Históricas LTB: Frida Kahlo

Por Charo Alises (@viborillapicara)

 #Mujeres bisexuales

Foto: Elvert Barnes

Yo solía pensar que era la persona más extraña del mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de esta misma forma. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y lees esto, sepas que sí, que es verdad, yo estoy aquí y soy tan extraña como tú.

Pintora, bisexual, bizarra, artista carismática y visceral. Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, nació en Coyoacán (México) el 6 de julio de 1907. Fue la tercera hija del fotógrafo Guillermo Kahlo, inmigrante alemán nacionalizado mexicano y de Matilde Calderón, mexicana. Tras su matrimonio con Matilde, el segundo tras la muerte de su primera esposa María Cardeño, Guillermo Kahlo empezó a trabajar  como fotógrafo y construyó la Casa Azul, hoy convertida en museo de la artista.

Frida fue la tercera de cuatro hermanas. La menor,  Cristina, se convertiría en su confidente . A las dos hijas del anterior matrimonio de su padre las enviaron  a un internado y apenas tuvieron relación con Frida.

En 1910 estalló la revolución mexicana. La lucha continuó durante diez años. La madre de Frida ayudó a los zapatistas, les daba de comer y curaba sus heridas.

Decía la pintora que durante 1914, solo se oía el silbido de las balas. Ella y su hermana Cristina contaban las balas encerradas en un gran armario que olía a madera de nogal. Mientras, sus padres se ocupaban de que no cayeran en manos de los guerrilleros.

La vida de Frida estuvo marcada por las enfermedades que sufrió. Se dice que contrajo la polio y que ese fue el motivo de la atrofia de su pierna derecha. Sin embargo, al parecer, el motivo fue otro. Su madre padeció deficiencia de ácido fólico durante el embarazo. Por esa razón, la pintora nació con espina bífida y su pierna derecha era más corta y delgada que la izquierda. La familia dijo que Frida tuvo la polio para que no disminuyeran sus posibilidades de contraer matrimonio ya que en esa época no se sabía si la dolencia de la pintora era hereditaria o contagiosa. Su padre le ayudó a superar la enfermedad con una rehabilitación poco convencional: Frida nadaba, peleaba y boxeaba.

Fue admitida en la Escuela Nacional Preparatoria entre las treinta y cinco mujeres que se presentaron a la prueba de acceso. Allí se hizo miembro de los Cachuchas. Este grupo se identificaba con ideas socialistas y nacionalistas, reivindicando la herencia indígena de México. Allí conoció a Alejandro, gran amigo del que se enamoró.

Su madre pensaba que Frida se volvería completamente atea y sus amigas empezaron a alejarse de ella por considerar que había perdido su reputación al  apartarse de los estereotipos a los que debía ajustarse la conducta de una mujer.  Ella no le dio importancia al desplante, le gustaba como era. En esa época se rumoreaba que tuvo un romance con una bibliotecaria. Dejó las clases y empezó a aprender por su cuenta.

En 1925 sufrió un grave accidente:

Subí al camión con Alejandro Gómez Arias. Momentos después el camión chocó con un tren de la línea Xochimilco. Fue un choque raro, no violento, sino silencioso, lento y maltrató a todos. A mí, mucho más.

Antes habíamos tomado otro camión, pero a mí se me cayó la sombrillita y nos bajamos a buscarla, por eso subimos a aquel camión que me destrozó.

Mentira que uno se da cuenta del choque, mentira que se llora. En mí no hubo lágrimas.

El choque nos brincó hacía adelante. y a mí, el pasamanos me atravesó como la espada a un toro.

Tras su paso por el hospital, permaneció largo tiempo postrada con diversos corsés de escayola. Aprendió que el dolor sería parte de ella durante el resto de su vida.

La madre de Frida, para animarla, transformó su cama en un refugio. Le puso un baldaquino y un espejo en el techo. Su padre le regaló unas pinturas. Entonces empezó a retratarse porque pasaba mucho tiempo sola  y porque era el motivo que mejor conocía.

