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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Mochuelo chico y camachuelo mexicano, las nuevas especies de aves que amplían la biodiversidad española

Mochuelo chico, propio del norte boreal, nueva especie reproductora en España. Foto: Javier Train

La asociación SEO/BirdLife ha hecho pública la nueva Lista de las Aves de España 2022, que ya alcanza las 638 especies entre nidificantes, accidentales y raras.

Entre las novedades destaca el mochuelo chico, propio del norte boreal pero del que se acaba de descubrir lo que parece ser un pequeño núcleo reproductor, tal vez colonizador, en el Pirineo central. También se incluye como nuevo nidificante en territorio español una nueva especie invasora, el camachuelo mexicano, que se extiende desde la ciudad de Murcia, un pájaro de jaula cuya expansión puede responder a sueltas, fortuitas o intencionadas.

Este listado supera en número al anterior, de 2019, gracias a la inclusión de 19 especies (13 de ellas observadas por primera vez, una más como especie exótica y cinco debido a modificaciones en la taxonomía). Otras tres han salido de la lista, el sinsonte tropical, la buscarla fluvial y el halcón tagarote, este último por motivos taxonómicos, ya que ha dejado de considerarse especie diferente al halcón peregrino.

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Un pueblo de Burgos lucha contra los topillos criando lechuzas

Una lechuza común sale de una caja nido instalada en Villafruela (Burgos) para el control biológico del topillo. Foto: Daniel Álvarez / GREFA.

Villafruela, un pequeño pueblo cerealista de Burgos cercano a Lerma, apenas 200 habitantes, se está haciendo famoso por luchar contra la plaga de topillos con lechuzas y cernícalos. Una revolución agraria que en realidad tan solo fomenta lo que tradicionalmente se hizo, fomentar que las rapaces controlen las plagas. Se llama control biológico, es ecológico, sencillo, muy barato no contamina y alegra los campos. Lee el resto de la entrada »

La noche no les sienta igual de bien a todos los búhos

A pesar del ruido de la fuerte lluvia que caía pude oírle la pasada noche, potente, inconfundible, en el cortado rocoso de un pequeño valle burgalés. Era un macho de búho real (Bubo bubo), el «gran duque» como lo llamaba Félix Rodríguez de la Fuente, marcando su territorio; presto a iniciar una nueva temporada de cría en este año que acaba de comenzar.

Hacia 1980 detectar uno de estos machos cantarines resultaba muy díficil, pues sus poblaciones eran escasas y se encontraban muy desperdigadas. Últimamente resulta fácil escuchar su impresionante ulular en el campo español, incluso en lugares insospechados. Su facilidad para adaptarse a un paisaje agrario en continua transformación donde abundan las ratas y otros micromamíferos parece ser parte de la clave de su éxito imparable.

Lo mismo ocurre con los cárabos (Strix aluco), los señores nocturnos del bosque. En su caso, el éxito se relaciona con el aumento de las masas boscosas en las cada vez más numerosas tierras agrarias marginales.

Pero la noche no le sienta igual de bien al resto de las rapaces nocturnas españolas. Gracias al programa Noctua de SEO/BirdLife, que estudia el estado de las poblaciones de aves nocturnas por toda España y en el que participan 700 voluntarios dentro de un gran esfuerzo de «ciencia ciudadana», sabemos que mientras las poblaciones de búho real, búho chico y cárabo van en aumento, las de lechuzas, mochuelos y autillos están a la baja. De estos últimos hay ahora entre un 10 y un 15% menos que en 2006.

La conclusión resulta evidente:  Las rapaces nocturnas asociadas a los medios agrarios están en declive, mientras que prosperan las asociadas a medios forestales y arbustivos. El programa Noctua (Tendencia de las aves nocturnas) es una herramienta excelente para conocer cómo les va, año tras año, a las aves de la noche.

Participar en él es tan sencillo como interesante. Escuchar el misterioso reclamo de la lechuza en medio de la oscuridad, cuando todo parece dormido, supone una emoción indescriptible. Comprobar que la noche sigue viva cuando todo se apaga. ¿No te parece interesante?

Si te apetece participar en Noctua, puedes probar tu habilidad con este «vídeo sonoro» preparado para SEO/BirdLife por el naturalista y experto en grabación de sonido Carlos de Hita. En el montaje aparece primero un coro nocturno formado por todas las aves a la vez. Pasados los primeros segundos, empiezan a aparecer individualizadas una por una y con el nombre rotulado bajo el sonograma, para que puedas aprender a distinguir cada una de ellas. De ahí y al campo sólo hay un paso… y la noche.

Foto: Búho Real. Wikimedia Commons.

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¿Quién carga con el mochuelo de la extinción de los mochuelos?

mochuelo

 

“Cada mochuelo a su olivo”.

Cuando era niño, con esta campestre frase mi padre nos señalaba a mis hermanos y a mí la hora de irse a la cama. En esa época (no hace tanto, lo juro), los pequeños búhos de cara infantil eran tan frecuentes en el paisaje rural español como los viejos olivos llenos de agujeros donde éstos se refugiaban. Pero sí. Eran otros tiempos. Seguimos teniendo muchos olivos en España, es verdad. Aunque desgraciadamente ya no son esos ejemplares centenarios que asombraran a poetas como Antonio Machado o Miguel Hernández. Son jóvenes plantones. Muy jóvenes y productivos. Demasiado jóvenes para los mochuelos.

Los olivos viejos fueron arrancados por inútiles. Los que no murieron entonces languidecen ahora en anodinas rotondas y urbanizaciones, obligados monumentos moribundos a la burbuja inmobiliaria. Los mochuelos han seguido un camino paralelo. Les quitamos los refugios de aceitunas mientras regábamos los campos con veneno, condenándoles a desaparecer.

No son exageraciones. Según estudios de los ornitólogos de SEO/BirdLife, la agricultura intensiva, la desaparición de la ganadería extensiva y el abandono rural son los principales responsables de que el mochuelo, al igual que otras muchas aves agrarias, esté en preocupante declive. Ahora mismo hay un 40% menos que hace 10 años. Y muchísimos menos que cuando en la antigua Grecia se le consideraba animal sagrado de la diosa Atenea, símbolo de una sabiduría que, al menos en el sentido agrícola, hemos olvidado.

Aunque no todo está perdido. En el Maestrazgo, en la Sierra de Gata, aún quedan viejos olivares preñados de olivas y mochuelos. Eligiendo como consumidores concienciados esos aceites únicos, de sabores milenarios, seremos capaces de mantener un paisaje muy especial, el de nuestra historia. No nos vaya a tocar cargar con el mochuelo de su extinción.

Aquí os dejo un precioso vídeo del mochuelo. Para que lo disfrutéis y no se os despiste ni su cara ni su canto.

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