Archivo de abril, 2018

Ojalá no hubiera niño en el mundo al que le faltasen los besos

Más de diez años de blog dan para mucho. También para hablar varias veces de besos.

Os he contado el momento en el que Jaime, con siete años y autismo, entregó espontáneamente su primer beso, mi niño de oro que entrega felizmente besos en la mejilla diciendo “puá” en cuanto se le piden. Os he hablado de cómo a mi hija no le gusta dar besos, como a muchos niños, y de la insistencia injustificada de muchos adultos por recibir esos besos infantiles, aunque sean obligados y a desgana y por tanto no valgan nada. Por eso también os hablé de que no deberíamos enseñar a los niños a aceptar las peticiones de besos y caricias de los adultos en contra de lo que sienten o les apetece.

He recordado la primera vez que intuyes la magia que puede encerrar un beso. También esos besos fugaces que sentimos el impulso de dar a nuestros bebés y niños pequeños, un momento de rapto, un impulso, una ráfaga de amor punzante. No poder evitarlo. Acercar el rostro a la cabecita de tu hijo, a su mano, a su carita y depositar un beso tierno, suave.

Os he explicado que no beso a mis hijos en los labios, porque no nace de mí. Pero que hacerlo si es con agrado y amor por ambas partes no debería incomodar a nadie. Igual que tampoco hay nada de malo en que los adultos se besen delante de los niños. Mostrarse amor con un beso y con  naturalidad es una forma de que nuestros hijos vean ante sí una relación normal de pareja. Y a los niños les da mucha seguridad ver a sus padres queriéndose.

Me dicen que este viernes, 13 de abril, es el día internacional del beso. Un día en el que os he resumido todo lo que os he ido contando respecto a besarse a lo largo de una década pidiéndoos que veáis los besos siempre como como una muestra de cariño que no hay que esconder; un precioso regalo por parte de un niño si nace de él darlo, y algo vacío si se fuerza o se exige.

Mejor para cualquier niño recibir demostraciones de amor que crecer en un entorno en el que no hay besos, no hay abrazos, no hay “te quieros”, en el que siempre es un invierno emocional.

Ojalá no hubiera niño en el mundo al que le faltasen los besos. Ojalá todo lo que vieran los niños de los adultos fueran gestos de amor.

FOTOS: (GTRES)

Que pediatras o maestros se dirijan a las madres y obvien a los padres, es micromachismo

No es nada nuevo. Me he encontrado con relativa frecuencia la misma queja en padres recientes desde hace años. Cuando acuden a una reunión o charla en un terreno eminentemente infantil, de crianza,se sienten ninguneados. Si las madres están presentes, los profesionales se dirigen (consciente e inconscientemente) a ellas y ellos son, en gran medida ignorados. A veces incluso sobrevuela la impresión de que su opinión en estos temas vale menos, que sus aportaciones tienen menos peso, sobre todo cuando chocan con las de las madres.

Pueden ser revisiones con el pediatra, tutorías con maestros, visitas a guarderías, apuntes cotidianos de los educadores infantiles a las puertas del centro, cursos de preparación al parto, corrillo de recomendaciones de abuelas, vacunaciones con personal de enfermería… Hay muchos escenarios posibles y podría apostar a que todos hemos sido testigos de ese obviar a los padres, de ese llamar a la pluralidad en femenino.

Es tan frecuente, son tantos, que podrían embarcarse perfectamente en su particular ‘me too’ de la paternidad.  

Lo recordaba hace poco tras el tuit de Raul Gay, padre reciente y combativo en el buen sentido:

Lo llama micromachismos y estoy de acuerdo.

Cierto es que aún hoy, en todos esos momentos y lugares, la presencia femenina es mayoritaria. Un buen lugar para hacer un ejercicio estadístico son las reuniones en las que los centros escolares convocan a padres y tutores de toda la clase. Siempre hay una mayoría (más o menos abrumadora) de mujeres. Pero ese es otro tema. Y no es excusa.

Afortunadamente cada vez más padres se implican activamente, por igual o en mayor medida incluso, en la crianza de sus hijos. Cada vez son más los que entienden lo que significa la corresponsabilidad. 

Y no merecen ser pagados de semejante manera.

Imagen de los protagonistas del delicioso manga ‘Padre e hijo’.

 

Elegir colegio cuando tu hijo tiene autismo, entre la pesadilla y la entelequia

Elegir colegio para nuestros hijos. No es una decisión baladí, dado que va a marcar el futuro de nuestros hijos en muchos sentidos. Siempre es difícil, siempre hay dudas. O al menos lo lógico es que los padres y tutores que debemos afrontar esa elección nos lo tomemos en serio y las tengamos.

En el caso de los niños con TEA
, la elección de centro escolar es especialmente una pesadilla. Pocos centros entre los que elegir; diagnósticos iniciales que coinciden precisamente con el inicio de la vida escolar del niño; dictámenes de escolarización que se retrasan o con los que no estamos de acuerdo; centros que nos gustan y no tienen plazas, o que están muy lejos y carecen de ruta; varios cambios de modalidad educativa y de centro escolar en pocos años obligados por las circunstancias…

Probablemente uno de los aspectos más difíciles de tener un hijo con autismo sea precisamente afrontar de la menor manera su escolarización. Si ya es complejo con un niño que no tiene ningún tipo de problema, si hablamos de uno con autismo, las dificultades se multiplican. Os invito a preguntar a cualquier padre de un niño con autismo escolarizado y podréis comprobarlo.