Terminó su relación con Alejandro Gómez y comenzó a relacionarse con círculos comunistas, marxistas y exiliados políticos. Volvió a coincidir con Diego Rivera, a quien había conocido años atrás, convertido por entonces, en uno de los pintores más importantes de México. Se hicieron, amigos, compañeros y amantes.

Su matrimonio con Rivera estuvo marcado por las infidelidades de éste. En 1930 se marchan a Estados Unidos donde Diego tenía varios encargos importantes.

Frida queda embarazada pero pierde al bebé y está al borde de la muerte. Tras el aborto, pasa otra larga temporada en cama y se dedica a pintar su dolor.

Vuelve a México al enterarse del cáncer de su madre que finalmente  fallecería . Durante este periodo, inspira su pintura en los exvotos mexicanos.

Como Rivera no tenía más encargos en Estados Unidos, se instalan en México. En 1932 a Frida le amputan las cinco falanges del pie derecho y vuelve a sufrir un aborto. Pero aún padecería un pesar mayor. Diego comenzó un romance con su hermana Cristina. Después de esto, la pintora marchó a Nueva York para regresar más tarde a México con Rivera al que puso una condición: mantendrían su matrimonio pero ambos disfrutarían de independencia.

Durante ese periodo, Frida tendría amantes, tanto hombres como mujeres: el coleccionista de arte Bergguren, Jaqueline Lamba, mujer de André Bretón, el escultor Isamu Noguechi, Chavela Vargas y Trotski, entre otros.

Bretón dijo a Frida que sus cuadros eran surrealistas y el actor Edward G. Robinson, encandilado por su obra, le compró cuatro pinturas por doscientos dólares cada una.

Julian Levy la invitó a exponer en Nueva York. La pintora comenzó a vivir su propia vida y a ser reconocida por su obra.

Viajó a París invitada por los surrealistas para participar en otra exposición. La estancia allí no fue agradable y la artista quedó decepcionada.

El Louvre le compró el autorretrato El marco, pero, a pesar del reconocimiento de la crítica rechazó una segunda exposición.

Al volver a México, se instaló en la Casa Azul. La relación con Diego Rivera se deterioró y acabaron divorciándose.

Tras el divorcio, Frida no quiso ver a nadie, trabajaba sin descanso y se refugiaba en el alcohol.

Trabó amistad con Ramón Mercader, el asesino de Trotsky y las sospechas recayeron sobre ella. Frida y su hermana Cristina estuvieron dos días encarceladas hasta que comprobaron su inocencia y las dejaron en libertad.

Tras un fugaz romance con un joven coleccionista de arte llamado Heinz Berggruen, volvió a casarse con Diego Rivera.

A partir de 1943 dio clases en la Escuela Esmeralda de Ciudad de México. En ese lugar se organizó  en 1953, la única exposición individual en su país durante la vida de la artista. Como su salud estaba muy deteriorada, el médico le prohibió ir a la inauguración. Sin embargo una ambulancia llevaría a Frida, en su propia cama, a la exposición, que fue un rotundo éxito.

Ese mismo año le amputaron la pierna por debajo de la rodilla. Esto la sumió en una depresión que le llevó a intentar suicidarse dos veces con los opiáceos que le prescribieron para el dolor.

Frida Kahlo murió en  Coyoacán el 13 de julio de 1954. Sus restos fueron velados en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México y su féretro se cubrió con la bandera del Partido Comunista Mexicano, gesto criticado por la prensa  nacional.

El cuerpo de la pintora  fue incinerado en el Crematorio Civil de Dolores y sus cenizas se conservan en la Casa Azul de Coyoacán, el lugar que la vio nacer.

Su último cuadro también se exhibe en el Museo Frida Kahlo. Se trata de un óleo sobre masonita que muestra varios cortes de sandías en tonos muy vivos. En uno de estos trozos y junto a su firma se puede leer VIVA LA VIDA. Coyoacán, 1954, México. Las últimas palabras en su diario fueron: Espero alegre la salida y espero no volver jamás.

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