Entradas etiquetadas como ‘fake news’

El curioso origen del término ‘patraña’

Conocemos como ‘patraña’ a una mentira, bulo o historia inventada con el propósito y la mala intención de engañar.

El curioso origen del término ‘patraña’

Originalmente el término llevaba una ‘ese’ intercalada en la primera sílaba y se escribía y decía en la forma ‘pastraña’, dándole el significado literal de ‘noticia fabulosa’ (no en el carácter de hecho extraordinario, sino como algo irreal, imaginario o fantasioso). Existe constancia escrita de su uso en algunas obras del periodo bajomedieval (siglos XIV y XV). Fue hacia el siglo XVI cuando ya apareció en la forma que actualmente conocemos: ‘patraña’.

Etimológicamente proviene del término latino ‘pastoranea’, cuyo significado literal era ‘reunión o consejo de pastores’.

Y es que en su origen, el término ‘pastraña’ (y posteriormente ‘patraña’) provenía del mundo pastoril. Eso sí, los expertos apuntan a dos posibles causas que diesen lugar a la creación del vocablo para hacer referencia a algo imaginario o irreal.

Por un lado están quienes opinan que se originó en las reuniones de pastores trashumantes, cuando estos se ponían a comer o descansar de las largas jornadas y se explicaban historias fantasiosas para entretenerse y pasar el rato.

Por otro lado encontramos quien señala como origen algunas piezas teatrales de la cultura grecorromana en la que era común que las tramas versaran alrededor de historias de amor pastoriles, siendo estas a menudo fantasiosas y difíciles de creer.

Sea cual fuere el origen, lo que sí se sabe es que el término ‘patraña’ (y su antecesora ‘pastraña’, que todavía aparece recogida en el diccionario de la RAE) provienen del mundo de los pastores y el vocablo que hace referencia a estos.

 

 

 

Lee y descubre el curioso origen, historia y etimología de infinidad de palabras y palabros

 

Fuente de la imagen: pixabay

Destripando bulos: La expresión ‘No ver tres en un burro’ no proviene de los oculistas en Andalucía a principios del siglo XX

‘No ver tres en un burro’ es una famosa expresión frecuentemente utilizada para indicar que alguien no ve bien o tiene problemas de visión.

Destripando bulos: La expresión ‘No ver tres en un burro’ no proviene de los oculistas en Andalucía a principios del siglo XX

Circula por las redes sociales (y últimamente sobre todo por TikTok) numerosísimas publicaciones en las que, variando algún dato o detalle, todas ellas explican que esta locución se originó a principios del siglo XX en la Andalucía, cuando los oftalmólogos idearon un método gráfico con el que graduar la vista a la población rural y, como mayoritariamente estos eran analfabetos y no sabían distinguir las letras, decidieron poner dibujos, siendo la figura de un burro con tres individuos montados encima una de esas imágenes y si la persona en cuestión no era capaz de ver con claridad ese dibujo quería decir que padecía de miopía.

Destripando bulos: La expresión ‘No ver tres en un burro’ no proviene de los oculistas en Andalucía a principios del siglo XXPero esta explicación es totalmente falsa y fue inventada por el autor de la web ‘Emitologias’ en 2014 (concretamente la publicó el 19 de febrero). Se trata de una página que se dedicaba a publicar historias inventadas sobre el origen de expresiones (de ahí que se llame Emitologías y no Etimologías). El hecho de que algunas de las entradas que publicó se hicieran virales (y a la mala costumbre de la inmensa mayoría de usuarios de no contrastar la información que les llega) provocó que esa falsa explicación se haya extendido a lo largo y ancho de toda la red, siendo numerosísimos los blogs y webs que lo han copiado y publicado como si fuesen cierto (lamentablemente algunos de los que comparten y repiten ese bulo son personas que se dedican a la docencia).

Quienes sois habituales a mi blog y publicaciones, recordaréis que ya tuve una agria disputa con el autor de dicha página cuando se viralizó otra de sus publicaciones y que fue dada por buena y compartida incluso por algunos importantes medios de comunicación (me refiero a la falsa explicación que dio sobre el origen de la expresión ‘Poner mirando para Cuenca’, que sigue circulando y de la que publiqué el post  ‘La importancia de comprobar las fuentes para que no te cuelen un fake (bulo)’ el 23 de julio de 2014).