No se está dando una respuesta adecuada a las necesidades de escolarización de nuestros niños. Es un hecho del que estos testimonios dejan constancia.

(ELENA BUENAVISTA)

 

Isabel. Iván estuvo escolarizado en centro ordinario con apoyos los 2 primeros años del ciclo infantil, su afectación sobre todo a nivel cognitivo cada vez era más evidentes y por ende sus necesidades de apoyo. Coincidió con los grandes recortes de la crisis y a parte de reducir los apoyos aumentaron el número de alumnos en su aula, así que decidimos buscar un centro o aula específico. En Guadalajara en aquella época no existía ninguna de las dos opciones, así que optamos por buscar centro en Madrid (otra comunidad autónoma) todo muy complicado en trámites. Finalmente conseguimos plaza en el centro de ARAYA, a 50 km de casa, en el que sigue escolarizado actualmente.

Creo importante comentar que Iván aún no habla ni escribe, pero aún así llevan ya 4 años denegándonos la beca de logopedia del MEC (será que entienden que un niño que no habla no necesita apoyos extra…).

Bueno, yendo al grano, la asociación APANAG de Guadalajara, con mucho esfuerzo ha conseguido construir un centro que de servicio a los chicos con TEA de Guadalajara y alrededores. Este año ha empezado a funcionar un aula con resultados bastantes positivos en lo que respecta a los chavales y sus familias. Pues bien, este año se ha solicitado el concierto educativo con la consejería de Educación para esa y 3 aulas más, y resulta que publicado el concierto solo conceden la ya existente EBO1 y una TVA (transición a vida adulta), con lo que nosotros que nos correspondería EBO2 nos quedamos fuera del colegio y tendríamos que seguir llevando a Iván a 50 km de casa. Pero lo grave es que hay niños en ese aula EBO1 que por edad deberían saltar a EBO2, como no existe esa opción porque no conciertan ese aula, ¿qué pasa con ese niño? ¿Se queda fuera del sistema? Buscamos una solución chapucera…(para variar). Y así está la escolarización de chicos con TEA en Guadalajara 😓.

Lo mejor es la causa por la que desestiman la concesión del aula EBO2 del colegio de APANAG, “no satisface necesidades de escolarización”…. ¿perdón? Si hubiese más aulas TEA (solo existe una y funciona muy regular por lo que cuentan) o colegios específicos por la zona, aún lo entendería; es más, si los apoyos ofrecidos en los centros ordinarios fueran adecuados y suficientes.

Nosotros afortunadamente tenemos plaza en ARAYA y a no ser que ocurra algo que permita abrir ese aula EBO2 seguiremos yendo a Madrid todos los días (gasto y palizón, afortunadamente equilibrados con un equipo docente de lo mejor y en el que Iván y nosotros nos sentimos como en casa).

Yenny. Tienes toda la razón si ya con una educación ordinaria cuesta, más aún con nuestros niños, primero el famoso dictamen, que sí o sí es un colegio de educación especial con tan solo tres años que ya sabemos los padres que tienen muchos años para ello, y como nuestra lucha es un entorno normalizado pues nos negamos a este tipo de instituciones donde hay muchos diagnósticos y en muchos casos podría implicar un retraso en lo ha logrado, finalmente al no aceptarlo, buscar un cole con un aula arco iris/cometa/cyl con el nombre que se le dé en cada colegio un aula TEA que debe tener 5 niños de edades semejantes mínimo con dos profesionales , su maestra especialista ( comunicación y lenguaje , comportamiento , etc) una integradora social que les dé el apoyo necesario en patio , comedor etc… Hay aulas que incluso tienen más de 5 niños lo que es un caos porque no se les da la atención a cada uno según su demanda , y hay coles que ni asoman con tenerlo porque no hay presupuesto , niños sí pero presupuesto no (burocracia), luego de encontrar cole todo los que conlleva personal directivo, maestros, compañeros, entorno, y, por supuesto, la forma de trabajar en el aula, teniendo en cuenta que muchas veces el problema no está en la forma de aprender sino la manera de enseñar, lógicamente a esto se le suma que nuestros hijos se sientan involucrados y queridos, ya que el cariño y el respeto forman parte de ese sin fin de características

Goldonxa. Hace falta más formación por parte de los profesionales, tanto del centro en general como los especialistas del aula. Así los padres no nos sentiríamos unos incomprendidos cuando vamos a las reuniones y parece que le hablamos en chino. Hace falta un mayor número de recursos tanto a nivel de aula como en aquellos momentos como puede ser comedor, patio… Hace falta una mayor comunicación entre escuela y familia.

Joana. Mi hijo es ásperger y va por su tercer colegio. Los cambios fueron antes de tener un diagnóstico pero ya se le veía especial.

Mirella. Yo te puedo hablar sobre nuestra situación. 6 años y medio, diagnosticado en su cumple de 6 años (ásperger), ya estaba desde hace dos años en un colegio privado y ahora, en abril, en 1º de primaria, fue “invitado” a buscar un otro colegio. Oí de la directoria general que esté colegio no es inclusivo, ni lo intenta en serlo. Es muy triste… y ahora no lo sé donde vamos a ponerlo!

