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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Continúa el expolio de olivos monumentales en España

La Unió de Llauradors ha denunciado un nuevo expolio de olivos con más de 350 años en la Comunidad Valenciana, en este caso en una finca de la localidad castellonense de Sant Jordi. Ante la gravedad de los hechos, ha solicitado al Seprona de la Guardia Civil que investigue y «haga cumplir la Ley de Patrimonio Arbóreo Monumental de la Comunidad Valenciana que protege la práctica de arranque y transporte de árboles monumentales».

A pesar de que esta región es la única de Europa que tiene aprobada una protección específica para este tipo de arbolado, los arranques de ejemplares centenarios se siguen produciendo. En el resto del país solo se han protegido un puñado de árboles, permitiéndose su comercio y tala. Lee el resto de la entrada »

Famosos actores piden poner fin al expolio de olivos milenarios

javier gutierrez cartel change_Web

Anna Castillo y Javier Gutiérrez, protagonistas de ‘El Olivo‘, la nueva película de Icíar Bollaín, han rodado un vídeo para apoyar la campaña que, promovida por la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, promuevo en la plataforma Change.org con la intención de poner fin al vergonzoso expolio de olivos milenarios. Muchas gracias a ellos, además de a todo el equipo de rodaje y producción, por secundar de una manera tan decidida nuestra petición, pero sobre todo por haber hecho una película tan maravillosa que sin duda ayudará a poner punto y final a un comercio tan indecente.

10 razones para acabar con el especulativo negocio del arranque de olivos milenarios

  1. Porque son los seres vivos más viejos de la Tierra. Muy pocas especies son capaces de tener más de 2.000 años y seguir fructificando como jovenzuelos.
  2. Porque son paisaje. Sin ellos perdemos la seña de identidad de lugares únicos donde estos viejos árboles han estado dando frutos a nuestros antepasados durante milenios.
  3. Porque son cultura. Una cultura tan milenaria como ellos mismos, de profundas raíces mediterráneas, asentada en el sabio manejo de ejemplares tan viejos como valiosos.
  4. Porque son biodiversidad. El árbol viejo es fundamental para dar cobijo a una cohorte impresionante de animales y plantas que sólo pueden vivir si ellos existen, desde el mochuelo a extraños escarabajos.
  5. Porque son turismo. Existe un turismo de arbolado singular. En muchas localidades se han convertido en su principal atractivo turístico. Vivos dan mucho dinero. Muertos o en una rotonda tan sólo dan lástima.
  6. Porque no es un rescate. Es la justificación que dan quienes los arrancan y venden, pero es falso. Los quitan para ganar dinero, nunca para darles una segunda oportunidad.
  7. Porque la mayoría muere. Para que uno solo de estos ejemplares grandiosos llegue a un jardín, rotonda o campo de golf, han muerto decenas por el camino.
  8. Porque es pura especulación. Los intermediarios los compran por cuatro perras a los agricultores y los acaban vendiendo por cantidades fabulosas a ricachones caprichosos o alcaldes con escasas luces.
  9. Porque es peligroso. En el traslado, junto con él árbol van polizones no deseados dentro del cepellón o entre las ramas y tronco que pueden provocar plagas, enfermedades o la entrada de especies invasoras.
  10. Porque es una atrocidad. Hace un siglo vendíamos a los americanos nuestras iglesias románicas, que se llevaron por decenas piedra a piedra aduciendo que también lo hacían para salvarlas de la ruina. Hoy hacemos lo mismo con nuestras catedrales verdes.

Anna y Javier, junto a 150.000 ciudadanos comprometidos con su cultura y su paisaje han firmado para poner fin al drama de los olivos milenarios. ¿Ya has firmado también tú?

https://www.change.org/olivo

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Acabemos con el expolio de los viejos olivos centenarios

Olivo

Cientos de olivos centenarios del sur de Europa, algunos con más de mil años de edad, son cada año arrancados de cuajo y vendidos como adornos para jardines, urbanizaciones, rotondas y campos de golf en países tan lejanos como Estados Unidos o los Emiratos Árabes. Un alto porcentaje no soporta el trasplante y muere por el camino, pero el elevado margen comercial logrado asume con alegría las pérdidas.