Sobre el verdadero origen de la expresión ‘No ver tres en un burro’ es algo confuso, ya que no hay conceso entre los expertos y etimólogos sobre su procedencia y el investigar sobre la misma se hace cada vez más complicado debido a la gran cantidad de información fake que se ha posicionado en la red por culpa de la publicación de la web Emitologías. Con lo fácil que es realizar una búsqueda en Google, poner la frase entrecomillada e indicar que los resultados sean anteriores a febrero de 2014 y comprobaremos que no existe ni una sola referencia (por muy atrás que nos vayamos en el tiempo) a oculistas (oftalmólogos), Andalucía o revisiones para gradar la vista, siendo la primera publicación en la que aparecen dichas referencias la mencionada entrada en Emitologías el 19 de febrero de 2014.

He invertido unas cuantas semanas a realizar búsquedas sobre la expresión (tanto en la red desde 2014 hacia atrás) como en libros antiguos, refraneros, etc y he ido tirando del hilo y encontrado posibles explicaciones sobre el origen del dicho que os detallo a continuación:

Entre esos posibles orígenes está quien indica que podría provenir del pasaje bíblico en el que se relata el momento en el que Hedores ordenó asesinar a todos los niños menores de dos años, siendo avisados la Virgen María y San José y huyendo estos de Belén, junto al recién nacido Jesús, montados los tres en un burro (mula, asno…) y sin que los soldados se percataran de ello, motivo por el que salvaron sus vidas. Una explicación poco fiable ya que tampoco tiene fuentes de referencia o expertos de solvencia que la avalen.

Otra de las explicaciones es la que indica que la expresión ‘No ver tres en un burro’ es la modificación de otras que se utilizaban tiempo atrás, entre ellas una que decía ‘No ver un burro a tres pasos’ o ‘No ver un burro a tres pies’, de las que hay bastantes referencias en libros y refraneros del siglo XIX. Estas variantes a la locución también existen en otros idiomas cooficiales de España, como ‘Non ver un burro a tres pés’ o ‘Non ver un burro a catro pasos’ (en gallego) y ‘No veure un bou a tres passes’ o ‘No veure un bou a quatre passes’ (en catalán).

Pero, curiosamente, en la página 159 del ‘Diccionario Catalan – Castellano – Latino (Tomo II)’, publicado en 1805, podemos encontrar que en la entrada correspondiente a la expresión ‘No veu un bou á tres passas’ (No ve un buey a tres pasos) nos remite directamente a la locución castellana ‘No ve siete sobre un asno’, la cual podemos encontrar en varias obras literarias (sobre todo piezas de teatro) de varios siglos atrás, entre ellas (y quizás la más popular) la titulada ‘El honor da entendimiento, y el más bobo sabe más’ de José de Cañizares y Suárez de Toledo, unos de los dramaturgos más famosos de principios del siglo XVIII (en este enlace podéis descargar el pdf de la obra).

Si seguimos tirando del hilo podemos encontrar que un sigo antes, concretamente en el año 1627, ya aparecía en la forma ‘Antójasele que ve siete sobre un asno’ y que era recogida en el libro ‘Vocabulario de refranes y frases proverbiales’ del célebre lexicógrafo Gonzalo Correas (en este enlace podéis descargar el pdf del libro).

Y es que cabe destacar que, siglos atrás, el hecho de decir este tipo de expresiones no se hacía como referencia a que alguien tenía un problema de visión (por ejemplo miopía) sino para indicar que una persona era cerrada de ideas, que no quería ver más allá de las evidencias o las pruebas y que se negaba a reconocer algo obvio.

Hasta aquí todo lo que he ido encontrando respecto al origen de la expresión ‘No ver tres en un burro’, sus variantes y modificaciones a lo largo de los siglos, pero si algo es seguro es que no proviene de la explicación inventada y publicada por la web dedicada a difundir bulos emitologicos.

 

 

Te puede interesar leer también:

 

 

 

Fuente de la imagen: Wikimedia commons

Libro recomendado: ‘Fake news del imperio español’ de Javier Santamarta del Pozo

Hay un popular dicho que reza que ‘No hay dos sin tres’ y este se aplica perfectamente en este post en el que voy a recomendar por tercera vez un libro publicado por mi muy admirado y gran amigo Javier Santamarta del Pozo (sus obras anteriores que reseñé son ‘Siempre tuvimos héroes’ y  ‘Siempre estuvieron ellas’).

Libro recomendado: ‘Fake news del imperio español’ de Javier Santamarta del PozoEn esta ocasión su nuevo libro es ‘Fake news del imperio español’, publicado de la mano de la editorial La Esfera de los Libros, y en el que Santamarta se ha centrado en los ‘embustes y patrañas negrolegendarias’ de la historia de España, haciéndolo, además, de un modo mordaz y con gran sentido del humor como tan característico es en él (hay quien dice que lo hace con ‘especial retranca’), pero siempre con una rigurosidad milimétrica.