Sara. Pues el de mi peque se enorgullece de ser integrador. Y creo que ellos desde sus conocimientos , así lo intentan. La realidad es que una asociación vio dentro la clase a los chicos y me dijo sin paños calientes que nuestro niño era «la mascota» de la clase. En este centro que tienen su PT y AL siguen su modelo. La asociación no esta autorizada a trabajar en él. ¿Qué podemos hacer los padres? ¿sufrir un poco más? ¿No pueden entre todos coordinarse y respetar su trabajo sin aplastarnos. En lugar de despreciarse mutuamente, ¿las terapias y cole no tendrían que complementarse?.

Rescri-Exl. En nuestro caso falta de personal en el colegio. Aunque hay PT, AL y educadoras no hay el mínimo legal por número de alumnos TEA y eso afecta en la disminución de horas con especialista o de integración en aula ordinaria. Lo peor, que como hay otros coles en peor situación parece que no tenemos derecho a quejarnos.

Delfy Mara. Escogimos centro de educación especial público en contra del dictamen que decía ordinario con diagnóstico oficial. Allí tenía un gran equipo e instalaciones adecuadas que avanzó tanto que al tercer año nos recomendaron aula Cyl en cole ordinario. Tres cursos después fueron desapareciendo sus necesidades de apoyo y adaptaciones y desde entonces está totalmente en inclusión cursando secundaria en instituto público y ya nos dicen que lo ven perfectamente llegar donde el quiera. Estoy convencida que si hubiera empezado en ordinaria hoy estaría al revés en educación especial.

David Broncano, Quequé e Ignatius Farray piden disculpas por su bromas respecto a las personas con ásperger y autismo

El 2 de abril fue el Día mundial por la concienciación sobre el autismo, un día designado por la ONU para precisamente erradicar prejuicios que rodean y perjudican a las personas con TEA, falsas creencias como que son violentas, son incapaces de integrarse en sociedad, les gusta estar aislados, no empatizan… Un día para informar de manera correcta.

El 6 de abril en La Ser, en el programa La vida Moderna de David Broncano, Quequé e Ignatius Farray, se habló del autismo y del ásperger de un modo que da pábulo a esas falsas creencias. De una manera que iba mucho más allá de lo que, a mi parecer, contemplan los límites del humor, de los que tan en boga está hablar hoy en día.

Aquí tenéis el vídeo:

Aquí una pequeña transcripción que he hecho de la charla:

Quequé – Si en este programa hemos convenido que el pádel es el tenis de los discapacitados, ¿en qué lugar deja esto al bádminton?
Broncano – El bádminton es más difícil que el pádel, en mi opinión.
Ignatius – El bádminton es más difícil, pero es más gilipollas. El bádminton serían los asperger, los ‘messis’ de la vida, que te hacen una cosa bien, por ejemplo mete goles y come coños de puta madre, pero en lo demás es socialmente inútil.
Quequé – Yo te lo compro, pero yo veo más que el autismo sería el squash, por que el squash es muy de pám, púm, pám! (acompañado de gestos de dar raquetazos con violencia)
Broncano- En el squash te metes en una jaula acristalada y te reviento aquí a hostias a la pared.

Desde ese día, y han pasado cuatro, numerosas personas vinculadas con el autismo han solicitado a los presentadores que se retracten. Hay además una petición con casi 12.500 firmas en Change pidiendo unas disculpas públicas.

Es muy difícil hacer humor, aquellos que se adentran en este terreno y saben pisarlo con firmeza tienen todo mi respeto, porque requiere de una sensibilidad especial que permita distinguir de qué, hasta dónde, hasta qué punto podemos reírnos de algo o alguien y de qué manera, sin autocensurarse injustificadamente. Pero incluso los que mejor se mueven sobre esas arenas, que estoy de acuerdo en que cada vez son más movedizas, pueden meter la pata, medir mal, pasarse de frenada, dejarse llevar por el directo estando entre amigos y ofender injustificadamente.

Este es un ejemplo de ofensa injustificada en nombre del humor y además nociva. Cuando eso sucede, no debería pasar nada por pedir disculpas. Todos erramos en nuestros oficios. Todos metemos la pata alguna vez. Somos humanos.

Y, a su manera, en este caso las disculpas han llegado en el arranque del último programa, en su tono y extendidas. Y yo, a título particular, las acepto.

