Para los no iniciados en biología marina puede parecerles un tiburón raro. Los habituados a los documentales pueden confundirla con las famosas mantas gigantes que filmaba Cousteau. Los submarinistas avezados la identificarán con una manta raya. Pero para los vecinos de Valle de Gran Rey, en La Gomera, es Chano, el chucho negro más confiado del mundo. A quien desde hace cinco años quieren, miman y dan de comer cual mascota mimosa a pesar de su salvaje tamaño: 150 kilos de peso y más de metro y medio de longitud.
Este gigante de las profundidades no tiene un cartílago de tonto. Se ha acostumbrado a acercarse al muelle para reclamar comida a los pescadores. A cambio, se deja acariciar por todos, especialmente por los niños.
Incluso algún valiente/inconsciente no duda en meter su mano dentro de la inmensa bocaza del animal, en plan domador con la cabeza dentro de la boca del león. De momento no hay que lamentar víctimas. Chano es un ser pacífico.
El chucho que no ladra
Este increíble pez cartilaginoso de gran tamaño se conoce por chucho negro (Taeniura grabata) en Canarias y en algunos puertos andaluces.
Te dicen, «mira un chucho» y piensas en un perro, pero no tiene nada que ver con nuestros amigos de cuatro patas. El nombre le viene del portugués xuxo, se da en general a las rayas y también a esta especie muy diferente a ellas pues entre otras cosas carece de la peligrosa espina venenosa de la cola de la que hacen gala sus primas. De hecho, en Canarias y América se llama chucho a un látigo por paralelismo con esas peligrosas colas de las rayas.
Acostumbrado a las personas
Chano (diminutivo canario de Sebastián) se ha hecho famoso entre vecinos y turistas de La Gomera después de llevar cinco años acudiendo a la misma escalinata del muelle, especialmente por las mañanas y en verano. Se ha acostumbrado a nuestros jaleos y pasa de ellos a cambio de alguna que otra caballa.
Según explican en la web NaúticayDeportes.com, el suyo es un comportamiento un tanto extraño dentro de la familia de las rayas (peces cartilaginosos). Estos animales asocian sonidos, e incluso el burbujeo de los submarinistas, como señal de alimento, por lo que suelen llegar a ser molestos en zonas de buceo, donde está prohibido alimentar a estos animales.
También está Pablito
Chano no está solo. Los chalangueros (apodo gentilicio o nombrete con el que se conoce a los naturales de Valle de Gran Rey) han apadrinado a otro animal igualmente increíble. Es una Mantelina o raya mariposa (Gymnura altavela) a la que han bautizado como “Pablito”,
Sin embargo, ésta no es tan según los propios pescadores, éste es más temeroso que Chano y tan solo sube, come y desaparece entre las profundidades sin hacer demasiado caso al personal.
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Es impresionante.
23 abril 2021 | 00:00