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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Los perros guía nos dan sus ojos, pero los discriminamos

Perro guía

Son imprescindibles, necesarios, nobles, hermosos y nos dan sus ojos. También su fino olfato y su afilada inteligencia.

Perros guía como los de la escuela de adiestramiento de la ONCE, que justo ahora cumple sus bodas de plata llevando seguridad a más de un millar de invidentes después de un largo proceso de adiestramiento. Perros salvadores como los que estos días se afanan por rescatar a decenas de personas atrapadas bajo los escombros provocados por el terrible terremoto de Ecuador. Perros policías encargados de detectar explosivos asesinos o drogas igualmente asesinas. Cuidadosos perros pastores tan pendientes de cuidar el ganado como de protegerlo. Incluso perros recolectadores de trufas. Todos ellos médicos expertos en curarnos soledades y carencias. Lee el resto de la entrada »

Nueva temporada de ahorcamiento de perros en España

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Era un día perfecto. Una mañana de sábado con un sol tan intenso como frío. Ideal para dar un paseo; para disfrutar del invierno a sorbos, con pasos tranquilos a través del campo adormecido por la helada. Admirando extasiado el vuelo acrobático de los milanos reales, escuchando el lejano trompeteo de las grullas, siguiendo la carrera saltarina del corzo, el vuelo poderoso del halcón peregrino. Un día perfecto hasta que me di de bruces con él. Colgado de una rama. Esquelético cual momia profanada. Ahorcado. Una brutal herida señalaba el sitio donde llevaba el chip identificador, arrancado para eliminar pruebas.

Era un pobre perro de caza. Galgo o podenco, daba lo mismo. Su dueño había decidido eliminarlo una vez concluida la temporada de caza.

Lo he quitado”, explicaría en el bar a sus amigos de escopeta mientras se bebía de un trago una generosa copa de sol y sombra. “No servía. Muy despistado. Y flojo. Se cansaba enseguida”.

El resto de la cuadrilla asentiría comprensiva. No más preguntas. No tiene sentido cuidar durante todo el año a un perro que no se gana en conejos y liebres el pienso que se come. “Ven aquí bonito”. “Mete la cabeza en este collar de alambre”. Tirón y a tomar por el culo. No pasa nada. Encontraré otro mejor.

Sólo en España y durante los meses de enero y febrero, unos 50.000 perros aparecen ahogados en pozos, ahorcados, disparados, envenenados, atropellados o abandonados. Las protectoras están desboradas. E indignadas.

El problema se solucionaba prohibiendo usar estos animales para cazar, pero sería tanto como prohibir la caza, pues el cazador no es nada sin sus perros. Por lo menos habría que endurecer las penas por maltrato animal y poner fin a la impunidad de la que gozan estos salvajes sin sentimientos. Porque yo no quiero más paseos de muerte.

El pasado año 2014 PACMA presentó un dossier en el que se documentaban cincuenta casos de maltrato a galgos. Fueron seleccionados entre cientos de ellos que se pudieron documentar en solo unos meses en diversas provincias españolas.

Foto: Wikipedia Commons

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Vendo lobo o algo parecido

Perro lobo

Me lo he encontrado nada más llegar a Burgos. Tradicional paseo por La Quinta y Fuentes Blancas, saludo obligado a media ciudad paseante y, allí estaba. Un lobo auténtico. O al menos eso parecía. Estaba atado a la puerta de un bar, así que, por lógica, no podía ser un ejemplar salvaje. Al momento me acordé de lo que decía Félix Rodríguez de la Fuente respecto al primero de estos cánidos salvajes que vio en su vida. Un fiero ejemplar al que intentaban dar caza en su pueblo, Poza de la Sal, cuando era niño.

Fíjate en sus ojos. Son de un brillante amarillo ámbar. Hipnotizantes. Tanto que el jovencito Félix, a quien esa vez habían situado estratégicamente para que diera el aviso a los cazadores si veía llegar al perseguido animal, lo dejó escapar sin emitir apenas un leve sonido, mudo ante la impresión provocada por la presencia cercana de ese formidable lobo.

Yo hice lo mismo frente al animal que tenía a mi lado. Al momento los ojos me revelaron su condición de mascota. Marrones claros pero sin un atisbo de fiereza y, por supuesto, sin ese espectacular color del que hablaba Félix. Sólo podía ser lo que aquí en España se conoce por un «perro lobo«. Un cruce de macho de lobo con hembra de perro. Forzado o natural, esto último no tan raro. De hecho, los últimos estudios genéticos han demostrado no sólo que el perro es la domesticación del lobo salvaje, sino que ésta surgió hace menos de 20.000 años en China a partir de no más de 50 lobas salvajes. E incluso más. Otro trabajo científico ha demostrado igualmente que en las poblaciones ibéricas lobunas hay  un 4% de ejemplares híbridos, todos ellos de padre perro y madre loba.