Broncano –  Y ahora sí. Este es otro colectivo más que se ha enfadado. Se ha enfadado otra gente. Se ha enfadado la Asociación Española de Autismo, de autistas. Vamos a ver… ¡Juan Ignacio!
Ignatius – Este papel me lo pasas a mí.
Quequé –  El autista del programa.
Ignatius – Vamos a ver, desde todo el cariño. Yo pude derrapar a lo mejor con algún comentario.
Broncano – Pudimos, pudimos.
Ignatius – Empezamos a liarnos, con el bádminton, el asperger… Bueno, las bromas.. Yo quiero simplemente aprovechar la oportunidad, señoras y señores, desde el cariño. Y no quiero que esto se pueda malinterpretar de nuevo para crear confusión y malentendidos. Con todo el apoyo y con todo el cariño (se despoja de la camiseta) ¡Todo el mundo con el asperger! ¡Todos con el autismo!.
Broncano – Ha habido un momento muy gracioso por la mañana, porque de verdad no queremos echar más leña al fuego, porque de verdad que no era la intención. Pero esta mañana, como se ha liado un montón y tal, no habíamos pensado nada y hablamos por la mañana vamos a ver cómo porque nos está llegando la de dios por todos lados. Tenéis que ver a Ignatius, porque ahora se ha puesto una camisa pero ha llegado con una camiseta blanca Levis. ¡Ojo eh! Te has gastado dinero.
Ignatius – He sacrificado una camiseta Levis. Cualquier sacrificio es poco por la visibilidad del asperger.
Broncano – Y lleva escrito por él a mano «todos con el asperger» y «todos con el autismo», pero es que ha venido así a la Cadena Ser. Y la gente se cruzaba diciendo ¿pero qué pasa? ¿Pero dónde vas?
Ignatius – Por si la cosa se torcía, tengo este as en la manga. Para que quede bien claro el espíritu conciliador, porque creo que esa es la filosofía que hay en Moderdonia y la gente que nos escucha el programa de siempre se ha dado cuenta de eso. Porque yo puedo derrapar, pero vamos a ver, lo hemos hablado en más ocasiones; no queremos hacer una comedia descafeinada, una comedia aguada, queremos estar al límite, y mantener ese equilibrio, por eso la comedia es un arte, porque no todo vale. El equilibrio es lo bonito, pero digamos que pretendiendo llegar a ese límite, y que todos podamos disfrutarlo y tener un espíritu conciliador, a veces a lo mejor puedo derrapar y pido perdón. Pero también se supone que un cómico no es un oficio cualquiera, a lo mejor cosas cosas que dice un cómico, si las dice un político por ejemplo es intolerable. Pero se supone que alguien en la sociedad tiene que tener cierto margen para meter la pata, a lo mejor no te sale bien en ocasiones, pero otras veces sale bien y todos podemos disfrutar. Y pienso que la fuerza última de la comedia es la conciliación y no el enfrentamiento. Y creo que el espíritu de Mordedonia hemos demostrado que ha sido ese y que no queremos que haya colectivo sin ofender. (risas) Queremos ser desagradables con todo el mundo por igual y sentirnos como hermanos en el mismo barco por una ofensa que no discrimina a nadie. Gracias a todos por entender el espíritu de Mordedonia.
Quequé – Es la ofensa inclusiva.
Broncano – Es preciosa la ofensa inclusiva, es el artículo número 1 de la Constitución de Modernonia. Nos metemos con todos por igual. Podéis ya parar de mandarnos mensajes con lo bonita que es Huelva y ya sabemos que los autistas no juegan al squash, podéis parar también con eso.
Quequé – Perdona, que he aprendido mucho de todo esto. No se dice autistas, se dice personas con autismo.

Esta es la disculpa de la cadena:

La Cadena Ser pide disculpas a las personas y colectivos que se hayan sentido ofendidos por los comentarios vertidos en el programa humorístico La Vida Moderna, emitido la madrugada del pasado viernes 06 de abril. Pese a existir un debate permanente sobre los límites del humor, que podrían contextualizar este episodio, el mero hecho de que una sola persona se sienta ofendida por comentarios realizados en este programa obliga a la Cadena SER a pedir disculpas por ello.

La Cadena SER ejerce un activismo permanente en defensa de la inclusión social y la igualdad de todos los ciudadanos. Compromiso en el que se reitera.

¿En qué fijarse cuando se acude a las jornadas abiertas de un colegio?

Elegir colegio para nuestros hijos. Estamos en ello y no es una decisión fácil. Es además complicado dar consejos prácticos cuando es algo tan personal, sujeto a preferencias y a circunstancias personales y muy distintas de una familia a otra.

Hoy podéis leer un reportaje sobre este tema, en el que varios padres explican cómo afrontaron la elección de colegio. Todos ellos coinciden en la importancia de acudir a las jornadas abiertas antes de tomar esa decisión.

«Fui a todas las que pude. Creo que se capta muy bien lo que te cuentan y la manera en la que te lo cuentan… y lo que no», destaca Paula. María coincide en la importancia de esas visitas: «me parece fundamental, me sabría muy mal mandar al niño a un colegio sin haberlo visto ni haber hablado nada con el personal del centro».

¿Pero en qué fijarse y qué preguntar en esas jornadas que organizan todos los colegios? He preguntado a Gemma Almena, psicóloga y orientadora escolar, y aquí tenéis su respuesta, que creo que os puede resultar útil.

Es importante que los padres sean parte activa de la elección del colegio, que sientan que se identifican con el proyecto del colegio.

(GTRES)

En Educación Infantil hay que darle especial importancia a cómo organizan el periodo de acogida para los niños que entran al colegio por primera vez. Es importante que sea un colegio amable, que transmita comprensión hacia los niños más pequeños, que ponga facilidades y medios para que éstos pasen este periodo inicial de la forma más progresiva y respetuosa posible. Que den pautas a los padres sobre cómo actuar en el momento de dejarles por primera vez en clase, cómo gestionar aspectos evolutivos como el control de los esfínteres, así como aquellos emocionales: chupete, algún juguete con el que el niño/a se sienta tranquilo, etc.

Para el resto de niveles, es importante ver si hay coordinación entre el profesorado, si se respetan los saltos de ciclo de forma coherente y equilibrada: de infantil a primaria y de primaria a secundaria.

También es importante ver las medidas que se toman ante la diversidad del alumnado. Todos deseamos que nuestros hijos estén dentro de lo que se denomina «normalidad», pero ¿qué ocurre sin el nuestro comienza a presentar barreras en el aprendizaje?, por eso debemos saber qué medidas se toman en el Centro para atender y dar respuesta a todo el alumnado.

