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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Black Friday: el sobreconsumo amenaza al clima y a nosotros mismos

Acción de Ecologistas en Acción contra el Black Friday.

Menudo planeta que nos está quedando. Los datos son escalofriantes para todo aquel que tenga un poquito de cabeza. Desde 2015, las ventas del Black Friday han aumentado en el mundo un 10-20% cada año. A este incremento hay que añadirle un cambio de patrón en el consumo, que desde 2019 se ha lanzado a la compra desaforada por Internet.

A pesar de la crisis, caída de los sueldos e inflación que sufrimos, según un estudio elaborado sobre Webloyalti, se estima que este año el gasto on line crecerá en España en torno al 25%. El presupuesto medio de los consumidores españoles será de 160 euros durante el Black Friday, la mayor parte destinado a productos deslocalizados y profundamente insostenibles.

Así nos va. Pero a este paso, y de seguir en la misma línea ascendente, peor nos irá.

Acción de Greenpeace en escaparates de Madrid.

Consumir hasta morir

El Black Friday tiene enormes consecuencias climáticas, ambientales y sociales del sobreconsumo, de eso no hay duda. Otra cosa es que nos importe o nos preocupe.

Productos como ordenadores, smartphones, electrodomésticos, televisores o videoconsolas son en estas fechas los favoritos para las compras. Viajes lunáticos y moda rápida ocupan el segundo y tercer puesto del ranking en cuanto a los sectores más comprados de forma online durante este periodo de descuentos.

Grupos ecologistas como Greenpeace ofrecen datos sobre los impactos ambientales y sociales, analizando sus consecuencias y ofreciendo alternativas a este consumo desenfrenado. Todo ello muestra el insostenible ritmo de consumo y cómo las corporaciones exprimen el planeta.

Derroche insostenible

“Vivimos en un planeta con recursos limitados. Sin embargo, nuestro sistema económico funciona a un nivel que serían necesarios 1,8 planetas como la Tierra para satisfacer nuestro actual ritmo de consumo. Este patrón de consumo, del que depende en gran medida la economía actual, tiene graves consecuencias para nuestra salud y la del planeta. Por ello, es necesario invertir esta tendencia, si queremos tener la oportunidad de mantenernos por debajo de 1,5 ºC”, asegura Celia Ojeda, responsable del área de biodiversidad de Greenpeace.

El actual ritmo de sobreconsumo, ejemplificado en fechas como el Black Friday (y otras muchas como el Cyber Monday), implica un elevado derroche de materias primas, de agua potable y de energía. Esto tiene graves consecuencias en el medioambiente, como la destrucción de hábitats, como bosques y océanos, o una elevada cantidad de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, producidos por este uso de energía procedente de combustibles fósiles y del transporte de todos estos productos.

A ello se añade la elevada generación de residuos, principalmente por dos aspectos: los desechos de materiales de un solo uso procedentes del embalaje como plásticos o cartones, y las materias primas no utilizadas o los productos ya hechos que no se han vendido o se desechan tras un corto uso. Todo ello termina al final en vertederos o en incineradoras, contaminando el aire, el agua y el suelo.

Como advierte Celia Ojeda, «necesitaríamos dos planetas para mantener el actual ritmo de consumo en España”. Pero tan solo tenemos uno, y cada día más maltrecho.

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1 comentario

  1. Dice ser Diego Vallejo

    Comprar, tirar, comprar… un comportamiento suicida.

    25 noviembre 2022 | 22:04

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