Supuse por ello que el ejemplar burgalés sería uno de estos híbridos forzados, un wolfdog. Pero me equivoqué. Como rápidamente me explicó un seguidor en mi cuenta de Twitter [@lacronicaverde], naturalista, burgalés y experto precisamente en el lobo, lo que acababa de ver, admirar y fotografiar era un pastor checoslovaco. «Hay varios en la ciudad», me confirmó. «Incluso un criadero en [el barrio de] Castañares».Collage lobo

¿Pastor checoslovaco? Ni idea de la existencia de esa raza. Rápidamente mi compañera bloguera en 20 Minutos, Melisa Tuya, me brindó igualmente a través de las redes [esta vez Instagram] toda la información necesaria: «Raza nueva, de 1999. Cuesta de 1.000 euros para arriba, por lo que he visto. […] Me da que también necesitan manos expertas […] Para gente que sabe bien lo que tiene entre manos».

La Wikipedia, una vez más, nos amplía con detalle la información. El perro lobo checoslovaco es un híbrido de lobo con pastor alemán al que se le supone el temperamento, la mentalidad y la capacidad de entrenamiento del pastor alemán, junto con la fuerza, la constitución física y la resistencia de los lobos. Físicamente tienen una apariencia muy similar a los lobos de los Cárpatos. En resumen. Como tener en casa un lobo. O algo casi parecido.

Prácticamente todos los meses me llega algún mensaje al blog de gente bastante inculta (a tenor de las numerosas faltas de ortografía con las que escriben), donde me piden información comprar un lobo. Lo quieren «cueste lo que cueste». E incluso algunos me especifican la edad: «Ni muy cachorros ni adultos». ¿Un lobo en casa? ¿O un león, una pantera, un oso? ¿Estamos locos?

Esta sociedad nuestra nunca dejará de sorprenderme. ¿Cómo puede alguien aspirar a tener en su casa un animal salvaje, o un híbrido que se lo parezca? Y puestos en nuestros cabales, buscando una mascota: ¿Cómo se puede preferir un perro de raza extraña valorado en una millonada, cuando miles de perros anónimos son abandonados y sacrificados todos los meses en España? Sinceramente, no lo entiendo.

La mía es una opción personal, lo sé, pero prefiero mil veces un maravilloso chucho rescatado de la perrera. Y seguir soñando porque algún día, como le pasó a Félix, caminando por el campo me encuentre frente a frente con los ojos ambarinos de un lobo salvaje, nos miremos apenas un segundo y siga su trote libre para no volver a encontrármelo nunca más.

Pero saber que está allí, en el monte, es y será para mí suficiente.

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¿Conoces el sufrimiento que hay en un abrigo de piel?

Abrigos de pieles

© Equanimal

Tener a mano una buena ropa de abrigo cuando llega el frío es fundamental para sentirse bien. Durante milenios usamos las pieles de los animales. Pero ahora hay tejidos infinitamente mejores, más confortables, más baratos y menos sangrientos. Porque para lucir un triste abrigo de piel es necesario sacrificar 60 visones, 20 linces, zorros o tejones, 15 crías de foca, 10 perros mapache, 8 lobos, 6 leopardos. Todo a mayor gloria de una moda asesina, cruel e inútil, además de pelín hortera.

Cada año son cazados cerca de 20 millones de animales con el único fin de utilizar sus pieles. Con trampas para no estropearlas, provocando con ello terribles tormentos a las agonizantes víctimas. Otros 40 millones son criados en granjas, la mayoría europeas, donde las condiciones de cautiverio y sacrificio son igualmente terribles. Si se escapan o son estúpidamente liberados por grupos con demasiada sensibilidad y poco cerebro, el daño al medio ambiente resulta catastrófico.

Dando más valor a su piel que a su vida, los animales de granja son gaseados o electrocutados por vía bucal, anal o vaginal; o desnucados a palos. Algunas veces ni siquiera están totalmente muertos cuando se les despelleja. Los restos de su cuerpo se transforman luego en alimento para perros y gatos o en abonos. Un terrible sin sentido.

Si compras este tipo de prendas eres parte del problema, pues la fuerza del consumidor es la única capaz de acabar con la industria peletera. Es verdad, cada vez se usan menos los abrigos de pieles en Europa pero, a cambio, su consumo encandila ahora por millones a chinos y rusos, el nuevo mercado emergente para las pieles de lujo. El horror no acaba. Y es que como decía el filósofo Schopenhauer, “el hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales”.

Pieles

© Anima Naturalis

A continuación os dejo tres vídeos no aptos para personas sensibles, tan terribles como la realidad que cuentan. Tienes más información en: www.StopModaCruel.org y www.SinPiel.org


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