Hay que ver las normas de organización y funcionamiento del centro (NCOF). Qué participación tienen las familias en el colegio (AMPA, COMUNIDADES DE APRENDIZAJE, CONSEJO ESCOLAR, etc). El Proyecto Educativo (líneas de trabajo en el colegio, atención a la diversidad, inclusión, número de alumnos, organización de las aulas, etc), proyectos de convivencia, proyectos de innovación educativa, etc. Si disfrutan de jornada continua o bien horario partido.

Y los recursos personales: ATE (auxiliar técnico educativo), PTSC (profesor técnico de servicios a la comunidad), DUE (diplomado universitario en enfermería) ,PT (pedagogía terapéutica), AL (audición y lenguaje). Tipos de aulas: Si tiene aula TEA o aula de Educación Especial.

En cualquier caso, no siempre nos conceden el colegio que esperábamos, si esta situación se da, es importante saber que debemos ser flexibles ya que nuestros hijos los son, los niños aprenden siempre. Toda andadura por esta vida ofrece la posibilidad del crecimiento y el aprendizaje y esa debe ser la actitud.

Sus hijos tienen por delante toda una etapa educativa que como mínimo durará de forma obligatoria hasta los 16 años, en este camino darán con profesores más o menos implicados, más o menos exigentes, más o menos de nuestro gusto, lo mismo le ocurrirá con sus compañeros de clase, sin embargo, de todo ello habrá un rodaje que les hará crecer como personas.

Para su tranquilidad, aunque los niños y niñas pasan mucho tiempo con nosotros en el colegio, es un hecho más que evidente que es en el seno familiar donde se define nuestra personalidad. Es la familia el origen y núcleo del aprendizaje de los niños y niñas.

Fotógrafos profesionales al servicio de crear recuerdos familiares, todo el sentido del mundo

Nos gusta hacer fotos, sacar el móvil e inmortalizar casi cualquier cosa para, con frecuencia, borrar sin guardar porque nos hemos quedado sin memoria en el teléfono. Paradojas modernas.

Es cierto que no todo el mundo tiene este afán francotirador, pero incluso los más reacios a disparar, cuando son padres, hacen fotos a sus hijos. Es imposible resistirse. Y de la mano de esos niños sobre expuestos a las lentes caseras, llega otro fenómeno: el de los fotógrafos profesionales que, con mayor o menor maestría, medran elaborando proyectos fotográficos con bebés, niños o toda la familia.

GTRES

Son sesiones que se convierten en regalos de doble sentido: a los padres, que tendrán así un recuerdo de calidad, y de los padres a abuelos y otros familiares. Tiene todo el sentido del mundo.

Nosotros lo hicimos, nos reunimos con nuestros cuñados y una amiga fotógrafa nos fotografió en un entorno urbano, fotos que ahora tenemos en nuestras casas y que también se pueden ver en las de los abuelos. Fotos que queremos repetir ahora que la familia ha crecido en todos los sentidos.

Me consta que hay fotógrafos que tienen más negocio con estos recuerdos familiares que con las tradicionales bodas, bautizos y comuniones de antaño. Cada vez son más los especializados en fotos de familia. Fotógrafos que también lo son del embarazo y del nacimiento, momentos que muchos también desean atesorar.

Hay maravillas artísticas y hay imágenes que horrorizan, las hay que apuestan por la naturalidad y otras que tiran de artificio. Igual que con las bodas vamos, para gustos todos los colores. A mí, por ejemplo, me horrorizan las de Anne Geddes, las que son demasiado artificiosas y convierten a los bebés en caracoles, flores, mariposas o guisantes en sus vainas tirando de Photoshop.

No me entusiasman, sin horrorizarme, las de familia formal y sonriente en extremo preparadas al estilo de las felicitaciones de Navidad de las casas reales. En la sesión que nos hicimos entonces íbamos todos de blanco y azul. A día de hoy no aceptaría la uniformidad de colores. La que haremos de nuevo apostará por la libertad y la naturalidad.

Yo prefiero que se vea a los niños relajados, como son a diario; la espontaneidad, la ternura que no es artificiosa, la complicidad capturada al descuido. Me gusta que no haya más retoques que ajustar el encuadre o los niveles. Probablemente deformación profesional. Trabajo a diario con demasiadas fotos periodísticas. Tal vez no, tal vez también las quisiera así aunque fuera contable.

Os contaré también que prefiero las que se han tomado al aire libre, en entornos naturales o urbanos, antes que en estudios. Y os confieso que tengo debilidad por el arte urbano, por los grafitis.

Cuestión de gustos. Ninguna opción es mejor que otra. Pero cualquiera de ellas es una buena opción, un buen recuerdo.

GTRES

Por último, como en muchas de esas fotos familiares hay menores reconocibles me permito recordar una reflexión que ya traje a este blog en el pasado: cuidado con el uso que padres, tíos y abuelos damos de ellas en nuestras redes sociales.

Somos la primera generación de adultos que se enfrenta a la necesidad de aprender a gestionar la exposición de nuestros menores a las redes sociales. Y es un reto complejo, por lo novedoso. Nuestros hijos no son nuestra propiedad. Somos sus guardianes. Ser responsables con sus fotos puede ayudarles en el futuro a ser ellos también conscientes de las repercusiones de compartir imágenes.

