Archivo de julio, 2023

Se vende diversidad

 

Hoy recomendamos Se vende diversidad. Orgullo, promoción y negocio en el World Pride, un ensayo de Ignacio Elpidio.

 

En 2017 tuvo lugar en Madrid el WorldPride, un Orgullo LGTBI más masivo, visible e institucional de lo habitual. La diversidad, cada vez más de moda, se utilizó para vender y para convencer. La competencia por obtener más inversiones, turistas y posicionamiento ha hecho que eventos LGTBI como este —desde Orgullos LGTBI multitudinarios hasta campañas promocionales más modestas— ganen más protagonismo como atractivos.
Sin embargo, esta visibilidad turística de la diversidad sexual y de género no está libre de críticas: diferentes movimientos sociales y análisis académicos han destacado las implicaciones de ciertos posicionamientos y formas de marketing. La variedad de cuerpos e intereses representados; los vínculos entre poderes empresariales, política y activismo LGTBI reformista; la gentrificación de los barrios turísticos, o el papel de los patrocinios son solo algunos de los temas centrales de estudio y crítica.
A través de una investigación etnográfica, este libro analiza la celebración de un evento de gran magnitud para estudiar cómo se interrelacionan la promoción turística pública de una gran ciudad, el activismo LGTBI reformista y las imágenes y discursos de la diversidad sexual y de género.

Se vende diversidad. Orgullo, promoción y negocio en el World Pride, de Ignacio Elpidio . está publicado por Egales.

Día del orgullo hetero

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Verde Esperanza

Por Sara Levesque

 

Sé quién soy.
Y me di cuenta más tarde de lo normal. No me convencen mis estudios de sanidad, pero sin ellos no habría encontrado mi vocación real. Tengo a mi maquetador frito porque soy una pesada amante de las versalitas. Y él lo sabe. Ahora, estoy pensando que es una gran idea incluir en los libros la letra capital. Para su desgracia, también lo sabe.
Soy una inquieta que, cada dos por tres, quiere cambiar las fuentes corporativas sin serifa porque no me convence ninguna. Una tiquismiquis que no para hasta que los libros están perfectos. Una ansiosa que trabaja hasta el agotamiento y, a veces, se me olvida escuchar, pero es por mi naturaleza torpona. No hay maldad.
Y eso está bien.

Y también soy patriota. Y lesbiana. Y creyente. Y religiosa. Y razonable. Y me encantan los debates sin imposiciones. Y ojalá mi cadera me hubiera permitido hacer la mili y su carrera en alta montaña. Y he llegado a la conclusión de que mis creencias, si no te perjudican, no son asunto tuyo. Y viceversa, por supuesto.
Y también está bien.

Como verás, soy muchas cosas, a cada una más irrisoria. No soporto oír la expresión la escritura es un hobby, no tu profesión. Me inclino más por morirme de hambre al escribir que de pena por andar una senda por la que no quiero existir. No me acobarda el compromiso ni el matrimonio. Entro al trapo con gran facilidad, pero me doy cuenta rápido y me sueno los mocos con él. Aborrezco la política, el dinero y su estúpida dependencia. Si pudiera eliminar algo del mundo, sería esto último. Para mí no existen clases sociales. Sigo apostando por la esperanza de que todos seamos iguales. No soy una oveja más del rebaño, me atrae lo que no le gusta a todo el mundo. He escrito catorce libros, siempre tengo otro en camino y nadie los quiere publicar. Lo intento resolver todo yo sola para que mi nombre no cese de sonar.
Quizá mi opción no te parezca apropiada, pero es mi camino, no el tuyo. Haber estudiado algo de audio me ayuda a hacer oídos sordos a los comentarios adornados de prejuicios. No consiento que a mi voz le pongan una mordaza sin razón. Si mis palabras hieren, tal vez sea porque nacen desde este corazón.
Queda mucho por descubrir, pero, al menos, sé quién soy, a dónde voy y lo que doy. No tengo prisa por alcanzar el final, mi mejor presente es el día de hoy.
Y sigue estando bien.
Y… ¿qué?

Una misma palabra; dos significados opuestos. Una, amplía conocimientos. Otra, despliega ignorancias.
El verde es el color de la esperanza.
¿El verde es el color de la esperanza?
El verde no puede ser el color de la venganza. ¿Qué pasa? ¿Que se acerca el centenario de la Segunda Guerra Mundial y hay que celebrarlo con otra masacre salvaje?

Si tienes dudas sobre qué hacer a finales del mes de julio y me permites el comentario, te sugiero que busques la respuesta en el diccionario.