Por eso te pido que me ayudes a detener a este expolio. He iniciado una ciberacción en Change.org para solicitar al Parlamento Europeo que se comprometa a proteger estas joyas de nuestro patrimonio, no sólo en España sino en toda la Unión, poniendo así punto y final a tan vergonzoso comercio. Lee el resto de la entrada »

Pobres ancianos secuestrados en jardines

Olivo milenario

La historia es real. Un artista se enamoró de un árbol y quiso inmortalizarlo en una pintura única. Era un olivo del Maestrazgo, en Castellón, al que le calculaban 1.300 años. Por ponerle una cifra, pues resulta imposible conocer su edad exacta. Todas las tardes el pintor acudía al olivar buscando esa luz única incidiendo en la corteza retorcida del coloso, que dibujaba con primor de escolar. Pero al llegar un día el gigante había desaparecido. ¿Se habría confundido de lugar? El agujero abierto en la tierra le confirmó su peor presentimiento. Lo habían vendido por un puñado de euros, para desolación del artista y de los muchos vecinos y forasteros que lo admiraban. Un triste cuadro sin terminar fue su último recuerdo.

En la Comunidad Valenciana todos estos árboles grandiosos están protegidos desde 2006. Pero no los que se llevaron antes en camiones a golpe de cheque, la mayoría muertos durante el transporte, abandonados en viveros, languideciendo en rotondas, campos de golf, urbanizaciones; la minoría en jardines donde se coleccionan como un lujo más, los últimos testigos vivos de la historia dando sombra a la piscina.

Uno de ellos, quizá el del cuadro inacabado, se ha hecho famoso. Forma parte de la caprichosa colección de olivos centenarios del banquero Emilio Botín. 475 vetustos ejemplares expoliados a mayor gloria del mercado financiero. Bautizado «Santander», al menos ha servido para algo más que el adorno. De él se ha extraído la primera secuenciación completa del ADN de la especie.

Gracias a sus añejos genes podremos mejorar la futura producción olivarera. Pero nunca lograremos que el viejo árbol vuelva a disfrutar de esas puestas de sol mediterráneas, auténticamente sublimes en estos días de finales de otoño. Ni que nosotros las disfrutemos a su sombra.

Olivo milenario

Foto superior: Ejemplar secuenciado en el proyecto del CSIC. ©Banco Santander/CSIC

Foto inferior:  Olivo Domiciano, nacido en el Maestrazgo (Castellón) hace casi 2000 años y que fue subastado en Francia por 64.000 euros como escultura viva del Imperio romano«. Las subastas de estos ejemplares únicos que deberían estar protegidos y ser atractivos turísticos de la comarca siguen dando fabulosos beneficios a los intermediarios de tan vergonzoso comercio.

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Un tejón ayuda a descubrir un tesoro medieval

Tejón

Un tejón (Meles meles), un mustélido de tamaño medio de sigilosas costumbres nocturnas, ha permitido a los arqueólogos descubrir cerca de Berlín dos tumbas medievales que escondían una gran cantidad de espadas y antiguas joyas. La información ha sido difundida estos días por Spiegel On Line International y resulta de lo más curiosa.

Dos arqueólogos aficionados alemanes, Lars Wilhelm y Hendrikje Ring, paseaban el pasado otoño por el campo de su granja en el pueblo de Stolpe, en Brandemburgo, a unos 75 kilómetros de Berlín, cuando vieron el hueso de una pelvis asomando a la entrada de una madriguera de tejón.

Con muy buen criterio, enseguida sospecharon que los restos pertenecían a un ser humano. Y en contra de lo que habría hecho la mayoría, sacar una pala y ponerse a excavar, hombres curiosos decidieron hacer fotos del interior de la tejonera con una cámara especial. Así descubrieron que los animales habían encontrado un tesoro oculto.

Ante tan importante hallazgo los aficionados no se lo pensaron dos veces y avisaron a los arqueólogos profesionales del Departamento de Protección de los Monumentos de Brandemburgo, quienes iniciaron la investigación científica del lugar.