Netflix mejora su control parental: se pueden vetar contenidos concretos y ver la edad recomendada al empezar el visionado

Ahora Netflix ha añadido una funcionalidad más. Yo ya he estado trasteando y está disponible. Ya no solo se podrá restringir por franjas de edad evitando que nuestros niños vean aquel contenidos que el equipo de Netflix ha categorizado como inapropiado para esos años, podremos hilar mucho más fino y también vetar películas y series concretas.

Puede pasar perfectamente, y pasa, que haya un contenido que, por lo que sea, a nosotros nos parezca inapropiado por mucho que los señores de Netflix hayan considerado que pasa el filtro.

No obstante, la verdad es que no me parece que haya errores en este sentido. Lo que sí puede haber es sensibilidades distintas que hacen que un contenido nos escueza un poco por algo, pero no se cuelan cosas inapropiadas según mi experiencia. De hecho lo que hay es lo contrario, contenidos solo disponibles como adultos que son perfectamente aptos, un buen ejemplo es la recomendable serie de animación japonesa Haikyuu de la que ya os hablé en el pasado.

Pero  más allá de que sea apropiado o no, porque la puede usarse a modo de castigo (por cierto, de los controvertidos castigos voy a hablar largo y tendido en otro post en un futuro próximo), o simplemente para evitar que el niño se quede enganchado a una serie o película y no quiera ver otra cosa. Con cinco veces que se vea la también muy recomendable Julie’s Greenroom (sobre el mundo del teatro y el musical con la maravillosa Julie Andrews) o Madres Forzosas, lo mismo ya es bastante. Que es muy de la infancia entregarse con exceso a algo que gusta.

Otra novedad que se incorpora es que la edad recomendada que ahora se puede consultar en la descripción de los contenidos, se muestra también al iniciarse la reproducción de series y películas arriba a la izquierda. Por si nos hemos despistado al darle al play.

Una sugerencia que dejo por aquí, por si en Netflix tienen a bien escucharla, que más que con el control parental tiene que ver con la enseñanza de idiomas: permitir fijar el inglés subtitulado al español por defecto y que el niño no pueda cambiarlo.

En nuestra casa tenemos establecido que la primera vez que se ve algo es en español, pero en sucesivos visionados tiene que ser en versión original. Pero no vendría mal poder establecer el inglés de serie. 

Termino dejándoos con parte de un post que escribí en el otoño de 2016 explicando como es el control parental de HBO (mucho más limitado) y de Netflix, hablando también de cómo son los contenidos infantiles que había en una y otra plataforma.

Vayamos al control parental. En este tipo de sistemas en streaming a mí me parecen especialmente importante estos sistemas de control, ya que es fácil que el niño acabe viendo contenidos a solas en la tablet.

La primera vez que sales de HBO Familia al HBO con todos los contenidos, incluyendo todas esas escenas de True detective o Juego de tronos que no queremos que vean nuestros hijos a tan tierna edad, nos salta la opción de establecer un pin (contraseña).hbo3Si lo ponemos, a partir de ese momento cada vez que queramos salir de HBO Family nos lo va a pedir. Procurad, eso sí, escribir el pin sin los niños delante o tendréis que cambiarlo de nuevo, porque los números se ven por un instante antes de convertirse en bolitas grises y a los nueve años se tiene vista de lince.hbo5El mayor inconveniente que le veo al control parental es que si yo no quiero que mi hijo de cinco años vea los contenidos juveniles en los que priman superficialidades y amoríos, técnicamente no hay manera de evitarlo. No hay forma de ofrecerle solo los contenidos clasificados como «para los más pequeños». Desde el perfil de usuario lo único que se puede hacer es restablecer en cualquier momento la contraseña, si se nos ha olvidado o nos la han cazado.Netflix, que también da la opción a poner un pin, sí que permite jugar con cuatro tramos de edad.netflix

También permite crear varios perfiles personalizados, uno para cada miembro de la familia.

Y otra cosa interesante que mucha gente no conoce. Desde la configuración de nuestro perfil podemos cotillear el historial de visionados conjunto para comprobar que no han conseguido hacernos trampas y ver lo que no les corresponde.
mel

‘Kanagawa’, un juego de mesa ágil, fácil y precioso para jugar en familia

Hace mucho que no recomiendo un juego de mesa por aquí, con lo que me gusta ir contándoos los juegos que más disfrutamos en familia por si os apetece dar una oportunidad a este entretenimiento lleno de diversión y también ventajas prácticas, para niños y adultos. El último fue el Winner’s Circle en diciembre.

Ya iba tocando hablar de este juego, uno de los que más nos gusta desde que lo compramos en las jornadas LES (Ludo Ergo Sum) que son solidarias y que os recomiendo que visitéis con los niños en su próxima edición. Es un buen lugar para aprender, probar juegos de mesa y rol y disfrutar de un ambiente más que sano ayudando además a una buena causa.

Kanagawa me entró por los ojos antes de saber nada sobre él. Ya lo había visto meses antes y me pareció sencillamente precioso. Sé que ni los libros ni los juegos de mesa se deben juzgar por sus portadas (cajas), pero yo soy de las que aprecia mucho que las ilustraciones y los materiales estén bien hechos.

