Hace medio siglo estaba a punto de extinguirse y ahora hay parejas criando por media España. La recuperación del águila imperial ibérica, especie emblemática de la fauna española, parecería milagrosa si no se supiera que detrás de este éxito conservacionista hay miles de personas, administraciones, asociaciones y localidades enteras que se han volcado en ella. Ha logrado pasar de 39 parejas en 1974 a 841 en 2022.
Y lo que es mejor, su población sigue en alza. Entre 2021 y 2022 se censaron un mínimo de 841 parejas de esta bella águila, la única rapaz endémica de la península ibérica; 821 en España y 20 estimadas en Portugal. Según ha informado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, estos datos suponen un incremento del 53% de la población desde 2017, anterior año en el que se recopiló un censo coordinado a nivel ibérico y que entonces arrojó 536 parejas.