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A ‘Los Increíbles 2’ solo se le puede echar en cara que nos haya hecho esperar catorce años

El pasado miércoles tuve la oportunidad de ver, rodeada de niños, la segunda parte de Los Increíbles. Una película que se estrena en España este primer fin de semana de agosto pero que ya viene precedida por un estreno en otros países arropado por estupendas críticas y números en taquilla.

Entré a la sala contando desde mis redes sociales que la primera parte puede que no fuera la obra maestra de Pixar, pero que tenía una calidad muy alta. En mi podio de cintas ideadas por John Lasseter, el primer puesto es para Wall-E (de cuyo estreno se cumplirán este agosto diez años), pero Los Increíbles es realmente más que notable, una película excelente de la que disfruté mucho en su día y con la que volví a pasármelo bien al revisitarla siendo madre.

A mi parecer, Los Increíbles 2 la supera. Efectivamente, es uno de esos raros casos en los que las segundas partes son incluso mejores que las primeras. Es inteligente, todos los personajes están bien dibujados y te dejan con ganas de pasar más tiempo a su lado, presenta conflictos creíbles, tiene un ritmo envidiable e introduce de maneras acertadas nuevos personajes, destacando el carismático villano, que tiene su fondo y forma.

La estética es sencillamente una maravilla, en ella se paladean los años cincuenta y sesenta, la series y películas de superhéroes clásicas, incluso me acordé viéndola de los supersónicos y de esa zona de los parques de Disney dedicados al futuro que Tomorrowland no supo hacer brillar. Artísticamente es impecable.

Nos gustó tanto a todos los que estábamos aquel día en la sala que hubo un aplauso generalizado al acabar, algo que sucede raras veces.

Solo hay algo que se le pueda echar en cara a esta cinta, y es que nos hayan hecho esperar tanto por la segunda parte. Los Increíbles se estrenó en 2004, los niños que la vieran con diez años ahora tienen 24. Yo era una veinteañera que fue al cine en pareja y ya tengo 42 y dos hijos.

Ojalá para la continuación de esa otra pequeña gran maravilla de Disney que es Big Hero 6 no haya que aguardar tanto.

Al menos tanta espera ha merecido la pena.

Hay películas de animación que en los avances te destripan prácticamente todo el argumento y las mejores bromas. No es el caso de Los Increíbles 2, algunas de las bromas más graciosas sí que están en los trailers, pero hay más. Y sobre todo hay mucho más allá de las risas.

Tiene un ritmo excelente, personajes bien dibujados, diálogos inteligentes, un villano complejo y memorable (se come la pantalla en todo momento) y también humor, que levanta el conjunto para todos, pero sobre todo para los más pequeños. Aunque tal vez a los muy, muy pequeños (de tres a cinco o seis años) les resulte algo árida. 

No quiero, por tanto, contar demasiado del argumento. Diré simplemente que la película retoma la historia exactamente en el punto en el que se quedó hace catorce años, por lo que puede ser recomendable tener fresca la primera parte antes de ir al cine.

También que tiene un par de mensajes de fondo de calado. El que primero encontramos es una lección sobre cómo vivir en pareja, en familia. La necesidad de hacer equipo, de ser flexible y asertivo, de saber adaptarse y apoyarse mutuamente. Es tal vez el que esté peor construido, porque se recrea en el arranque demasiado en la inutilidad del padre increíble para poner en valor a la madre, auténtica protagonista de la historia aunque toda la familia lo sea.

 

El segundo, secundario además y metafórico, es la necesidad de levantar la vista de las pantallas, de saber que son un elemento útil pero que entraña sus riesgos.

Atención además a dos de los nuevos personajes que aparecen, carismáticos y fantásticos para ejemplificar como un mismo suceso traumático se puede encarar de formas muy distintas, de cómo nos puede ayudar a crecer y ser mejores o llevarnos por un rumbo equivocado.

Igual que su predecesora, puede que no sea una obra maestra, pero se le acerca mucho.

Las cinco nominadas al Oscar a la mejor película de animación. ¿Cuál creéis que ganará?

Este martes supimos qué películas han obtenido una nominación a los Oscar. Entre esas nominaciones, por supuesto, se encuentra la categoría dedicada a los largometrajes de animación. Una categoría en la que abundan los títulos infantiles, por mucho que la animación también sea una forma de expresión dirigida a un público adulto.

Nada más publicarse las nominaciones acudí a conocer a las cinco candidatas.


The breadwinner (El pan de la guerra). Dirigida por Nora Twomey, tiene detrás a Angelina Jolie como productora ejecutiva. Es una producción canadiense e irlandesa, en la que se aprecia claramente la mano del que probablemente sea mi animador occidental favorito: el irlandés Tomm Moore, que codirigió con Twomey la deliciosa El secreto del libro de Kells y que es responsable de una pequeña maravilla que os recomiendo titulada La canción del mar.

Dirigida al público infantil e inspirada en una novela, narra las vicisitudes en Afganistán de una niña que, a modo de moderna y realista Mulan, decide aparentar ser un niño para sobrevivir. Incluye elementos fantásticos y no he sido capaz de encontrar cuando se estrenará en España, peor habrá que estar pendientes porque no creo que dure mucho tiempo en cartel ni que la proyecten en muchas salas.

