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Cinco alimentos que deberás incluir en tu dieta para estar más guapa (o guapo)

¿Sabes cuando te levantas después de la típica noche de fiesta, en la que hubo más cubatas que en las bacanales romanas, y tienes la piel apagada y cetrina? Eso que te muestra el espejo es en realidad cómo se siente tu hígado a través de las células epiteliales.

Y no solo el alcohol pasa factura: «Lo primero que noté cuando me mudé a Carolina del Norte fue que me salieron granitos en la cara por la alimentación. Yo, que a lo largo de mi adolescencia jamás había tenido» declara Carla Zaplana, dietista y nutricionista que presentó ayer en el Hotel Petit Palace de Santa Bárbara una línea de desayunos sanos para la cadena.

Zaplana es una gran defensora de la alimentación consciente o eat clean, es decir saber qué estamos consumiendo desde sus orígenes hasta los efectos que tiene en nuestro cuerpo, ya que, según la nutricionista «la piel es un reflejo de lo que sucede dentro del organismo».

Teniendo en cuenta que uno de sus lemas es «Come limpio para tener energía, belleza y salud» no pude evitar preguntarle por el equivalente a los cinco ‘cosméticos alimentarios’ básicos para invertir en nuestra belleza natural con algo tan sencillo como añadirlos al plato:

Aguacate: «Es rico en ácidos grasos poliinsaturados, mantiene la piel y cabello hidratada». Se puede tomar en una tostada en el desayuno simplemente untado en el pan o mezclado en una ensalada.

Cúrcuma: La especia «sirve para prevenir inflamación, es anticancerígena y antioxidante». Es perfecta como condimento de carnes o verduras.

Vegetales de hoja verde: «Muy ricos en clorofila ayudan a depurar la sangre y tienen un efecto detox y alcalino en el organismo»

Semillas: Ya sean de chía, cáñamo, de girasol o calabaza, son «excelentes ya que son ricas en minerales embellecedores como selenio, potasio, fósforo y magnesio». Se pueden tomar como merienda entre horas o como complemento de ensaladas.

Bayas de goji: «Conocida como el alimento de la longevidad. Son antioxidantes, ricas en vitamina C y tienen todos los aminoácidos esenciales por lo que nos aportan proteína completa». Perfectas para recetas más dulces como tartas o para añadir al desayuno ya sea en batidos o cereales.

Comer sano, el ejercicio… ¿Cuidarse es una moda que acabará pasando? Le pregunté a Carla. «Si está de moda estar sanos, bienvenida sea» dijo ella, a lo que añadió con seguridad: «Además sentirse bien es una gran adicción«.

«A las mujeres nos han lavado el cerebro con que tenemos que estar siempre delgadas, sexys, deseables o perfectas»

Así lo soltaba Alicia Keys en una carta que ha publicado en la web de Lena Dunham. La artista, que tiene repartidos por su casa más de 15 Grammys (la que canta esta canción si todavía no caes) ha dado un paso gigante en lo que a materia de belleza se refiere.

Mucho estoy leyendo a varias famosas saltar en sus redes sociales en cuanto ven sus imágenes retocadas con Photoshop. No quieren artificios, quieren ser «ellas mismas» y aunque lo veo muy respetable y las publicaciones enseguida se disculpan, no creo que se estén mostrando tan reales como pretenden en realidad.

Verte y no reconocerte, descubrir que tu imagen está en manos de personas que tienen un sentido de la belleza absolutamente irreal. Imagino que era necesario resaltar el azul cobalto del vestido, quitar algunos pliegues del mismo y subir los niveles de luz para hacer brillar más mi piel, pero no entiendo la necesidad de retocar mi cuerpo hasta dejarme casi en la mitad de lo que soy, alisar mi piel y alargar mi cuello hasta convertirme casi en una muñeca sin expresión. No es la primera vez que pasa, pero esto sobrepasa los límites de la realidad y me avergüenza. La foto de la derecha fue sacada con mi móvil directamente del ordenador en la sesión de fotos, yo al completo, sin trampa ni cartón, Inma entera, la de al lado es una invención, es eso que se supone que debería ser… los "cánones" de belleza que "deberíamos" seguir, no me acompleja, no lo entiendo como una señal de lo que lo debería ser, sencillamente me indigna como mujer y me hace reflexionar muy seriamente hacía dónde vamos y reivindicar con fuerza la necesidad de decidir y defender lo que somos, lo que queremos ser independientemente de modas, estereotipos o cánones de belleza.

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Sí, puede que no les quiten la celulitis del culo o que le dejen el brazo del grosor real, pero son sesiones de fotos en las que salen con un estilismo que han elegido para ellas, con un peinado elaborado por un profesional y un maquillaje que ya se encarga de tapar imperfecciones para que salgan con el cutis lo más perfecto posible.

¿De verdad por quitar el retoque digital se muestran auténticas? Permitidme que lo dude.

