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Los botines también son para el verano

No, no me he vuelto loca con las temperaturas. Los botines se han convertido en un calzado veraniego más junto a nuestras sandalias.

Sé que es una locura hablar de botines en agosto, sobre todo teniendo en cuenta que un día cualquiera en Madrid a las 6 de la tarde nos da calor hasta la suela de las chanclas.

Los botines llegaron al estío inocentemente como quien no quiere la cosa. «No, no, nosotros solo pasamos por aquí, no hemos venido a quedarnos» decían para disimular. Luego nos hicieron la de Napoleón y se han instalado toda la temporada.

Vale que dan un aire bohemio a cualquier conjunto, pero dado que van a hacer sudar más los pies que unas botas de lluvia, lo mejor es que los dejemos para las tardes/noches.

Si quieres apuntarte a la tendencia pero no acabas de ver claro esto de llevar tus botines de invierno en el estío veraniego, puedes optar por los botines abiertos.

Los botines abiertos son esa criatura híbrida que solo puedes ponerte cuando no hace tanto frío como para resfriarte yendo con el pie al aire pero tampoco tanto calor como para que se derrita el pie por llevar parte cubierto.

De todas formas, con la inmensa variedad que tenemos de chanclas, sandalias, sneakers, bailarinas, etc, ¿a quién se le ocurre esto de rescata las botas? Las mías os puedo asegurar que seguirán esperando el frío en mi armario.

‘Chain bra’, la tendencia veraniega del sujetador de cadenas

Si pensabas que no había nada más absurdo en lo que gastarte el dinero después de leer los objetos que recomienda Gwyneth Paltrow en su blog (os recuerdo que estoy hablando de la actriz que no puede vivir sin mancuernas de oro o un exprimidor de pasta de dientes) es porque aún no conocéis el chain bra o sujetador cadena.

Sujetador cadena. "Sujetador" es una forma de hablar. MARA MARIÑO Y TUMBLR

Sujetador cadena. ‘Sujetador’ por decir algo. MARA MARIÑO E INSTAGRAM.

La tendencia del chain bra ha surgido de ese lugar infernal del que nacen parte de las tendencias absurdas de la humanidad: Coachella, el mismo sitio que puso de moda los tatuajes temporales. No hay nada más perverso. Ese lugar en el que, como un día alguien vomite y se manche, pondrán de moda las camisetas con manchas de regurgitaciones etílicas.

La prenda, por llamarla de alguna manera, está compuesta de unas cadenas unidas que rodean los senos, que viene a ser lo mismo que cuando llevas un collar largo y se te mete por dentro de la camiseta, porque ni agarra ni nada, solo tiene forma de sujetador.

El otro tipo de chain bra es el que está unido por placas de metal. Algo muy agradable y cómodo sin duda. No solo terminas con la camiseta llena de ‘enganchones’ sino que posiblemente acabes con los pezones sangrando. A este ritmo de popularización de instrumentos de tortura medievales, en el Coachella 2017 veremos cinturones de castidad.

No digo que no sea una tendencia atractiva, y con atractiva quiero decir tremendamente erótica, sino que no es una tendencia muy ‘ponible’. Para empezar tienes que tener un tipo de pecho muy concreto: o pecho pequeño o pecho mediano muy bien operado, cualquier otra talla caerá irremediablemente sobre la cadena.

El otro aspecto negativo es que llevas las tetas sueltas. Ojo que no digo que no haya que llevarlas, que habrá muchas partidarias del #FreeTheNipple entre mis lectoras, digo que a mí no me resulta cómodo. Lo digo porque ayer probé el chain bra en carne propia.

Y es que por el blog me sacrifico lo que haga falta. Me puse a mirar cadenitas por internet y, al ver que de los 100 dólares no bajaba la broma, me propuse hacerla casera. Fue tan fácil como poner el sujetador estirado en el suelo y seguir su contorno con cadenas. El resultado, estéticamente hablando, fue satisfactorio, pero cómodo lo que se dice cómodo…más bien no.

