Vettel, con la rueda reventada en Spa.
La FIA está buscando una solución para evitar que los pilotos excedan los límites de los circuitos, pero sin poner en riesgo su seguridad.
La explosión de un neumático trasero de Sebastian Vettel en el GP de Bélgica hizo saltar todas las alarmas. El organismo internacional intuye que aquel reventón se produjo porque el piloto alemán, uno de los grandes especialistas en saltarse los límites de la pista (casi siempre sin sanción, por cierto), dañó el neumático al pisar los bordillos excesivamente elevados de Spa.
Ese afán de Vettel por exceder los límites del circuito le viene de lejos, como se aprecia, por ejemplo, en esta imagen de cuando aún pilotaba para Red Bull (el de delante es Alonso con el Ferrari):
La FIA considera que los bordillos elevados pueden funcionar como medida disuasoria al impedir que los pilotos obtengan ventaja, pero entiende que son demasiado peligrosos.
Sobre la mesa de la FIA se han presentado algunas propuestas, como la de introducir sensores en los puntos más conflictivos de los circuitos, que se iluminarían cuando un monoplaza haya excedido los límites de la legalidad. Esos sensores alertarían a dirección de carrera y el piloto recibiría su correspondiente sanción.
PD. Una buena medida sería que Charlie Whiting aplicara siempre la misma vara de medir y sancionara ese tipo de conductas cuando se produzcan y no solo cuando a él le apetezca.
