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Jon Kortajarena se mea (literalmente) en Balmain

Los publicistas son una especie de otra pasta. Cuando pensábamos que anuncios de humor absurdo como los que nos dejaba Mixta o Fanta serían los que definirían la publicidad de esta década, llega Balmain y se hace pis encima de la risa.

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La firma francesa, que desde el fichaje de Olivier Rousteing como director creativo está inmersa en una etapa dorada, no solo ha optado por la modernidad absoluta centrándose en modelos e influencers sobre las que todo el mundo tiene puestos los ojos, sino que quiere llamar aún más la atención. Quiere impactar tanto que, más que el impacto, busca el escándalo.

GIORNALE DI SICILIA

Conseguirlo siempre ha sido fácil. Pero el escándalo sexual ya estaba servido y lleva tiempo sin alterarnos. Puede que en los ochenta esa jovencísima Brooke Shields noqueara al mundo diciendo que entre ella y sus Calvins no había nada. O incluso en 1995 cuando Levi´s anunció sus 501 utilizando una trama basada en condones.

Aquello era nuevo. El sexo, la desnudez… todo prohibido. Pero con Kim Kardashian sacándose las tetas (ojo, que allá ella con su pechuga) cada dos por tres en Instagram como que ya nos llama menos la atención. De hecho tenemos el desnudo normalizado.

De ahí que la nueva campaña de Balmain con Jon Kortajarena tire a la escatología pura. Al «pis y caca» que tanta risa nos producían en preescolar pero que pueden llegar a desatar un ligero rubor en el adulto más plantado. Y es que, en el fondo, somos igual de predecibles, de asustables y de escandalizables.

La meada de Jon y los otros tres modelos más que meado hace sentir al espectador como la diana de un bukkake, viendo las caras de gozo del grupo y el plano escogido por Pascal Dangin (el director creativo de Stuido Dangin que se ha encargado de la realización del vídeo).

BALMAIN GENERATION by @olivier_rousteing @pascaldangin @balmain #Balmain #BalmainArmy #BalmainGeneration

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Las ventas hablarán por sí mismas sobre si los clientes de la marca se ven seducidos por esta imagen, más que rebelde, vandálica. Pero por lo pronto, Balmain vuelve a estar en la conversación. Y mejor que hablen mal de ti a que no hablen nada en absoluto. O algo así, ¿no?