Javier Santamarta es politólogo, trabajó durante años en Ayuda Humanitaria en varios conflictos y actualmente es uno de los divulgadores sobre la historia de España más en alza en las redes sociales (sobre todo en Twitter, donde lo podéis seguir en la cuenta @JaviSantamarta y desde la que ha protagonizado algunos de los zascas más memorables de esta red) y en diversos medios de comunicación que tienen  la gran suerte de contar con él como colaborador.

Quienes lo conocemos bien sabemos que al bueno de Santamarta le encanta meterse en todo tipo de charcos y ‘flegaos’, debatiendo y rebatiendo (con argumentos bien razonados y demostrados) con todo aquel que trata de tergiversar o mentir sobre la historia de su querida España o la gesta de sus ilustres protagonistas.

Precisamente eso es lo que hace en el libro ‘Fake news del imperio español’ pero en el plano del papel impreso (aunque también está en formato eBook), donde expone una serie de embustes (Fake News como se le dice ahora) que circulan tanto por la red como de la mano de supuestos expertos, documentalistas y pseudohistoriadores desmontando una por una aquellas patrañas sobre todas las mentiras (o informaciones tergiversadas) que se han ido vertiendo a través de los años (y muy especialmente en los últimos tiempos desde la irrupción de las redes sociales) sobre las gestas españolas, siendo despreciada la historia de España por un sector e intereses muy específicos .

Libro recomendado: ‘Fake news del imperio español’ de Javier Santamarta del PozoEste es un libro especialmente recomendado tanto para aquellos que se sienten orgullosos de la historia de España como para quienes tienen algún tipo de prejuicio sobre esta nación y su pasado y que, posiblemente, han estado recibiendo una serie de informaciones manipuladas desde diferentes sectores que desde hace mucho tiempo quieren emborronar la imagen y prestigio de este país.

Una obra en la que encontramos en cada uno de los capítulos que lo completan un gran número de referencias, notas a pie de página y referencias bibliográficas que son de gran ayuda para poder conocer y profundizar mucho más sobre lo que nos va explicando. Eso sí, algunas de esas notas al pie llegan a ser más extensas que el propio texto de la página.

En el siguiente enlace podréis leer (totalmente gratis) las primeras páginas del libro: https://www.esferalibros.com/wp-content/uploads/2021/06/Fake-news.pdf

 

 

‘Fake news del imperio español’ de Javier Santamarta del Pozo
Editorial: La Esfera de los Libros
ISBN: 9788413841229
https://www.esferalibros.com/libros/fake-news-del-imperio-espanol/

 

Te puede interesar leer también:

Destripando bulos: No, las pestañas postizas no se inventaron para proteger los ojos de las prostitutas

Destripando bulos: No, las pestañas postizas no se inventaron para proteger los ojos de las prostitutas

Lleva unos meses circulando por la red una información totalmente falsa que habla sobre el curioso origen de las pestañas postizas y donde se asegura que estas fueron inventadas en un burdel londinense (algunas versiones dicen que era parisino) en 1882 por una prostituta llamada Gerda Puridle y cuyo principal propósito no era el de embellecer sus ojos y convertirlos en más atractivos o llamativos, sino para protegerlos para evitar que les entrara el semen de los clientes que eyaculaban en sus caras.

Destripando bulos: No, las pestañas postizas no se inventaron para proteger los ojos de las prostitutasAlgunas versiones que han surgido posteriormente a partir de este origen apócrifo le han añadido más datos falsos a esa explicación, adornando esa supuesta historia con detalles como que dichas pestañas postizas se convertían en una eficaz barrera para atrapar el simiente eyaculado y, además, que habían sido bautizadas con el nombre ‘cumbrellas’.

El término ‘cumbrella’ es una denominación que en realidad surgió para llamar de ese modo a los preservativos y nace de la unión de los vocablos en inglés ‘cum’ (semen) y ‘umbrella’ (paraguas).

Según consta, el bulo sobre el falso origen de las pestañas postizas comenzó a hacerse viral a raíz de la publicación en una web especializada en compartir memes virales llamada ‘America’s Best Pics’ aparecida el 21 de enero de 2021 y a partir de ahí la imagen fue compartida ampliamente por la red bajo la etiqueta #cumbrellas (en Twitter, TikTok, Instagram, Facebook).

