El Gobierno de Islandia acaba de reanudar la caza de ballenas, que estaba temporalmente suspendida por incumplir su propia Ley de Bienestar Animal. Así lo ha confirmado (y lamentado) la organización internacional para la conservación de los océanos OceanCare.
Junto con Islandia, Japón y Noruega son los tres únicos países en el mundo que siguen matando ballenas y comiéndose su carne.
Como ya hemos denunciado en este blog, en el caso islandés, una gran parte se vende a los turistas en los restaurantes locales como plato exótico, a pesar de no ser un plato tradicional. Junto con la matanza de frailecillos, sigue siendo una de las dos grandes vergüenzas de Islandia.