Los expertos han determinado que los esqueletos y los valiosos objetos enterrados junto a ellos se corresponden con dos poco frecuentes enterramientos de principios del siglo XII pertenecientes a guerreros de la nobleza eslava.

El mes pasado, Lars Wilhelm, descubridor del hueso en su granja, recibió un premio como agradecimiento por los servicios prestados a la arqueología en Brandenburgo. Pero ¿qué pasó con el tejón? Cabe suponer que tales trabajos arqueológicos provocaron su desahucio. Sin embargo, y como premio de consolación, el Departamento de Protección de los Monumentos de Brandemburgo le ha nombrado socio de honor.

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Subastan por 64.000 euros un arrancado olivo milenario

Leo en el periódico Las Provincias que un millonario francés acaba de pagar 64.000 euros por un olivo milenario arrancado en Portugal. El gigantesco árbol se llama ‘Domiciano’ (en recuerdo a su pasado romano) y tiene un tronco’ de 6,9 metros de perímetro. Esta inmensa cintura, unida a sus más de 10 toneladas de peso, hacen sospechar a los especialistas que tenga en realidad más de 2.000 años, relacionándolo directamente con el nacimiento de Jesucristo y la romanización de Hispania.

¿Y para qué quiere un millonario un árbol tan viejo y grandioso? Lo han adivinado: para llevárselo a su chalet.

Único, irrepetible, ese pedazo de historia es además uno de los seres vivos más viejos del planeta, pero para los caprichosos tan sólo se trata de un objeto de colección/especulación. Igual que hace 150 años los ricos norteamericanos venían a España para llevarse por cuatro perras iglesias románicas piedra a piedra, ahora permitimos el mismo expolio con nuestro patrimonio natural. De hecho, en esta misma subasta se han subastado otros 43 olivos monumentales por precios igualmente astronómicos.

En la Comunidad Valenciana está prohibido desde 2006 el arranque de olivos centenarios, pero no en Andalucía o Aragón, donde se sigue permitiendo tamaña salvajada. Sin protección legal, se les trata como a vulgares árboles frutales de quita y pon. Muchos mueren durante el proceso, pero da igual, el margen comercial asume con alegría estas pérdidas.

Lógicamente, el dinero no se repartirá por igual. A sus propietarios les habrán pagado apenas 100 euros por cada uno de ellos. El resto son ganancias para los expoliadores.

Hasta el propio Emilio Botín ha visto el negocio. En la ciudad financiera del Banco Santander de Boadilla del Monte (Madrid) hay 170 hectáreas dedicadas a albergar un bosque único (y expoliado) de olivos centenarios. La colección tiene más de 1.300 ejemplares grandiosos. Algunos vienen de Las Alpujarras y fueron plantados por los árabes en la época andalusí. Otros proceden de Portugal, Calabria o Creta. Y allí los tienen a todos bien juntitos, sobreviviendo como pueden pero generando suculentas plusvalías.

Árboles mágicos, cantados por Miguel Hernández y Lorca, ensoñados por los enamorados, admirados por todos, esperan ahora exiliados en una rotonda, en una urbanización, en un vivero, la llegada de un otoño inexistente en ese mundo de hormigón a donde los hemos confinado. Allí ya no saben a tiempo, tan sólo a abandono.

En este enlace podéis ver el catálogo de olivos expoliados del que os hablo, a subastar sólo por un intermediario francés en su castillo cercano a Toulouse. Quien ha tenido la desfachatez de bautizar a los ejemplares más viejos con nombres de emperadores, pues los presenta como «esculturas vivas del Imperio romano«. Por si tenía alguno duda de que este patrimonio, además de natural, también lo es cultural.

La foto que ilustra este post es el pobre Domiciano, récord de ventas a su pesar.

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El drama de la naturaleza de quita y pon

Desde hace décadas tratamos a los gigantes de la naturaleza como un pobre recurso de quita y pon. Arrancamos árboles varias veces centenarios de sus lugares originales para llevarlos a otros lugares donde molesten menos o, algo aún más perverso, donde logremos con ellos una supuesta «puesta en valor»: nuestro enriquecimiento. Empezamos con los olivos milenarios, a los que hemos convertido en tristes esculturas de rotonda y campo de golf, pero el mal, o el modelo, se ha generalizado por todo el mundo.