No existe ni un solo documento histórico, anterior a la publicación de America’s Best Pics, que demuestre que una prostituta llamada Gerda Puridle inventó en 1882 las pestañas postizas para evitar que el semen eyaculado sobre el rostro fuese a parar a los ojos.

Las pestañas postizas se han utilizado desde tiempos del Antiguo Egipto, utilizándose pelo animal que se pegaba e incluso cosía en los párpados se utilizaron por diferentes culturas a lo largo de la historia, pero la invención de ese complemento de belleza, tal y como hoy en día lo conocemos, le es atribuida a varias personas, entre finales del siglo XIX y principios del XX (no teniendo ninguna de ellas relación alguna con la prostitución), aunque como invento no fue patentado hasta 1911  por la canadiense Anna Taylor.

 

 

Te puede interesar leer también:

 

 

 

Fuentes de consulta: snopes / usatoday / milenio / Wikipedia / americasbestpics
Fuente de las imágenes: pxhere / americasbestpics

Destripando bulos: No, no hay un estudio sobre tocar las tetas y la reducción de la ansiedad en los hombres

Destripando bulos: No, no hay un estudio sobre tocar las tetas y la reducción de la ansiedad en los hombresSi eres asiduo a las redes sociales o a la web Menéame (en el que los usuarios comparten enlaces de las noticias que se van publicando, dándole mayor o menor repercusión a través de los votos y un algoritmo) te habrás encontrado que una curiosa noticia se ha convertido en la más leída del portal de las últimas horas (con un gran número de votos, comentarios y, sobre todo, clics al enlace original en la página web arg21.com) y cuyo titular era: ‘Tocar tetas reduce la ansiedad en los hombres en un 90%’.

Al llegar a la portada de dicho portal, un gran número de usuarios lo han compartido en sus redes sociales (entre ellos la propia cuenta de Menéame) e incluso algún que otro profesional de los medios de comunicación ha hablado de ello, dándole credibilidad al tema.

Destripando bulos: No, no hay un estudio sobre tocar las tetas y la reducción de la ansiedad en los hombresEl texto de la noticia explicaba que se había […]comprobado tras un reciente estudio llevado a cabo en la Universidad de Medicina de Santa Fe, Colombia, que la ansiedad en los hombres puede reducirse hasta en un 90% tocando los pechos de mujeres, propiciando que la estrecha relación aporte más confianza al hombre. Así se ha demostrado con 200 hombres con edades comprendidas entre 20 y 60 años.[…] Evidentemente, no se indicaba en ninguna parte quién había sido el responsable del estudio o ponía enlace alguno al mismo.

Pero la noticia meneada (el 26 de mayo de 2020 al mediodía) llevaba publicada en la mencionada web arg21.com hace un año, concretamente desde el 25 de marzo de 2019.

Destripando bulos: No, no hay un estudio sobre tocar las tetas y la reducción de la ansiedad en los hombresLo también curioso del asunto es que la nota no era original de este medio de comunicación argentino, sino que algún miembro de su equipo la había copiado literalmente (sin citar ni enlazar la fuente original) de la página haynoticia.es, una web creada exclusivamente para compartir noticias falsas (tal y como indica en su encabezado) y que son creadas por los propios redactores que en ella trabajan*.

La nota en haynoticia.es (con el mismo título y exacto texto, solo varía la imagen que ilustra la entrada) fue publicada el 27 de febrero de 2019, no habiendo ni una sola evidencia que otro medio o web la publicase con anterioridad a esa fecha pero si que fueron bastantes quienes, desde entonces, la han compartido en redes, foros y blogs.

Si se realiza un búsqueda exhaustiva en Google, podemos encontrar que todas las noticias relacionado con el tema son un ‘copy&paste’, variando quizá algún termino (en lugar de tetas ponen pechos o bubis), pero básicamente todo el resto del texto es el mismo. Tampoco se encuentra ningún estudio relacionado con el tema y la ‘Universidad de Medicina de Santa Fe’, debido a que dicha institución docente no existe y todo lo que aparece con ese nombre está relacionado con esta noticia falsa.

Destripando bulos: No, no hay un estudio sobre tocar las tetas y la reducción de la ansiedad en los hombres

 

Link a Menéame: https://www.meneame.net/story/tocar-tetas-reduce-ansiedad-hombres-90-1/2
Link a arg21.com: http://www.arg21.com/nota.asp?id=4629&t=Tocar-Tetas-reduce-la-ansiedad-en-los-hombres-en-un-90
Link a haynoticia.es: https://haynoticia.es/tocar-tetas-reduce-la-ansiedad-a-los-hombres-en-un-909999/

 

ACTUALIZACIÓN (28/5/2020): Menéame, tras comprobar que la publicación era un bulo, ha decidido descartar manualmente la noticia y cerrar el tema (a pesar de haber sido inmensamente compartido y ser una de las entradas más leídas de los últimos días) y así lo anunciaba tanto a través de Twitter como de su web.

