6 años de empiernamientos, bloguerismos y una escapada de dos tortas o bollos, una trans y la otra cis

Foto de Mónica Buján

Si no te cuadra que una mujer trans puede ser lesbiana, o si aún no sabes qué significa ‘cis’ pues bienvenida, bienvenido o bienvenide. Sigue leyendo, que siempre que lo contamos casi podemos escuchar los engranajes de los cerebros de nuestros interlocutores tratando de procesarlo.

¿Sabías que el 29% de las mujeres trans se declaran lesbianas?, esto según el mayor estudio realizado sobre personas trans donde entrevistaron a más de 6.000 y que en inglés se llama «Injustice at Every Turn» (2011). Así que esto quiere decir que -comparado con la sociedad en general donde las lesbianas son algo así como el 2% de las mujeres- ¡hay muchas ‘tortas o bollos trans’ por allí!. Entonces,¿de dónde viene esa idea de las mujeres trans tan cerca al mundo de los hombres gay y tan lejos de las comunidades de lesbianas? Eso es algo de lo mucho que tratamos de entender y responder en nuestro blog y nuestra red social llamada Akntiendz Chik.

En cuanto al término ‘cis’ podemos decirte que ni es nada nuevo, ni es ofensivo. ‘Cis’ quiere decir sencillamente ‘no trans’. Los romanos ya hablaban de las personas cisalpinas como las que se quedaron «de este lado» de los Alpes (las cis) y las transalpinas que habían atravesado hasta «el otro lado» (las trans). Así pues, de entre tantas historias de ‘lesbianas trans’ que aún no se conocen, y que quisiéramos que cada vez se escucharán más, esta es tan sólo otra historia de amor entre dos tortas o bollos, una trans y la otra cis, y que en agosto de este año cumplirán 6 años de ser pareja.

Aylin, productora de música electrónica (de veras que hace música trance, pronunciada trans, suele decir en broma) venía de un tormentoso pasado como roquera indie cuando aún no podía vivir como ella misma. Se la pasaba entre ordenadores y sintetizadores, habiendo encontrado por fin la paz consigo misma, aunque el precio a pagar fuera la marginación y una agobiante soledad. Un día lo dejó todo, tomó su mochila y se fue a vivir a la ciudad de Antigua Guatemala (Guatemala, el siguiente país después de México, llegando al sur de México sigues adelante, en el primer país das vuelta a la izquierda.) Mientras tanto Irass, mangaka o escritora y dibujante de historietas estilo japonés que aún no se descubría, languidecía imbuida en la cotidianidad de sus varios trabajos, como cuando se encargaba ella sola de la transmisión del canal de la Universidad en el turno de las 12 de la noche, todo para escapar de la terrible agonía de no poder encontrarse a sí misma y esconder su verdadero potencial.

Fue uno de esos días que las cosas, quizas por mera coincidencia, una llamada cambiaría para siempre sus vidas y esto sería tan solo el principio de todo el camino que les tocaría recorrer juntas. Y de allí hemos pasado tantas cosas juntas. En dos años nos mudamos 6 veces debido a las distintas amenazas que recibimos por ser una pareja de lesbianas. Ni pensar si a eso se le hubiera sumado la transfobia que muchas veces le tocó enfrentar a Aylin bajo la forma de acosos callejeros. Estas situaciones junto al aislamiento, nos hizo unirnos mucho más con complicidades y lenguajes propios, larguísimas conversaciones nocturnas y amaneceres empiernadas que lo valen todo. Ahora vivimos en Buenos Aires y las cosas han mejorado, llevamos el blog y la red de Akntiendz Chik al tiempo que nos preparamos en nuestros respectivas áreas creativas y esperamos casarnos como matrimonio del mismo sexo un día. Y hacemos cosas simples que estaban fuera de nuestro alcance, ¡como llegar en bicicleta a una plaza a platicar con las amigas hasta las 4 de la mañana!

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