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Consigue más propina este verano con ayuda de la comunicación no verbal

La ciencia ha demostrado que hay ciertos tips muy útiles a la hora de conseguir mayor propina por parte de los clientes, porque nos conecta mejor emocionalmente con ellos, porque al demostrar físicamente una amabilidad real se puede obtener una mayor recompensa en el contexto laboral.

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Por supuesto, en esta conducta influyen la personalidad, la cultura, el tipo de servicio, la cuantía del pedido, etc, pero sí que hay ciertos patrones comunes que pueden aumentar las probabilidades de recibir un plus económico por tu buen hacer.

En un post anterior ya analizamos algunas claves que las investigaciones han sugerido que funcionan, como la de dirigirte al cliente por su nombre, el contacto visual, o darle un ligero toque en una zona neutral de su cuerpo (hombro, brazo, zona superior de la espalda) al llevarle la cuenta.

No te pierdas este vídeo del psicólogo Alan Crawley con nuevos consejos para conseguir mejores propinas.

Aprende a diferenciarte del resto y pon en marcha ciertos trucos que la ciencia ha demostrado que funcionan; como elogiar la decisión de los clientes, repetir su comanda en voz alta para constatar las anotaciones tomadas, hacer más preguntas abiertas o tener ciertos detalles con el cliente.

¡No te pierdas el cómo y el porqué!

En comunicación, ¿la mujer tiene más ventaja que el hombre? La ciencia responde

Se ha investigado mucho sobre quién tiene más ventaja en la comunicación humana… ¿Será el hombre o la mujer? Aunque lo cierto es que Darwin ya nos dio la respuesta hace más de 150 años…

Fotografia CCO

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En la sociedad existen muchos estereotipos al respecto, tales como que las mujeres tenemos más sensibilidad, que los hombres son más racionales, que las mujeres somos enrevesadas, los hombres más sencillos, o que las mujeres mentimos más que los hombres (ya refutamos este mito).

La realidad es que la comunicación y la conducta humana es el resultado de la suma de factores culturales y sociales, pero también biológicos, y hay diferencias de género según los estudios.

Existen ciertas evidencias que demuestran que mientras ellos son más eficientes en tareas relacionadas con la resolución de problemas visoespaciales y de razonamiento numérico, ellas son mejores en pruebas de velocidad perceptiva y fluidez verbal, lo que supone cierta ventaja en lo que a habilidades comunicativas se refiere.

La resonancia magnética ha evidenciado que cuando la mujer se comunica cara a cara, se activan entre catorce y dieciséis zonas clave en ambos hemisferios cerebrales, que se usan para decodificar palabrascambios en el tono de voz y señales del lenguaje corporal. En cambio, el hombre presenta activación entre cuatro y siete de estas zonas.

Tal y como apuntan algunos estudios, las mujeres tienen un 11% más de neuronas que los hombres en los centros especializados en el lenguaje y la escucha.

«El principal centro de la formación de emociones y recuerdos, el hipocampo, es también más grande en ellas, del mismo modo que los circuitos para el lenguaje y para percibir emociones».

Pero como decíamos al principio de este post, Charles Darwin en 1871 fue el primer autor que puso de manifiesto diferencias ventajosas de la mujer sobre el hombre. Según sus estudios, las hembras de todas las especies observadas (inclusive la nuestra) tienen capacidades cognitivas superiores a la de los machos y una autonomía asombrosa en la elección de sus parejas para el apareamiento.

Por supuesto, las conclusiones de Darwin no fueron bien recibidas en la época y recibió un sinfín de críticas por describir ciertas habilidades femeninas superiores.

Hoy día encontramos muchos datos que apoyan aquellas controvertidas teorías de Darwin, por ejemplo que las mujeres se comunican mejor que los hombres y, de hecho, hablan menos, según un estudio de la Universidad de Manchester realizado en el año 2010.

«Los hombres articulan más palabras que las mujeres en un día, pero tienen un dominio más débil de la lengua en situaciones sociales, lo que les hace utilizar las mismas palabras varias veces y parecer poco convincentes», explicaron los investigadores británicos.

