El Pasaje Begoña en la memoria LGTBI+ (segunda parte)

Asociación Pasaje Begoña (@pasajebegona)

 
EL PASAJE BEGOÑA EN LA MEMORIA LGTBI+. Primera Parte. 

*(Con motivo del 50 aniversario de la redada del Pasaje Begoña, en 1 de cada 10 vamos a dedicar varios días a compartir textos sobre su memoria, curiosidades, clientela habitual y devenires. Gracias a Asociación Pasaje Begoña por compartirlo en este espacio.) 

 
En este primer anexo nos aproximaremos a algunas de las personas que dejaron huella en el Pasaje Begoña, ya fueran visitantes puntuales, trabajadores, clientes, empresarios o artistas que actuaron en los pequeños locales. Con ellos se encontraron los miles de visitantes y turistas, tanto españoles como extranjeros, llegados de todos los rincones del mundo buscando evadirse de la vida cotidiana y, en muchos casos, expresar su identidad y liberarse de miedos y prejuicios. El Pasaje Begoña formó parte de sus vidas y todos ellos fueron conformando la historia de lo que se definió como una isla de libertad en el contexto de la España puritana marcada por la represión franquista. De esta forma, hicieron posible que este pequeño pasaje se convirtiera en uno de los máximos exponentes de la convivencia y el respeto a la diversidad. Al fin y al cabo, el sentido del Pasaje se lo dieron aquellos que lo hicieron posible, los que disfrutaron de las noches de diversión y también aquellos a quienes les tocó experimentar la dureza de la Gran Redada.

 Ha sido muy difícil seleccionar a los personajes más relevantes del Pasaje Begoña porque cada una de las personas que lo frecuentaban tenía una historia única digna de ser contada. Aun así, hemos elegido algunos ejemplos significativos que dan cuenta de la diversidad precisamente con el fin de visibilizar el significado y la proyección de este extraordinario lugar. Para ello rememoramos parte de sus biografías y de momentos anecdóticos referidos al Pasaje que permanecen en los recuerdos de las personas que vivieron, y que continúan viviendo, el espíritu del Pasaje Begoña.

Amanda Lear (Ho Chi Minh, 1939). Es una famosa cantante, modelo, pintora y escritora francesa que trabajó anteriormente como stripper bajo el seudónimo de Peki d’Oslo. Actuó varias veces en la parrilla del hotel Pez Espada de Torremolinos y frecuentaba la playa del Bajondillo y el Pasaje Begoña junto a su amigo Ramón Cadenas. Desfiló para renombrados diseñadores como Paco Rabanne, Yves Saint Laurent y Coco Chanel. Fue musa de Salvador Dalí, con quien se llegó a decir que mantuvo una relación muy especial. Siempre se ha especulado sobre su identidad transexual. 

Ángel López Peláez. Habitual del Pasaje Begoña, era conocido como Alpelae. Nació en Adamuz, Córdoba, pero se trasladó a Canarias para ganarse la vida, donde realizó incursiones en el boxeo. Después de un tiempo, colgó los guantes, se hizo con una cámara fotográfica y aterrizó en Torremolinos. Gracias a su carisma, sentido del humor e imaginación, se convirtió en uno de los personajes más populares del lugar. Fue el primer fotógrafo ambulante que utilizó una cámara Polaroid (que había traído de las islas). Vestido de torero, se hacía acompañar de payasos e incluso de monos, crías de tigre y leones que ponía en brazos de los turistas al tiempo que disparaba su máquina; nadie le rechazaba una fotografía. También introducía una nota de humor utilizando la ventriloquía con actuaciones espontáneas, como la popular «¿ratita, ratita!, ¿te quieres casar conmigo?», que calaba en el público nativo y foráneo.

Coccinelle (París, 1931 – Marsella, 2006). Fue una célebre actriz, vedette y cantante transexual francesa. En 1953 surgió con el nombre de Coccinelle (‘mariquita’ o ‘catarina’ en español) y debutó como corista y vedette en el salón de female impersonators y drag queens Chez Madame Arthur, donde realizaba imitaciones de la actriz francesa Danielle Darrieux. Eventualmente trabajó también en el club nocturno parisino Le Carrousel, donde alternó con figuras como April Ashley y Bambi, otras destacadas vedettes trans. Se dice que su inspiración e ideal femenino era Marilyn Monroe. En su país fundó la asociación Dévenir Femme para ayudar a las personas que deseaban cambiar de sexo. Acudió a Torremolinos para participar en la película Días de viejo color, del director español Pablo Olea, y actuó en varias ocasiones en la sala de fiestas Le Fiacre, según testimonios de la época.

