Literatura gratificante, bondadosa y transparente

Por Sara Levesque

 

—¿Cuál de tus personajes es el hombre? —me preguntaron una vez.
—¿Cuál de tus hemisferios cerebrales te funciona? —quise responder.

La literatura LGBT siempre ha sobrevivido en un discreto segundo plano debido al contenido de sus letras. Me he topado con cada perla sin sentido que me ha hecho pensar que vivía en el Paleolítico. El desconocimiento puede ser muy peligroso y, por ello, pienso que hay que seguir visibilizando la temática LGBT en cualquier ámbito, con especial hincapié en el literario.

Una vez, escribí para una asociación sobre un autor LGBT destacado de cada continente. La que más me llamó la atención fue la autora que elegí para Europa: Jeanette Winterson.

Conocí sus letras siendo adolescente. Sus libros fueron solo el inicio de un camino en el que yo pedía socorro y comprensión a gritos en un mundo que se había quedado sordo. Sin duda, me resultó muy emocionante leer ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? ¿Por qué me impactó tanto? Porque me sentía identificada con ella; ambas somos escritoras y homosexuales.

La literatura LGBT es una ventana para arrojar desde ella nuestros miedos al «qué dirán», «qué pensarán», «me van a encasillar», no para lanzarnos nosotros al vacío. Es un lugar para compartir con el mundo secretos, realidades, vergüenzas, lágrimas, amores e, incluso, actos de rebeldía. Algo que Jeanette retrata a la perfección en dicho libro, dado que llegó a la conclusión de que siendo lesbiana era normal y lo más importante: feliz.

Me topé una vez con un comentario que me llenó de tanta frustración que el argumento que intenté exteriorizar se atropellaba a sí mismo y fui incapaz de contestar en el momento. Lo que quería responder hubiese sonado tan soez que tendría que haber venido a mi lado la persona que pone los pitidos en los resúmenes de los programas de televisión para disimular lo que me nacía decir.
Me preguntaron: «¿por qué no escribes sobre algo “hetero”? Te estás cerrando puertas». Expliqué que no podía centrar la temática de mis escritos en algo «hetero», por utilizar su misma expresión, debido a dos motivos:
El primero, que el arte, en cualquier disciplina, no se puede forzar. Si se distorsiona a propósito, el resultado no es auténtico. Yéndome a un extremo muy radical, es un símil de prostituir mis letras.

El segundo y, quizá, al que más me aferro a día de hoy, es el de que redacto heridas desde mi corazón roto de desamor. Meto el bolígrafo entre mis cuatro válvulas y escribo con sangre en vez de tinta. Cuando coloco el punto y final a una novela, estoy cosiendo al mismo tiempo el último punto que confecciona mi cicatriz. Si alguien lee mis aventuras de amor malogrado entre dos mujeres y da la casualidad de que dicha persona está pasando por la misma situación, si mis experiencias plasmadas con tinta sirven para que se sienta menos sola y sea consciente de que alguien más ha sobrevivido a lo mismo, mi labor como escritora habrá merecido la pena cuando llegue al final de mis días. Tocar el corazón dolido de un lector desconocido es la mejor recompensa que el trabajo de escritor puede tener. Mejor incluso que el dinero. Supongo que, por ello, siempre afirmo que no escribo novelas sino abrazos.

En el ámbito de las letras no existen las excusas, solo versos coloridos. Caricias para sentimientos doloridos. Valentía para cuando la esperanza ya se ha ido. O, si lo prefieres ver de esta manera, un roto para un descosido. Tú también puedes escribir de lo que quieras, solo debes tener el corazón convencido. Si te hacen daño, muéstrales cómo del abatimiento has renacido. Que no digan que la duda te ha vencido. ¡Qué más da que al público le guste tu estilo o que te critiquen con gruñidos! Desde mi folio en blanco eso es lo que te pido.

A mí me rechinan los latidos del corazón solo de pensar que, en pleno siglo XXI, todavía haya que aclarar que cualquier condición sexual es normal y natural. Las letras LGBT componen, sin dar más rodeos, la Literatura más Gratificante, Bondadosa y Transparente del mundo entero.

 

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