El nombre del juego se refiere a una pequeña prefectura de Japón que artísticamente es famosa por la obra de arte La gran ola de Kanagawa. Un grabado de Katsushika Hokusai que seguro que os suena:

(WIKIMEDIA COMMONS)

Es lógico que en este juego se haya cuidado ese aspecto, porque va de arte. Consiste en aprender de este gran maestro a pintar hermosos cuadros. Con esa ambientación era obligado un buen diseño.

1840: en Kanagawa, la gran bahía de Tokio, el maestro Hokusai decidió abrir una escuela de pintura para compartir su arte con sus discípulos. Tú eres uno de esos discípulos, y lo que más deseas es demostrarte a ti mismo que eres digno del excéntrico y venerable artista. Sigue sus enseñanzas para ampliar tu estudio y pintar tus motivos preferidos (árboles, animales, personajes, edificios), al tiempo que prestas atención a los cambios estacionales para conseguir la más armoniosa de las estampas… ¡la obra maestra de tu vida!

Tu objetivo es mejorar tu estudio y asignar tus pinceles a los paisajes que te inspiran para crear el más bello de los lienzos. Céntrate en la flora, la fauna, los retratos, la arquitectura, o incluso en las estaciones para obtener tus diplomas. Intenta conseguir el mayor número de símbolos de armonía para demostrarte que eres digno del gran maestro Hokusai y ganar la partida.

Pero el juego, más allá de bonito, es bueno. No por nada su autor es el francés Bruno Cathala, creador de juegos como Abyss, 7 Wonders o Five Tribes. De ese último, por cierto, también os tengo que hablar en el futuro.

Admite hasta cuatro jugadores, pero es de esos que funciona perfectamente solo con dos personas. Las partidas pueden durar entre media hora o cincuenta minutos. Lo recomiendan a partir de 10 años, pero nosotros lo estamos jugando con niños de ocho años sin el menor problema. Con niños jugones, probablemente con siete también vaya bien. Es uno de esos juegos que logra tener un nivel de dificultad que permite disfrutar a los pequeños y también a los mayores, sin que a los segundos se les quede corto. Ideal para iniciar a los niños en mecánicas algo más complejas, igual que os contaba del Takenoko (un juego con el que comparte además la estética cuidada y la inspiración oriental).

Se puede encontrar por algo menos de 25 euros. La caja es mediana tirando a pequeña, para los estándares de los juegos de mesa, por lo que es fácil llevarlo en nuestros viajes (pero para jugar en destino, no en el tren o el avión, que tan pequeño no es).

Es un juego de cartas en las que hay representadas diferentes escenas: animales, árboles, personas, edificios y paisajes.Partimos teniendo una estación del año asignada que es el arranque del cuadro y dos pinceles. Se van repartiendo las cartas, algunas no visibles. Van saliendo cuartas y podemos detener el flujo y cogerlas antes de completar la tablilla si así lo deseamos.


Las cartas pueden pintarse, si tenemos el color disponible y pinceles suficientes, o pueden usarse como pinturas para tener más colores. Hay pinturas comodines que restan puntos al final de la partida y algunas que incluyen prebendas como ser jugador inicial, permitir que nos dejen mover más de un pincel en nuestro turno de un color a otro o lograr otro pincel nuevo.


La partida concluye cuando se elabora un lienzo con doce partes y los puntos se consiguen por diferentes vías: por el número de partes del lienzo; por la cantidad de escenas consecutivas que pertenecen a la misma estación (las tormentas son comodines); por la dificultad de las pinturas (las más complejas incluyen puntos extra) y por los objetivos logrados pintando animales, personas, objetivos que también pueden permitir sumar ventajas…

 

Termino con un vídeo que explica cómo jugar mucho más detalladamente de lo que lo he hecho yo. Youtube es un filón para encontrar gente maja y capaz que te explica cómo jugar a un juego sin tener que empollarte las instrucciones, que bien sé que leer las reglas es algo que echa a muchas personas para atrás a la hora de jugar sobre una mesa.

Mi hijo, que tiene autismo, no vive en su mundo. Vive en el nuestro y quiere formar parte de él #DíaMundialAutismo

Mi hijo es tan libre que para él los pasos de cebra, los semáforos, no son más que una bonita decoración.

No entiende el concepto de propiedad, todo lo que hay puede ser suyo y todo lo suyo puede ser del otro, sin protestas.

Le gusta saltar sobre los sofás, meterse en las camas y que le hagas cosquillas y trepar por las estanterías.

Disfruta encontrando papel higiénico o servilletas de papel y convirtiendo la estancia en la que se encuentra en una fiesta llena de confeti blanco que ríete del perrito de Scottex.

No habla, pero se comunica con vocalizaciones, entregándote fotos de su cuaderno o los objetos de su interés, llevándote de la mano… no le falta intención de hacerlo.

Te mira a los ojos y te devuelve la sonrisa. Le gusta que le toquen, aunque no siempre ni por todo el mundo, como todos. Te da besos en la mejilla diciendo “puá”. Cuidado si llevas gafas, que últimamente tiene fijación por quitarlas.

Caminar por el campo cogiendo hojas y ramitas que girar entre los dedos siempre es un buen plan. También subirse a un columpio o zambullirse en una piscina.

En casa le gusta ver vídeos musicales y mirar álbumes de fotos.

No tiene miedo a la oscuridad, duerme feliz sin luz, pero no le gustan los sitios en penumbras como cines, teatros o algunos museos.

