‘Winner’s Circle’, un juego de mesa de carreras de caballos ideal para partidas rápidas en familia

Winner’s Circle es, sin lugar a dudas, uno de los juegos de mesa al que más partido hemos sacado, tal vez uno de los tres a los que más hemos jugado. Un clásico que vio la luz en 2001 de la mano de Reiner Knizia, un autor muy conocido y valorado (al menos entre aquellos que se fijan en el nombre de los creadores de juegos de mesa, claro).

Es un juego sencillo de explicar y de entender. Por nuestra experiencia, niños de unos cinco o seis años ya pueden disfrutarlo, por mucho que en la caja ponga que es a partir de ocho años. Lo pillan al vuelto en cuanto ven desarrollarse un primer turno a poco que tengan algo de interés por jugarlo y aguanten media horita sentados en la mesa.

Y las partidas en las que coinciden niños y adultos están equilibradas, porque aunque se pueden plantear conatos de estrategias y tomar decisiones, lo cierto es que la suerte dictada por los dados manda. Y sobra decir que la suerte no entiende de edades; en nuestras partidas en familia Julia suele ganarnos.

También es un juego rápido. Una carrera se puede desarrollar en unos veinte minutos (se supone que una partida son tres carreras, pero nada impide que juguemos solo una). Que la partida de un juego de mesa no se prolongue demasiado suele ser también una ventaja con niños.

Su sencillez y velocidad favorecen que lo podamos jugar en familia y que sea un éxito cuando hay invitados en casa que quieren algo rápido, fácil y divertido.

Es cierto que la temática de las carreras de caballos con apuestas tal vez no sea la más llamativa para los niños, pero los caballos de colores es raro que no les gusten, y lo de echar carreras es un concepto que también dominan.

Lo mencioné en el blog hace unos años, pero no me he atrevido a hablar en profundidad antes de él porque estaba descatalogado (tiene su gracia que el corrector me haya querido escribir descabalgado). No era imposible encontrarlo, pero sí más difícil y más caro. Pero ya disponemos de una nueva edición en España gracias a Más que oca que tiene un aspecto muy similar a la vieja edición que nosotros contamos en casa.

La reedición ha tenido el suficiente éxito como para que no pueda recomendar su compra de cara a estas fiestas navideñas, porque se ha agotado y hasta mediados de enero no habrá nuevas unidades. El precio supera los cuarenta euros.

Pena que esta nueva edición española, del todo correcta y acorde con la original, no haya dado un paso más allá como hizo la de DiceTree, que ha quedado preciosa. Tiene las figuras pintadas, monedas más realistas y cartas mejoradas, con imágenes. Pero bueno, esa es otra historia que no afecta a la jugabilidad.

¿Cómo se juega?

Admite de dos a seis jugadores que tienen tres fichas de apuestas. Es decir, pueden apostar a tres caballos: a uno doble (su favorito, con el que duplicaran ganancias si gana algo) y a otros dos, apuestas sencillas.  Varios jugadores pueden apostar al mismo animal, de hecho sucederá casi con toda seguridad, y en ese caso habrá que repartir las ganancias (tocará menos dinero a cada jugador).

Para apostar hay que fijarse en las características de cada animal. Los hay muy equilibrados y los hay que algunos aspectos son muy rápidos y en otros muy lentos; también hay sur tener siempre en cuenta que el dado con el que jugaremos tiene tres caballos y solo uno de los otros tres símbolos. Lo indican unas cartas que hay en abundancia y salen al azar. También es importante valorar en qué posición empiezan. Los de los primeros puestos parten con ventaja.

Se tira el dado, cada jugador por orden, y va moviendo a un caballo que todavía no haya avanzado en ese turno. Puede mover caballos por los que haya apostado él o sus adversarios. Esto permite jugar a ganar avanzando a tus campeones, beneficiando a contendientes  y haciendo surgir alianzas, pero también optando por fastidiando a otros. Algo que le da mucha vidilla al juego.

El primer caballo en cruzar la línea de mitad de carrera generará más dinero si es uno de los tres ganadores. El último caballo en cruzar la meta restará ganancias a los que hayan apostado por él.

El objetivo es sencillo, lograr que nuestros caballos queden entre los tres primeros porque ganará aquel jugador que más dinero haya sumado al final de tres carreras (o de una o de cinco, la flexibilidad es bienvenida, sobre todo si hay niños presentes).

Un juego en el que los niños harán cálculos sencillos, empezarán  a pensar en probabilidades, comenzarán a plantearse estrategias de juego y, sobre todo, lo pasarán bien con un entretenimiento social que también enseña a ganar y a perder.

1 comentario

  1. Dice ser LaCestitadelBebe

    Buenas,

    buen juego, pinta muy bien, este para el año que viene que los pille un poco más creciditos.

    Gracias,

    Besos!

    Anabel

    11 diciembre 2017 | 08:10

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