En los inicios del cine, era común que los personajes de color fueran interpretados por actores blancos con la cara pintada de negro, una técnica conocida como ‘blackface’. Películas emblemáticas como ‘El nacimiento de una nación’ (1915) y ‘El cantor de jazz’ (1927) son claros ejemplos de esta práctica. Aunque ocasionalmente se empleaban actores afroamericanos, estos rara vez tenían papeles protagónicos y eran relegados a roles secundarios.

El primer actor afroamericano en alcanzar el estatus de estrella fue Stepin Fetchit, cuyo verdadero nombre era Lincoln Theodore Monroe Andrew Perry. Descubierto por un cazatalentos de Fox mientras actuaba en un club de Los Ángeles, Fetchit comenzó con pequeños papeles y rápidamente ascendió en la industria del cine. A finales de los años 20, se convirtió en el primer actor negro en ser acreditado en los títulos de las películas.

Durante la década de 1930, Stepin Fetchit participó en más de treinta películas, creando un personaje cómico conocido como ‘el hombre más holgazán del planeta’. Este papel lo hizo inmensamente popular y rico, siendo el primer actor afroamericano en convertirse en millonario. Sin embargo, su representación estereotipada también le atrajo críticas de los movimientos por los derechos civiles, que consideraban que perpetuaba imágenes negativas de los afroamericanos.

En sus últimos años, Fetchit se distanció de Hollywood y se enfrentó a severas dificultades financieras, pero, a pesar de las críticas, siempre argumentó que su éxito había abierto puertas para otros actores afroamericanos, y en la década de 1960, tras convertirse al islam y entablar amistad con Muhammad Ali, Stepin Fetchit fue finalmente reconocido por la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color) y honrado con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, reafirmando su legado en la historia del cine.

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