Los gestos también importan en la enseñanza: cómo transmitir poder y autoridad

F_TeacherEn la primera parte de esta entrada vimos cómo la apariencia, el rostro, o la mirada, podían influir en la comunicación con el alumno, pero se deben tener en cuenta también (cómo no) los gestos y posturas, éstos deben estar sincronizados con el contenido y ritmo del discurso. Y ayudará conocer, a grandes rasgos, su significado y lo que transmitimos con ellos:

  • Postura erguida –> Seguridad y confianza.
  • Inclinarse hacia delante –> Interés.
  • Posición tensa y rígida –> Estar a la defensiva, temor.
  • Gestos ilustrativos –> Interés y entusiasmo.

Lo más importante de la expresión facial y gestual es ser espontáneos, creer en lo que decimos, ser auténticos y naturales. Además de las tres reglas de oro que vimos para interpretar gestos, para una conducta gestual adecuada no podemos olvidar estas 4 claves:

  1. Ser dinámico y expresivo: Nos dota de una mayor efectividad comunicativa. Facilita la comprensión y retención del mensaje.
  2. Postura corporal abierta, tranquila y relajada: Comunica bienestar, confianza y proximidad.
  3. Ser auténtico en su uso: Los gestos son muy personales. Podemos entrenarnos en usar gestos que favorezcan nuestra comunicación pero lo principal es ser uno mismo, no imitar a nadie y no emitir mensajes contradictorios. 
  4.  La congruencia: es un factor fundamental en la actividad docente. Se debe mantener una plena coherencia entre todos los mensajes que se emiten por diferentes vías. Si no, podemos provocar confusión y ante esto, siempre prevalecerá nuestro comportamiento no verbal.

Es fundamental que el profesor asuma el protagonismo como organizador del contexto no verbal en todos sus aspectos y atienda a éste como un elemento más del proceso instructivo. La competencia en el manejo del ambiente ha de ser una de las dimensiones primordiales a tener en cuenta en la capacidad de comunicación. La influencia, relevancia y efectos sobre el grupo de esta variable genera una ‘pedagogía silenciosa’.

zona sensible de aprendizaje

Zona sensible de aprendizaje

Si el espacio físico del formador es muy amplio y le deja moverse con facilidad, evocará en el alumnado un refuerzo de poder y autoridad. Si el espacio físico en general es demasiado grande, debemos reunir en una zona más reducida al alumnado y que no se dispersen por la sala. Los investigadores han constatado que en las aulas pequeñas (tipo seminario) quienes tendían a participar más eran los alumnos sentados justo enfrente del profesor.  Situarse en los asientos centrales y delanteros tiende a incrementar la participación, favorece el desarrollo de actitudes más positivas hacia el aprendizaje y puede contribuir a mejorar el rendimiento.
Esto no puede evitarse (no todos los alumnos pueden situarse en esa zona), pero hay que tenerlo en cuenta, e insistir más en los alumnos del final de la sala y de los laterales, preguntándoles más e incitando a la participación para que no pierdan la atención, e igualmente hacer cambios de posiciones habitualmente para que todos pasen por esa zona sensible para el aprendizaje.

Brooks, Silvern y Wooten (1978) ya advirtieron que: “los profesores tendían a mostrar una conducta más permisiva e informal con los alumnos más próximos a ellos y más formal con los situados en el fondo del aula”. Por tanto el docente puede jugar con ella para facilitar un clima más cálido y cordial, manejando la proximidad física para manifestar interés y preocupación. Una mayor cercanía, siempre que sea respetuosa con la persona y adecuada al contexto y situación, transmite una mayor calidez. El enseñante debe atraer la atención y dar mayor variedad al discurso, enfatizando ciertas partes de éste cambiando la posición en la sala, alejándose y acercándose variando, así, el grado de proximidad con los distintos alumnos. Éstos tienden a valorar más positivamente a los profesores que recorren el aula, considerándolos más ‘cálidos’ y eficaces, en lugar de permanecer sentados detrás de su mesa.

 

 

 

2 comentarios

  1. Dice ser Madrugador

    Curiosamente de todos los profesores que he tenido, solo los que seguían estas pautas son los que recuerdo con carińo y de los que mas aprendí

    29 marzo 2016 | 11:08 am

  2. Dice ser Andres

    La única forma de proyectar algo es sentirlo de verdad. De nada sirve poner posturas de poder si no me siento poderoso.

    30 marzo 2016 | 4:55 pm

Los comentarios están cerrados.