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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

¿Te imaginas un verano sin ranas?

Imagen de Frank Winkler en Pixabay.

Este año, nos guste o no, por culpa de la covid-19 las vacaciones serán mayoritariamente turismo interior. No hay mal que por bien no venga, pues nos permitirá descubrir unos paisajes patrios infinitamente más cercanos, reconocibles y disfrutones que los habituales de nuestras otrora escapadas a la otra punta del planeta.

Muchos optaremos por el turismo rural. Y sin duda la gozaremos cuando en nuestros paseos por algún río, charca o fuente nos salude un nutrido coro de ranas. Aunque puede que no escuchemos ninguna. Porque a los anfibios les está yendo muy mal por culpa de los de siempre, de nosotros.

Recuperar algunos de esos paraísos perdidos de los batracios no es tan difícil. Los pilones de fuentes, los abrevaderos para el ganado, las albercas de riego o las charcas artificiales pueden representar auténticos refugios para diferentes especies de anfibios, si las cuidamos mínimamente.

Lo artificial no es tan malo

Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), que ha comprobado que, en entornos rurales del sureste de la Comunidad de Madrid, este tipo de medios representa más de un 80% de los puntos de reproducción conocidos para algunas especies, como el sapo partero común (Alytes obstetricans).

El estudio subraya la necesidad de compatibilizar los usos de estos puntos de agua de origen artificial con la actividad de ranas y sapos para facilitar su supervivencia en lugares donde la disponibilidad de zonas húmedas para su reproducción es muy limitada.

Los investigadores realizaron un seguimiento detallado de más de 100 localidades repartidas por diferentes municipios del sureste de Madrid y caracterizaron las comunidades de anfibios presentes en cada una de ellas.

Trampas y enemigos mortales

Además de registrar la presencia de un total de ocho especies de anfibios y documentar su distribución actual en la zona, los investigadores identificaron amenazas como el ‘efecto trampa’ de algunas infraestructuras de almacenamiento de agua a las que acuden los anfibios para reproducirse. Al tener paredes altas y lisas, los animales no pueden salir, lo que provoca altas mortalidades.

También han confirmado la presencia en la zona de numerosas especies exóticas invasoras que depredan sobre adultos y larvas de anfibios, así como de patógenos como el causante de la enfermedad fúngica quitridiomicosis, que está ocasionando grandes declives y extinciones de poblaciones de anfibios en todo el mundo.

Proteger es fácil y barato

En el trabajo se proponen varias medidas baratas y fáciles de aplicar para favorecer la presencia de anfibios en ambientes rurales, que se pueden aplicar en buena parte de la geografía española.

“Gracias al conocimiento adquirido acerca de los periodos de actividad de los adultos y larvas de las especies detectadas, es posible planificar los momentos adecuados para la limpieza de pilones, abrevaderos y albercas, de manera que no afecten al desarrollo de los renacuajos presentes en los mismos”, apunta el investigador del MNCN Gregorio Sánchez-Montes.

“La construcción de rampas junto a las paredes externas e internas mediante la acumulación de piedras, que pueden servir además como refugio para ejemplares recién metamorfoseados, facilitaría la entrada y salida de los anfibios de los puntos de agua evitando el efecto trampa”, continúa.

Conectividad

Finalmente, aunque fuentes y albercas pueden albergar importantes concentraciones de algunas especies, es fundamental facilitar la conectividad entre poblaciones mediante la creación de nuevos puntos de agua.

“Las charcas o abrevaderos pueden actuar como eslabones intermedios, aportando individuos migrantes a otros núcleos cercanos. Tanto en la construcción de nuevas charcas, que suelen ser rápidamente colonizadas por los anfibios, como en el mantenimiento de los puntos de agua artificiales existentes, es muy importante garantizar la limpieza del material empleado, con el fin de evitar la propagación de enfermedades infecciosas como la quitridiomicosis. De esta manera podemos compatibilizar la conservación de nuestro patrimonio histórico y natural”, concluye Íñigo Martínez-Solano, también del MNCN.

Artículo de referencia: Caballero-Díaz, C., Sánchez-Montes, G., Butler, H.M., Vredenburg, V.T. y Martínez-Solano, I. 2020. The role of artificial breeding sites in amphibian conservation: a case study in rural areas in central SpainHerpetological Conservation and Biology, 15: 87-104.

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4 comentarios

  1. Este año se han adelantado las ranas ¿no las has oído croar a las 8 de la tarde? Aunque en algunos sitios era más parecido al crocoteo de las ciguenas o tratratra de la rosalia.

    15 mayo 2020 | 13:42

  2. Dice ser Rural

    Por favor los que vengáis a los pueblos, muchos de los cuales no tenemos ni un solo caso de coronavirus ,no deberiáis venir sin antes pasar un test para ver si estáis contagiados.
    Esto es lo que dice todo el mundo en la España rural de interior.
    Tened un poco de conciencia no sea que acabeis contagiando a los muchos abuelos y abuelas y fomentéis la pandemia en miles de pueblos pequeños.
    Respeto por favor.

    15 mayo 2020 | 15:43

  3. Dice ser Wil

    Un sitio donde se reproducen de lujo son las balsetas artificiales que los cazadores dispersamos por los cotos y que nos ocupamos de que tengan agua durante todo el estio.
    Viva la caza.

    17 mayo 2020 | 22:44

  4. Dice ser Rural

    Que viva la caza y el mundo rural!!!

    19 mayo 2020 | 15:53

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