueden ser suficientes para vender un proyecto electoral, para transmitir una ideología política, en definitiva, para convencer a votantes indecisos con una sola imagen. Un cartel electoral puede conseguir un voto y esto bien merece un cuidado especial, nada se deja la improvisación, cada detalle está pensado y se ejecuta con un objetivo. Pura comunicación no verbal.

En primer lugar, la CUP ha divulgado varios carteles para el 21, todos con una clara alusión a la intervención del Gobierno Central a Cataluña y al ya histórico 1-O. Es la imagen más rompedora, incita a la rebelión. El amarillo es el color de la locura, la diversión, que combinado con el negro y el rojo evocan, según la psicología del color, el odio mezclado con el hartazgo. Curioso. Coincide bastante con la idea que quieren proyectar. Además el estilo del cartel está despersonalizado y parece una pintada callejera, se refuerza con ello la rebeldía y el descaro.

Cartel electoral de la CUP.

Cartel electoral de Ciudadanos.

En el polo totalmente opuesto al anterior, nos encontramos el cartel electoral de Ciudadanos. Despliega un impacto visual potente. La figura de Inés Arrimadas en un intenso fondo naranja son los protagonistas. El partido apoya todo el peso de la campaña en la candidata y en la unión (en forma de corazón) de Cataluña, España y Europa. La proyección resulta dulce compensada con un toque de fuerza y energía que aporta el color del Partido. La sonrisa de Arrimadas es amplia y sincera y es de las pocas que posa con un contacto visual directo, implica compromiso, seguridad y emociones positivas.

Cartel electoral de Junts Per Catalunya.

Uno de los más esperados ha sido el de Puigdemont. La formación política de Junts per Catalunya ha elegido una imagen elegante, moderna y sofisticada para su cartel (¿no os recuerda a la portada de un disco?). No mueve emociones intensas como en el primer caso, sino que transmite tranquilidad. Esta tonalidad naranja es activa pero sosegada. El eslogan en diagonal proyecta optimismo y recuerda quién es ‘el verdadero presidente’. Su expresión facial es sonriente, calmada, incluso despreocupada, aunque evita mirar directamente a los ciudadanos. Y aquí viene lo más curioso, el atuendo de Puigdemont, su apariencia es formal porque se intuye el traje y la corbata pero entremedias con el abrigo aparece un jersey invernal, transmite frío. Al parecer, la fotografía no está tomada adrede para la campaña, tuvieron que cogerla de la rueda de prensa que dio en Bruselas, de este modo se asocia al exilio.

Cartel electoral de En Comú Podem.

De un carácter muy similar es el cartel de Xavier Domenech, que incluso llegó a declarar que le habían copiado el cartel. Cierto es que cuenta con elementos muy similares, la diagonalidad del eslogan, el tono anaranjado, aunque más difuminado y la imagen de su representante como figura protagonista. En mi opinión, pierde algo de fuerza, aunque se compensa por el contacto visual directo. Igual que el anterior podría ser la portada de un disco, éste podría aparecer en la cartelera de un teatro, tiene un aire más erudito.

Cartel electoral de Esquerra Republicana.

Continuamos con Oriol Junqueras, candidato de Esquerra Republicana. Es el cartel que más se distingue del resto por la representación de la cara del candidato en un primerísimo plano, pero no está de frente, por tanto la luz crea un efecto de sombras y claroscuro que no favorecen la claridad y la limpieza de la imagen. El gesto de Junqueras es de orgullo, sonríe con el mentón y la mirada hacia arriba. Pareciera la imagen de un superhéroe, aparece enaltecido.