Según destaca Lescano, las sucesivas investigaciones permiten explicar al menos dos “ventajas” en comunicación de la mujer sobre el hombre: su capacidad discursiva argumental y su habilidad semiótica.

«En una discusión, las mujeres generalmente suelen focalizarse en aspectos argumentales que no son los centrales del tema en cuestión. La estructura discursiva se desplaza hacia temas tangenciales y hasta inconexos con el tema central, pero con una coherencia irrefutable. Esto sucede sutilmente y es complicado regresar al punto inicial».

La habilidad semiótica (manejo de signos y símbolos) se refiere a la capacidad de comprender las “señales” del entorno sin necesidad de explicaciones verbales. Un cajón a medio cerrar, un ticket de una compra olvidado o un dato cualquiera registrado en un papel, será suficiente para hilvanar hechos y sacar conclusiones con un margen de error reducido.

Sin emoción no hay sexo: la demisexualidad

Sabemos que el sexo es rico en matices, pero ser demisexual todavía es una orientación sexual muy poco conocida como tal. Y es importante hablar de ello, porque a través de la divulgación de nuevas categorías sexuales muchas personas que antes no se encontraban representadas pueden reconocerse en una descripción y, de este modo, no sentirse extrañas en su forma de desear a los demás.

¿De qué se trata la demisexualidad?

La persona es incapaz de sentir atracción sexual por alguien con el que no tenga una vinculación emocional previa, necesita de una estrecha relación con el otro, un clima de amistad, cariño, confianza…

Independientemente del físico, aspecto por el que no muestran interés. Será siempre prioritaria la conexión creada con el otro, por encima de la apariencia e incluso del género.

Para un demisexual, la única estimulación en el sexo son obligatoriamente las relaciones afectivas, mientras que para el resto de personas el hecho de querer formar una relación antes de llegar a la intimidad es totalmente opcional.

La palabra demisexual, del sufijo en inglés demi-, «a medias», significa estar entre la sexualidad y la asexualidad. Según el Centro de Recursos de Demisexualidad, esta tendencia se encuentra en el espectro de la asexualidad, pero mientras que una persona asexual no tiene ningún interés en el sexo, bajo ningún concepto, una persona demisexual sí puede llegar a sentir atracción sexual en estas circunstancias específicas.

En un mundo cada vez más dominado por el impacto y la estimulación de la imagen en redes sociales, el flechazo, la rapidez, las citas fugaces de Tinder… Las personas demisexuales pueden sentirse inadaptadas e incomprendidas, pensar que no encajan en este sistema social por su forma de sentir y desear.

Necesitan tiempo, conversaciones, el conocimiento profundo del otro, afecto, apego… Y no es algo que se elija, no es que prefieran este vínculo. Esto es importante: no es una elección consciente, es una orientación sexual.

 

*Referencia:

Elena Martínez – Psicoactiva

 

 

 

Entrevista a Desmond Morris: «Si quieres entender a un político, quita el volumen de la TV»

Su libro: «El mono desnudo» deslumbró a más de 20 millones de personas y hoy figura en la lista de los 100 más vendidos de la historia. Desmond Morris deja un legado gigantesco y quizás sea el especialista que más contribuyó al entendimiento del ‘lenguaje corporal‘.

Ha explicado el comportamiento humano como nunca antes se había hecho, desde la perspectiva animal. Como buen zoólogo, realizó el primer etograma humano, cuando aun nadie hablaba de ‘comunicación no verbal‘ y lo hizo observando a nuestra especie, no como interrogador, sino como curioso espectador.

El inicio de su proyecto se inspiró en Italia, donde fue consciente de que, a pesar de nuestra biología, la cultura influía, y mucho, en los tipos de gestos, en la intensidad, en la frecuencia, en sus significados. Continuó su trabajo por 28 países europeos para ver qué tan iguales o distintos somos y ya suma como explorados a más de 100 países del mundo.

Ahora, a sus 94 años concede una entrevista a mi estimado experto en comunicación no verbal, Alan Crawley, la primera completamente subtitulada al español.

En esta, nos explica el curiosísimo origen del gesto del no con la cabeza, y que tiene que ver con el amamantamiento. Los 4 gestos diferentes entre España y Portugal (spoiler: el mismo gesto con la mano significa «mucho» en España y «miedo» en Portugal).