Destripando bulos: No, no hay un estudio sobre tocar las tetas y la reducción de la ansiedad en los hombres

 

Te puede interesar leer también:

 

*NOTA: Inicialmente indiqué que el contenido publicado en haynoticia.es es creado por los usuarios, pero en realidad lo escribe el equipo de redactores que trabajan para la web, siendo todo el contenido original e inventado por ellos mismos, tal y como me han indicado desde la propia página.

Algunas etimologías falsas que soléis creeros a pies juntillas (III)

A menudo me topo con alguna publicación en la que se da una explicación totalmente errónea o falsa sobre el origen de una expresión o término. Algunas veces el error de debe al desconocimiento por parte de quien lo ha escrito, publicado o compartido y otras como divertimento de alguien con el fin de engañar (tomar el pelo) a los lectores. También son muchos los seguidores de este blog, mis libros y redes sociales que contactan conmigo con el fin de consultarme si una etimología que les ha llegado es cierta o no.

Algunas etimologías falsas que soléis creeros a pies juntillas (III)

Uno de los problemas es que en ocasiones hay medios de comunicación que las dan como ciertas y utilizan esos bulos como información real e incluso hay quien me ha recriminado que un post mío era erróneo porque había leído algo distinto en otra lado (cuando el erróneo era el otro).

En este post, otros próximos y en anteriores (esta es la tercera entrega) os voy a ir trayendo algunos de esos bulos o ‘etimologías fakes’ que la gente suele creerse a pies juntillas y las comparte masivamente como si fueran ciertas.

 

 

  • Testificar

Declarar, explicar y denotar con seguridad y verdad algo, normalmente relacionado con el mundo judicial

Algunas etimologías falsas que soléis creeros a pies juntillas (III)Bulo: La etimología falsa, y ampliamente extendida, del término ‘testificar’ es la que explica que los romanos juraban decir la verdad apretándose los testículos con la mano derecha.

Verdad: El vocablo proviene de ‘testigo’ y ésta a su vez viene del antiguo vocablo íbero ‘testiguar’, derivado del latín ‘testificare’, el cual está compuesto de ‘testis’ (testigo) y ‘facere’ (hacer) y nada tiene que ver etimológicamente con los testículos o el hecho de apretárselos a la hora de jurar, pues, evidentemente, no existe ni una sola prueba histórica de que lo hicieran.

 

  • Más vale maña que fuerza

Tener destreza y habilidad para conseguir algo frente al esfuerzo físico.

Algunas etimologías falsas que soléis creeros a pies juntillas (III)Bulo: El bulo alrededor de esta famosa expresión explica que su origen proviene de la época del Primer Sitio de Zaragoza (1808) en el que las mujeres zaragozanas (con Agustina de Aragón al frente) defendieron la Puerta del Carmen, acabando con la vida de 4312 soldados franceses y que, de ahí, surgió la expresión haciendo referencia a maña como gentilicio coloquial para referirse a las aragonesas.

Verdad: El término ‘maña’ de esta locución no hace referencia a las aragonesas sino a la astucia, habilidad y destreza de una persona (no importa el sexo). Este vocablo proviene del latín vulgar *mania, utilizado antiguamente para referirse a una ‘habilidad manual’ y que no tiene conexión alguna con el gentilicio aragonés, el cual proviene etimológicamente del latín ‘magnus’ usado para designar a aquellas personas magnas, importantes y grandes. Además, existe constancia del uso de la expresión ‘Más vale maña que fuerza’ varios siglos antes de producirse el Sitio de Zaragoza de 1808, encontrándonos (entre otros textos) que el célebre escritor Pedro Calderón de la Barca la utilizó, literalmente, en una de sus obras (‘Cada uno para sí’) publicada en el año 1661.

 

 

 

Te puede interesar leer también estos otros posts: 

Algunas etimologías falsas que soléis creeros a pies juntillas (II)

A menudo me topo con alguna publicación en la que se da una explicación totalmente errónea o falsa sobre el origen de una expresión o término. Algunas veces el error de debe al desconocimiento por parte de quien lo ha escrito, publicado o compartido y otras como divertimento de alguien con el fin de engañar (tomar el pelo) a los lectores. También son muchos los seguidores de este blog, mis libros y redes sociales que contactan conmigo con el fin de consultarme si una etimología que les ha llegado es cierta o no.

