El 2 de abril fue el Día mundial por la concienciación sobre el autismo, un día designado por la ONU para precisamente erradicar prejuicios que rodean y perjudican a las personas con TEA, falsas creencias como que son violentas, son incapaces de integrarse en sociedad, les gusta estar aislados, no empatizan… Un día para informar de manera correcta.
El 6 de abril en La Ser, en el programa La vida Moderna de David Broncano, Quequé e Ignatius Farray, se habló del autismo y del ásperger de un modo que da pábulo a esas falsas creencias. De una manera que iba mucho más allá de lo que, a mi parecer, contemplan los límites del humor, de los que tan en boga está hablar hoy en día.
Aquí tenéis el vídeo:
Aquí una pequeña transcripción que he hecho de la charla:
Quequé – Si en este programa hemos convenido que el pádel es el tenis de los discapacitados, ¿en qué lugar deja esto al bádminton?
Broncano – El bádminton es más difícil que el pádel, en mi opinión.
Ignatius – El bádminton es más difícil, pero es más gilipollas. El bádminton serían los asperger, los ‘messis’ de la vida, que te hacen una cosa bien, por ejemplo mete goles y come coños de puta madre, pero en lo demás es socialmente inútil.
Quequé – Yo te lo compro, pero yo veo más que el autismo sería el squash, por que el squash es muy de pám, púm, pám! (acompañado de gestos de dar raquetazos con violencia)
Broncano- En el squash te metes en una jaula acristalada y te reviento aquí a hostias a la pared.
Desde ese día, y han pasado cuatro, numerosas personas vinculadas con el autismo han solicitado a los presentadores que se retracten. Hay además una petición con casi 12.500 firmas en Change pidiendo unas disculpas públicas.
Es muy difícil hacer humor, aquellos que se adentran en este terreno y saben pisarlo con firmeza tienen todo mi respeto, porque requiere de una sensibilidad especial que permita distinguir de qué, hasta dónde, hasta qué punto podemos reírnos de algo o alguien y de qué manera, sin autocensurarse injustificadamente. Pero incluso los que mejor se mueven sobre esas arenas, que estoy de acuerdo en que cada vez son más movedizas, pueden meter la pata, medir mal, pasarse de frenada, dejarse llevar por el directo estando entre amigos y ofender injustificadamente.
Este es un ejemplo de ofensa injustificada en nombre del humor y además nociva. Cuando eso sucede, no debería pasar nada por pedir disculpas. Todos erramos en nuestros oficios. Todos metemos la pata alguna vez. Somos humanos.
Y, a su manera, en este caso las disculpas han llegado en el arranque del último programa, en su tono y extendidas. Y yo, a título particular, las acepto.
Broncano – Y ahora sí. Este es otro colectivo más que se ha enfadado. Se ha enfadado otra gente. Se ha enfadado la Asociación Española de Autismo, de autistas. Vamos a ver… ¡Juan Ignacio!
Ignatius – Este papel me lo pasas a mí.
Quequé – El autista del programa.
Ignatius – Vamos a ver, desde todo el cariño. Yo pude derrapar a lo mejor con algún comentario.
Broncano – Pudimos, pudimos.
Ignatius – Empezamos a liarnos, con el bádminton, el asperger… Bueno, las bromas.. Yo quiero simplemente aprovechar la oportunidad, señoras y señores, desde el cariño. Y no quiero que esto se pueda malinterpretar de nuevo para crear confusión y malentendidos. Con todo el apoyo y con todo el cariño (se despoja de la camiseta) ¡Todo el mundo con el asperger! ¡Todos con el autismo!.
Broncano – Ha habido un momento muy gracioso por la mañana, porque de verdad no queremos echar más leña al fuego, porque de verdad que no era la intención. Pero esta mañana, como se ha liado un montón y tal, no habíamos pensado nada y hablamos por la mañana vamos a ver cómo porque nos está llegando la de dios por todos lados. Tenéis que ver a Ignatius, porque ahora se ha puesto una camisa pero ha llegado con una camiseta blanca Levis. ¡Ojo eh! Te has gastado dinero.
Ignatius – He sacrificado una camiseta Levis. Cualquier sacrificio es poco por la visibilidad del asperger.
Broncano – Y lleva escrito por él a mano «todos con el asperger» y «todos con el autismo», pero es que ha venido así a la Cadena Ser. Y la gente se cruzaba diciendo ¿pero qué pasa? ¿Pero dónde vas?
Ignatius – Por si la cosa se torcía, tengo este as en la manga. Para que quede bien claro el espíritu conciliador, porque creo que esa es la filosofía que hay en Moderdonia y la gente que nos escucha el programa de siempre se ha dado cuenta de eso. Porque yo puedo derrapar, pero vamos a ver, lo hemos hablado en más ocasiones; no queremos hacer una comedia descafeinada, una comedia aguada, queremos estar al límite, y mantener ese equilibrio, por eso la comedia es un arte, porque no todo vale. El equilibrio es lo bonito, pero digamos que pretendiendo llegar a ese límite, y que todos podamos disfrutarlo y tener un espíritu conciliador, a veces a lo mejor puedo derrapar y pido perdón. Pero también se supone que un cómico no es un oficio cualquiera, a lo mejor cosas cosas que dice un cómico, si las dice un político por ejemplo es intolerable. Pero se supone que alguien en la sociedad tiene que tener cierto margen para meter la pata, a lo mejor no te sale bien en ocasiones, pero otras veces sale bien y todos podemos disfrutar. Y pienso que la fuerza última de la comedia es la conciliación y no el enfrentamiento. Y creo que el espíritu de Mordedonia hemos demostrado que ha sido ese y que no queremos que haya colectivo sin ofender. (risas) Queremos ser desagradables con todo el mundo por igual y sentirnos como hermanos en el mismo barco por una ofensa que no discrimina a nadie. Gracias a todos por entender el espíritu de Mordedonia.
Quequé – Es la ofensa inclusiva.
Broncano – Es preciosa la ofensa inclusiva, es el artículo número 1 de la Constitución de Modernonia. Nos metemos con todos por igual. Podéis ya parar de mandarnos mensajes con lo bonita que es Huelva y ya sabemos que los autistas no juegan al squash, podéis parar también con eso.
Quequé – Perdona, que he aprendido mucho de todo esto. No se dice autistas, se dice personas con autismo.
Esta es la disculpa de la cadena:
La Cadena Ser pide disculpas a las personas y colectivos que se hayan sentido ofendidos por los comentarios vertidos en el programa humorístico La Vida Moderna, emitido la madrugada del pasado viernes 06 de abril. Pese a existir un debate permanente sobre los límites del humor, que podrían contextualizar este episodio, el mero hecho de que una sola persona se sienta ofendida por comentarios realizados en este programa obliga a la Cadena SER a pedir disculpas por ello.
La Cadena SER ejerce un activismo permanente en defensa de la inclusión social y la igualdad de todos los ciudadanos. Compromiso en el que se reitera.