¿Sabrías decir cuál es el origen del gesto (casi) universal de victoria? Únicamente en Inglaterra se trata de un símbolo obsceno y parece que la culpa la tuvieron unos hábiles arqueros.

Nos cuenta que el gesto con la mano de ‘hola’ en Hawai (el símbolo de ‘aloha’) tiene que ver con la tradicional bota de cuero con vino española.

De cómo la guerra le hizo pensar que el ser humano era la peor especie del planeta y de cómo recobró la fe en la humanidad cuando creció y empezó a tener relaciones sentimentales con chicas y descubrió el mundo artístico (su segunda gran pasión).

Que la mayor ventaja de aprender sobre comunicación no verbal es la de ganar confianza en uno mismo y la de entender los sentimientos verdaderos de los demás. «Pretendemos ser felices estando tristes».

Nos advierte que: «Si quieres entender realmente un político, apaga el volumen de la televisión. Sus palabras son predecibles, ¿alguna vez sorprende lo que dice un político en su discurso verbal?» Sin embargo podemos conocerle mejor observando, sin escucharle.

Que es difícil describir con palabras cómo es una sonrisa falsa pero sí percibimos que lo es y que un aplauso no es igual en todo el mundo y hay tribus en África que lo hacen palmeando con una mano a su brazo contrario.

¿Ganas de más? Te interese o no la comunicación no verbal, no te pierdas la entrevista a Desmond Morris, es toda una lección de vida.

«No se van por el dinero»: el motivo por el que se abandona una empresa

Que trabajamos por un salario digno es una realidad. Nos quejamos de lo poco que cobramos, negociamos, peleamos, exigimos un aumento, pero esto no es la causa más habitual a la hora de decidir dejar o cambiar de trabajo.

Fotografía de uso libre: Pixabay License

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Una publicación del MIT Sloan nos abre los ojos sobre lo que ya se denomina toda una revolución social: ‘The Great Resignation‘ (la gran renuncia). Y es que el año 2021 ha batido un récord histórico en cuanto al éxodo masivo en el entorno laboral estadounidense.

Más de 24 millones de empleados tomaron la decisión de dimitir en su trabajo, un número sin precedentes que ha llamado la atención de analistas y sociólogos. No todos los sectores se han visto dañados por igual, los más afectados fueron el retail (minoristas textiles), consultoría e internet, los menos tocados son el sector de las aerolíneas y las aseguradoras de salud.

Pues bien, después de todo el minucioso análisis (que animo a leer), por tipos de empleado, empresas, tecnología, salarios, cargos y otras tantas variables, el resultado es bien interesante y sorprendente:

El factor más significativamente relevante en la tasa de abandono fue el de ‘una cultura corporativa tóxica’.

Esta causa resultó 10 veces más importante que la retribución económica para predecir el índice de rotación.

Por cultura tóxica entendemos a aquellas compañías con falta de ética profesional, que no fomentan la promoción interna, que no promueven la diversidad, la equidad y la inclusión, en definitiva, los trabajadores se sienten poco valorados y respetados.

Comprobamos que la gestión emocional en el trabajo es clave para general sentimientos de pertenencia, seguridad y estabilidad.

Una asertiva y continua comunicación con los empleados, la movilidad lateral (no todos siempre quieren ascender, pero sí asumir nuevos retos o dinamizar sus tareas diarias), promover eventos sociales que unan a trabajadores de diferentes rangos en ambientes distendidos y fuera de la rutina y del estrés habitual, el teletrabajo o la flexibilidad horaria, pueden contribuir a revertir la ‘cultura tóxica’ de una empresa.

Love bombing, la técnica que utiliza «El estafador de Tinder»

El estafador de Tinder es un documental de Netflix que relata el caso real de Shimon Hayut, quien robó alrededor de 10 millones de dólares a diferentes mujeres utilizando la popular aplicación de citas.

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La estrategia de manipulación que utilizaba está bien clara, el love bombing. Pero este concepto no es nada novedoso, se acuñó por diferentes psicólogos y antropólogos en los años 70 para describir cómo los líderes de una secta enganchaban a sus seguidores a través de bombas de amor o sobredosis de afecto.

