Ante Felipe VI hemos visto sumisión en Rivera, complicidad real con Sánchez, respeto en Rajoy y desafío en Iglesias

reytodosEn los días iniciales de esta semana el Rey Felipe VI ha recibido a los principales líderes políticos de la nación para continuar con las negociaciones y posibilidades de una formación de gobierno definitiva. Es especialmente revelador identificar e interpretar las diferencias en esta interacción entre unos y otros para establecer significados e intenciones ocultas a través del lenguaje corporal.

Tanto Rajoy como Sánchez muestran actitudes estables que transmiten confianza y seguridad. Se notan que ambos tienen tablas y manejan la interacción con la naturalidad propia de quién conoce el medio. Rivera y Pablo están más descontrolados, algo perdidos e incitan situaciones no del todo adecuadas para estos encuentros. De hecho los encuentros más curiosos y elocuentes son los protagonizados por Albert Rivera y Pablo Iglesias.

En Rivera identificamos los nervios y la tensión de siempre ante situaciones que él no controla del todo. Ya son famosos sus gestos automanipuladores (tocarse constantemente a sí mismo para descargar estrés), se sujeta los dedos, se coloca el traje, etc. Ocurren en este encuentro dos datos curiosos que además contradicen la interpretación de la situación. Por un lado, el apretón de mano es totalmente sumiso, (como vemos en la imagen), no tiene una inclinación horizontal, su mano está significativamente con la palma hacia arriba, su cuerpo ligeramente inclinado, en señal de reverencia y su gesto facial es de una elocuente admiración.

El Rey ha recibido hoy en audiencia en el Palacio de la Zarzuela al presidente de Ciudadanos Albert Rivera en el marco de la segunda ronda de consultas para la designacion de candidato a la Presidencia del Gobierno EFE Chema Moya POOL

EFE Chema/Moya POOL

Posan para la foto y el segundo dato que contradice al primero se produce en el abandono de la sala por la puerta que señala el Rey. Rivera ejecuta un gesto de dominancia al provocar ser el último que traspasa la puerta. Aquí en occidente no tiene tampoco mucha importancia, puede ser hasta un gesto educado, en oriente próximo hubiera sido un agravio significativo para la persona anfitriona. Normalmente la persona más poderosa es la que muestra el camino, te indica el paso, te guía y él se queda atrás, el último hombre que atraviesa una puerta es el ganador, es una posición muy apreciada por cualquier líder político o monárquico en un encuentro público.

Pablo Iglesias, fiel a su estilo, rompe el protocolo sobre la estética y aparece sin traje ni corbata. Y por supuesto, es el más desafiante con el Rey de los cuatro líderes políticos que analizamos hoy. En primer lugar, el apretón de manos es horizontal sí, pero fijaos en la elevación del codo que realiza al hacerlo, pareciera que intentara ser ‘más alto’ que él, es un gesto fuerte de dominancia, acto además reafirmante puesto que lo hace exactamente igual en los dos últimos encuentros en Zarzuela. Además, si escuchamos lo que dice para contextualizar los gestos también reafirma esta actitud, el Rey para romper el hielo habla con Iglesias del tiempo, sus rostros son relajados y no hay incomodidad, pero a continuación el líder de Podemos sorprende con el comentario “he estado viendo los ciervos, qué maravilla…”. Al Rey parece no hacerle nada de gracia y reacciona con gesto sutil de desprecio, así mismo, decide dejar de posar para los medios y le indica la salida de la sala.

EFE/Paco Campos

EFE/Paco Campos

En Mariano Rajoy reconocemos su típico paso marcial al dirigirse al encuentro con el Rey en la sala, es quizá el saludo más protocolario, atuendo de riguroso traje, apretón de manos formal y perfectamente vertical, postura de ambos muy simétrica y erguida y cuando se retiran su paso y movimientos están perfectamente acompasados con los del monarca, parece que se reflejen en un espejo. Rajoy intenta no adelantarse al Rey ni hacer movimiento alguno de forma autónoma, está constantemente pendiente de las indicaciones y pautas que le marca la figura del monarca, muestra de respeto y sumisión hacia un dignatario de estatus superior.

EFE/Ballesteros

EFE/Ballesteros

En la cita con Pedro Sánchez, ocurre algo similar, aunque tiene su idiosincrasia propia, en su paso al entrar ante los periodistas de la sala no se parece ni de lejos a la actitud marcial que hemos comentado en Mariano Rajoy. Sánchez entra con un andar que llama la atención, lento, despreocupado, arrastrando levemente los talones, un ligero cabeceo; sí que es cierto que todo esto lo hace sin la presencia del Rey. Después ya con Felipe, todo correcto, hace sus chascarrillos con él para salir muy sonrientes en la foto y todo perfecto. Pareciera que se llevan especialmente bien, aunque el líder del PSOE fuerza de alguna manera la situación, el Rey sonríe continuamente y ambos acompañan el apretón de manos protocolario con continuos toques en el abrazo, que dotan la interacción de afecto y complicidad real.

sanchezyrey

 

7 comentarios

  1. Dice ser Vivan los blogs!

    Interesante post sobre Felipe,sin duda alguna, persona altamente preparada para el opuesto que ejerce.

    04 febrero 2016 | 1:51 pm

  2. Dice ser supercoco

    Si, es cierto, esta altamente preparado para vivir a cuerpo de rey.él y toda su familia

    04 febrero 2016 | 2:03 pm

  3. Dice ser a supercoco

    tienes razón, está altamente preparado para vivir del cuento, pero al menos sabe contarlo en inglés , cosa que políticos elegidos por el pueblo no.

    04 febrero 2016 | 3:53 pm

  4. Dice ser fidel

    Los vasallos siempre muestran sumisión ante el rey, son como niños se creen inferiores ante un borbón.
    El gesto de desprecio a Pablo Iglesias por el comentario de los ciervos es significativo, la realeza nuca tuvo mucho afinidad con la plebe que no inclina la cabeza ante su majestad.
    En Francia hace tiempo que solucionaron el problema , aquí aún lo sufrimos.

    04 febrero 2016 | 10:51 pm

  5. Dice ser pegata

    Por las fotos escogidas parece Rivera dirigir una mirada que es contestada con una sonrisa forzada de desconfianza. La de Pablo parece el saludo un apretón de mano de amigo y Felipe muestra una sonrisa mas sincera, como sabiendo ya a lo que va y parece que le agrada. La de Mariano cierto que es el clásico gesto protocolario de sumisión mas de teatro que de dos personas que se encuentran, Mariano hace lo que dice el protocolo que tiene que hacer y Felpe le sigue el juego. Pedro, dirige la mirada a la cámara dando una imagen de inseguridad en mantener el tipo a pesar de que la sonrisa de ambos es relajada y de confianza.
    Curioso el articulo.

    04 febrero 2016 | 11:21 pm

  6. Dice ser Eiren Silva

    Prefiero doblar la rodilla ante un rey verdadero que ante un corrupto presidente de una república VIVA ESPAÑA¡ VIVA EL REY¡

    05 febrero 2016 | 2:31 am

  7. Dice ser Maria

    Como siempre no es necesario hacer el ridículo para defender tus ideales, hay que saber guardar la compostura en todos los ámbitos, y mas en una reunión con el Rey de Espańa. No creo que todo el mundo que de entrevista con el rey sea monarquico (cualquier dirigente extranjero, x ejemplo) y no hacen el mamarracho como pablito. Qué poca educación tiene!

    07 febrero 2016 | 4:46 pm

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