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Adiós a las modelos de la talla 34

Así lo han decidido en una carta que entrará en vigor en la próxima Semana de la Moda LVMH y Kering, los conglomerados que contienen Marc Jacobs, Kenzo, Louis Vuitton, Dior, o Yves Saint Laurent, Gucci, Puma, Stella McCartney y Balenciaga respectivamente entre otras marcas.

GTRES

Es decir, dos pesos pesados de la moda, el Madrid y el Barça de la industria textil (que no es moco de pavo), han decidido cambiar las condiciones de trabajo de sus modelos entre las que incluyen dejar fuera a las modelos menores de 16 años para trabajos de ‘moda adulta’ y prohibir que los que tienen de 16 a 18 trabajen entre las 22h y las 6 de la mañana.

Pero la medida más llamativa ha sido la respectiva a las tallas. Toda modelo femenina inferior a una 36 (34 española) no podrá trabajar, así como modelos masculinos de la 46 (44 española). Lo que supone que deberán tener al menos una talla 38 o 48 (36 y 46 españolas).

Before and after shots in the article on toneandstyle.com about my recovery from anorexia- and how modeling and fashion saved me from myself ❤️🙏http://www.toneandstyle.com/one-models-road-to-recovering-from-an-eating-disorder/ I debated whether or not to feature my sick photos in the article because disorders are too often made about appearance and that anorexia is only "real" if you look a certain way, but the photos of me at my worst are important to my story because they show the true ugliness and disease of anorexia, it isn't beautiful and it isn't about "looking hot." I am happier now, more confident, and more beautiful because Im healthy and complete, and the journey between these two photos you see-though horrific- made me into who I am today – a strong, capable woman. Please read the article (link in bio) and spread it around- this disease is the #1 killer of all mental illnesses and must be talked about so we can begin to help those who struggle and prevent others from having to. Thank you🙏🙏 #recovery #eatingdisorderrecovery #neda #love #awareness #eatingdisorderawareness #eatright #mentalhealth #spreadlove #anorexìanervosarecovery #anoreixa #evergreen #model #grateful

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Además deberán presentar un certificado médico que secunde su buena salud realizado al menos seis meses antes del desfile o sesión fotográfica y tendrán a su disposición un psicólogo durante el horario de trabajo, algo que pretende paliar los desórdenes que se sufren en el sector.

Aunque la noticia merezca ser celebrada me sigue pareciendo increíble, y hasta cierto punto vergonzoso, que, en primer lugar, a estas alturas no se hubiera puesto como punto de partida el bienestar de estos profesionales y no se haya regulado hasta ahora.

En segundo lugar, si un desfile es una herramienta de comunicación, la imagen que se estaba comunicando  (y que por tanto está llegando a los espectadores) era de una delgadez que, si bien no tiene por qué ser insana (en el caso de que se tenga esa constitución) puede dañar las referencias de las generaciones más jóvenes haciéndolas pensar que solo es aquel que ven el ideal correcto de belleza y por tanto conduciéndolas inexorablemente a desarrollar inseguridades que pueden llevar a padecer trastornos.

Carta a mi yo de 50 años (para cuando los tenga)

Querida yo de 50 años:

Antes que nada, lo siento.

Lo siento porque no me estoy echando crema de protección 50 todos los días antes de salir de casa. Ambas sabemos que lo he intentado, pero que soy un desastre y me acabo olvidando. Lo siento porque no soy capaz de beber los famosos dos litros de agua que recomiendan al día. Lo siento porque no consigo eso de pedirme un té verde cuando hay plan de cañas con los amigos en un bar.

@meetingmara

Te diré que llevo 25 años vistiendo como me da la gana y espero que, 25 años después, sigas haciéndolo. Me dan lo mismo los artículos de «Prendas que no deberías llevar a partir de los 30» o «Las reglas para maquillarte si tienes más de 40». No lo sigas, no hagas caso, viste, calza y maquíllate como te salga de las narices, como te sientas favorecida y a gusto contigo misma a pesar de que vaya en contra de lo que te recomienden.

Lo siento porque no tienes cientos de amigos de la infancia. Supongo que aprendí demasiado pronto que mi tiempo era una inversión y que no merecía la pena emplearlo en todo el mundo. Pero si has sido lo bastante lista, algo de lo que no tengo duda, conservarás esas pocas amistades que he ido coleccionando a lo largo de los años. Esas que sabes que se han ganado el derecho de ser amigos, y de las que tienes la gran suerte de poder llamarles así. Los que, a falta de más hermanos, espero que sean los posibles tíos postizos si has tenido hijos. Que si no los has tenido, tampoco pasa nada. Vale que molaba la idea de ser madre, pero oye, allá tú con nosotras.