Loving Vincent es otra película que apunta buenas maneras y que aún no he tenido la oportunidad de ver, aunque se estrenó el pasado 12 de enero en España. Su mérito es artístico; se trata de la primera película hecha al óleo y en ella han participado 120 artistas de primer orden de todo el mundo.

En total han creado más de 65.000 fotogramas animados (cuadros al óleo de la misma medida en realidad) para recrear a lo largo de 95 minutos la obra de Vincent Van Gogh. Es una producción polaca y británica. Sus directores, Dorota Kobiela y Hugh Welchman, se enfrentaron a bastantes retos para lograr la financiación de una obra que pudo haber sido un corto.

Coco es la gran apuesta de Disney Pixar de este año. También una de las favoritas. No son pocos los que se alegrarían si la cinta de Lee Unkrich y Adrián Molina se llevase el galardón, interpretándolo como una colleja simbólica a las políticas migratorias de Trump.

Os confieso, no sin cierto apuro, que no la he visto aún. De hecho creo que es la primera vez en mucho tiempo que se me escapa uno de los principales títulos infantiles de esta compañía. Se unieron unas navidades complicadas con el hecho de que mi hija se negó a ir al cine a verla. Cuando Julia era más pequeña iba tan contenta al cine, daba igual lo que fuéramos a ver. Desde hace pocos meses me pide ver se niega a ir al cine a ciegas, me pide ver el trailer y que le cuente de qué va, y ya ha pasado en tres ocasiones que no ha querido ver la película. Parece que a sus ocho años está empezando a desarrollar sus gustos, pero eso nos ha dejado sin ver Coco. Por eso no hubo reseña de la película en el blog. La quiero ver no obstante, para comprobar si soy de las que se emocionan con ella o de los que se quedan fríos con su visionado. También para comprobar hasta qué punto me recuerda a El libro de la vida, una de nuestras películas favoritas en casa y en la que muchos pensamos tras ver el primer trailer de Coco.

Ferdinand. De nuevo otra película que debería haber visto, pero aún no hemos tenido la oportunidad. Íbamos a ir al pase familiar de la distribuidora, pero las circunstancias se nos torcieron. Sinceramente, vistas las críticas y puntuaciones, no creo que tenga ninguna posibilidad de llevarse el Oscar, pero estar en la terna ya es un éxito.

Una película dirigida por Carlos Saldanha de la que se extrae un mensaje antitaurino (algo que comparte con El libro de la vida), lo que ha despertado cierto resquemor en este país (y que, incomprensiblemente, cierto medio de comunicación encargará la reseña a su crítico taurino en lugar de a un especialista en cine). De hecho ese mensaje es probablemente la causa de que la historia de este toro, Una nueva visita en 3D a un cuento clásico que trabaja el valor de la diferencia y de la importancia de tener el valor de no negarse a uno mismo.

El Bebé jefazo. El éxito de taquilla del pasado verano, obra de Tom McGrath para Dreamworks. Y la mayor sorpresa que me he llevado al verla presente entre las cinco mejores películas de animación del año, en detrimento de otras como Mary y la flor de la bruja, de Hiromasa Yonebayashi (director de las recomendables Arrietty y El recuerdo de Marnie (ya el año pasado me resultó sorprendente la ausencia de Your Name, el gran éxito de la animación japonesa) e incluso Cars 3.

Sinceramente, no entiendo la presencia de esta película en esta selección, porque está sí que la he visto y reseñado, y aunque los niños pudieran pasar un buen rato viéndola y haya adultos que apreciemos el trabajo que hay tras ella y su intento de exaltación de la imaginación infantil, lo cierto es que no creo que logre remontar el vuelo lo suficiente como para competir a un Oscar.

¿Qué os han parecido a vosotros las nominaciones de este año? ¿Quién creéis que ganará? ¿Qué película echáis de menos en esa selección?

Por cierto, que los mejores cortometrajes de animación que compiten por la estatuílla son:

Os dejo con Lou, el corto que precedía a Cars 3 y que me pareció maravilloso cuando lo vi en pantalla grande.

‘Wonder’, un ejemplo de que la inclusión ideal es posible (en un mundo perfecto)

Tengo sentimientos encontrados con Wonder, una película de emociones que se estrena este viernes basada en el libro La lección de August de Raquel J. Palacio (Nube de tinta), un éxito de ventas que aborda cómo un niño de diez años que se ha sometido a más de una decena de intervenciones se incorpora por primera vez al colegio y que se publicita como «el antídoto contra el bullying«.

Acudir por primera vez al colegio a sus 10 años supone un reto para August Pullman y para toda su familia. Para él porque siempre ha aprendido en casa, tiene el rostro desfigurado y es consciente de ser distinto, de atraer todas las miradas a su paso, con frecuencia acompañadas de la lástima, la repulsión disimulada o el rechazo. Para su familia, porque aman a August y temen que no esté aún preparado, que sufra, que haya niños que sean crueles con él. Una familia integrada (en todos los sentidos) por una madre que hizo muchas renuncias para atenderle, un padre que comparte su afición por los videojuegos y Star Wars y una hermana mayor tímida y madura, que también protagoniza sus propias renuncias a favor de su hermano.