Primero nos atrevimos con el patrimonio artístico y se generalizó el trasladar «piedra a piedra» ermitas románicas a Nueva York o templos egipcios a Madrid, todos con la excusa de su salvación. Ahora salvamos los árboles centenarios aduciendo la misma y obsoleta razón.

Llegamos así a situaciones tan sorprendentes como la del famoso roble «Old Glory«. Esta «vieja gloria» es un roble americano de los valles (Quercus lobata) que ha tenido el discutible privilegio de aparecer en el Libro Guinness de los Record como el árbol más grande jamás trasplantado en el planeta. Con una edad de entre 180 y 220 años, 5 metros de perímetro del tronco, 17,67 metros de altura, 31,6 metros de copa y un peso aproximado de 415,5 toneladas, «Old Glory» fue trasladado medio kilómetro el 20 de enero de 2004 a un nuevo parque de Los Ángeles, California. La complejísima intervención tuvo un coste superior al millón de dólares y puso fin a una larga batalla ecologista por protegerlo de un proyecto urbanístico que hacía pasar una carretera sobre él.

Cuando arrancaban al gigante del lugar donde había crecido los últimos dos siglos los niños le cantaban entristecidos: «Esta tierra, es tu tierra». Ahora el árbol goza de aparente buena salud en su nuevo hogar, aunque es imposible saber cuánto le ha reducido su supervivencia tan traumática intervención. Y demuestra hasta qué punto hemos equivocado nuestra mayor sensibilidad ambiental.

¿Es el trasplante un mal menor o un error garrafal? Cada vez que paso frente al Templo de Debod, en las inmediaciones de la madrileña Plaza de España, más me ratifico en la sinrazón de estas costosas intervenciones. El patrimonio, natural o artístico, no es una mercancía de compra, venta, regalo y cambio. Su auténtico valor no está tan sólo en él mismo, sino en su entorno, su paisaje, su cultura. Arrancándolo de sus sitios naturales quizá salvaremos el símbolo, pero habremos matado su esencia.

En este vídeo podéis ver el tremendo dispositivo que se acometió en California para cambiar de sitio un viejo árbol que molestaba.

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Expolio internacional de árboles centenarios. ¿Nadie protege a los viejos olivos?

Ancianos centenarios desarraigados, arrancados de su tierra y su hogar, llevados a lugares remotos como solitarios adornos, muchas veces olvidados, al final muertos y despreciados.

Me refiero a nuestros viejos olivos más queridos, nuestros abuelos vegetales, sometidos desde hace una década a un despiadado tráfico que, para más vergüenza, está considerado legal.

Los propietarios de estas joyas naturales las venden a los viveristas por unos 6.000 euros, quienes luego los revenden hasta por 24.000 euros. Es un negocio en alza a costa de nuestro patrimonio vivo más valioso, árboles centenarios que irremediablemente acaban luego adornando el jardín de residencias de lujo o una rotonda, si es que no se mueren antes por el camino.

Ajena a su importancia cultural y natural, la ley los considera meros árboles frutales, negándoles toda protección que impida su arranque. Últimamente, la venta a través de Internet está acelerando este injustificable expolio, que de esta manera ha encontrado un lucrativo negocio fuera de nuestras fronteras.

La única forma de evitarlo sería protegiéndolos todos, o al menos catalogándolos para evitar su desaparición, pero no interesa.

No hay más que pasar por viveros como los de Elche, por poner un ejemplo, para comprobar la magnitud del desastre. Allí estuve el pasado invierno y fue para llorar. Como veís en la fotografía que acompaña a este post, me encontré con verdaderos bosques de olivos milenarios encerrados en macetas, a la espera de su venta. ¿Es que nadie puede detener este expolio?

Para colmo de males, me entero ahora de que la mayoría del centenar de viejos olivos transplantados para permitir la construcción de la autovía del valle del Almanzora, en Almería, han muerto por falta de riegos y cuidados de la empresa constructora.