Espero que estés haciendo deporte. No digo que seas la amante del gimnasio que soy ahora, pero que andes, que corras, que no pases el día sentada, que nos dijeron que nuestro metabolismo va de lento casi hacia atrás y que si no tienes el tiroides ya parado del todo ambas sabemos que acabará sucediendo. No te pido que estés delgada, musculosa o con la tripa plana, pero sí que estés sana. Que el cuerpo es patrimonio de ambas.

Espero que sigas sonriendo cada día de tu vida porque encuentres un motivo para hacerlo. Que le den por culo a las arrugas de expresión. Acuérdate de mamá y de lo guapa que nos ha parecido siempre. También te pido que no te niegues pequeños placeres: bebe una copa de vino de vez en cuando, coge una onza de chocolate negro a escondidas y sigue disfrutando de cómo se deshace en la boca.

Quiere, quiere mucho. Sigue queriendo sin miramientos aún cuando puedan hacerte daño. Tienes un corazón así que aprovéchalo al máximo. Quiere incluso cuando no sea correspondido, cuando sepas que se va a acabar o a miles de kilómetros, pero quiere.

No dejes de formarte, de aprender, no pierdas la curiosidad por lo que te rodea. Sigue creciendo, sí, con 50. Si algo nos enseñó el abuelo es que la juventud reside en mantener la mente fresca aún cuando el cuerpo va en silla de ruedas. No dejes esa buena costumbre de leer unas páginas de un libro antes de irte a dormir. Dedícate tiempo a ti, que lo necesitas y no tiene nada de malo ni de egoísta encontrarlo.

En definitiva, siento si estás «pagando» alguno de mis desaciertos, pero lo bueno de que tengas 50 años es que verás las cosas con perspectiva y sabrás que hemos vivido cada segundo de estos años. Recuerda que te quiero. Siempre lo he hecho y nunca dejaré de hacerlo.

Mara

«A las mujeres nos han lavado el cerebro con que tenemos que estar siempre delgadas, sexys, deseables o perfectas»

Así lo soltaba Alicia Keys en una carta que ha publicado en la web de Lena Dunham. La artista, que tiene repartidos por su casa más de 15 Grammys (la que canta esta canción si todavía no caes) ha dado un paso gigante en lo que a materia de belleza se refiere.

Mucho estoy leyendo a varias famosas saltar en sus redes sociales en cuanto ven sus imágenes retocadas con Photoshop. No quieren artificios, quieren ser «ellas mismas» y aunque lo veo muy respetable y las publicaciones enseguida se disculpan, no creo que se estén mostrando tan reales como pretenden en realidad.

Verte y no reconocerte, descubrir que tu imagen está en manos de personas que tienen un sentido de la belleza absolutamente irreal. Imagino que era necesario resaltar el azul cobalto del vestido, quitar algunos pliegues del mismo y subir los niveles de luz para hacer brillar más mi piel, pero no entiendo la necesidad de retocar mi cuerpo hasta dejarme casi en la mitad de lo que soy, alisar mi piel y alargar mi cuello hasta convertirme casi en una muñeca sin expresión. No es la primera vez que pasa, pero esto sobrepasa los límites de la realidad y me avergüenza. La foto de la derecha fue sacada con mi móvil directamente del ordenador en la sesión de fotos, yo al completo, sin trampa ni cartón, Inma entera, la de al lado es una invención, es eso que se supone que debería ser… los "cánones" de belleza que "deberíamos" seguir, no me acompleja, no lo entiendo como una señal de lo que lo debería ser, sencillamente me indigna como mujer y me hace reflexionar muy seriamente hacía dónde vamos y reivindicar con fuerza la necesidad de decidir y defender lo que somos, lo que queremos ser independientemente de modas, estereotipos o cánones de belleza.

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Sí, puede que no les quiten la celulitis del culo o que le dejen el brazo del grosor real, pero son sesiones de fotos en las que salen con un estilismo que han elegido para ellas, con un peinado elaborado por un profesional y un maquillaje que ya se encarga de tapar imperfecciones para que salgan con el cutis lo más perfecto posible.

¿De verdad por quitar el retoque digital se muestran auténticas? Permitidme que lo dude.

Pero lo entiendo, soy mujer y sé lo que es la presión social. Y eso que soy una mujer normal, no una celebrity. Desde pequeñas empezamos a recibir mensajes negativos sobre nosotras mismas «cambia esto, cambia lo otro, hazte la cera, ponte maquillaje, alísate el pelo…»

Como declara la cantante en su carta «todos llegamos a un punto en nuestras vidas (especialmente las mujeres) en el que intentamos ser perfectos. ¿Puede ser que empiece en algún momento de segundo grado después del día de hacerse la foto cuando llevas tu pelo rizado porque tu madre dice que es precioso pero todas tus ‘amigas’ se ríen de ti? Coges el cepillo y el gel y pones tu precioso pelo en la coleta más ajustada que puedes para contener tu único pelo en un recogido, escondiendo una parte de lo que eres para encajar en la imagen de lo que otros creen que debe ser la perfección.»