Los temores de Auggie y de su familia se cumplirán, también sus mayores esperanzas. Nuestro protagonista se verá inmerso en una situación de acoso escolar, que en ningún momento se muestra crudamente,  de la que logrará salir gracias a su asertividad, al apoyo incondicional de su familia, la correcta reacción de los docentes y a la aparición de unos pocos buenos amigos que aprender a ver a August, más allá de su apariencia.

Auggie entenderá así que no necesitas ser amigo de todo el mundo, que basta con tener unos pocos buenos amigos: una o dos personas realmente especiales y queridas pueden marcar la diferencia

La película, visualmente atractiva, que ha dirigido con corrección Stephen Chbosky (Las ventajas de ser un marginado), a partir de un guion de Steve Conrad (En busca de la felicidad), recoge la historia en capítulos claramente delimitados a cada uno de los principales los protagonistas, saltando de un punto de vista a otro. Una estructura ágil, que hace que la historia transcurra amena, a lo largo de diferentes historias, diferentes puntos de vista articulados sobre el primer año de colegio de un niño inteligente, loco por la ciencia y con un rostro que le hace querer esconderse tras un casco de astronauta o la máscara de Scream.

El trabajo actoral es solvente. Julia Roberts se desenvuelve perfectamente como la novia de América convertida en una madre entregada (ojo, que hay un claro guiño a Pretty Woman);  Owen Wilson también defiende correctamente el personaje y siempre es un placer ver a Mandy Patinkin en pantalla. Los mejores, sin duda, son los niños: el pequeño Jacob Tremblay como Auggie, sobre el que recae gran parte del peso de la cinta; la dulce y discreta hermana adolescente interpretada por la encantadora Izabela Vidovic y el deslumbrante Noah Jupe como Jack Will, el primer amigo que consigue Auggie.

 

Niños a partir de unos siete años pueden ver la película sin problemas. Es del todo blanca, nada cruenta, y lo único que puede costarles es que hay partes tristes (alguna gratuita, lo del perro era innecesario), sobre todo en la primera mitad de su metraje que es, a mi parecer, la más acertada. Es la parte en la que se plantean los retos, las problemáticas, los traspiés, las zancadillas…

¿Por qué sentimientos encontrados entonces? Pues porque en la traslación al lenguaje cinematográfico se nota en exceso que todo en la historia es demasiado perfecto, no hay nada sucio, todos los elementos brillan demasiado y lo hacen en tonos pastel. Es un ejemplo de cómo lograr la inclusión de un niño, de como superar una situación de acoso escolar desde el universo de Mr.Wonderful, un universo que no existe.  Por tanto, aunque haya puntos en los que emocione, aunque plantee situaciones creíbles, pierde credibilidad por el hecho de que todo sea tan maravilloso: la casa en Nueva York llena de encanto; el colegio que cualquiera soñaría para sus hijos; un director de escuela del que Dumbledore podría aprender a ser empático; un profesor de Primaria heredero directo del que inmortalizó Robin Williams; una familia unida sin una fisura y hermosa por dentro y por fuera… Solo hay un personaje antipático, malvado casi al estilo Disney, que parece una caricatura: la madre del niño que acosa. Todo se aglomera en un cuento sentimental, agradable pero casi del todo hueco.

En definitiva, un compendio de perfección que tiene demasiados finales felices y que hace que el momento final sentimentalmente épico ya nos pille algo exhaustos y salgamos tibios del cine, con la sensación de haber disfrutado de un bonito cuento del todo irreal, tanto como La Cenicienta o La Bella Durmiente.

Os decía que la pueden ver niños de siete años. A partir de esa edad y hasta aproximadamente unos doce años, el visionado puede ser útil, didáctico, sobre todo si lo sabemos aprovechar con una charla posterior. Para los chavales que ya entran en la adolescencia, que han abierto los ojos a que la realidad es mucho más gris y empiezan a coquetear con el cinismo, no creo que ver la película suponga un aprendizaje, más que nada porque es probable que experimenten rechazo a esa visión idílica que sabrán ya que es mentira.

En cuanto a los adultos. Hay gente que es feliz leyendo los mensajes positivos de las tazas y agendas de Mr. Wonderful, gente que en una película busca emoción, evasión, buen rollo, una estética bonita y finales complacientes sin demasiado mar de fondo. Para ellos, es una película perfecta, tanto como el mundo que muestra.

A mí (y creo que a una mayoría les sucederá algo similar) Wonder me entretuvo, llegó a emocionarme en algún momento, pero la moraleja que extraje al final es que la inclusión ideal es posible, pero solo si se intenta en un mundo perfecto, de diseño, y en el que nadie parece tener problemas para llegar a fin de mes.