Así, se captan nuevos adeptos a través de la parte más débil de una persona, por ejemplo, alimentando su baja autoestima o autoconcepto con continuos halagos y bonitas palabras, de esta forma les hacen dependientes, agradecidos de forma infinita y se sentirán mal y culpables si abandonan el culto.

Años después se ha aplicado el love bombing al ámbito de las relaciones de pareja, esta técnica es aplicada normalmente por perfiles de personalidad muy inseguros, hombres o mujeres tóxicos, narcisistas, dependientes, celosos, o que no saben amar de forma libre y necesitan ‘enganchar’ a otros para engordar su propia valía personal y sentirse alguien.

Estas personas te lo dan todo para simplemente ‘tenerte ahí’. Al principio todo parece idílico, te bombardean de ‘amor’, de halagos, de interés, de cariño, de regalos, de afecto desmedido, e incluso de relaciones sexuales constantes, pero con una clara intención: generar en la otra persona un enganche emocional (tenerla ‘comiendo de la palma de su mano’).

Y lo peor es que con el tiempo se cansan y desaparecen de repente, lo que genera en su víctima una sensación horrible de culpabilidad, confusión y tristeza, pensando que ha hecho algo mal, cuando nada tiene que ver su comportamiento.

Puede pasar de pedirte matrimonio, vivir juntos, tener hijos, etc, a desaparecer directamente, o a ponerte excusas absurdas para ya no hacerlo, o decirte por un simple mensaje que ya no siente nada por ti, todo ello en muy poco tiempo.

Simplemente el ‘abusón emocional’ se cansa y encuentra a otra víctima, probablemente porque es adicto a la sensación del enamoramiento inicial y cuando este ‘subidón’ pasa en unas semanas o meses, en lugar de establecer una relación duradera y responsable, vuelve a querer la novedad de la fase inicial.

No desean ninguna responsabilidad o compromiso afectivo a largo plazo, solo sienten la necesidad de sentirse deseados y adorados, pero ellos sí que controlan de forma insana la relación.

Suelen ser excesivamente exigentes en el tiempo de dedicación hacia ellos e intentarán apartar al otro del resto de relaciones, familia, amigos, salidas nocturnas, aficiones individuales, y todo ello lo enmascaran a través del romanticismo (es que te quiero todo para mí, no me gusta compartirte con nadie, te necesito siempre conmigo, nadie te cuida como yo… y un largo etc).

Es muy difícil identificar el love bombing porque al inicio de una relación amorosa es verdad que todo es muy intenso y pasional, pero el perpetrador realmente no lo vive desde el vínculo afectivo, sino desde la necesidad. Ahí está el problema. Juegan con las emociones de los demás para conseguir un beneficio propio.

Al final, solo nos queda estar alerta con ciertas ‘banderas rojas’.

Debemos analizar la coherencia (sus palabras, actitud, opiniones, valores, intenciones, comportamientos, coinciden), las sensaciones sanas que nos proporciona (calma, tranquilidad, estabilidad, libertad, generosidad, comprensión, respeto), desconfiar de conductas fuera de contexto, tiempos demasiado acelerados a pesar de nuestra necesidad de prudencia y motivos por los que discutís y cómo gestionáis esas diferencias.

 

*Fuentes:

@María_Esclapez

Psicología y Mente

La mente es maravillosa

 

¿Por qué nos gusta escuchar nuestros propios audios de Whatsapp?

Da igual el contenido, enviamos una nota de voz e inmediatamente nos surge la imperiosa necesidad de escucharnos a nosotros mismos. Pero, ¿este comportamiento tiene algo de malo?, ¿por qué lo hacemos?

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Muchos expertos ya lo califican de autoaudiomanía y puede haber varias razones que expliquen esta curiosa costumbre.

La primera explicación puede ser bien sencilla, y es la de chequear que todo esté correcto, que se escuche adecuadamente, sin ruido de fondo, que no nos hayamos equivocado en las palabras que escogimos o equis.

Es típico de personas que están acostumbradas a realizar comprobaciones varias también en otros ámbitos, como la de revisar si cerramos bien la puerta de casa.