Este tipo de accesorios tienen que llevarse con un escote amplio para que luzca, por lo que estuve más pendiente de mirarme dentro de la camiseta cada dos por tres que de disfrutar de la libertad que me daba no llevar sujetador. Una libertad que cuando tuve que acelerar un poco el paso para coger el autobús, ya estaba maldiciendo. Porque sí, las tetas botan aunque tengas pocas, y aquello se movía más que los torsos de las bailarinas de las tribus kenyatas en plena celebración. Además de vez en cuando notaba un pequeño pellizco de cuando la cadena se enganchaba en la piel.

En definitiva: estilo sí, comodidad no y relación calidad-precio abusiva, por lo que insisto en que antes de que os dejéis el dinero probéis a hacerlo. Yo, que ya que lo tengo hecho, me lo volveré a poner, pero os aseguro que será en otro tipo de contexto.

Cómo hacer las ‘boxer braids’, las trenzas de moda de 2016

Si Chiara Ferragni dice que son el peinado más cool de 2016, ya puedes odiarlas a muerte que no te va a quedar otra que acostumbrarte a ellas. Lo sentimos, Hillary Swank, las trenzas que usaste en 2004 para Million Dollar Baby ya no son de tu exclusividad (ni de las que pasan por el ring).

He de confesar que, hasta escribir este post, no había probado a hacerme unas boxer braids. Me picó el gusanillo cuando la semana pasada se las vi a una chica en el gimnasio y tenían pinta de cómodas, de esas que te sujetan el pelo bien y no se te meten mechones en los ojos.

Con toda mi buena predisposición, me propuse adquirir las nociones necesarias de la boxer braids. ¡Youtube, voy a por ti! Finalmente me decidí por el vídeo protagonizado por la versión hipster de la princesa Jasmin, que parecía muy profesional y tenía muchas visitas, que es algo que como todos sabemos, le da calidad.

La chica empezaba diciendo que era la segunda vez que grababa el vídeo porque había una serie de ángulos, técnicas y movimientos que no quedaban claros en el primero y que de esta manera sería más comprensible. Aquí empezó el miedo. Yo solo quería hacerme un par de trenzas y aquello empezaba a parecer más difícil que memorizar los decimales del número pi.

Antes que nada deciros que las trenzas nunca NUNCA jamás os van a quedar como las de internet. Jamás. A no ser que tengáis cuatro kilos de pelo.

Con raíces, las trenzas quedan mucho más molonas. TUMBLR

Con raíces, las trenzas quedan mucho más molonas. TUMBLR

Para hacerlas, el primer paso es humedeceros un poco el pelo para que no os queden pelillos por fuera cuando las estéis haciendo. Después debéis dibujar con el peine la raya de división a la mitad de la cabeza desde la frente a la nuca. Uno de los lados lo recogéis y en el otro trabajáis la trenza desde arriba cogiendo un mechoncillo y dividiéndolo en tres.

Ahora comienza lo complicado. A diferencia de la trenza clásica, la trenza de boxeadora es invertida, lo que significa que el movimiento de vuestro pelo debe ser el contrario. Ahí está el quiz del peinado. Cuesta cogerle el truco pero una vez se lo tengas pillado verás que es igual de sencillo.

El último paso y más importante es pedirle a vuestra madre que os deshaga la chapuza de gurruño que os habéis hecho en el pelo y os la haga ella, ya que queda mucho mejor cuando no se la hace una a sí misma.

Por último deciros que este look es PERFECTO para los días de pelo sucio, es decir, aquellos en los que  nos da pereza/no hemos tenido tiempo de lavarnos el pelo y necesitamos disimularlo. No solo nos aguanta un día más sin lavar sino que la trenza queda mejor y más sujeta.

¿Te atreves a probar la tendencia en tu pelo?

Por qué deberías hacerte con una ‘bomber’ si todavía no tienes la chaqueta de la temporada

La bomber (o cazadora de aviador para los que no estéis familiarizados con el término) es una criatura que habita en los armarios que vivió su época dorada en España gracias a películas como Grease.

En Estados Unidos es el pan de cada día cuando vas al instituto y es la prenda icónica de los jugadores de béisbol, que vienen a ser el equivalente a nuestros pantalones de chándal con la cremallera en el lateral.

