¿Por qué no hablamos de adicción a los libros o al bricolaje y sí a los videojuegos?

Las aguas de la adicción a los videojuegos están muy revueltas. Y que conste que no quiero tomarme a la ligera que alguien esté tan absorbido por algo como para que impida su desarrollo personal, familiar o profesional. En absoluto, pero creo que se está creando una alarma innecesariamente elevada.

Hace un par de días me desayuné esto en twitter a cuenta de Fortnite:

Llueve sobre mojado. Fue noticia el pasado mes la apertura de un centro en Madrid para tratar la adicción a las nuevas tecnologías en general y a los videojuegos en particular.

La comunidad de Madrid ha puesto en marcha un servicio especializado de intervención en adicciones a las nuevas tecnologías, que ha presentado el consejero de Políticas sociales y Familia, Carlos Izquierdo. Este recurso de prevención e intervención atenderá a adolescentes entre 12 y 17 años con conductas de uso inadecuado, abuso o dependencia de las nuevas tecnologías.

(GTRES)

Y a comienzos de año teníamos a la Organización Mundial de la Salud contando que incluirá el trastorno de la adicción a los videojuegos en su nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11). Algo no exento de polémica.

En marzo de este mismo año fue noticia la oposición pública de un grupo de expertos a considerar la adicción a los videojuegos.

36 expertos internacionales en salud mental y científicos sociales y académicos de centros de investigación y universitarios (incluyendo la Universidad de Oxford, la Universidad John Hopkins, la Universidad de Estocolmo o la Universidad de Sidney) han mostrado su frontal oposición a la idea de la OMS.

El estudio se titula “Una débil base científica en la consideración de los videojuegos como adicción: seamos cautos” (A Weak Scientific Basis for Gaming Disorder: Let us err on the side of caution). Considera que «existe mucha confusión –incluso entre los que defienden el diagnostico- sobre qué es exactamente la adicción a los videojuegos». Dicen los autores que «la calidad de base empírica existente es baja» y que «formalizar un tipo de conducta como desorden mental con la intención de profundizar en una investigación colisiona con su objetivo clínico». Además, «no se ha aplicado (aún) ningún estándar científico sólido».

Lo de la OMS llegó de nuevo con muchos textos en los medios que no se agarran a lo llamativo generando una alarma innecesaria , por ejemplo mediante comparaciones del todo equiparables (modo irónico on). Ojo aquí a El Mundo “Las personas que sufren una adicción están enganchadas, acaban haciendo girar su vida en torno a algo, ya sean los videojuegos, la cocaína, el alcohol o las tragaperras».

¿Cocaína? ¿Alcohol? Sé bien que puede haber adiciones sin sustancias. Yo soy de las que tengo que autorregularme porque tiendo a entregarme con excesiva pasión a aquello que descubro de nuevas y me entusiasma, me ha pasado en diferentes etapas de mi vida con los libros de fantasía épica y la ciencia ficción, lactancia y temas de crianza asociados, la acuariofilia, el manganime, montar a caballo, la etología y, sí, también los videojuegos.

En realidad lo que he visto que más críticas recibió recientemente en nuestro país fue un reportaje de TVE sobre la adicción a los videojuegos. Aquí, aquí, y aquí tenéis algunos ejemplos, aunque probablemente lo más sangrante fue el reproche de uno de los chavales que decidió valientemente dar la cara en el reportaje tras pasar por el Proyecto Hombre para ver luego manipulado todo lo que quiso transmitir.

Insisto en que no hay que tomárselo a la ligera. No digo que no pueda existir una adicción a los juegos. Pero para mí los videojuegos son más equiparables a otros entretenimientos como la lectura, el visionario de series o películas, la jardinería o pintar maquetas. Está genial vivir con pasión tus aficiones, pero manteniéndolas bajo control, no permitiendo que ellas te controlen a ti. Por supuesto no puede ser que robes tantas horas al sueño que acudas zombi al trabajo, que dejes de comprar y cocinar saludablemente, que día sí y día también comas porquerías porque tu hobby te absorbe, que no te relaciones apenas con otros, que dejes de salir a la calle a disfrutar de la primavera, que suspendas, que gastes tu dinero en ello en exceso y sin lógica detrás, que tu vida se quede pequeña.

Lo mismo en breve están hablando de adicción a las plataformas que emiten series y películas por streaming, no lo descarto. También es algo nuevo, por tanto algo que asusta.