‘La Lego Ninjago Película’ entretiene pero no cala (aún estamos esperando La Lego Película Definitiva)

El curso pasado tuvimos la ocasión de ver la película de Lego basada en Batman, esa gamberrada que no dudo que a muchos entusiastas de Lego y el universo DC les gustara. No hubo aquí ningún comentario sobre ella porque fue una decepción. Para nosotros y para otras familias con niños que conozco y también acudieron a verla. Tal vez por un problema de expectativas, lo reconozco, pero es que era lógico entrar en la sala de cine esperando una película infantil de una calidad razonable, dado que los mimbres eran buenos: Batman y el resto de superhéroes y villanos de DC en formato Lego.

¿Cómo negar el carisma de Batman? ¿A quién no le gusta Lego, aunque sea un poquito?

En fin, la cuestión es que ni a los niños ni a los adultos que acudimos al cine nos pareció gran cosa, pero tampoco voy a ponerme a profundizar en ello.

Hoy quiero hablar de otra película de Lego que llega este fin de semana a los cines basada en Ninjago, los seis ninjas adolescentes de los que ya hay muchos juguetes y un buen puñado de productos televisivos: tenéis la serie y dos películas en Netflix, sin ir más lejos, que comparten personajes pero no trama con los noventa minutos que ahora se estrenan.

La vi el sábado acompañada de tres niños de entre 7 y 9 años y lo cierto es que a ellos les gustó
. Más que la de Batman, menos que La Lego Película. Se entretuvieron siguiendo las andanzas del ninja verde y sus amigos, les resbaló la relación de conflicto paterno-filial entre el héroe y el malvado, prima de la de Darth Vader con Luke, rieron sobre todo con el arma definitiva y pasaron por alto todo lo demás que no encaja, o sobra, o extraña, que es bastante.

La película, otra gran broma dirigida por Charlie Bean, Paul Fisher, Bob Logan y con guion de los dos últimos y Hilary Winston, no les caló en exceso, aunque es posible que cuando vean los catálogos de juguetes que en breve nos inundarán, pararán un par de segundos más en las páginas que muestren cajas de Ninjago.

Resumiendo, que es una película a la que se puede ir con niños a pasar el rato, sin más.

La Lego Ninjago Película arranca con dos actores de carne y hueso (Jackie Chan uno de ellos) en una escena que recuerda al arranque de La Historia Interminable.
Comparte con otras películas de Lego que llegan a los cines ese guiño de unir nuestro mundo y el de los juguetes, de que esas historias que vemos son la recreación de lo que niños y adultos imaginan mientras juegan. Un acierto diferencial, en mi opinión, de las lego-películas que asoman a los cines.

Y como todo es un juego, como todo podría nacer de la imaginación de los niños, parece que todo vale, que todo es una gran broma salpicada de referencias para el que sea capaz de pillarlas. Ahí es dónde esté película y otras de Lego se pasan de frenada.

No tengo nada en contra de dejarse llevar por la acción y la locura, pero me gustaría obtener más, que medios tienen; me gustaría encontrarme con una buena película que no sólo sea divertida, que también emocione, que no abuse del vértigo y la sal gruesa.

Porque Lego nos encanta, pero no vale con apostarlo todo al carisma de las figuras y los mundos de Lego, que puede que supere incluso al de Batman. Desde la notable La Lego Película (2014), el resto de películas de Lego no han remontado precisamente el vuelo.

No sé vosotros, pero yo aún estoy esperando La Lego Película Definitiva. Mejor aún, La Lego Película Definitiva Definitiva.

Y ojalá llegue pronto, porque hay medios para ello.

‘Titan A.E.’, una película infantil atípica y recomendable para los niños que disfrutan con Star Wars o Marvel

¿Y a cuento de qué vengo yo ahora a hablar de una película que se estrenó hace 17 años? Es posible que os lo preguntéis y con razón.

El motivo es sencillo. La he visto en DVD este verano junto a mi hija de ocho años, y me ha llamado la atención lo atípica que es para un público infantil. Al mismo tiempo, y sin ser en absoluto una cinta perfecta, me parece que puede gustar a muchos niños y también a sus padres.

Lo cierto es que ya vi Titán AE en su día en pantalla grande. Mi santo y yo siempre hemos sido de ir a ver películas de animación bastante antes de tener hijos. Una de nuestras primeras películas juntos fue El rey león, no digo más. De aquel entonces recuerdo que la que sería la última película de Don Bluth nos gustó, sin impresionarnos, y que me compré la banda sonora. En ella aparecían temas de Lit, Texas, Fun Lovin Criminals, The Urge, Bliss o Jamiroquai.

Precisamente esta banda sonora es uno de los motivos por los que es una película atípica para un público infantil. Temas cañeros y actuales (por aquel entonces), muy alejados del Let it go.

Es, además, una película eminentemente de acción cuyos protagonistas no son niños, sino jóvenes adultos. El principal, llamado a ser El salvador de la humanidad y doblado por un joven Matt Damon, solo aparece como niño brevemente al comienzo, cuando logra huir de una tierra que es destruida por una raza de alienígenas que son pura energía y aparentemente invencibles.

Y ahí viene otra rareza. No es frecuente encontrar una ambientación de ciencia ficción en una película infantil. Una ambientación de ciencia ficción tan clásica además, con la raza humana al borde de la extinción, numerosas razas extraterrestres, colonias y naves espaciales y mundos sorprendentes y una estética casi ciberpunk.

