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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Las tormentas arrojan a las playas españolas más de un millar de raras aves marinas

Frailecillo encontrado muerto en una playa española. ©Alberto Benito

Los últimos  temporales invernales están arrastrando hasta la costa española más de un millar de aves marinas procedentes del norte de Europa, la mayoría muertas o tan debilitadas que mueren a las pocas horas.

Frente a las primeras alertas ante un posible foco de Gripe A, los resultados descartan este problema vírico. La elevada mortandad es tan natural y terrible como la vida misma.

Las tempestades consumieron las fuerzas de estos pobres animales y durante días impidieron que pudieran pescar en mares con olas gigantescas. Según los expertos, los ejemplares localizados estos días orillados en las costas de España, sobre todo del litoral cantábrico y también Canarias, han muerto de hambre.

También advierten de que la mortandad real es mucho mayor, pues las aves orilladas son normalmente menos de un 20% de las que realmente mueren en alta mar.

Frailecillo criando en una colonia del norte europeo. Foto: Wikimedia Commons

Terribles temporales

Los temporales que se están sucediendo de forma continuada parecen ser los causantes de estos episodios de mortandad que podrían sumar varios miles de ejemplares. Según informa SEO/BirdLife, de momento ya se llevan contabilizados más de 500 en Cantabria, 350 en Canarias o 300 en Asturias, aunque siguen apareciendo más. También a las costas gallegas están llegando aves en muy mal estado o sin vida, y en Portugal las cifras son especialmente altas.

Hay que tener en cuenta que suelen aparecer orilladas alrededor de un veinte por ciento del total, por lo que el impacto se estima que será mucho mayor. Al parecer hay centros de recuperación, como el de Vizcaya, que están saturados.

Frailecillos y alcas, los más afectados

Las especies más afectadas son, sobre todo, frailecillos atlánticos, pero también alcas comunes, araos, alcatraces, falaropos picogruesos, gaviotas tridáctilas, paíños europeos y fulmares.

Todas ellas son aves pelágicas que pasan la mayor parte de su ciclo vital en alta mar, algunas no muy habituales en nuestros litorales, y a las que estas tormentas y fuertes vientos debilitan, afectando a su movilidad y búsqueda de alimento.

Las especies perjudicadas suelen tener poblaciones bastante abundantes, como es el caso del frailecillo en las islas Británicas, lo que en principio garantiza su estabilidad.

Descartada gripe A
Los análisis realizados hasta ahora a los cuerpos descartan gripe A como causa de la muerte. En Canarias las necropsias las está realizando el Instituto Universitario de Sanidad Animal (IUSA) de la ULPGC, en el marco de la Red Canaria de Vigilancia Sanitaria de la Fauna Silvestre. Las muertes son compatibles con inanición, lo que encaja con la hipótesis principal de los temporales. Igualmente, faltan resultados y análisis. En las costas asturianas, al menos, también se han detectado ejemplares petroleados.

Primero el 112

En caso de que encontrar un ave viva en mal estado hay que llamar al 112 o al centro de recuperación de fauna provincial. Es importante no tocar el cuerpo, pero en caso de tener que manipularlo hay que hacerlo con guantes y mascarilla.

También puedes registrar el dato usando la App ICAO (Inspección Costera de Aves Orilladas). Esta aplicación ha sido creada por SEO/BirdLife para comunicar el hallazgo de aves o cualquier tipo de fauna herida o muerta en las playas. Se trata de un programa de seguimiento que puede servir como herramienta para evaluar el estado ambiental de los mares, así como para detectar y dimensionar las distintas causas de mortalidad que afectan a las aves marinas.

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