No es raro que nos sorprenda. Hace unos días descubrimos que es un as encima de un patinete, contento rodando a toda velocidad.

Ríe mucho, a diario. También protesta cuando no entendemos qué canción exacta quiere que le pongamos en la tele o no consigue algo que quiere, normalmente algo de comer. Apenas le oímos llorar.

Duerme bien y come aún mejor. Lo quiere probar todo, cualquier cosa en un plato despierta su curiosidad. Sabe usar los cubiertos, pero disfruta comiendo con las manos en cuanto te descuidas.

Está sano y fuerte como un retoño de roble. Es raro que caiga enfermo y rebosa energía. Es fácil que te arrolle con alegría si te intentas frenarle interponiéndote en su camino.

Es un tanto cabezón cuando desea algo. A veces se pone nervioso y cuesta manejarle, pero es un niño noble, que no quiere hacer daño.

No vive en su mundo, vive en el nuestro y quiere formar parte de él.

El autismo se manifiesta en él de manera diferente que en cualquier otro. No hay ningún otro niño sobre la Tierra como Jaime. No hay nadie igual a otro, con o sin autismo, por eso hay que intentar conocer a cada persona, evitar que un diagnóstico eclipse a ese ser humano único.

Entender eso, respetar la individualidad de cada uno, sería un gran paso para eliminar prejuicios y falsas creencias, para alimentar la inclusión.

Si alguna vez tienes ante ti a una persona con autismo, intenta conocer a esa persona más allá de etiquetas diagnósticas.

Si has llegado a conocer a una persona con autismo, no creas que ya sabes más o menos como son todos los que tienen TEA, o síndrome de Down, o lo que sea.

¿Para qué sirven los días internacionales? ¿De verdad son útiles? #DíaMundialAutismo

Este lunes es el Día del Autismo, ya sabéis, el día de vestir de azul y poner globos de ese color en el balcón; el día de compartir información en redes sociales impulsando los hahstags que representan a las personas con autismo y a aquellos que les amamos.

Un día al año para hacernos ver cómo sea
, para que se vean también nuestras necesidades y nuestras problemáticas, para que se nos entienda, para que se nos tenga en cuenta, para desterrar falsos mitos, para buscar la normalización, para informar… No por nada el nombre exacto es Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.

Muchas tareas que son de todo un año pero que brillan concentradas cada dos de abril, durante todo el mes de abril de hecho, desde que en 2007 lo instauraran desde las Naciones Unidas.

¿Para qué sirven los días internacionales? ¿De verdad son útiles?

Creo que todos nos lo hemos preguntado alguna vez, incluso lo hemos debatido con otras personas. Hay una aparente sobresaturación de días designados en el calendario. Días relacionados con asuntos relevantes, como el autismo, el cáncer infantil, el alzhéimer, el síndrome de Down o las enfermedades raras, que se unen a otros mucho más frívolos como el día del zombie, de Star Wars o incluso el pistacho o la tarta de manzana. Días que marcan las agendas de unos medios de comunicación que también se plantean cada vez más si apuntarse a esos carros es más oportunista que otra cosa, si no es mejor escribir de esos temas relevantes me refiero a autismo, alzhéimer o cáncer infantil, no al pistacho, claro) en cualquier otro momento del año en el que además no haya tanto publicándose a la vez.

Por cierto, un inciso por si me leen compañeros de oficio:

Yo creo que días como el del autismo sí tienen sentido, aunque nos cansemos de estar cada año informando de lo mismo, aunque parezca que ya está todo dicho. Mientras siga reinando la desinformación, las creencias erróneas, las necesidades no cubiertas, es una oportunidad a aprovechar para que se nos vea, se nos entienda, para reivindicar e informar.

Os animo a leer este hilo:

Para organizar actividades inclusivas, divertidas, formativas… Actividades como la carrera popular que se organiza cada año en abril en Madrid y en la que siempre participamos. Pero hay muchas más iniciativas por toda España que os animo a explorar, acudiendo a webs y redes sociales de las distintas asociaciones.

El sentido del día del pistacho y que los medios nos lancemos a darle eco con entusiasmo, es otro asunto bien distinto.

(ONU/MARK GARTEN)

Termino con un texto de la ONU vinculado a la instauración del Día Mundial para la Concienciación sobre el Autismo:

El autismo es una afección neurológica permanente que se manifiesta en la primera infancia, independientemente del género, la raza o la condición social y económica. El término espectro autístico se refiere a una serie de particularidades. Un apoyo y un entorno adecuado y la aceptación de esta variación neurológica permiten a aquellos que padecen trastornos del espectro autístico disfrutar de las mismas oportunidades y participar de manera plena y eficaz en la sociedad.

El autismo se caracteriza principalmente por peculiaridades en la esfera de la interacción social y dificultades en situaciones comunicativas comunes, modos de aprendizaje atípicos, especial interés por ciertos temas, predisposición a actividades rutinarias y particularidades en el procesamiento de la información sensorial.

El índice de autismo en todas las regiones del mundo es alto y la falta de comprensión produce fuertes repercusiones sobre las personas, sus familias y las comunidades.

La estigmatización y la discriminación asociadas a la diversidad en el ámbito neurológico siguen siendo los principales obstáculos para el diagnóstico y el tratamiento; se trata de una cuestión que deben abordar tanto los encargados de la adopción de políticas públicas de los países en desarrollo como los países donantes.