El de los socialistas es el cartel electoral más tradicional. En mi opinión, no les beneficia volver a una imagen retrógrada del partido, pecando de seriedad y sobriedad. Pareciera que el mensaje sólo va dirigido a los votantes de más edad, olvidando a los jóvenes, a las nuevas tecnologías y a los guiños posibles que pueden derivarse. No hay emoción. Es insípido y anodino. Nada que ver con los carteles elaborados de Pedro Sánchez para las elecciones generales. Creo que ha sido un desacierto total y junto con el de la CUP marginan a muchos sectores sociales, lo cuál refleja desinterés en llegar a toda la ciudadanía. Miquel Iceta es un hombre emocional y divertido, una personalidad que es del todo incongruente con esta imagen.

Cartel electoral del PSOE.

Cartel electoral del Partido Popular.

Terminamos con el cartel del Partido Popular, sorprendentemente muy contrario al recién descrito del PSOE, no es nada clásico, no vende corporativismo. Xavier García Albiol es el más sonriente de todos, su felicidad se esboza muy espontánea y real, es un acierto que no le hayan disimulado las ‘patas de gallo‘ porque son la clave para transmitir una verdadera imagen de alegría. La tonalidad del color azulada hace referencia al color que identifica al Partido y a la vez transmite confianza, seguridad y armonía. Tras la figura del representante, aparece una masa de gente que parece que le sigue, convirtiéndole en ‘líder‘ y banderas de España que no olvidan acompañar de la senyera en la parte inferior.

A mi parecer, los más sobresalientes son los de Puigdemont y García Albiol, les siguen los de Arrimadas, Domenech y Junqueras, y suspenden los carteles de la CUP y del PSOE. ¿Qué opináis vosotros?

 

 

Los eslogans extraños y el análisis de los carteles electorales para el 26-J

En las pasadas elecciones analizamos los carteles electorales utilizados, ahora todos los partidos políticos renuevan publicidad de cara a las segundas votaciones, pero ¿solo me parecen raros a mi los nuevos lemas y carteles? Voy a intentar analizarlos dejando atrás el asombro y la falta de entendimiento al respecto, desde luego, la primera sensación que me producen es que no saben ya ni qué decir ni qué hacer para intentar desmarcarse. La nueva propaganda no tiene chispa ni sustancia, provoca confusión, ambigüedad e incomprensión del mensaje. 

moragasEl más ‘inquietante’ de todos es el del Partido Popular, han eliminado la fotografía de su representante, Mariano Rajoy, por lo que la transmisión del mensaje es absolutamente impersonal. Nadie emite el mensaje, no hay imagen relacional, craso error. Lo que nos ofrecen es un fondo azul con unas letras en blanco, que dicen: «A favor». Pero ¿A favor de qué, de quién? «A favor» por sí mismo no significa nada, es una frase inconclusa. El cartel utilizado en la campaña de diciembre me pareció el más acertado de todos, muy trabajado, inteligente y con simbología estratégicamente diseñada para comunicar mucho en una sola imagen, en esta ocasión, sin duda, es el más deficiente.

img_druiz_20160610-162210_imagenes_lv_otras_fuentes_psoe-k60--656x911@LaVanguardia-WebEn el cartel del PSOE sí que aparece la imagen de su líder Pedro Sánchez, y esta fotografía suya me parece más adecuada que la anterior. Potencia su atractivo y su expresión facial en esta ocasión muestra una sonrisa, y además una sonrisa auténtica, producto de la sensación de alegría, ya que, (bien por ellos) no le han eliminado con photoshop las ‘patas de gallo’ que surjen naturalmente por la acción orbicular del ojo cuando la risa es sincera. Realmente proyecta felicidad, ilusión, ánimo, positivismo… todo ello lo intentan reforzar con el lema «vota sí», y añaden «un sí por el cambio», al menos aquí aclaran a que se refieren con el «sí» porque en principio queda algo raro la llamada a un voto en positivo, cuando no se puede hacer de otra forma. Resulta algo reiterativo, diluye la fuerza que pueden poseer las palabras como «cambio», yo me quedaría solo con la segunda parte, la primera no tiene sentido. La palabra «cambio» es la que tiene realmente valor, es un recurso indispensable en el marketing político, pues se asocia con evolución, transgresión, progreso, superación, etc.

