La LGTBIfobia en política. Hablamos con Santiago Rivero

Por Francisco Navarro /@imfranxu

 

La política tiene un papel fundamental en los derechos sociales de un país. En los últimos años España ha experimentado un cambio totalmente evolutivo y favorable con respecto al colectivo LGTBIQ+, haciendo historia con momentos como la aprobación de la ley trans.

En 1999, José María Mendiluce Pereiro se convirtió en el primer titular en ostentar un cargo político siendo conocida públicamente su orientación sexual. Mucha gente a día de hoy ya está concienciada sobre la importancia de la diversidad, y los integrantes políticos sobre la visibilización y protección pero, ¿Existe lgtbfobia en la política? Está claro que no es la LGTBIfobia que se ejercía en tiempos anteriores de una manera directa y sin tapujos, pero indirectamente, se siguen escuchando discursos de odio hacia el colectivo por parte de los partidos políticos de este país. Hablamos sobre ello con Santiago Rivero, ex vicepresidente de COGAM y diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid.

¿Has sufrido homofobia en el congreso o por parte de algun@ de los integrantes?

Si entendemos por homofobia tener que soportar que, por ejemplo, digan públicamente que no podemos casarnos o no podemos adoptar, sí. No he sufrido ningún ataque directo personal por parte de ningún diputado o personal de la cámara. En ese sentido tengo que decir que, al menos de momento, hay bastante educación en ese sentido.

¿Crees que aún hay discursos de odio en el congreso? ¿Crees que los mismos se traducen en las calles de alguna manera?

De hecho más que hace algunos años. Antes de la llegada de VOX a las instituciones veíamos a algún político del PP que de vez en cuando emitía alguna opinión homófoba, y eran incluso desacreditados por el propio partido (aunque no siempre). El problema es que ahora, no solo la ultraderecha ha introducido de nuevo discursos contra el colectivo LGTBI, sino que el PP, en vez de aliarse en este asunto con los partidos que históricamente hemos defendido los derechos del colectivo, salen a defender a VOX, a pesar de las barbaridades que dicen, y achacan incluso las agresiones a la izquierda. Desde luego cuando se están emitiendo ciertos discursos de odio en instituciones, púlpitos o medios de comunicación, parece evidente que eso tiene una traslación a la realidad social a la hora de empoderar a los homófobos que, en ciertos casos, se convierten en agresores.

¿Crees que algunos partidos utilizan las redes sociales para los temas censurados o tachados en el congreso?

Depende del partido. Hemos visto como a la ultraderecha le han tenido incluso que suspender la cuenta en alguna ocasión. Creo que hay partidos que utilizan bien las redes sociales y que emiten discursos respetuosos defendiendo su ideología y otros que no. No es justo meternos a todos en el mismo saco porque no somos todos iguales. Lo peligroso es que la derecha en España se está viendo arrastrada por la ultraderecha, no solo a los discursos de la ultraderecha, sino también a sus formas broncas y agresivas que no benefician en nada la convivencia social.

¿Crees que la política también está encargada de visibilizar al colectivo LGTBI?

La política, por definición clásica, es el arte para solucionar los conflictos sociales de una forma pacífica. En ese sentido, cada partido decide qué temas poner encima de la mesa para aportar soluciones a esos conflictos sociales. Los socialistas, desde hace mucho, hemos puesto la problemática que sufrimos las personas LGTBI encima de la mesa para aportar soluciones: matrimonio igualitario, ley de identidad de género, leyes autonómicas, la ley LGTBI y trans que se tramitará en breve en el Congreso. Mientras, otros han estado siempre en frente de esta consecución de derechos. Bajo mi punto de vista es una falta de responsabilidad posicionarse en contra de los derechos de las personas.

 

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