Por qué septiembre es el ‘enero’ de la moda

Después de cuatro horas de viaje paramos en una gasolinera y mi novio hace lo que llevo pidiendo todo el viaje: comprarme la Vogue del mes de septiembre.

@meetingmara

Era lo primero que quería hacer al llegar a España. Se lo llevaba repitiendo la semana entera mirando con deseo las Vogues portuguesas que me miraban desde cada quiosco que nos cruzábamos.

«¿Por qué la de septiembre?» Me preguntaba él a sabiendas de que nunca me compro revistas (y menos una que cuesta casi cinco euros, algo que me da para un paquete de tangas en Primark).

Por todos es sabido, y si no lo sabías ya te lo digo yo, que Vogue es la Biblia de la moda, lo que la «gente del mundillo» lee con fervor a la hora de saber qué viene y qué se va, hasta otra temporada, de nuestras vidas.

El número de septiembre, The September Issue, es el Mapa del Merodeador de la estación. Te dice qué se lleva, cómo se lleva y dónde se lleva la nueva temporada, desde la manga hasta el complemento de tus tacones sin olvidar del color que llevarás en tus labios o el grosor de tus pestañas.

Es como la apertura del curso en el colegio, solo que, en el caso de la moda, es algo que coges con ganas, no como cuando empezabas cuarto de la ESO y sabías que tocaba volver a verle la cara a la profesora de Física y Química.

«Lo relevante y definitorio de esta franja de tiempo que nos ha tocado vivir» afirma Eugenia de la Torriente en la Carta de la Directora del número de la revista. ¿Y qué nos espera?

Por lo que he visto por encima aprovechando los kilómetros entre Toledo y Madrid, mezclas arriesgadas, el más es más, colores vibrantes, tejidos gruesos que no dejarán pasar una pizca de frío y texturas que piden más que ser llevadas, ser acariciadas.

Resetea el armario, empezamos.

4 comentarios

  1. Dice ser Mario Calza Buenas Trancas

    Roger se inclinó, cogió una piedra, apuntó y la tiró a Henry, con decidida intención de errar. La piedra, recuerdo de un tiempo inverosímil, botó a unos cuatro metros a la derecha de Henry y cayó en el agua.
    Roger reunió un puñado de piedras y empezó a arrojarlas. Pero respetó un espacio, alrededor de Henry, de unos cinco metros de diámetro.
    Dentro de aquel círculo, de manera invisible pero con firme fuerza, regía el tabú de su antigua existencia. Alrededor del niño en cuclillas aleteaba la protección de los padres y el colegio, de la policía y la ley.
    El brazo de Roger estaba condicionado por una civilización que no sabía nada de él y estaba en ruinas.

    Ahora también Jack gritaba y ya no se podían oír las palabras de Ralph. Jack había retrocedido hasta reunirse con la tribu y constituían una masa compacta, amenazadora, con sus lanzas erizadas.
    Empezaba a atraerles la idea de atacar; se prepararon, decididos a llevarlo a cabo y despejar así el istmo.
    Ralph se encontraba frente a ellos, ligeramente desviado a un lado y con la lanza preparada. Junto a él estaba Porky, siempre en sus manos el talismán, la frágil y refulgente belleza de la caracola.
    La tormenta de ruido les alcanzó como un conjuro de odio. Roger, en lo alto, apoyó todo su peso sobre la palanca, con delirante abandono.
    La roca dio de pleno sobre el cuerpo de Porky, desde el mentón a las rodillas; la caracola estalló en un millar de blancos fragmentos y dejó de existir. Porky, sin una palabra, sin tiempo ni para un lamento, saltó por los aires, al costado de la roca, girando al mismo tiempo.
    La roca botó dos veces y se perdió en la selva. Porky cayo a más de doce metros de distancia y quedó tendido boca arriba sobre la cuadrada losa roja que emergía del mar. «

    01 septiembre 2017 | 16:08

  2. Dice ser Maria del Pino

    Joder… tangas del Primark de 5€ el paquete.

    Mira que eres vulgar !!!

    01 septiembre 2017 | 17:34

  3. Dice ser quiten para allá esas melindreces

    Cuando se come un tanga da igual lo que cuesta.
    Malo sería que dijeran, uy no me lo comas, n ome lo rompas con lso dientes, que me costó medio sueldo. Con pijas así no se puede uno enlodar en las mejores guarrindongadas eróticas salvajes.

    01 septiembre 2017 | 19:05

  4. Dice ser tortillas de encontrar sabores variados a tope

    Cuando hagas una tortilla, española, de patatas, de verdura o de lo que sea, ponle unos trocitos de fresas… Me encanta. Y si le pones lechuga a hoja larga cuando se calientan los ingredientes antes de ponerle huevo, como algas quedan. Y unas láminas finísima so ralladura de queso de cabra ahumado… mmm y lo que más te guste ponerle.

    https://www.instagram.com/p/BYgB3tOBhtc/?hl=es&taken-by=meetingmara

    01 septiembre 2017 | 19:47

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