img_snoguero_20160609-205553_imagenes_lv_otras_fuentes_cartel_podemos-339-k60--656x905@LaVanguardia-Web¿Y a qué os recuerda el cartel del partido Unidos Podemos? Porque a mi me parece el que colocan en los expositores de las salas de cine para anunciar una película. El papel protagonista lo obtiene Pablo Iglesias y los actores secundarios parecen ser Íñigo Errejón y Ada Colau, por el tamaño y la posición de la representación Alberto Garzón pierde relevancia, no me parece que beneficie la igualdad en la alianza. En total son 8 caras, sonrientes, las que se exhiben en la imagen, evocando un claro mensaje de grupo, un acuerdo entre la izquierda que muestra la pluralidad del proyecto. El lema elegido es: «La sonrisa de un país». Transmite positivismo de un modo más sutil y efectivo que el simple «sí» de la frase socialista, comunican emoción y optimismo.

img_druiz_20160610-162119_imagenes_lv_otras_fuentes_ciudadanos-k60--656x945@LaVanguardia-WebSi en la anterior campaña apuntaba como ejemplar el cartel del PP, en esta ocasión el que me parece más completo es la apuesta de Ciudadanos. La imagen y el eslogan son coherentes, claros y con fuerza. «Tiempo de acuerdo, tiempo de cambio», tiene gancho, tiene sentido y dan solución a la situación de bloqueo político actual. Este mensaje se refuerza con la ilustración, en la que se ve a Albert Rivera dando la mano, un gesto de alianza, pacto y resolución. Su expresión facial, al igual que la de Sánchez, expresa una emoción positiva de forma sincera, en esta ocasión (acertadamente) no le han corregido las ‘patas de gallo’.

Desaparecen las corbatas, las imágenes serias y protocolarias, las campañas electorales se enfrentan ahora con una importante renovación, un intento de acercamiento entre la clase política y el ciudadano, exhiben una apariencia de normalidad, de acciones, sonrisas, ilusión, esperanza y buenas intenciones. Al menos es lo que quieren proyectar, vamos a ver dónde queda todo…

 

 

 

Análisis de los carteles electorales: el estilo americano de Pedro Sánchez, la seriedad de Rajoy y la llamada al cambio de Iglesias, Rivera y Garzón

Pocos segundos pueden bastar para vender un programa electoral, para proyectar una ideología, para convencer con solo una imagen a los dudosos votantes, que son muchos. Escasos segundos que pueden conseguir un voto, y eso bien merece un cuidado especial. Hoy analizo los carteles electorales de los principales candidatos de nuestro país.

Ya decía en el post anterior que, para esta candidatura, los candidatos no están arriesgando en sus apariciones públicas, mostrándose comedidos y muy cuidados en su comunicación. Pues bien, ocurre exactamente igual con la elección de sus carteles electorales.

Pedro Sánchez continúa a la americana

¿No os recuerda este cartel electoral a los anuncios publicitarios americanos de los años 40 y 50? La imagen tiene un estilo vintage, color sepia en el rostro y letras rojas sobre fondo blanco, inconfundible con esta referencia. Las letras del partido están representadas en un tamaño descomunal, eso sí, sin el logo tradicional, la popularidad del bipartidismo no está en su mejor momento y han huido del corporativismo tradicional. Aparece el nombre propio del líder como verdadero sostén de la formación, su rostro es serio pero afable, su mirada directa al votante, también vestido de blanco impoluto. El eslogan aquí no es directo, no pide que votes a PSOE, si no que votes por un futuro para la mayoría, me vuelve recordar a EEUU: “future” una de las palabras estrella de Obama. Y la “mayoría” alude al peso que tradicionalmente ha tenido el partido, se dirige a la masa que siempre ha estado de su parte.
psoe