Algunas etimologías falsas que soléis creeros a pies juntillas (II)

Uno de los problemas es que en ocasiones hay medios de comunicación que las dan como ciertas y utilizan esos bulos como información real e incluso hay quien me ha recriminado que un post mío era erróneo porque había leído algo distinto en otra lado (cuando el erróneo era el otro).

En este post, otros próximos y en anteriores (esta es la segunda entrega) os voy a ir trayendo algunos de esos bulos o ‘etimologías fakes’ que la gente suele creerse a pies juntillas y las comparte masivamente como si fueran ciertas.

 

  • Salvado por la campana

Librarse de un peligro en el último instante

Algunas etimologías falsas que soléis creeros a pies juntillas (II)Bulo: La explicación falsa da como origen de esta expresión a un tipo de ataúdes que en la Edad Media llevaban incorporada una campana y que podía ser tocada desde el interior, en caso de que la persona enterrada no estuviera realmente muerta.

En realidad no hay ni una sola constancia de que en la Edad Media existieran ese tipo de ataúdes. Sí que la hay a partir de finales del siglo XVIII, pero por aquel entonces la expresión ‘Salvado por la campana’ (concretamente su versión en inglés ‘Saved by the bell’) ya era pronunciada desde mucho antes y además refiriéndose a otra cosa.

Verdad: El origen de la expresión está ampliamente documentado de que proviene del mundo del pugilismo, concretamente del momento en el que un boxeador (todavía en pie) está cerca de ser derribado y se libra (salva) de perder el combate al sonar la campana que indica el final del round.

 

  • Dabuti

Algo que es excelente, estupendo

Algunas etimologías falsas que soléis creeros a pies juntillas (II)Bulo: La explicación falsa y que surgió de una página dedicada a inventarse, a propósito, el origen de frases y términos, señala que esta expresión proviene de un vino italiano llamado ‘Da Butti’ y que era el preferido de Amadeo de Saboya, quien lo trajo a España, en 1871, tras ser proclamado rey.

Verdad: Se trata del diminutivo del vocablo ‘dabuten’ y éste a su vez proviene de contraer el término ‘de buten’ (escrito también en la forma ‘bute’ o ‘de bute’ y así es recogido por el diccionario de la RAE), utilizado de forma jergal para hacer referencia a la excelencia de una cosa o asunto. Nos llegó a través de la lengua caló, en el que se utiliza la forma ‘de bute’ para indicar que algo vale mucho, es excelente, de gran calidad o valor.

 

  • Senado

Edificio que acoge la Cámara Alta y en la que se reúnen lo representante de las distintas formaciones políticas y territoriales.

Algunas etimologías falsas que soléis creeros a pies juntillas (II)Bulo: La explicación que es compartida en forma de meme indica que ‘Senado’ proviene del término ‘seno’, añadiendo que, de hecho, esa cámara tiene forma de seno (pecho), motivo por el cual a los senadores (y políticos en general) les cuesta tanto dejar el cargo (dejar la teta o dejar de chupar de la teta del Estado).

Verdad: Senador proviene del latín ‘senātor’, término compuesto por ‘senex’, cuyo significado es ‘anciano’, ‘viejo’ y el sufijo –tor (referente a una ocupación o profesión). Por tanto, el Senado era (en la Antigua Roma) el lugar en el que se reunían los hombres ancianos y sabios que habían sido elegidos como miembros de una institución cuya finalidad era aconsejar al Estado (magistrados, emperadores, cónsules…) y que, precisamente, habían sido escogidos para tal cargo debido a su avanzada edad y, por tanto, sabiduría.

 

 

Te puede interesar leer también estos otros posts: 

Algunas etimologías falsas que soléis creeros a pies juntillas (I)

Con frecuencia me topo por las redes con alguna publicación en la que se da una explicación totalmente errónea o falsa sobre el origen de una expresión o término. Algunas veces el error de debe al desconocimiento por parte de quien lo ha escrito, publicado o compartido y otras como divertimento de alguien con el fin de engañar (tomar el pelo) a los lectores. También son muchos los seguidores de este blog, mis libros y redes sociales que contactan conmigo con el fin de consultarme si una etimología que les ha llegado es cierta o no.

Uno de los problemas es que en ocasiones hay medios de comunicación que las dan como ciertas y utilizan esos bulos como información real e incluso hay quien me ha recriminado que un post mío era erróneo porque había leído algo distinto en otra lado (cuando el erróneo era el otro).