Es tan infantil por su guión, por sus diálogos, como pudiera serlo la primera Star Wars. De hecho hay al menos un par de referencias a esta película: hay una frase de la protagonista (asiática, fuerte, lista y capaz y doblada por Drew Barrimore) idéntica a una de Leia sugiriendo bajarse a empujar una nave y ojo a la colonia de Nuevo Bangkok, que lo mismo encontráis restos de la estrella de la muerte. Y a los fans de Star Trek lo mismo les suena el tatuaje que el protagonista lleva en el brazo.

Más cosas que chocan: cuando hay heridas, hay sangre. Sangre roja que gotea (o flota si no hay gravedad). Nada gore, pero en un título infantil sorprende. A un traidor le matan rompiéndole el cuello, no se resbala y se cae por un precipicio ni ninguna torpeza similar habitual en los malvados para niños. Y hay un par de momentos de casi desnudos de la pareja protagonista. Inocentes, llevados con naturalidad y que se quedan en el casi, pero también poco frecuentes. Yo soy de las que esto le da igual mientras no haya sexismo en los roles, también os digo.

Tal vez por todo ello, no funcionó en taquilla. Titan A.E. hizo que 20th Century Fox tuviera que cerrar sus estudios de animación de Arizona, unos estudios que solo habían terminado una película previamente: Anastasia (1997). Si os fijáis, el dibujo de Titan A.E. recuerda mucho al de Anastasia, aunque se nota que procuraron llevarlo técnicamente más allá. Tras el fracaso, la Fox apostó por los estudios Blue Sky, con animalitos parlantes y que se atenían más a las convenciones del cine infantil.

Lo que es seguro es que, por todo ello, no es apta para los niños más pequeños. En EE UU la calificaron como PG, es decir que requiere supervisión de los padres (parental guidance) porque va un pelito más allá del blanco. Otro aspecto que seguro que no la ayudó en taquilla. Lo ideal es a partir de los ocho años de mi hija. Niños que disfrutan con Star WarsLos vengadores y títulos similares.

¿Le daréis una oportunidad?

En noviembre llegará a los cines una nueva película de Pokemon

No sea un gran estreno, uno de esos que copan salas de cine de toda España y a los que cuesta esquivar, pero sí que habrá oportunidad de ver a Ash y a Pikachu en pantalla grande el cinco y seis de noviembre.

Un estreno limitado de la nueva película de dibujos basada en el universo de lo pokemons, que reinicia la saga, que muestra cómo Ash (el niño que viste de rojo y azul y siempre va con gorra, para los despistados), se encuentra con Pikachu y comienzan sus aventuras.

Un reboot que imagino que se explica por el reciente éxito de Pokemon Go, el juego de móviles que copó titulares hace casi exactamente un año y que no está tan desaparecido como muchos puedan creer. Y tal vez engarce con los recientes lanzamientos para la consola portátil de Nintendo Pokemon XY y, más recientemente, Pokemon Sol y Luna.

Yo iré a verla con Julia con toda seguridad. Sin esperar una película que compita en la categoría de animación de los Oscar este año, ni mucho menos. Solo para pasar un buen rato viendo en pantalla grande lo que ya conocemos de sobra.

Los pokemons son como las embarazadas. Cuando esperas a un bebé no dejas de ver barrigas semejantes en otras mujeres. Cuando tienes un pequeño fan de los pokemons en casa te das cuenta de que están por todas partes. En cromos, series, libros, juegos, galletas de chocolate…

Por si hay más padres de esos pequeños fans de los pokemons (que son legión) por ahí, os dejo con la información que están facilitando al respecto:

La película Pokémon ¡Te elijo a ti! es una historia sobre los orígenes del primer encuentro de Ash y Pikachu, así como sus aventuras mientras buscan al Pokémon legendario Ho-Oh. Durante su travesía, el icónico par se encuentra con caras conocidas y con personajes nuevos, como los Entrenadores Verónica y Samuel, e incluso se cruza con un nuevo y misterioso Pokémon singular, Marshadow.

“Al ser una película sobre los orígenes, es la perfecta manera para que las nuevas generaciones de fans de Pokémon experimenten los comienzos de la amistad entre Ash y Pikachu, y ofrece a los fans de siempre una nueva y emocionante forma de ver el inicio de sus épicas aventuras”, declaró Colin Palmer, vicepresidente de Marketing de The Pokémon Company International.

La película Pokémon ¡Te elijo a ti! se mostrará en cines solo durante dos días, el domingo 5 de noviembre y el lunes 6 de noviembre de 2017, en determinados mercados internacionales.

Más información sobre las ubicaciones de los cines participantes, las fechas de venta de entradas y los detalles del evento estará disponible próximamente en www.FathomEvents.com. Los padres y los fans pueden visitar ahora el sitio web para apuntarse y recibir actualizaciones y detalles sobre el nuevo estreno cinematográfico limitado.

‘Cars 3’, terceras partes a veces fueron buenas (una carrera a la madurez)

La tercera entrega de las aventuras de Rayo McQueen, una de las franquicias más rentables de Disney/Pixar, llega este viernes a los cines españoles; una nueva película que deja manifiesto, igual que ya lo hiciera la otra saga de la misma casa, Toy Story, que las terceras partes pueden ser buenas. O al menos pueden ser más que correctas y entretenidas.