Doris Alza. Es una mujer trans y activista LGTBI de la Sierra de Cádiz. Con apenas veintidós años se trasladó a Torremolinos, donde vivió casi un año y consiguió trabajo en el hotel Riviera. El ambiente de libertad de Torremolinos en general y del Pasaje Begoña en particular la hicieron muy feliz durante ese período. La primera vez que Doris visitó el Pasaje Begoña entró descalza, «como Brigitte Bardot». «Yo era muy moderna y hippie», afirma en sus memorias. Recuerda con mucho cariño sus noches en los locales de este emblemático callejón, como el bar Ye-Ye, un club con música en directo donde vio a los Brincos y a los Rebeldes. Con su humor habitual, Doris Alza nos cuenta que, cuando sonaba la canción Los chicos con las chicas, de Los Bravos, todo el local cantaba por encima «los chicos con los chicos tienen que estar».

Elmyr de Hory (Budapest, 1906 – Ibiza, 1976). Su nombre de nacimiento era Hoffmann Elemér. Fue un famoso pintor y falsificador húngaro fetiche de Orson Welles que durante su vida vendió más de mil cuadros falsificados. Sus falsificaciones ganaron fama después de que Clifford Irving le dedicase un libro y posteriormente apareciese en el documental Fraude (F for Fake), de Orson Welles. A finales de los sesenta, y forzado a escapar de Ibiza, decidió buscar un nuevo paraíso y se instaló en la Costa del Sol. Fue entonces cuando visitó con frecuencia el Pasaje Begoña. La Gran Redada del Pasaje Begoña de 1971 precipitó su regreso a Ibiza.

Fook Hing Lam Chiu. En Torremolinos es más conocido como Pablito. Es originario de Hong Kong y tiene dos hijas nacidas en este municipio de la Costa del Sol, Sonia y Mari Carmen. Fue propietario del restaurante chino Oriental del Pasaje Begoña. Pablito se hizo querer por su amabilidad y simpatía en las calles torremolinenses. Su lista de clientes era muy amplia y variopinta y en ella se incluían las mayores celebrities del momento. A modo de reclamo, Pablito colocaba a sus ancianos abuelos en la puerta del restaurante vestidos de chinos mandarines. Su negocio creció tanto que en 1967 se trasladó a un local más grande en la calle Antonio Girón de Torremolinos, al que llamó Cantón. Posteriormente, y con este mismo nombre, se estableció muy cerca, en la plaza de la Gamba Alegre.

Grace Jones (Spanish Town, 1948). Es una cantante, compositora, supermodelo, productora y actriz jamaicana. Comenzó su carrera de modelo en Nueva York y, más tarde, se trasladó a París, donde trabajó para firmas como Yves Saint Laurent y Kenzo y apareció en las portadas de prestigiosas revistas de moda como Elle y Vogue. Se hizo conocida mundialmente por su apariencia andrógina tan característica. Trabajó una temporada como gogó en la sala Le Fiacre del Pasaje Begoña.

Guelfo Tamellini. Revolucionó el mundo de la noche en Torremolinos con la inauguración de la discoteca Piper’s en los bajos del Pasaje Begoña. Este mítico local de 500 m2 abrió sus puertas en octubre de 1967 y fue creciendo hasta superar los 2000 m2 y batir récords de todos los tipos: de volumen de consumiciones, aforo, número de salas, etc. Muchos cantantes de la época presentaban sus discos en Piper’s como grandes estrenos y llegó incluso a recibir la visita de Madonna años más tarde. Pocos locales como este marcaron tanto a tantas personas. Durante años se convirtió en un referente de las noches de diversión de la Costa del Sol y apareció en distintas novelas sobre Torremolinos. 

Helmut Berger (Bad Ischl, 1944). Este actor austriaco, que llegó a ser pareja de Luchino Visconti y protagonista de muchas de sus películas, fue cliente del Pasaje Begoña durante su juventud. Su local preferido era La Boquilla. Entre los asiduos al Pasaje Begoña era conocido como la Semáforo por su costumbre de apoyarse junto a un semáforo cercano para esperar a sus amigos. En sus años de fama en el cine fue declarado por la revista Vogue «el hombre más guapo del mundo».