Pero lo entiendo, soy mujer y sé lo que es la presión social. Y eso que soy una mujer normal, no una celebrity. Desde pequeñas empezamos a recibir mensajes negativos sobre nosotras mismas «cambia esto, cambia lo otro, hazte la cera, ponte maquillaje, alísate el pelo…»

Como declara la cantante en su carta «todos llegamos a un punto en nuestras vidas (especialmente las mujeres) en el que intentamos ser perfectos. ¿Puede ser que empiece en algún momento de segundo grado después del día de hacerse la foto cuando llevas tu pelo rizado porque tu madre dice que es precioso pero todas tus ‘amigas’ se ríen de ti? Coges el cepillo y el gel y pones tu precioso pelo en la coleta más ajustada que puedes para contener tu único pelo en un recogido, escondiendo una parte de lo que eres para encajar en la imagen de lo que otros creen que debe ser la perfección.»

Antes y después del cambio. GTRES

Alicia Keys antes y después de romper con el maquillaje. GTRES

Si para mí fue brutal cuando un chico de mi colegio en primaria empezó a criticarme por tener vello facial, o en otras palabras bigote (¿recordáis ese post?), no puedo imaginarme el caso de Keys con todo lo que la fama implica: «Recuerdo cuando empecé a estar en el foco de atención. Oh Dios mío. Todo el mundo tenía algo que decir. Que si era muy bruta, que si me comportaba como un chico, que debía de ser lesbiana, que debería ser más femenina. Pero la verdad es que solo era de Nueva York, y todo el mundo que conozco se comporta así. En las calles de Nueva York tienes que ser fuerte, tienes que ser duro, la gente necesita saber que no tienes miedo de pelear».

No fue Nueva York sino el mundo del entretenimiento el que la llevó a un juicio constante. Para sobrevivir «empecé a convertirme en un camaleón. Nunca fui totalmente quien yo era sino cambiando continuamente para que ‘ellos’ me aceptaran».

«Antes de empezar mi nuevo álbum escribí una lista de todas las cosas de las que estaba harta. Una de ellas era como a las mujeres nos han lavado el cerebro con que tenemos que ser delgadas, sexys, deseables o perfectas. Una de las muchas cosas de las que estaba harta era del juicio a las mujeres. El estereotipo constante a través de todos los medios que nos hace sentir que tener una talla normal no es normal, y no hablemos si eres plus size. O el incesante mensaje de que ser sexy significa estar desnuda» declara Keys. «Todo esto es frustrante e insanamente imposible».

Singer Alicia Keys in New York City, New York on September 14, 2015.

Alicia Keys. GTRES

La cantante entró en una vorágine de inseguridades que se vio reflejada en sus canciones sobre máscaras y llenas de metáforas sobre esconderse. «Estaba destapando cuántoo me había censurado a mí misma y eso me asustaba. ¿Quién era yo? ¿Sabría cómo ser honesta otra vez? ¿Quién quería ser? No conocía las respuestas exactamente, pero desesperadamente quería. Empecé a sentir que, como yo era, no era lo suficientemente buena para que me viera el mundo».

Obsesión por la imagen, una preocupación fuera de lo normal… Si eres de las que no puede salir de casa sin estar maquillada, sufres algo parecido a lo de Keys: «Siempre que salía de casa estaba preocupada si no me había puesto maquillaje. ¿Y si alguien quería una foto? ¿Y si alguien la subía? Eran inseguridades, superficiales, pero pensamientos que tenía. Y todos ellos, de una forma u otra, estaban basados en lo que la gente pudiera pensar de mí«.

Sin embargo, llegó a un punto en el que la cantante se dio cuenta de esto y decidió combatirlo de la única manera posible, conociéndose a sí misma y «cultivando la fuerza y la convicción para aprender más de la verdadera yo. Me prometí que enfocaría las cosas de diferente manera respecto a mi imagen y permitiendo a mi verdadera yo, tal cual es, salir«.

El punto y a parte fue su primera sesión de fotos de su nuevo álbum: «Acababa de salir del gimnasio. Tenía una bufanda bajo mi gorra de béisbol y la maravillosa fotógrafa Paola me dijo ‘Tengo que fotografiarte ahora mismo. La música es cruda y real y estas fotos deben serlo también'».

Keys relata que quedó «en shock. De repente me sentí un poco nerviosa y algo incómoda. Mi cara estaba totalmente al natural. ¡Llevaba puesta una sudadera! Era mi conjunto de ir-corriendo-a-la-sesión-para-poder-prepararme, no el verdadero conjunto de la sesión. Así que le pregunté ‘¿Ahora? ¿En plan ahora mismo? Quiero ser real, pero quizás esto es demasiado real'» pero la fotógrafa empezó a disparar.

Un fondo blanco, la fotógrafa, la cantante y «un puñado de magia invisible circulando. Y juro que es la vez que más fuerte, más poderosa, más libre y más bella me he sentido» dice Keys.

Una vez las fotografías de la sesión salieron empezó el movimiento #nomakeup (sin maquillaje) por las redes sociales: «Empezaron a subir fotos sin maquillaje en respuesta a esa yo real, al natural. Espero que sea una revolución. Porque no quiero taparme más. Ni mi cara, ni mi mente, ni mis ideas,  ni mis sueños, ni mis luchas ni mi crecimiento emocional. Nada».

Revolución o no, la decisión de Alicia Keys invita por lo menos a reflexionar. Pensar hasta qué punto hacemos las cosas por nosotros mismos o por lo que vayan a pensar los demás. No creo que haya que declararle la guerra al maquillaje siempre y cuando no sea algo bajo lo que ocultarnos por no aceptar nuestra cara real, sino que se pueda usar con moderación en momentos determinados como un push up o un par de tacones para vernos más favorecidas.