Hay un tipo de body shaming que últimamente está en pleno apogeo. No hablo del acoso a las modelos XL como Tess Holliday o de aquel que se le hace a muchas madres con el tema de los kilos ganados durante el embarazo.
Ni siquiera hablo del bodyshaming que se le hace a Gigi Hadid por el peso que ha perdido por su enfermedad del tiroides o del que señala la celulitis o los pelos en cuanto a una mujer le da por enseñarlos (en redes sociales, claro).
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Hablo del acoso que realizamos (me incluyo) cuando sabemos que alguien se ha operado. Quien esté libre de pensar “Sí, está muy guapa pero se ha puesto labios/tetas/culo/introducir implantes aquí” que tire la primera piedra.
Aquí hay dos cosas sobre las que me gustaría reflexionar. Para empezar, todos somos libres de hacer lo que queramos con nuestro cuerpo y por tanto de someterlo a las intervenciones que nos dé la gana (si nos da). Es una cuestión personal que no nos atañe ya que no es sobre nosotros mismos.
Quizás me dé un poco de miedo el hecho de que desde el florecimiento de las redes sociales, y en concreto de la comunicación a través de la imagen, ha aumentado el número de operaciones estéticas hasta llegar al punto de que pacientes jóvenes han pedido a cirujanos que emulen con el bisturí su imagen tras un filtro de Instagram, lo que significa que es probable que una relación negativa con la tecnología conduzca a las agujas.
Y puede que no lo comparta, que me dé miedo o que me preocupe el hecho de que las próximas generaciones se agranden cada vez más y más los labios o los ojos para parecerse a una imagen que no es real, pero ¿quién soy yo para decir nada?
Y cuando digo yo, digo tú o digo Antonia Dell’Atte, que es otra que debería tener un título profesional en hacer body shaming, ya que desde que empezó el programa de MasterChef Celebrity no ha parado de hacer comentarios peyorativos sobre las operaciones estéticas a las que podría haberse sometido Carmen Lomana.
Antes de abrir la boca o de pulsar una tecla debemos pensar en que las personas tienen sensibilidad. Lo que estamos haciendo es promover que los cuerpos sigan sujetos al escrutinio, que fue quizás una inseguridad el mismo motivo que llevó a la persona a retocarse en primer lugar, como el caso de los labios de Kylie Jenner.
Por supuesto que tenemos la libertad de escoger qué hacemos, pero, ¿no sería mejor empezar desde pequeños con la (alocada) idea de que todas las formas son maravillosas? ¿De que un labio fino es bonito? ¿De que el tabique es atractivo? ¿De que todos valemos la pena?
Quizás es el momento de cambiar el paradigma y empezar a valorar a una persona por lo que suelta por la boca en vez de la forma de esta, independientemente de cómo la haya conseguido.
Quizás sea la moda o la obsesión que hay en muchos países por conseguir la perfección estética que se esta imponiendo en esta sociedad Global.
Que una joven de 16-25 años este obsesionada en conseguir un parecido o una perfección estética impuesta por los canonnes sociales y culturales no es bueno, y que se de como normal como pasa en EEUU es un reflejo de la mierda de sociedad en la que vivimos.
Que chicas como las Kardashians sean modelos a seguir por las jóvenes de hoy en dia es una aberración, famosas obsesionadas con el físico la fama y el poder influenciar a millones de jóvenes solo con sus redes sociales y programas consiguiendo todo lo que se proponen no ayuda a mejorar para nada a la sociedad.
Que chicas en pubertad su maxima obsesion sea pasar por el quirofano para parecerse a ellas y conseguir lo que ellas, mucho menos.
Esto se puede aplicar también a los fans del Cristiano Ronaldo.
Ahora saldran, que eso depende del nivel cultural de la sociedad, pero se esta imponiendo cultivar una sociedad de borregos influenciables para consumir lo que las marcas y la publicidad les bombardea.
Muy bonito todo si, no se donde acabaremos así…
en clínicas de estética que se están haciendo de oro con esta moda de retoque.
27 octubre 2018 | 13:07
Criticamos a cualquiera que se opere solo por moda o por ego. Parece que solo se critica a mujeres pero es que 95% de esos pacientes son mujeres.
27 octubre 2018 | 13:43
Criticamos a cualquiera porque somos una colección de mediocres educados en la envidia y nos interesa más la vida de cualquiera antes que ver la propia y echarnos a llorar.
27 octubre 2018 | 16:38
Esas sí que tendrían que dejar de comer tanto, no ya operarse.
Las gordas son muy gordas.
27 octubre 2018 | 18:10
Plastificado. Las Kardashian no son nadie, ni artistas ni na. Nadie sabe por qué son famosas realmente. Sólo se sabe eso, que son famosos y tienen pasta y a la gente eso le gusta. Así de triste están los valores
27 octubre 2018 | 19:39
Es que hay operaciones y operaciones. Por supuesto que cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera, pero ¿Es normal que una niña, porque con 16 años aún no se es una persona adulta, quiera ponerse pechos más grandes y encima sus padres le sigan la corriente?
Otra cosa también es el ejemplo que dan algunas «famosas» que parece que sólo lo importante es la «perfección» física, cosa que es bastante subjetiva.
Y también está el asunto de algunos cirujanos poco éticos que se prestan a verdaderas barbaridades, cuando yo creo que lo que deberían de hacer es remitir a esos posibles pacientes a un psiquiatra o a un psicólogo. El ejemplo del Ken humano es un buen ejemplo de ello.
Personalmente, a mí me hubiera gustado quitarme las cicatrices del acné, sufrí bastante con ese problema estético, y si hubiera tenido medios para hacerlo seguramente lo habría hecho, por lo demás no creo que hubiera cambiado nada más, y mis arrugas, que no son muchas, las llevo como símbolo de haber vivido, lo mismo que hace tiempo dejé de teñirme y llevo mi salpimentado como parte de mi personalidad.
28 octubre 2018 | 10:36