Dirigida por Brian Fee, artista gráfico en las dos películas previas, Cars 3 vuela mucho más alto que la segunda y decepcionante entrega. Y remonta el vuelo -aunque tal vez debería decir que rueda más rápido- por muchos motivos, sobre todo a partir de la segunda mitad del metraje.

Cars 3 funciona bien en primer lugar porque supone una vuelta a las raíces; podría perfectamente ser la continuación de la primera película obviando la prescindible Cars 2. También porque toda ella es un viaje al proceso de madurez de Rayo y un descubrimiento de la generosidad que hay en él. Hasta ahora el bólido rojo era como un chaval de esos que siempre quiere ganar, algo chulito, pero al que se lo perdonabas todo porque era encantador y, sobre todo, tenía buen corazón. Los niños que vieron la primera película hace once años ya son jóvenes adultos y se podrán identificar con esa asunción de Rayo, no siempre fácil de aceptar, de que todos cambiamos con el tiempo, que no permanecemos inmutables con el paso de los años, que hay que ir acomodándose a nuestro lugar en el mundo, que debemos ser flexibles, capaces de adaptarnos a esos cambios y seguir siendo felices.

Cars 3 es una carrera a la madurez, de su protagonista, de la saga entera y también de su público.

Mejora además porque reduce considerablemente la presencia de Mate en pantalla.
El papel de amigo graciosillo, inocente y pesado del viejo remolque oxidado está más que amortizado. Es lo más parecido a Jar Jar Binks en el universo Pixar y se agradece que su presencia disminuya en esta película, en la que ya no es el constante compañero de Rayo. También es poco más que testimonial la aparición de los compañeros de Rayo en la primera película y de su novia Sally. En su lugar se abre paso una nueva colección de personajes en la que destacan el nuevo rival, Jackson Storm, y, sobre todo, la nueva compañera de aventuras del veterano coche de carreras.

Se trata de una entrenadora de nombre latino -Cruz Ramírez- y orígenes humildes, que encierra en un giro del argumento el mensaje de que hay que tener valor para perseguir los sueños. Un mensaje que convive con un constante homenaje a aquellos que nos enseñaron, que nos guiaron haciéndonos mejores.

Sobra decir que la calidad técnica ha dado un salto espectacular, algo lógico dado los años transcurridos y que ya habíamos podido apreciar en los avances, con la espectacular escena del accidente de Rayo.

Es una película larga para estar destinada al público infantil, casi dos horas. No obstante, el ritmo, sin ser frenético, no decae y mantiene la atención de los niños, con excepción tal vez los que sean muy pequeños. No es la película indicada para acudir por primera vez al cine con nuestro hijo de tres o cuatro años.

Termino con un par de curiosidades relacionadas con el doblaje: podremos escuchar en castellano a Fernando Alonso, echando un cable en los entrenamientos de Rayo y a Carmen Jordá como una corredora.

Y en la versión original también a Paul Newman, ya que aparecen flashbacks de Doc Hudson, el desaparecido e inolvidable mentor de McQueen, que emplean grabaciones de Newman que no fueron empleadas en la primera película.


Concept art de la escena en la que Cruz y Rayo entrenan en la playa.

La saga de libros infantiles ‘Futbolísimos’ será película, el rodaje ya está en marcha

Si hay una saga de libros que triunfe entre los niños españoles que arrancan a leer solo es, con la venia de Geronimo Stilton, la de Los Futbolísimos.

Estos libros que aúnan fútbol y misterios por resolver, una versión moderna de Los Cinco o Los Hollister en modo patrio-futbolero, no han pasado por mi casa dado el nulo interés de mi hija en cualquier asunto que implique el balompié, pero me consta su éxito entre muchos de sus amigos.

Ahí van unos números enormes cuando hablamos de libros: más de 1.250.000 ejemplares vendidos de esta colección, pensada para niños a partir de ocho años. Un éxito fulgurante si pensamos que el primer volumen llegó a las librerías hace apenas cuatro años.

Su autor es Roberto Santiago (también director de cine y guionista), al que conocí el pasado año en la entrega de premios SM (ganó con otro libro infantil, Los Protectores) y que tiene el indudable y enorme mérito de haber hecho disfrutar a miles de niños con la lectura. Cruzo los dedos porque ese gozo arraigue y dé frutos.

El ilustrador, que acertó de pleno al dar luz y color a la pandilla, es Enrique Lorenzo.

Pues bien, aprovechando las vacaciones de verano, ya ha arrancado el rodaje de la película basada en estos libros. Terminará el 2 de septiembre, justo a tiempo de que su elenco infantil reanude el cole.

(@CARLOS MARTÍN)

La dirige Miguel Ángel Lamata (Nuestros amantes, Tensión sexual no resuelta, Isi/Disi: Alto Voltaje, Una de zombis) y adaptará el primer libro, El misterio de los árbitros dormidos.