Aunque los videojuegos ya no son nuevos, por mucho que películas y sobre todo libros les saquen ventaja; yo tengo 42 años y llevo jugando desde que a los 9 conseguí que me regalaran un MSX por mi comunión, pero siguen sonando a tal en muchos círculos. Preocupan, asustan, sobre todo a aquellos que menos los conocen. Siguen siendo mal comprendidos.

Como con los libros y películas, hay mierdas y hay maravillas, hay productos y hay obras de arte. Como en los libros, hay todo tipo de géneros y títulos para todas las edades y gustos. Al contrario que los libros, muchos permiten jugar socializando, en vivo y en directo y en la distancia. Los hay que incluso permiten pasar ratos agradables y productivos en familia. Hace poco os hablaba de Nintendo Labo, nos lo hemos pasado muy bien doblando cartones estas (y lo que nos queda). Y hace poco mismo empezamos a disfrutar en familia de Horizon. Uno juega y los otros miran y comentan, como disfrutando juntos una película interactiva, con palomitas y todo.

(GTRES)

Una muestra de que es un pasatiempo veterano es que de esto de la adicción a los videojuegos lleva hablándose además mucho tiempo. Voy a retroceder una década, a junio de 2007.

Un grupo de médicos ha dado marcha atrás el domingo a una controvertida propuesta para designar la adicción a los videojuegos como un desorden mental comparable al alcoholismo, y añadieron que los psiquiatras deberían estudiar más el asunto. Los expertos en adicciones además se opusieron a la idea en un debate en la reunión anual de la Asociación Médica de EEUU y dijeron que eran necesarios más estudios para considerar que el uso excesivo de los videojuegos – un problema que afecta a alrededor del 10% – es una enfermedad mental.

«No hay nada que sugiera que es una compleja enfermedad psicológica comparable al alcoholismo u otros desórdenes por el consumo de sustancias, y no podemos ponerle el nombre de adicción«, dijo el doctor Stuart Gitlow, de la Sociedad Médica Estadounidense de Adicciones y la Escuela de Medicina Mt. Sinai en Nueva York.

Un comité de un grupo de psiquiatras relevantes había propuesto que la adicción a los videojuegos entrara en la lista de desórdenes mentales del Manual Estadístico y de Diagnósticos de Desórdenes Mentales de EEU, una guía utilizada por la Asociación Psiquiatra del país para diagnosticar enfermedades mentales.

En absoluto pretendo descartar la opinión de los expertos que sí lo consideran adicción, pero hay que ser cautos cuando hablemos de adicción a los videojuegos. Una prudencia necesaria en los que trabajan por nuestra salud mental y entre los periodistas.

De hecho yo me inclino a coincidir con aquellos profesionales de la psiquiatría y la psicología que lo que creen es que es un síntoma de que algo no va bien, de que en la dinámica familiar algo ha fallado, de que tal vez se ha dejado a las pantallas como niñeras, de que hay un problema subyacente de autoestima, control de impulsos o socialización, por poner algunos ejemplos, que son sobre los que deberíamos trabajar; que el vivir absorto en un juego es consecuencia y señal de alarma, pero que el problema original es otro.

Como explicaba @TaOscuro, el chico que asomó en el reportaje de TVE, en su hilo de Twitter: «a las pocas semanas de entrar en Proyecto Hombre, me dijeron que no estaba adicto a los videojuegos, que mi problema era gestión emocional y que eso hacía que me refugiase a los videojuegos. Me sorprendió que no estuvieran obsesionados como mi padre y quise probar. Durante medio año me ayudaron muchísimo, enseñándome a ver lo que era ser asertivo, no dejarme pisotear por todo el mundo para contentar a cualquiera (cosa que siempre hacía) y lograr el ser capaz de encararme y afrontar los problemas y a las personas. He mejorado mucho. También, al ser terapia grupal, veía a otros que eran adictos a videojuegos, a las apuestas y a los móviles y al final, todo se reducía a la misma raíz: problemas con los padres. El problema, en realidad, no lo tienen los videojuegos, si no que son los padres. Padres, que por cierto, también hacen terapia una vez a la semana e incluso más horas que nosotros, precisamente porque son los que tienen muchas más cosas que trabajar. El perfil casi siempre es el mismo: o por mimar al hijo/a o por despreocuparse de él/ella».