John Lennon (Liverpool, 1940 – Nueva York, 1980) y Brian S. Epstein (Liverpool, 1934 – Londres, 1967). John Lennon y el mánager de The Beatles, Brian S. Epstein, visitaron Torremolinos en 1963. El propio Lennon lo narra en sus memorias, donde aborda el tema gay: «Me fui de vacaciones a España con Brian Epstein, y circuló el rumor de que teníamos una relación amorosa. Bueno, fue casi una relación amorosa, pero no del todo. Nunca se consumó. Pero fue una relación muy intensa. Fue mi primera experiencia con un homosexual que yo sabía que lo era… Solíamos sentarnos en un café de Torremolinos mirando a todos los chicos y yo decía: ¿Te gusta este? ¿O este otro? Yo más bien disfrutaba con la experiencia, pensando todo el rato como un escritor: “Estoy experimentando esto”». A ambos les gustaba sentarse en la planta primera del Pasaje Begoña en una silla de plástico junto a la barandilla y observar a los muchachos que por allí pasaban. Recientemente, la viuda de John Lennon, Yoko Ono, ha salido al paso de los rumores sobre la sexualidad del cantante y ha reconocido su bisexualidad, así como la relación afectivo-amorosa entre su marido y su mánager. Brian Epstein frecuentó el Pasaje Begoña en diversas ocasiones hasta su muerte en 1967.

José Antonio Nielfa (Bilbao, 1947). Más conocido como la Otxoa, es considerado el primer gran travesti de España. Cantante y compositor ingenioso, fue autor, entre otros muchos éxitos, del himno LGTBI Libérate. Activista histórico LGTBI, a través de sus canciones ha contado las más variopintas historias de diversidad sexual, casi todas protagonizadas por gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. La Otxoa siempre ha defendido que la visibilidad LGTBI, incluso en plena Dictadura, ha sido la mejor forma de reivindicar. Trabajó en el bar La Sirena (que era de otro vasco, Ángel Larrinoa) y en el Apollo, donde conoció a artistas como Massiel, Mikaela y el Dúo Dinámico. Además, frecuentaba otros como Le Fiacre, donde Grace Jones bailaba como gogó, o el Jaleo, con la bailaora Mariquilla. Recuerda Torremolinos y el Pasaje Begoña «como un cuento de hadas, la gente, las tiendas, el ambiente, un lugar de libertad y diversión sana, y de mucho ligue».

José Eduardo Gómez y Salvador Rodríguez. Conocidos artísticamente como la Petróleo y la Salvaora, respectivamente, son dos mujeres transexuales (recordemos que el término transexual comienza a usarse en los años noventa y que hasta ese momento se utilizaba erróneamente la palabra travesti o travestido). La historia de la Salvaora y la Petróleo es muy entrañable. Son amigas de toda la vida y pareja artística. Fueron nombradas, en plenos años sesenta, reinas del Carnaval de Cádiz. Se conocieron cuando tenían trece y diecinueve años. Frecuentaban Torremolinos y el Pasaje Begoña con las míticas Manolita Chen, la Tanque y la Marifé. Posteriormente acompañaron a la mismísima Lola Flores en conciertos por todo el mundo. En los patios de vecinos de Cádiz, la Petróleo y la Salvaora fueron protagonistas de numerosísimas comparsas. Son muy queridas y respetadas en toda Andalucía.

 

Manolita Chen, la Petróleo y la Salvaora. Cedida por Manuela Saborido.


José Lacuey Pueyo (Sos del Rey Católico, 1935 – Torremolinos, 2004). Pepe Lacuey, como se le conocía popularmente, fue un referente de la vida torremolinense. Estudió arte, solfeo, guitarra y canto en Barcelona. Después de residir en París y en otras ciudades europeas, se instaló en Torremolinos en 1964. Hombre polifacético, Pepe fue también pintor, escultor, músico y poeta. Abrió el bar El Trobador (con b) en el Pasaje Begoña, lo que le permitió conocer a la mayoría de las personalidades de la época de esplendor de Torremolinos y de este callejón en particular. Pepe Lacuey fue una persona muy querida en este municipio.

