Cada generación tiene su propia visión de lo que está bien en el amor

Por Nayra Marrero, @nayramar

Dos primos se abrazan y se hacen una foto en actitud cariñosa, como si fueran pareja, para presentarla a un concurso a la pareja más mona (cutest couple) de su instituto, al norte de California. No son novios, sólo piensan que alguien tiene que hacerse una foto así, que es importante que en una imagen se visualice una pareja de chicos, una diversidad de relaciones que no suele estar presente.

La foto mola así que ganan el concurso. No sólo es bonita la composición sino que además que dos heterosexuales muestren lo que a dos chicos que se quieren les puede costar más mostrar, por las consecuencias, les da puntos. La gente valora el conjunto y se llevan el galardón, pero esta no fue la mayor sorpresa.

Un grupo de padres protesta: “¿Pero qué se han creído? ¿A quién quieren engañar?” Y no, no se indignan porque simulen ser pareja sin serlo o porque sean primos, se indignan porque los protagonistas quieren hacer pasar por normal algo que para sus miradas no lo es. Dijeron de la foto que era inapropiada, provocativa (qué lástima que no puedan ver aquí mi cara de asombro).

Y tras la protesta parental vino el veto institucional y la foto, pese a ser elegida la más cute, no fue incluida en el anuario. Aunque sus madres protestaron ante la dirección del centro, el anuario estaba impreso y la foto no estaba en él, pero la historia estaba en las redes.

Así que Lance (el de atrás) y Jair habían superado con creces sus expectativas: no sólo mostraron entre sus compañeros y compañeras una historia de amor cualquiera, en este caso con dos chicos de protagonistas, sino que lo han enseñado al mundo y empezaron a recibir el apoyo dentro y fuera de las aulas. Compartidas en Twitter con el hastag #ThisIsOk, esto está bien, han ido apareciendo fotos en la misma actitud de otras parejas (lo sean o no) del mismo sexo. (Qué lástima que no podamos ver aquí la cara de asombro de los padres protestones).

Y es que en esto de lo que está bien y lo que está mal en el amor, las nuevas generaciones lo tienen muy claro, y de eso tenemos también ejemplos en España. De un pueblo de Madrid, Mejorada del Campo, son el grupo de adolescentes de entre 13 y 17 años que idearon un corto contra la homofobia. Pertenecen a un proyecto llamado Changemakers, de emprendimiento social,  que decidió sobre el acoso homofóbico escolar y mostrar con un vídeo cómo todas las personas deben implicarse en luchar contra la discriminación, según cuenta Cibercorresponsales.

Su mensaje es claro: Es hora de quitarse las gafas de sol y acabar con el silencio. En este blog compartimos su filosofía.

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