En este post (y otros próximos) os voy a ir trayendo algunos de esos bulos o ‘etimologías fakes’ que la gente suele creerse a pies juntillas y las comparte despreocupadamente en sus redes como si fueran ciertas.

 

  • Emperifollarse

Ir maquillado, peinado o adornado en exceso.

Algunas etimologías ‘fakes’ que soléis creeros a pies juntillas (I)

Bulo: Corre por las redes una explicación sobre la procedencia del término emperifollado/emperifollarse, escrito en la forma ‘emperifoyado/emperifoyarse’, que atribuye dicho origen al apellido del diplomático estadounidense John Peurifoy quien solía ir elegantemente vestido (aunque en esos bulos virales aparece el apellido como ‘Perifoy’)

Verdad: Proviene del ‘perifollo’ una planta herbácea similar al perejil y muy utilizada en cocina gracias a ser muy aromática (desprende un aroma mezcla de perejil y anís). Algunos cocineros abusaban del uso de esta hierba, sobrecargando el adorno de algunos platos, que pasaron a ser conocidos como ‘emperifollados’, trasladándose el término para hacer referencia a las personas que van recargadamente vestidas y maquilladas o abusan de los complementos y adornos.

 

  • Tirar la toalla

Rendirse, abandonar un propósito.

Algunas etimologías ‘fakes’ que soléis creeros a pies juntillas (I)

Bulo: La explicación falsa y que surgió de una página dedicada a inventarse, a propósito, el origen de frases y términos, señala que esta expresión proviene de tiempos de la Antigua Roma, en el que se realizaban insinuaciones homosexuales en las termas y el dejar caer la toalla al suelo era señal de que se admitía dicha proposición.

Verdad: Tiene su origen en el mundo pugilístico. Cuando el entrenador o preparador de un boxeador ve que éste está al límite de su resistencia y no se encuentra en condiciones físicas de continuar tiene la opción de arrojar una toalla al aire (que debe caer dentro del cuadrilátero) como símbolo de rendición y finalización del combate para evitar daños mayores o irreparables.

 

  • Pusilánime

Falto de ánimo y valor para tomar decisiones o afrontar situaciones comprometidas

Algunas etimologías ‘fakes’ que soléis creeros a pies juntillas (I)

Bulo: En la explicación falsa también se le da la acepción de ‘estar enchochado’, argumentando que el término provine de la unión del vocablo inglés ‘pussy’ (usado para referirse a la vagina, chocho, coño) y ‘lamine’ de la que no se da ninguna explicación ni significado. Evidentemente, se nota a leguas que quien creó esta ‘etimología fake’ lo hacía como divertimento, aunque sin pensar en que quien lo leyera podría creérselo.

Verdad: El término lo recibimos directamente del latín ‘pusillanĭmis’ que era la contracción de la expresión ‘pusillus animus’ y que venía a significar ‘de alma o espíritu pequeño’ (pusillus: pequeño – animus: alma/espíritu) y se aplicaba a aquel que era apocado, cobarde y sin valor.

 

Te puede interesar leer también: 

Destripando bulos: La palabra ‘sincera’ y la falsa etimología que circula por la red

A través de las diferentes redes sociales y muy especialmente Whatsapp, Facebook, Twitter e Instragram se comparten cada día infinidad de memes y contenidos virales, siendo muchos de ellos bulos o Fake News.

Destripando bulos: La palabra ‘sincera’ y la falsa etimología que circula por la red

Entre los muchos bulos que se comparten siempre tienen sitio las falsas etimologías; orígenes inventados sobre algún término o expresión, dándole una procedencia totalmente falsa y errónea respecto a la verdadera historia.

Hace unos años en este mismo blog publiqué un post titulado La importancia de comprobar las fuentes para que no te cuelen un fake (bulo) en el que ponía en entredicho a una página dedicada a falsear etimologías, con el propósito de echarse unas risas el autor y ver cuántos pardillos se las creían.

A pesar de que somos muchos quienes trabajamos para divulgar contenidos interesantes y, sobre todo, verdaderos, todavía queda mucho trabajo por hacer y, por tal motivo, de vez en cuando voy publicando este tipo de entradas en las que me dedico a destripar los bulos que voy encontrándome o me llegan a través de mis redes sociales.