Puede contener, en este sentido, cierto grado de obsesión, inseguridad y/o perfeccionismo, pero también la de asegurar que la imagen personal que proyectamos a través de ese audio sea la que queremos.

También podemos querer deleitarnos con nosotros mismos, y escucharnos puede relacionarse con un rasgo narcisista de la personalidad. Tranquilo, tampoco tiene nada malo.

El concepto narcisista no siempre se refiere a un trastorno, sin llevarlo al extremo, está bien que nos gustemos, que nos agrade nuestra voz y lo que contemos, que sonriamos escuchando la parte más graciosa de nuestro mensaje. Todo ello indica un buen autoconcepto y autoestima.

Podemos aprender mucho sobre nosotros escuchándonos, si ponemos el foco en el análisis de nuestra comunicación verbal y no verbal podemos detectar imperfecciones y puntos fuertes en nuestro estilo a la hora de relacionarnos con los demás y pulir aquello que no nos gusta tanto.

No solo en lo que decimos sino en el cómo lo decimos (paralenguaje). Por ejemplo, detectar que utilizamos un tono muy elevado o casi inaudible, que hablamos demasiado rápido, que no utilizamos silencios, que repetimos mucho una misma palabra o ciertas muletillas, etc.

Escuchar nuestros propios audios solo supondría un problema si nos obsesionamos con ello, si nos limita, si nos hace sentir mal, ridículos y además tenemos también comportamientos relacionados (como ansiedad social por ejemplo) que pueden revelar un grave problema de autoestima y debería ser tratado con un profesional.

En situación habitual, la autoaudiomanía no presenta ningún inconveniente y sí muchas ventajas para interesarnos por lo que proyectamos y mejorar nuestro estilo de comunicación.

 

¿Por qué se desconfía del testimonio de Amber Heard?

Avanza el juicio de Amber Heard y Johnny Depp y aumentan las opiniones dispares sobre esta batalla legal. Ya destacamos anteriormente que la comunicación no verbal se había convertido en indiscutible protagonista y no dejan de trascender ciertos patrones conductuales, ahora, tras la declaración de Heard aun más.

¿Ha resultado creíble el testimonio de Amber Heard? Parece que en redes sociales y medios de comunicación predominan los comentarios de desconfianza sobre el relato de la actriz. Pero, ¿por qué ocurre esto?

En primer lugar, es importante aclarar que no hay un indicador directo e inequívoco de mentira que sea visible a través del lenguaje verbal o no verbal, sí que hay ciertos indicios de engaño que pueden hacer saltar las alarmas y que resultan incongruentes o extraños en base a lo que se espera en una situación similar.

Amber Heard es actriz y este es un hecho que no juega a su favor. Por su profesión, se la puede conferir cierta capacidad para simular mejor que el resto emociones complicadas, como la tristeza o el llanto a voluntad. Es cierto, pero también lo es que su habilidad no puede convertirla en mentirosa per se.

Amber Heard ha tenido un comportamiento muy singular desde el principio. Hemos podido observar muchos cambios de humor abruptos, pasaba de la risa a la tristeza, vestía de forma llamativa y espectacular y al día siguiente de una manera totalmente opuesta, proyectando estéticas contradictorias.

E incluso imitaba ciertos patrones y elementos de la vestimenta de Depp, hecho inquietante que puede desestabilizar la idea sobre su seriedad y sensatez. Pero todavía no sabemos los motivos que la llevan a ello, quizás puede ser una llamada de atención a la desesperada, una burla, una estrategia para debilitar a su ex…

Centrándonos en su declaración, las emociones que acompañaban a sus palabras fueron tristeza e ira, ambos son sentimientos esperables en un relato como el suyo; muchos piensan que no son reacciones compatibles, pero sí, son posibles y perfectamente congruentes con lo que va contando.

Si me agreden y abusan de mí puedo sentir pena y además estar enfadada. No quiero decir que por esto diga la verdad, pero tampoco la presentación de estas dos emociones de forma simultánea son indicativas de mentira.

Cientos de comentarios advertían que Heard lloraba sin lágrimas y que, por esto, su consternación era fingida. Esto tampoco es indicador de engaño directo, pero es que además hay fotografías en las que sí que se pueden apreciar lágrimas en su rostro.