Rajoy y los símbolos

El equipo de marketing del actual presidente apuesta por una imagen cargada de simbología para provocar al espectador. En primer lugar, Rajoy no aparece posando sin más, quieren representarlo trabajando, en acción, está en lo que perfilan como un despacho, con papeles sobre la mesa. Su mirada no es agresiva, la desvía ligeramente, su rostro es serio, como si le hubieran “pillado” en un momento de concentración y toma de decisiones. La apariencia es la más formal de todas, traje oscuro, corbata, inspirando a la seriedad y a la sobriedad, algo que se acompasa a la perfección con el mensaje “España en serio”, tampoco pide que votes a PP, lo que quiere dejar claro es que es la única opción sensata y responsable para gobernar, todo lo demás es irrisorio. No aparece el nombre propio del presidente, no ha estado bien parada la persona líder del partido y preferirán obviar el detalle. Lo que destacan son datos importantes sobre lo que más preocupa en España: el empleo, dando cifras que les benefician.
cartel rajoy

La esperanza de Pablo Iglesias

En el póster de Podemos nos encontramos con el único eslogan que pide el voto de forma directa “Vota Podemos”, no hay juego de palabras, no apelan a ideas asociadas. En mi opinión, demasiado descuidado en las posibilidades persuasivas que se pueden barajar en esta parte fundamental. Eso sí, el mensaje es contrapuesto con la mirada de Pablo Iglesias en la fotografía, no hay mirada directa al observador, lo que resta esa agresividad del mensaje, quedando compensado con la dirección de la mirada, (muy importante este canal) su mirada está perdida, ligeramente elevada, evocando una emoción buscada por el espectador: la esperanza. Su rostro nada tiene que ver con su famoso ceño fruncido, es relajado, de afecto positivo, con una sonrisa y las “patitas de gallo” marcadas, dan sensación de felicidad auténtica, destacando la pulcra camisa blanca, tono de pureza, luz y paz. Datos curiosos: no aparece el logo del partido (el círculo) ni el nombre propio de su líder, esto da la sensación de desvinculación con el origen de la formación política y “formaliza” el diseño de la imagen, sin abalorios que despisten el “Vota Podemos” sin más.
CARTEL PODEMOS

Albert Rivera va a por la emoción

El gesto de la cara es raro, muy raro, han escogido una mueca, no representa un estado afectivo concreto, su cara sonríe con la boca muy abierta, sus ojos apenas lo hacen y se observa enrarecido, exceso de Photoshop que ha transformado un rostro joven y espontáneo en un ademán sin sentido. El nombre propio del candidato es bien visible, dado que su persona es juzgada muy positivamente. El eslogan es inteligente, no votes por nada, ni por nadie, te piden el cómo debes votar, y que lo hagas con ilusión. La ilusión también se relaciona con la esperanza, al igual que Podemos, estos dos partidos emergentes apuestan por lo nuevo, por un cambio, por el cumplimiento de un sueño, de un deseo, de un anhelo. Es vital para “los nuevos” apelar a la emoción, ya que es el impulso que nos mueve y que nos motiva a la acción, una reacción a lo que nos rodea. Sin duda, esta parte es un acierto.
CIUDADANOS CAMPAÑA ELEC(8832139)

Alberto Garzón, sin garra

Muy pobre, visualmente hablando, la imagen no tiene chispa, es apagada y la información que presenta está desaprovechada, “Alberto Garzón, candidato a la presidencia del gobierno”… Ya. ¡Cómo si no lo supiéramos! Tener solo unos segundos para saber proyectar mensajes impactantes y malgastar las palabras en ese mensaje tan evidente no tiene sentido. El rostro que representan tampoco es del todo adecuado, vamos a centrarnos, si una cara ríe con la boca tiene que reír también con los ojos, si no hay acción en la zona orbicular da la impresión de falsedad, de pose, para eso, más vale un rostro serio pero bien ejecutado y natural al menos. El eslogan me recuerda a un brindis, “por un nuevo país” también alude a un deseo, por cambiar lo que hay, desechando lo viejo, bien, es aceptable, pero le falta trabajo a esta figuración.

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* Fotos: EFE