Manuela Saborido Muñoz, Manolita Chen (Arcos de la Frontera, 1943). Es una mujer trans que desde los cuatro años ya se sentía niña y que siempre tuvo que soportar la discriminación, el maltrato y el rechazo de los suyos. Su vida está llena de momentos agridulces. A mediados de los sesenta, Manolita llegó a Torremolinos y quedó deslumbrada por los neones y el ambiente de libertad del Pasaje Begoña. Allí conoció a personas como ella, tan distintas como fascinantes: la Petróleo, la Salvaora, la Tanque, Juanita la Burra… En Torremolinos comenzó a trabajar en El Gato Viudo, de donde guarda muy buenos recuerdos porque allí por fin pudo ser ella misma. Fue la primera mujer trans de España en tener su identidad real en el DNI y consiguió también ser la primera madre transexual en nuestro país, al adoptar a cinco niños con graves discapacidades. En una de las entrevistas que tuvimos con ella nos cuenta que se casó por el rito trans. Destacó en el mundo del espectáculo y fue una reconocida vedette en España y fuera de nuestras fronteras. Además, se convirtió en empresaria de éxito en Arcos de la Frontera.

 

Manolita Chen. Cedida por Manuela Saborido.

María de los Ángeles Félix Santamaría Espinosa, Massiel (Madrid, 1947). Es una cantante, actriz y compositora española. En 1968, con veintiún años, llegó su gran oportunidad de ganar el Festival de la Canción de Eurovisión en el Royal Albert Hall de Londres con el tema La, la, la, escrito por el Dúo Dinámico. Su triunfo supuso una gran sorpresa, ya que superó al favorito, el británico Cliff Richard con su tema Congratulations. A partir de ahí se consagró su carrera como cantante en la esfera nacional e internacional, con temas tan conocidos como Deja la flor, Lady Veneno, Brindaremos por él, Mirlos, molinos y sol, Tiempos difíciles, El Noa Noa, Eres, Acordeón o El amor. Massiel también fue una de las famosas clientas del Pasaje Begoña, lugar que visitó especialmente en 1967 gracias a su participación en el rodaje de la película de Pedro Olea Días de viejo color, que transcurre en Torremolinos y que incluye numerosas escenas grabadas en locales de este emblemático callejón.

Marie-Juliette Gréco (Montpellier, 1927). Es una cantante y actriz francesa que fue apodada por la prensa «la musa de los existencialistas». Llegó a ser una figura habitual en los cafés, en los que alternaba con personajes como Miles Davis y Jean Cocteau. Fue una de las voces más reconocidas de la canción francesa y entre sus éxitos destacan Si tu t’imagines y Les feuilles mortes. Sus principales películas son Las raíces del cielo y El sol sale para todos. Frecuentó la Costa del Sol en pleno despegue del turismo. Fue clienta del Pasaje Begoña y actuó varias noches en la sala Le Fiacre, el establecimiento afrancesado que más tarde sería absorbido por la discoteca Piper’s. Sartre llegó a decir que la cantante tenía «millones de poemas posibles» en la garganta. Juliette Gréco se apoyaba en el micro y cantaba letras de Gainsbourg y poemas de la vanguardia.

Micaela Rodríguez Cuesta (Sevilla, 1936 – Madrid, 1991). Más conocida por el nombre artístico de Mikaela, fue una cantante de copla y actriz española. Grabó su primer disco en 1956 y se convirtió en un éxito radiofónico de la época que le sirvió de trampolín para hacer papeles secundarios en películas y papeles principales en obras de teatro y espectáculos musicales. Recibió un contrato para viajar a México, donde actuó en obras de teatro, cine y televisión. A partir de entonces, apareció en diversas televisiones internacionales, y en 1964 grabó uno de sus grandes éxitos: El toro y la luna. A lo largo de su trayectoria artística se relacionó con literatos de la época e interpretó papeles y canciones firmadas por poetas e intelectuales. Fue una clienta asidua y muy popular del Pasaje Begoña, donde actuó en diversas ocasiones.

Miguel de Bonanza, la Miguela. Fue un popular transformista y defensor de los derechos del colectivo LGTBI. Era propietario de un legendario bar en Benalmádema, Casa Miguel, por el que, desde finales de los años sesenta, pasaron cantaores, actores, toreros y muchas celebridades. Quienes lo conocieron destacan su extraordinaria valía artística y humana y, sobre todo, su sentido del humor. Algunos recuerdan cómo en una de las redadas que habitualmente hacía la policía en Torremolinos (especialmente en el Pasaje Begoña) durante el franquismo, vieron correr de repente a la Miguela hacia el furgón policial y, al preguntarle a dónde iba corriendo, respondió: «Es que esta vez quiero ir sentada».

 

Fotomontaje cedido por Carlos Cañadas Campoy.

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