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La muy amenazada codorniz es elegida Ave del Año 2020

Codorniz común ©Victor Tyakht-shutterstock

Dice con sorna el refrán castellano: «Tanto que sabe la codorniz y duerme en el suelo«. Y sabrá mucho, pero lo cierto es que sus poblaciones están actualmente por los suelos. Se contabilizan apenas 225.000 ejemplares en España, apenas nada para una especie de las consideradas comunes. Y es que la caza y la agricultura industrial la están llevando a la extinción.

En apenas 20 años sus poblaciones españolas han caído un 74% según los últimos datos datos de seguimiento de SEO/BirdLife (2019). “La situación de la especie es alarmante, el declive es tan grave que cumpliría para ser designada como una especie En Peligro según los criterios de amenaza de la UICN”, ha anunciado Ana Carricondo, coordinadora de Programas de Conservación de SEO/BirdLife. Y seguramente poir ello, además de por ser una especie hermosa en su sencillez, intérprete principal de la banda sonora de los campos cerealistas ibéricos, acaba de ser nombrada Ave del Año 2020.

Con 7.930 votos, la codorniz común se ha alzado como ganadora para llevar este título honorífico por delante de los 6.130 que ha obtenido el aguilucho cenizo y los 5.156 del alcaudón real.

Codorniz común ©Jorge Sierra

Lo común ya no es común

“La ciudadanía ha elegido a la codorniz común, la sociedad comienza a entender la gravedad de la pérdida de biodiversidad, estamos en un momento en el que hay sensibilidad ambiental y la gente quiere proteger lo que está dejando de ser común”, ha declarado Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.

“Lo común ha dejado de serlo, ese es el problema. Nuestros años ya no tienen cuatro estaciones, nuestras ciudades ya no tienen tantos gorriones y nuestros campos ya no tienen casi codornices. En este caso, y gracias al Ave del Año, en 2020 reclamamos aún con más fuerza más vida en el campo”, ha añadido Ruiz.

Muy amenazada

La principal amenaza que sufre la codorniz, como otras con las que comparte el espacio en las zonas agrarias, es la alteración de los hábitats de los que depende su alimentación y reproducción.

Además, la fuerte presión cinegética a la que se ha visto sometida la especie (más de un millón de individuos cazados anualmente, aunque la mayoría de granja) y la contaminación genética a causa de la suelta de codorniz japonesa o híbridos con fines cinegéticos, suponen una amenaza adicional, que se suma a los efectos que el cambio climático puede estar teniendo ya sobre sus patrones migratorios y su éxito reproductor, así como a los posibles problemas en sus zonas de invernada.

Desde hace décadas se desarrolla una gestión agraria poco favorable para la biodiversidad y esto constituye también la principal amenaza para la codorniz común. La pérdida de elementos naturales en el paisaje agrario y de prácticas clave como el barbecho, la simplificación de los cultivos, el adelanto de las cosechas o el uso generalizado de plaguicidas y herbicidas, han ido reduciendo el valor de los hábitats agrarios.

Esta transformación ha sido en gran medida inducida en España, como en el resto de países europeos, por la Política Agraria Común (PAC), que ha fomentado principalmente la intensificación y la productividad sin prestar atención a los efectos negativos sobre los recursos naturales y la biodiversidad.

Caza insostenible y salvaje

Los altos niveles de caza y la hibridación suponen una presión adicional a unas poblaciones ya en declive acusado. Por ello, desde SEO/BirdLife se solicita, como ya lo lleva haciendo desde hace años para esta y para otras especies como la tórtola europea, una caza sostenible. En este sentido, la ONG pide sensatez al sector cinegético y colaboración para lograr una gestión más sostenible del medio.

Para alcanzar una caza sostenible, la ONG continuará el trabajo con las administraciones para que las órdenes de veda reflejen la situación de la especie, solicitando la moratoria como se ha hecho ya en Canarias. Debido a la hibridación constatada y los efectos en la migración de la especie, se solicitará que la suelta de individuos de granja se controle de manera mucho más estricta. Asimismo, presionará para que se consiga la prohibición de la caza de codorniz en tubo.

La caza en tubo es una salvajada que pone los pelos de punta. Se trata de lanzar con cañones a cientos de codornices vivas de criadero, que son disparadas por los cazadores como si fueran platos lanzados al aire. Mejor no busques vídeos de esta supuesta modalidad «deportiva» porque te amargará el café.

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2 comentarios

  1. Dice ser Rural

    Muy amenazada? Precisamente la temporada pasada fue una temporada excepcional de codornices.
    Pero claro pasa comprobarlo hay que salir de la jungla de as falto y pisar monte…

    27 enero 2020 | 08:31

  2. Dice ser 225000????

    Se contabilizan 225.000 dicen… y se quedan tan panchos…
    Como los habéis contado con GPS? os habéis puesto en Tarifa a contarlas cuando entran?
    Si ya es difícil dar con ellas en el monte aunque haya 100 en un rastrojo imagínate ser tan categórico al dar ese número.
    Sinceramente, lo que hay que hacer para justificar la subvención….!!
    Por cierto el año pasado colgué muchísimas codornices, como hacía años…..

    27 enero 2020 | 09:10

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