En la Provenza, en el sur de Francia, existe una auténtica «lavandomanía«, un turismo hermoso que recorre pintorescos pueblos entre montañas en busca de esa foto, esos olores, que regalan los campos de lavandas desde finales de junio hasta mediados de agosto, cuando sus flores tiñen de violeta el paisaje, llenando el aire con sedantes aromas.
Sin necesidad de ir tan lejos, en España también tenemos hermosos campos de lavandas en localidades como Brihuega (Guadalajara), Olite (Navarra) o San Felices (Soria).
Pero ojo, que no te engañen. Muchas veces no son lavandas en su botánico sentido estricto. También hay híbridos, clones, espliegos y, mis preferidos, los cantuesos, como te cuento en este vídeo que acabo de grabar en Extremadura. Por cierto ¿ya te has suscrito a mi canal en YouTube?
A continuación te explico cómo diferenciar fácilmente el extraordinario mundo de las lavandas.
Lavanda verdadera o Lavandula angustifolia
La podemos distinguir fácilmente de sus hermanas porque cada tallo está rematado por una única inflorescencia (grupo de flores). Puede superar fácilmente el metro de altura y crece por encima de los 800 metros de altitud. Crece en el campo de forma natural, pero también se cultiva en campos que, por la peculiaridad botánica de esta especie, dan la impresión de estar un poco asalvajados, no tienen una apariencia rectilínea de jardín japonés, pues proceden de semillas de poblaciones naturales. Incluso hay plantas con flores de la variedad blanca.
Otras veces son lavandas clonadas, donde todos los ejemplares plantados tienen el mismo código genético, perfectas y uniformes.
Espliego o Lavandula latifolia
Se distingue de la lavanda común o verdadera porque tiene tres inflorescencias al final de cada tallo y las hojas son de un apagado color verde ceniza. Le gustan menos las alturas, ocupando terrenos pedregosos preferentemente calizos que van desde el nivel del mar hasta los 600 metros. Su olor es más potente, con toques de alcanfor.
Lavandín o Lavadula hybrida
Como su nombre científico delata es un híbrido, en este caso entre la lavanda verdadera y el espliego. Solo se puede encontrar en cultivos, pues no puede reproducirse por si misma, no produce semillas viables, es estéril y solo se plantan esquejes. Se parece al espliego, pero los tres tallos con flores surgen en la base y no en la parte alta del tallo.
Cantueso o Lavandula stoechas
Inconfundible por su color intensamente morado y flores agrupadas en los extremos a modo de gruesas espigas, rematadas por coloridas brácteas en forma de penacho. Son las que de mayo a junio hermosean montañas, dehesas y encinares ibéricos. Es la favorita de las abejas, con cuyo abundante néctar elaboran una deliciosa miel.
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Muy clara la explicación y muy interesante porque a pesar de notar algunas diferencias entre ellas, no tenía ni idea de cual era cual.
02 junio 2024 | 22:00