Otro aspecto cuestionado ha sido el contenido de su testimonio. Amber Heard es muy detallista a la hora de dar contexto a un hecho, es decir, se explaya con la información que es más irrelevante o periférica para explicar un suceso, pero muy escueta a la hora de abordar el incidente crítico, la agresión en sí.

Esta premisa sí resulta un indicador de engaño, podría hacer saltar la alarma de la credibilidad ciertamente, pero también podría ser que tenga serias dificultades para poder recordar y relatar los detalles específicos de un episodio que experimente como doloroso, vergonzante, humillante, traumático…

Desde luego, en una entrevista terapéutica sería un buen punto para profundizar e intentar desmarañar; en un juicio, me temo que este asunto quedará así.

En definitiva, es muy complicado dictaminar o no la credibilidad de una persona a través de la mera observación de su comunicación no verbal en tan solo unos minutos.

Por supuesto, su actitud, conducta, palabras, gestos, vestimenta nos dan pista y mucha información sobre estado de ánimo, intenciones y sinceridad, pero tendríamos que escudriñar mucho más el relato para aseverar si miente o no.

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Las 5 claves de la personalidad de Feijóo #ComunicaciónNoVerbal

El nuevo líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, es un misterio para muchos, un gallego de aspecto sobrio, serio, prudente en su comunicación no verbal y, en definitiva, desconocido para una buena mayoría.

Por esta razón, este formato de entrevista tan personal que diseña el programe de Mi Casa es la Tuya beneficia políticamente a cualquier candidato, podemos conocer su historia o la parte de su historia que ellos eligen proyectar, que creen que les representa y esto es importante, ya que cada palabra se escoge estratégicamente.

Feijóo decide destacar sus orígenes humildes, familiares, marcado por una educación fría y dura, cuenta que le envían con tan solo 10 años interno a un colegio con una exigente disciplina. Y sí que puede ser un hecho que marcara el posterior desarrollo de su crecimiento y personalidad.

Feijóo I El Austero.

Así le apodaron en Galicia cuando asumió el cargo y eliminó buena parte de los ministerios para recortar el gasto. Pero esta sobriedad también se extiende a su actitud y comunicación.

A pesar de una notable agilidad mental y locuaz discurso verbal que le dignifican, tiene una tonalidad y ritmo de voz complicadas para conectar con la audiencia.

Resulta muy plano, parco en grandes expresiones emocionales o aspavientos corporales, por lo cuál puede parecer aburrido en su formas y se le complique el propósito de que el público (futuros votantes) puedan empatizar con él e identificarse con su proyecto político.

La racionalidad por encima del carisma.

Feijóo es capaz de agradar a todos pero no fascina. No levanta pasiones para bien, pero tampoco lo hará para mal, no posee una personalidad susceptible de una extraordinaria atracción, pero tampoco de odiar, su talante neutral y templado puede jugar a su favor en muchas circunstancias.

No es nada entusiasta al hablar de ‘lo suyo’ pero tampoco es vehemente en la crítica con sus contrarios. Está claro que Feijóo no daría el perfil de hater.

Respetuoso y muy conciliador.

Se dirige con igual cortesía y consideración hacia aliados y oponentes. Va a ser curioso verlo en los debates de campaña con sus adversarios políticos, porque me cuesta imaginármelo como un polemista ‘guerrillero’, verbalmente hablando, en las contiendas políticas.

Tal y como apunta de él Juanma Moreno: «Tiene la capacidad de integrar personas que piensan muy diferente«. Una cualidad muy valorada en los Gobiernos de coalición de los últimos tiempos.

Es llamativo comparar la respuesta que dan Ayuso y Feijóo sobre Pedro Sánchez, la primera es especialmente dura en su crítica. Sin embargo, el gallego se reduce a advertir: «Voy a intentar llevarme bien».

Realmente no le nace censurar o criticar de forma más personal a alguien, aunque sea un rival directo, posición totalmente opuesta al carácter mucho más ‘guerrillero’ y directo de Ayuso.

Estabilidad emocional.