Espero sinceramente que sea una película entretenida y de buena factura. Es muy difícil hacer buenas películas infantiles más allá de la animación, y las últimas experiencias de adaptaciones españolas no han sido precisamente memorables. Aún recuerdo el desaguisado que hicieron con Manolito Gafotas. Leed los libros del niño de Carabanchel, pero no veáis la película si podéis evitarlo.

La productora explica que han hecho pruebas a unos 5.000 niños para dar con la pandilla perfecta que encarnará a Pakete, el protagonista, Helena (con hache), Toni, Camuñas, Marilyn, Angustias, Anita, Ocho y Tomeo. Los niños actores que se pondrán en sus botas serán Julio Bohigas, Milene Mayer, Marcos Milara, Iker Castiñeira, Martina Cabrera, Roberto Rodríguez, Samantha Jaramillo, Pablo Isabel y Daniel Crego.

También forman parte del reparto Joaquín Carmen Ruiz, Antonio Pagudo, Norma Ruiz, Jorge y Toni Acosta.

De momento, solo tenemos de la película  la imagen que ilustra este post.

Toda la suerte del mundo en la aventura.

Álvaro López (Generación Ghibli): «La animación japonesa aporta diversidad y honestidad al niño»

¿Es Álvaro López Martín el mayor experto en Ghibli de España? Es imposible asegurar tal cosa sin margen de error, pero no me extrañaría si así fuera. Álvaro es el artífice del blog Generación Ghibli y de sus redes sociales, referencia indiscutible en nuestro país para todos los que disfrutamos con las películas procedentes de este estudio japonés con la impronta del artista Hayao Miyazaki.

No se me ocurre mejor manera de llegar a ser experto en cualquier materia que el camino del goce, que es el que ha recorrido Álvaro López. Un goce que se amplifica compartiendo pasión y conocimientos. Y no solo desde el blog y sus redes y desde colaboraciones en otros medios y páginas, Álvaro tiene tres libros publicados relacionados directamente con Ghibli: Mi vecino Miyazaki, Antes de Mi vecino Miyazaki. El origen de Studio Ghibli y, recientemente, El viaje de Chihiro. Nada de lo que sucede se olvida jamás (Ediciones Diabolo).

¿Cuántas veces has visto El viaje de Chihiro? ¿Es la película que más has visto? ¿Es tu obra de Ghibli favorita?
Perdí la cuenta. Sí, es una película que he visto muchas, muchas veces, pero no te sabría decir si es la que más. ¿Sabes qué pasa? Que tengo la manía de dosificar los visionados de las películas que más me gustan, para no machacarlas demasiado en mi cabeza, por lo que no las veo miles de veces seguidas, dejo un tiempo prudencial. Obviamente, escribiendo un libro sobre El viaje de Chihiro (y los libros anteriores sobre Studio Ghibli) he tenido que verla mucho y muy detenidamente. Pero la disfruto siempre porque es una película con muchísimas lecturas y detalles. Es mi película preferida de Studio Ghibli, aunque (casi) todas tienen algo especial que las hace únicas. Pero su director Hayao Miyazaki creo que llegó a la cumbre de su creatividad con ella.

El viaje de Chihiro está protagonizado por una niña. Ese recurso de acudir a la infancia o al menos a personajes muy jóvenes, poco más que niños, es una constante en Ghibli. ¿A qué crees que se debe?
El eje de Studio Ghibli es Miyazaki, y Miyazaki tiene una visión del mundo bastante pesimista, sin embargo no lo traslada a sus películas, al contrario: él promueve la esperanza en ellas, porque es consciente del mensaje que quiere enviar principalmente a los niños. Para él, en el mundo hay bastantes cosas que están mal, pero cree que los más jóvenes pueden cambiarlo. A través de sus películas trata de promover esa idea. Por eso sus protagonistas son niñas y adolescentes, porque quiere que se vean reflejadas en ellas, personajes que superan obstáculos y adversidades para finalmente evolucionar y creer que un futuro mejor es posible si luchan por él.

Pese a ese protagonismo no es una película infantil, al menos no para la primera infancia. ¿a partir de qué edad crees que es recomendable?
A través de mi blog Generación GHIBLI llevo más de siete años leyendo historias de aficionados de todo tipo, y también de gente que tengo alrededor, y me cuentan de todo en cuanto a la edad en la que los niños se fascinan por ella. Dos de mis sobrinos fueron fans absolutos teniendo entre 4 y 8 años, mucha otra gente me dice que la película de pequeños les daba miedo, especialmente la bruja Yubaba. Hay que tener en cuenta que estamos ante una película algo oscura y compleja en su forma, pero absolutamente recomendable para los niños en su fondo, con un mensaje magnífico para ellos que es necesario transmitir sobre el valor de ser una misma, la importancia del esfuerzo para conseguir algo, la amistad, la superación personal… Es una película muy honesta con los niños, y por eso es tan apreciada por los adultos.