Antes y después del cambio. GTRES

Alicia Keys antes y después de romper con el maquillaje. GTRES

Si para mí fue brutal cuando un chico de mi colegio en primaria empezó a criticarme por tener vello facial, o en otras palabras bigote (¿recordáis ese post?), no puedo imaginarme el caso de Keys con todo lo que la fama implica: «Recuerdo cuando empecé a estar en el foco de atención. Oh Dios mío. Todo el mundo tenía algo que decir. Que si era muy bruta, que si me comportaba como un chico, que debía de ser lesbiana, que debería ser más femenina. Pero la verdad es que solo era de Nueva York, y todo el mundo que conozco se comporta así. En las calles de Nueva York tienes que ser fuerte, tienes que ser duro, la gente necesita saber que no tienes miedo de pelear».

No fue Nueva York sino el mundo del entretenimiento el que la llevó a un juicio constante. Para sobrevivir «empecé a convertirme en un camaleón. Nunca fui totalmente quien yo era sino cambiando continuamente para que ‘ellos’ me aceptaran».

«Antes de empezar mi nuevo álbum escribí una lista de todas las cosas de las que estaba harta. Una de ellas era como a las mujeres nos han lavado el cerebro con que tenemos que ser delgadas, sexys, deseables o perfectas. Una de las muchas cosas de las que estaba harta era del juicio a las mujeres. El estereotipo constante a través de todos los medios que nos hace sentir que tener una talla normal no es normal, y no hablemos si eres plus size. O el incesante mensaje de que ser sexy significa estar desnuda» declara Keys. «Todo esto es frustrante e insanamente imposible».

Singer Alicia Keys in New York City, New York on September 14, 2015.

Alicia Keys. GTRES

La cantante entró en una vorágine de inseguridades que se vio reflejada en sus canciones sobre máscaras y llenas de metáforas sobre esconderse. «Estaba destapando cuántoo me había censurado a mí misma y eso me asustaba. ¿Quién era yo? ¿Sabría cómo ser honesta otra vez? ¿Quién quería ser? No conocía las respuestas exactamente, pero desesperadamente quería. Empecé a sentir que, como yo era, no era lo suficientemente buena para que me viera el mundo».

Obsesión por la imagen, una preocupación fuera de lo normal… Si eres de las que no puede salir de casa sin estar maquillada, sufres algo parecido a lo de Keys: «Siempre que salía de casa estaba preocupada si no me había puesto maquillaje. ¿Y si alguien quería una foto? ¿Y si alguien la subía? Eran inseguridades, superficiales, pero pensamientos que tenía. Y todos ellos, de una forma u otra, estaban basados en lo que la gente pudiera pensar de mí«.

Sin embargo, llegó a un punto en el que la cantante se dio cuenta de esto y decidió combatirlo de la única manera posible, conociéndose a sí misma y «cultivando la fuerza y la convicción para aprender más de la verdadera yo. Me prometí que enfocaría las cosas de diferente manera respecto a mi imagen y permitiendo a mi verdadera yo, tal cual es, salir«.

El punto y a parte fue su primera sesión de fotos de su nuevo álbum: «Acababa de salir del gimnasio. Tenía una bufanda bajo mi gorra de béisbol y la maravillosa fotógrafa Paola me dijo ‘Tengo que fotografiarte ahora mismo. La música es cruda y real y estas fotos deben serlo también'».

Keys relata que quedó «en shock. De repente me sentí un poco nerviosa y algo incómoda. Mi cara estaba totalmente al natural. ¡Llevaba puesta una sudadera! Era mi conjunto de ir-corriendo-a-la-sesión-para-poder-prepararme, no el verdadero conjunto de la sesión. Así que le pregunté ‘¿Ahora? ¿En plan ahora mismo? Quiero ser real, pero quizás esto es demasiado real'» pero la fotógrafa empezó a disparar.

Un fondo blanco, la fotógrafa, la cantante y «un puñado de magia invisible circulando. Y juro que es la vez que más fuerte, más poderosa, más libre y más bella me he sentido» dice Keys.

Una vez las fotografías de la sesión salieron empezó el movimiento #nomakeup (sin maquillaje) por las redes sociales: «Empezaron a subir fotos sin maquillaje en respuesta a esa yo real, al natural. Espero que sea una revolución. Porque no quiero taparme más. Ni mi cara, ni mi mente, ni mis ideas,  ni mis sueños, ni mis luchas ni mi crecimiento emocional. Nada».

Revolución o no, la decisión de Alicia Keys invita por lo menos a reflexionar. Pensar hasta qué punto hacemos las cosas por nosotros mismos o por lo que vayan a pensar los demás. No creo que haya que declararle la guerra al maquillaje siempre y cuando no sea algo bajo lo que ocultarnos por no aceptar nuestra cara real, sino que se pueda usar con moderación en momentos determinados como un push up o un par de tacones para vernos más favorecidas.