Destripando bulos: La palabra ‘sincera’ y la falsa etimología que circula por la redEn esta ocasión deseo destripar el bulo que circula sobre el término ‘sincero’ alrededor del cual existe una etimología popular y muy compartida que indica que dicho vocablo proviene de la palabra ‘sincera’ y que ésta nació durante el Renacimiento, en el que algunos artistas con menos habilidades que otros, utilizaban un tipo de cera para modificar algunos estropicios que hacían en sus esculturas, por lo que los escultores que realizaban un buen trabajo colgaban a sus obras un cartel que ponía ‘sin cera’ y de ahí que a una persona sin fingimientos y verdadera se le conozca como sincera.

Pero esta explicación es totalmente falsa y la verdadera etimología del término ‘sincero’ proviene del latín ‘sincērus’ y cuyo significado era ‘puro’, ‘sin mezcla’ y se aplicaba originalmente a aquellos productos que no eran adulterados o no eran mezclados con otros (el vino, aceite, la harina…).

Por tal motivo, con el paso del tiempo, a las personas puras y sin engaño, que se mostraban tal y como eran y sin fingimiento alguno, se les empezó a decir que eran ‘sinceras’. Ese es el verdadero origen etimológico del término y no el que señala a los escultores renacentistas.

 

 

 

Te puede interesar leer también:

 

 

Fuentes de las imágenes: pixabay  / Whatsapp personal

Destripando bulos: la expresión ‘salvado por la campana’ proviene del boxeo y no de ataúdes que llevaban una campana

La expresión ‘salvado por la campana’ suele utilizarse para indicar que alguien ha conseguido librarse de un peligro en el último instante.

La locución se hico muy famosa hace tres décadas al ser el título de una serie juvenil de televisión (en inglés ‘Saved by the Bell’) emitida entre 1989 y 1993.

Pero la ficción televisiva no fue el origen de la expresión, sino que la misma es mucho más antigua y se data en el último cuarto del siglo XIX en los ambientes pugilísticos de la Inglaterra Victoriana.

Destripando bulos: la expresión ‘salvado por la campana’ proviene del boxeo y no de ataúdes que llevaban una campana

Fue por aquella época en el momento en el que al boxeo, que hasta entonces había sido un deporte practicado por caballeros, empezó a practicarlo también fornidos hombres de clase baja con el fin de animar algunas veladas pugilísticas, a la vez que se apostaban grandes sumas de dinero.

Con el fin de evitar la brutalidad en las peleas, se añadieron una serie de reglas a seguir en cada combate y entre ellas se incorporó una campana con la que, a través de su sonido, se avisaba a los contrincantes en el momento en que cada asalto empezaba o finalizaba.

La dureza con la que algunos púgiles golpeaban provocaba que en más de una ocasión su contrincante quedase malherido durante el combate y el hecho de sonar la campana, para avisar que el asalto había finalizado, proporcionaba un pequeño tiempo de descanso con el que recuperar fuerzas.

Muchos han sido quienes, estando a punto de perder un combate y caer noqueados, se salvaron al sonar la campana y, una vez reanudada la pelea, consiguieron remontar y acabar ganando.

Esta es la explicación, sobre el origen de la expresión ‘salvado por la campana’ que dan la inmensa mayoría de expertos y etimólogos, pero a pesar de ello, corre por la red (desde hace mucho tiempo) otra explicación que, aunque tiene su lógica, no es la verdadera (es uno de los tantísimos bulos que se comparten).

Destripando bulos: la expresión ‘salvado por la campana’ proviene del boxeo y no de ataúdes que llevaban una campanaDicha explicación (que se ha hecho viral en más de una ocasión) es la que da como origen a un tipo de ataúdes que llevaban incorporada una campana y que podía ser tocada desde el interior, en caso de que la persona enterrada no estuviera realmente muerta.

Esas explicaciones virales indican que dichos ataúdes se realizaron en la Edad Media, lo que es un dato totalmente erróneo, ya que sí que existieron pero fue hacia mediados del siglo XIX, coincidiendo con la publicación del famoso su cuento de terror ‘El entierro prematuro’, de Edgar Allan Poe, y a una serie de casos de catalepsia que se dieron por la época. Con el propósito de no ser enterrados vivos (en caso de ser catalépticos) muchas fueron las personas que encargaron que, si morían, se les enterrase en un ataúd con campana.

No se sabe a ciencia cierta si se dio algún caso en el que alguien logró ser desenterrado tras tocar la campana (aunque sí hay muchos relatos de ficción publicados en aquella época), pero en ningún momento se vinculó la expresión ‘salvado por la campana’ con ese hecho.

 

Te puede interesar leer también: Curiosidades de la ‘no muerte’: Tapefobia, Catalepsia y el Delirio Nihilista

 

 

 

Fuente de la imágenes: aibaboxing (Flickr) / Redes Sociales