Bombers de Gucci, Marc Jacobs e Yves Saint Laurent. Hazte con todos. GTRES

Bombers de Gucci, Marc Jacobs e Yves Saint Laurent. Hazte con todos. GTRES

La bomber surgió del primer conflicto bélico internacional, la Primera Guerra Mundial, al ser la chaqueta que llevaban los pilotos de los bombarderos para protegerse el frío en la cabina, ya que por lo visto no estaban totalmente cerradas.

La versión forrada de borreguito se convirtió en la prenda oficial de las Royal Air Forces y de ahí a prenda icónica en el mundo de la moda cuando empezó a comercializarse.

Esta primavera vivirá su regreso después de verla en las pasarelas de Gucci, Hilfiger, Marc Jacobs o Yves Saint Laurent. Puedes negarte a creerlo o puedes resistirte a ello, pero la bomber volverá, por lo que, si no te gusta, deberías aceptarlo con resignación o, si te gusta, rescata tus tres chaquetas de otras temporadas (como es mi caso) y además plantéate hacerte con un par más nuevas.

 

En verde militar, negra básica o estampada. ALIEXPRESS, ZARA Y ASOS

En verde militar, negra básica o estampada. ALIEXPRESS, ZARA Y ASOS

Aunque el regreso ha sido por la pasarela, absolutamente TODAS las tiendas low cost (low cost por decir algo, porque no creo que los precios de Zara o Mango sean low cost, al menos para becarias) tienen su versión.

¿Qué pasa con esta prenda? ¿Por qué tanto furor ante una chaqueta que nos venden como la panacea de los armarios? Las claves del éxito de la bomber: va con todo, es unisex y abriga (algo). Además tienes más variedad de chaquetas que de fauna en Costa Rica: la puedes llevar lisa o estampada, con forro, sin forro, de piel, de algodón…

Para llevarla puedes optar por pitillos si quieres un outfit en clave deportiva  o con faldas, vestidos lenceros slip dress o ajustados si es para darle un toque más formal. Es la típica prenda va-con-todo. Las zapatillas le dan el toque sporty chic y los botines más rockabilly. ¿El mejor complemento para mí? Unos labios rojos.

Por qué deberías hacerte con un sombrero (si todavía no tienes ninguno)

Suena el despertador. Te levantas de la cama. Vas al baño y allí está una mañana más esperándote en el espejo la criatura ojerosa que sería la envidia de Kristen Stewart en Crepúsculo. Alzas la vista y…¡oh Dios mío! ¿Qué es ese matorral despeinado floreciendo encima de tu cabeza? Imposible que sea la bonita melena que tenías anoche cuando te metiste en la cama. Estás teniendo lo que es conocido como ‘Bad hair day‘ (‘Día malo de pelo’ en castellano, aunque claro, no suena tan sofisticado).

Tienes tres opciones: te quedas en casa fingiendo un ataque de gastrointeritis aguda (o mejor algo que no haga que al día siguiente tus compañeros te miren raro), te rapas el pelo por muy largo y cuidado que lo tengas o recurres al gran aliado de los bad hair day…el sombrero (también hace el apaño cuando tienes el pelo sucio y no tienes tiempo de lavártelo)!

Esta temporada, los sombreros no solo son la respuesta a tus plegarias de pelo revuelto, sino que forman parte de los básicos otoñales y su reinado se extenderá hasta más allá del invierno. Tienen el superpoder de convertir el conjunto más anodino, simplón y poco original que se te ocurra en un look de fashion blogger:

http://neahssadness.tumblr.com/post/133665345342/follow-for-more-bxw-happy-stuff

Te protege del sol, va con todo, da cierto aire de misterio, los llevaba Audrey Hepburn… sobran motivos para hacerte con uno de ellos. Además, los sombreros, como las gafas de sol, valen para todo el mundo, lo único que tienes que tener en cuenta es la forma de tu cara a la hora de elegirlo.

Si tienes la cara alargada elige uno de copa baja; para las caras acorazonadas el ala mediana equilibra la frente; los sombreros de ala grande y formas redondeadas matizarán los rostros cuadrados y por el contrario, el ala corta con copa alta le darán forma a los rostros redondos. Si tienes la suerte de que la forma de tu cara es ovalada, puedes experimentar con todos.

Pero el auténtico secreto para llevar bien un sombrero es la seguridad. Sin sombrero puede haber actitud, pero sin actitud no hay sombrero.