Nuestra falta de sensibilidad para con los árboles singulares me aterroriza. Si hacemos esto con seres tan venerables, qué no haremos con nuestros bosques y sotobosques.

Petróleo manchado de sangre

Concluye hoy en Madrid el 19 Congreso Mundial del Petróleo. Más de 4.000 delegados de todos los países productores del oro negro (salvo Iraq), así como representantes de las principales multinacionales petroleras, se han reunido bajo el tema de la sostenibilidad medioambiental.

Es una cuestión de imagen. En realidad son el lobby más poderoso del planeta, símbolo de explotación de los pueblos y del expolio de la Naturaleza, de contaminar paraísos, de controlar gobiernos, de estar en las trastiendas y en las vanguardias de una gran parte de las guerras que asolan el mundo…

Pero los necesitamos. Sin el petróleo no podemos avanzar, y sin desarrollo nuestra dependiente economía mundial se hunde. O al menos eso nos juran nuestros dirigentes.

Así que preferimos seguir hacia adelante, hacia el abismo consumista, ajenos a la sangre y corrupción que destila cada litro de esa gasolina que gastamos diariamente en nuestro coche a mayor gloria del confort. Cada vez más caro, cada vez más solicitado, cada vez más especulativo.

Al final el petróleo se va a acabar, pero nos da lo mismo. El imperio capitalista se hunde mientras nosotros seguimos tocando el violín.

Reflexión primera:

Hace unos años estuve en la selva ecuatoriana, en la región de Pastaza. Acompañaba a un grupo de misioneros católicos, con el obispo a la cabeza, empeñados en adentrarse en los rincones más apartados del Amazonas.

No llevaban crucifijos ni hacían proselitismo. Tan sólo trataban desesperante de contactar con los indígenas antes de que lo hicieran los representantes de las petroleras. Esos hombres al servicio de las poderosas multinacionales compraban con dólares y alcohol voluntades a una velocidad casi tan rápida como sus gigantescas excavadoras abrían descomunales pistas a través de los últimos bosques vírgenes del planeta.

Los misioneros hacían reuniones en aldeas remotas, desde donde sus emisarios se extendían luego por la selva llevando la mala noticia: las petroleras estaban a punto de llegar. De nada valdrían cerbatanas y flechas. O se preparaban para resistir todos juntos, o perderían sus tierras, sus casas, sus culturas. Creo que no han logrado pararles.

Reflexión segunda:

Este invierno estuve en el Sáhara Occidental. Tanto en Smara como en El Aaiun, e incluso más al norte, en Tan Tan, me encontré los mismos puestos clandestinos de venta de combustible. El gasoil, menos peligroso que la gasolina, venía del Mauritania y de más al sur, seguramente Nigeria, y cruzaba el desierto en todo tipo de vehículos de carga, también en dromedarios. Todo el mundo trafica allí con una fuente de energía sin la que ya no pueden vivir.

Reflexión tercera:

Donde yo vivo, la isla de Fuerteventura (Islas Canarias), vivimos del petróleo. Todo el agua, tanto para beber como para regar, proviene de desaladoras marinas alimentadas con energía eléctrica. Toda la energía eléctrica proviene de centrales térmicas alimentadas con gasoil, que derrochamos con alegría en hoteles y centros comerciales donde el aire acondicionado funciona las 24 horas del día, los 365 días del año. El día en que, por guerras o desastres naturales, no lleguen puntuales los petroleros al puerto, todos nos tendremos que ir.

Constatación:

Tres grandes petroleras (Exxon Mobil, RD/Shell y BP) controlan una cuota de mercado del 50% de la producción internacional de petróleo. En 2005 alcanzaban unas ventas cercanas al billón de dólares y empleaban a más de 300.000 personas. Su capacidad de presión política y económica es tan absoluta como global.

Conclusión:

Mientras sigamos dependiendo del crudo, lo llevamos crudo.

Gasolinera ilegal en el Sáhara. La dependencia energética en los países pobres les empobrece aún más.