8 comentarios

  1. Dice ser LLL

    La lectura no es un entretenimiento, al menos no para algunos. Alguien que la contempla como tal no está cualificado para escribir artículos de mediana enjundia. Explicarlo sería inutil.

    16 mayo 2018 | 08:41

  2. Dice ser Nell

    Es cierto que un libro te puede atrapar y pegarte una noche despierto para terminarlo, pero raramente pasa de una noche o dos, además no conozco a nadie que se haya saltado una clase / quedada por leer, y no entro en los innumerables beneficios que tiene la lectura, y si hay muchos tipos de lectura, yo misma tengo libros «obligatorios» por mi profesión y otros por hobby que desde luego no tienen nada que ver.
    Para mi la lectura no es comparable a los videojuegos, si es cierto que hay de todos tipos de calidad y de temática como pasa con el séptimo arte por ejemplo, y si por echar unas partidas no pasa nada, es más se puede aprender a trabajar en grupo u otras habilidades en función del juego, pero tampoco pasa nada por quedar con los amigos a echar una partida de poker de vez en cuando, el problema es que al igual que con el juego puede enganchar y si eso se da es una adicción, y sí siempre suele tener como todas las adicciones un trasfondo de problemas. Pero no hay que negar lo evidente los juegos online pueden provocar adicción, evidentemente no por jugar a uno la tienes, eso ya va en función de las horas que le dediques y los planes que canceles por jugar, seguramente el porcentaje de jugadores adictos sea muy bajo pero existir existe.

    16 mayo 2018 | 11:26

  3. Dice ser Itziar

    El comentario de Nell, que dice que no conoce a nadie que se haya saltado una clase por leer… Yo recuerdo estar tan fuertemente enganchada a los libros de joven, que no podía parar de leer. Me llevaba el libro a la ducha y lo posaba en el vater; asomaba la cabeza por la cortina y seguía leyendo. Incluso en clase, guardaba el libro debajo del pupitre y cada vez que el profesor no miraba me ponía a leer a escondidas. Yo creo que incluso se daban cuenta pero no me decían nada porque no lo consideraban «malo», pero bastantes clases me perdí totalmente desconectada por estar leyendo por debajo de la mesa.

    16 mayo 2018 | 18:15

  4. Dice ser Sigh

    Yo me he saltado clases por leer. Me he quedado sin dormir por leer. He pasado de quedar con los amigos por leer.
    Tambien lo he hecho alguna vez por ver una serie.
    Y tambien por los videojuegos, claro.

    Lo que la gente no comprende es que, en muchas ocasiones, un videojuego trata de hacer lo mismo que una pelicula, una serie o un libro: CONTAR UNA HISTORIA.

    Las «ventajas» de hacerlo de una forma o de otra son evidentes.
    Con un libro, dejas todo a tu imaginacion, lo cual puede dar mejores resultados que la mejor pelicula de Hollywood. Pero te lo tienes que imaginar.
    Con una pelicula o serie, ves lo que esta pasando sin tener que hacerte una idea mental de los hechos.
    Con un videojuego, ademas, participas en los hechos.

    Pero la finalidad es la misma, contar una historia.
    Por eso no entiendo a la gente que demoniza esto ultimo, porque «trae violencia» y vuelve «inutiles» a las personas.
    Aunque por otra parte estoy casi seguro de que la sociedad en su conjunto criticaba de la misma forma a la gente que, hace cientos de años, aprendia a leer y lo hacia por placer.

    En fin, a lo que quiero llegar es que, como casi todo, es obvio que puede causar adiccion.
    Acaso la television no la causa? Sean series o bien el «Salvame» o «Operacion Triunfo» o «Al Rojo Vivo».
    Los libros tambien pueden causarla. Sabe Dios que si tuviera en mis manos un ejemplar del 3er libro de la saga de Kvothe o el 6º de Cancion de Hielo y Fuego, no estaria delante del pc ahora mismo.

    Pero tambien enseñan mucho. Un libro puede enseñarte mucho, aun leyendolo por placer. Una serie o una pelicula tambien puede enseñarte cosas. Y, como no, un videojuego tambien.