No suele perder los nervios a pesar de responder a cuestiones controvertidos, no tiene picos, controla muy bien su gestualidad y sus reacciones son moderadas y discretas.

Quizás, el momento más tenso lo apreciamos cuando habla de la última crisis del partido por la confrontación entre Casado y Ayuso y también cuando tiene que opinar sobre VOX; en ambos instantes reacciona de forma similar y verbalmente utiliza la técnica de las evasivas e indirectas para no ‘mojarse’.

Y es que ejecuta un ademán muy identificativo cuando algo le incomoda especialmente, se acaricia el cuello. Se trata de un gesto automanipulador que por sí mismo no indica nada, pero que en muchas personas se produce de forma repetida e involuntaria cuando debe tratar asuntos poco agradables, de alguna manera nos auto-tranquilizamos, nos damos consuelo para relajar cierto estado alterado del organismo. Lo vimos también por ejemplo en Iñaki Urdangarín.

Apuesta fuerte por la honestidad.

La sinceridad es el mirlo blanco de cualquier estrategia política. Deseada por los ciudadanos pero muy difícil de asumir cuando se llega al poder.

Es interesante que su primera promesa electoral sea la de no mentir, creo que es la primera vez que lo escucho así de tajante en el mundo de la política. ¿Cumplirá con su compromiso? Intentaremos dar respuesta con la lupa de la comunicación no verbal.

Juicio de Amber Heard y Johnny Depp: la extraña comunicación no verbal como protagonista

Es difícil saber por dónde empezar, porque el análisis psicológico de los comportamientos que se están sucediendo en la batalla legal entre Johnny Depp y su ex Amber Heard daría material suficiente para un buen libro.

GTRES

Entre las controversias más destacables se encuentra la apariencia escogida por Amber. Los detalles sobre su vestimenta no pasaron desapercibidos y de inmediato, en las redes sociales, muchos usuarios se percataron de que ella copiaba el atuendo de él en los días posteriores.

Increíble pero cierto, ya que no ha sido un hecho aislado sino que las ‘coincidencias’ se han dado en al menos tres ocasiones de forma clara. Amber usaba los mismos peinados, tonalidades de las prendas, trajes, corbatas y, por si aun alguien dudaba, se colocó hasta el mismo pin con forma de abeja.

Las hipótesis son muy numerosas, algunos expertos arguyen que Heard podría estar enviando señales a Depp de que le sigue siendo leal, que están en el mismo equipo, que su comportamiento podría ser una llamada a la empatía del actor para debilitarle emocionalmente y minimizar así sus ‘ataques’ durante el juicio.

Otros no son tan benevolentes y sentencian que la actriz pretende descolocarlo, jugar con su mente, inquietarle y ponerle nervioso para desestabilizarle, e incluso que se burla de él.

Pero también parece haber un diagnóstico mental oficial sobre Heard, realizado por la Dra. Curry, determinando un trastorno límite de la personalidad y un trastorno histriónico de la personalidad.

Las personas que padecen estos trastornos adquieren el estilo de personalidad de las personas con las que han estado, están o desean estar y son grandes imitadores de la forma en que se visten, e incluso de la forma en que hablan.

Además, presentan patrones de inestabilidad emocional, egocentrismo y constantes comportamientos de búsqueda de atención, entre otros rasgos, que podrían explicar esta imitación de Heard.

Y también podría dilucidar otro hecho en la conducta de la actriz que ha llamado la atención de todos. Y es que su expresión facial es demasiado dramática por momentos y experimenta unos cambios muy rápidos y abruptos entre emociones que no son muy coherentes entre sí.

EFE

Por ejemplo, podemos verla reír mientras habla con su abogada y, en décimas de segundo, su rostro se transforma de repente en una expresión de tristeza o incluso cierto miedo. Es impresionante observar las secuencias en vídeo.

Esta actitud le ha restado credibilidad en la audiencia, puesto que no es un patrón natural en la expresión emocional, es más propio del mundo de la interpretación, la manipulación, la simulación, el engaño… pero también del simple nerviosismo y de una alteración del ánimo en situaciones complicadas (como puede ser un juicio) o efectivamente de un trastorno de la personalidad.

Seguiremos observando…

 

*Fuente:

Daily Mail