15 años y 50 millones de euros han sido necesarios para lograr controlar, que no erradicar, el camalote o jacinto de agua (Eichhornia crassipes) en el río Guadiana, según ha informado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Esta hermosa planta acuática, natural de América del Sur, aparentemente inofensiva, está considerada una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Detectada por vez primera en ese río en 2004, ha llegado a cubrir más de 185 kilómetros del río, lo que ha supuesto un enorme esfuerzo de retirada de plantas a lo largo de más de 630 kilómetros de orillas en todo el tramo.
Desde que esta especie apareciera en las aguas del Guadiana, se han retirado más de 1,5 millones de toneladas de camalote, el 50% de las cuales se ha extraído durante los últimos dos años y medio. Estas operaciones de limpieza y control han impedido la eutrofización (contaminación por algas) de las aguas, evitando la pérdida de calidad en las mismas y el colapso de los sistemas de canales de riego de las zonas adyacentes, con el consiguiente daño económico que ello hubiese ocasionado.
Para realizar la extracción de camalote, explica el Ministerio, se han utilizado más de 5.000 metros de barreras flotantes, más de 30 embarcaciones adaptadas y un dispositivo permanente de más de 100 operarios especializados. En este periodo, se han protegido las infraestructuras de riego y los cultivos de regadío asociados, además de evitar la entrada masiva de la planta en aguas portuguesas.
Vigilancia y alerta temprana
El plan de choque contra esta invasora entra ahora en una fase de vigilancia y alerta temprana. Las labores de vigilancia (tanto del río principal, como de enconadas, islas y charcas laterales) serán de vital importancia para impedir la aparición de nuevos focos. En la actualidad, existen bancos de semillas dispersos pero localizados, que deben ser vigilados para no echar por tierra el inmenso trabajo y la inversión realizada hasta el momento.
Además se desarrollarán actuaciones complementarias como la realización de estudios de investigación y acciones de cooperación técnico-científicas para dotar a la Confederación Hidrográfica del Guadiana de bases sólidas de conocimiento para la toma de decisiones ante los problemas que ocasionan las invasiones biológicas. Asimismo, se realizará un seguimiento de la eficacia de las acciones de control y erradicación ejecutadas y se analizarán actuaciones encaminadas a la prevención de futuras afecciones.
Todas estas acciones irán acompañadas de campañas de información, educación y sensibilización para concienciar a generaciones presentes y futuras del valor medioambiental del Guadiana.
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