    De etica y moralidad, descubriendo las historias de heroes que hacen lo correcto o siendo tu el mismo protagonista y viendo los efectos de tus acciones sobre otros.
    De juego en equipo y respeto, jugando online con otras personas de diversas culturas, razas y formas de pensar, haciendo colegas gracias al juego.
    De historia y cultura, ya que afortunadamente abundan los juegos historicos de diversos generos, basados en hechos reales y que los relatan con mayor o menor precision historica dependiendo del juego.
    De ingles, y aunque solo sea por esto ya es una gran razon. Una parte enorme de mis conocimientos sobre ese idioma proviene de jugar online y/o a juegos que solo disponen de subtitulos, o ni eso.
    Por no hablar de que en la mayoria de juegos te ves obligado a leer, lo cual te ayuda a hacerlo mas fluido y a cometer menos faltas ortograficas. Y joder, eso hace mucha falta hoy en dia.

    Podria seguir, hay muchisimas razones, pero creo que captais el punto.

    Por cierto, #1, no estoy de acuerdo contigo. La lectura en si es una aficion, un entretenimiento. Lo haces por placer, al igual que ves la television o juegas a un juego.
    Si no te gusta, por que lo haces?

    Si la respuesta es que «Es tu trabajo», pues haber elegido otro. Tambien hay gente que tiene que controlar lo que se emite por television y se pasa el dia tragandose todo, le guste o no, ya que es su oficio y le pagan por ello. Existen tambien beta tester de videojuegos, que se dedican a probarlos exhaustivamente antes de que lo lancen al publico, les guste la tematica y el genero o no. Les pagan para ello.

    Un saludo.

    16 mayo 2018 | 18:44

  5. Dice ser rafa

    La lectura no es un entretenimiento… para algunos. Pues claro, para otros sí. ¿Entiendo que quieres decir que quien considera la lectura como entretenimiento no es capaz de escribir con «enjundia»? Explica esto, porfa, que inútil no va a ser.

    16 mayo 2018 | 19:13

  6. Dice ser Manuel

    Nell, estoy en total desacuerdo contigo. Un libro, al menos a mí, me engancha cada noche más, porque cada vez me adentro más en la historia. Me pongo en mi silla, con mi cojín, mi reposapiés y ale, pasan las horas volando por la noche. Un saludo!

    19 mayo 2018 | 11:50

  7. Dice ser TipodeIncognito

    Buenas a todos:

    Primero nombrar:

    Nell:
    «pero tampoco pasa nada por quedar con los amigos a echar una partida de poker de vez en cuando»

    ¿mejor? ¿tampoco pasa nada? Mira que das un ejemplo sano, pero te vas a nombrar un juego de azar y apuestas que arruina la vida de personas al jugarse el dinero. Una mala opción y no me vengas con que existe el poker sin dinero, no es un argumento valido aquí, también existen los juegos de aprendizaje.

    «Es cierto que un libro te puede atrapar y pegarte una noche despierto para terminarlo, pero raramente pasa de una noche o dos, además no conozco a nadie que se haya saltado una clase / quedada por leer,»

    He hecho novillos para leerme cómics y libros, he estado en la sección de Fnac en horario escolar leyendo libros porque son muy entretenidos. Así que si, hay gente que falta a clase para drogarse, para jugar a videojuegos, para irse a jugar al fútbol, para dormir, jugar a las cartas,etc. No te lleves las manos a la cabeza sin mirar todo.

    LLL:

    «La lectura no es un entretenimiento, al menos no para algunos. Alguien que la contempla como tal no está cualificado para escribir artículos de mediana enjundia. Explicarlo sería inútil.»

    Eres un genio, para mi los juegos no tienen porque ser ocio si los programo, los pruebo como beta tester o me encargo de evaluarlos para determinar su edad de uso recomendada. Solo son unos pocos ejemplo de como un videojuego no tiene porque ser ocio. Igual que con los libros. Conclusión de lo que dices: Tonterías

    16 noviembre 2018 | 12:56

  8. Dice ser Gurb

    Me gustaba leer. Ahora ahora odio los libros. Mi marido desde que se despierta, hasta que se acuesta, sólo lee . No habla. Si le hablas o le acaricias, pone mala cara porque tiene que despegarse del libro. No hace nada con nadie. Si salimos hasta paseando lee. En la playa ni se baña. Sólo lee. Vive la vida a través de los libros. No hay comunicación. Ni planes, ni pregunta por nada ni por nadie. Y decir esto suena cómo muy fuerte porque un lector empedernido, socialmente es un Dios. Le he pedido el divorcio. He llegado a la situación que cuándo conozco a alguien, lo primero que me interesa de esa persona, es que no lea.

    12 junio 2021 | 11:47

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