Tienes dos libros previos, Mi vecino Miyazaki (2014) y Antes de Mi vecino Miyazaki. El origen de Studio Ghibli. ¿Cuál será tu siguiente proyecto literario?
Pues acabo de publicar El viaje de Chihiro. Nada de lo que sucede se olvida jamás con Diábolo Ediciones, en el que repaso detalladamente la película de Hayao Miyazaki, probablemente su obra cumbre, para que sea entendida en su totalidad tanto por los que la han visto decenas de veces como para los que no; y luego hay algunas ideas que veremos si se llevan a cabo. Siento no poderte decir mucho más, porque son cosas que no están confirmadas y el mundo editorial es complejo. De momento mi libro sobre El viaje de Chihiro está gustando mucho a la gente por los comentarios que me llegan y sus buenas ventas, y me quedo con eso, que para mí es lo importante en mi labor de divulgar la animación de Studio Ghibli en español y que sea cada vez más conocida, extendida y normalizada en nuestro idioma. Y, en cualquier caso, siempre nos podemos encontrar a través de mi blog Generación GHIBLI y sus redes sociales, donde estoy en contacto permanente con la gente.

La animación japonesa arrastra muchos prejuicios, muchos padres creen que es violencia y sexo. ¿Qué les dirías?
La animación japonesa es una forma de contar historias, por tanto no es posible definirla como un modo único de expresión. En la animación japonesa puede (o no) haber violencia y sexo, como puede haber amor, amistad, belleza, poesía, comedia, drama y todo lo que se pueda imaginar. Como lo hay en cualquier medio de expresión artística. Lo de que el anime es violento y sexualizado forma parte de una mirada muy restringida y prejuiciosa, por desgracia aún muy extendida. Te puedo poner ejemplos televisivos occidentales que todos conocemos: si Pocoyó no es lo mismo que Padre de familia, aunque ambas sean series de animación, ¿por qué van a serlo las series y películas de animación japonesas? En Japón se hace animación para niños, para adolescentes, para adultos, para todo tipo de públicos. Y, además, con estilos muy diversos.

Mi hija, que tiene 8 años, adora desde hace bastante a Totoro, Arrietty, Ponyo, Nicky… pero no ha visto Mononoke hasta este año. Justo estoy pensando en ponerle ahora Chihiro. ¿Qué películas de Ghibli recomendarías para iniciar a los niños más pequeños?
Para los más pequeños, Ponyo en el acantilado es una gran opción, una película de lo más inocente pero a la vez de enorme belleza, vistosidad y valores como el amor, la amistad y el cuidado de la naturaleza. Mi vecino Totoro es la película infantil por anotonomasia en Japón, pero es cierto que a niños muy pequeños puede asustarles un poco la estética de Totoro o el Gatobús (salvando esto en casos puntuales, encandila a cualquier niño). Haru en el Reino de los Gatos también gusta mucho a los niños de menor edad.

Después ya, para edades a partir de los 6 ó 7 años, podrían disfrutar perfectamente de muchas otras como Arrietty y el mundo de los diminutos, Nicky, la aprendiz de bruja, Porco Rosso o El castillo en el cielo sin problema. Desde los 8 ó 9 ya se podría probar con El viaje de Chihiro y quizás hacia los 10, La Princesa Mononoke si les gusta el estilo de Miyazaki, ya que esta es más compleja y seguramente haya que explicarle alguna cosa en su visionado, pero es una película tan apabullante y enriquecedora, que merece la pena. Sin olvidar Nausicaä del Valle del Viento, Susurros del corazón (recomendadísima, una oda a la creatividad), El castillo ambulante
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¿Veríais versiones ‘limpias’ de películas con vuestros hijos o preferís esperar a que crezcan?

Esta semana mi compañero Carles Rull contaba en su blog vecino, dedicado al cine, que Sony va a lanzar versiones libres de sexo, palabras malsonantes y violencia explícita de sus películas para un mercado familiar.

Hablamos, entre otras, de películas míticas como Los Cazafantasmas o todos los Spiderman. Y de momento esas versiones ‘lavadas’ estarán disponibles solo en Estados Unidos, en plataformas digitales.

En su texto Carles Rull se lamentaba de esa poda, que altera (a peor) un contenido cultural. Pero planteaba que tal vez permitiera verlas con niños.

Puede que haya un público que demande este tipo de versiones o que les atraiga la idea de poder disfrutar sin “sobresaltos” de una película en familia o con niños pequeños, aunque a veces no sean precisamente los más pequeños los que se ofenden con según que vocabulario, escenas o personajes (poco modélicos).

Así que he decidido traer a este post esta cuestión, me gustaría saber qué os parece la idea. Si creéis que es buena cosa eso de ampliar la oferta de ocio audiovisual familiar a base de sacar tijera.

Yo no lo veo necesario. Creo que la oferta existente ya es suficientemente amplia con lo que se produce a día de hoy. Y siempre tendremos un pasado apto a nuestro alcance. Con Julia he visto y redescubierto maravillas como La historia interminable, Dentro del laberinto, Cristal oscuro, El último unicornio o Willow. La lista es enorme.

Prefiero esperar unos pocos años, que no son tantos, y ver la versión original e íntegra de Los Cazafantasmas cuando crezca que exponerla a otra cercenada. Corriendo el riesgo de que esa película mutilada fuera la que quedara en su memoria cinéfila.

¿Y vosotros? ¿Os parece buena idea la de Sony? ¿Veríais versiones ‘limpias’ de películas con vuestros hijos o preferís esperar?