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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

España vaciada: pueblos con sabor frente a ciudades doble caldo concentrado

Foto: Faustino Calderón

Perdonen el símil, pero España se está convirtiendo en un doble caldo concentrado de carne. Todos amontonados en cada vez menos ciudades, cociéndonos en un caldo demasiado espeso mientras el resto de los pucheros, medianos, pequeños y muy pequeños, se quedan sin sopa, vacíos, vaciados, rebañados, olvidados.

Son dos Españas, dos modelos, dos cocinas, dos formas de vivir cada vez más antagónicas. La España urbana de los calderos llenos, opulentos, donde todos los ingredientes se mezclan con generosas cantidades, y la España rural de los calderos vaciados, rebañados hasta su último resto de salsa pero que, no lo olvidemos, no hace tanto estaban llenos y hasta más llenos que los de las ciudades pues abastecían la totalidad de sus despensas.

Decenas de miles de personas se concentran hoy en Madrid bajo el lema La revuelta de la España vaciada. Exigen algo tan básico como poder seguir viviendo donde nacieron sus padres y donde aspiran a que puedan seguir haciéndolo sus hijos.

Están hartos de tanta desigualdad, de tanto arrinconamiento, de tanto caldo concentrado, de que el 30% del territorio acapare el 90% de la población española, según datos del Comisionado del Gobierno frente al Reto Demográfico, mientras el resto deba conformarse con grandes horizontes de estéril futuro.

Sigamos con símiles terribles. Toda la población de la provincia de Soria (90.000 personas) cabe ahora mismo dentro del estadio Camp Nou (99.000 butacas) y aún sobraría sitio. Año tras año, la capacidad de los grandes estadios de fútbol aumenta mientras la población rural se encoge.

Pueblos en peligro de extinción

El desierto demográfico avanza mes a mes, año tras año, inexorable e imparable. Este terrible erial poblacional afecta ya a 22 de las 50 provincias españolas.

La gente abandonó los pueblos pequeños para irse a las cabeceras comarcales. Luego se fueron de allí para ocupar las ciudades más importantes de cada provincia. De ellas pasaron a las capitales, que en muchos casos también sufrieron la competencia de capitales autonómicas como Valladolid o Zaragoza. La sangría no para. Ahora la gente también se va de ellas hacia grandes metrópolis como Madrid o Barcelona. Y empujados por un mundo global, muchos jóvenes saldrán de ellas para buscarse la vida en Londres, Bruselas, Nueva York. Es la gran estampida.

Los sueños de la abuela Emilia

Siempre que hablo de éxodo rural me acuerdo de una historia muy íntima, la de mi abuela Emilia.

Natural de Huidobro, un diminuto pueblo de la comarca de Sedano, en Burgos, fue viendo cómo poco a poco todos sus vecinos se iban a Bilbao atraídos por la oferta de una vida mejor, infinitamente menos dura que la que allí tenían. Al final sólo quedaron ella y su marido. 

Un frío día de invierno se les murió la yegua en la cuadra. Afuera estaba todo nevado y no había manera de poder sacar el cuerpo del animal al campo para que buitres y lobos dieran buena cuenta de ella. Debieron esperar varios días a que el camino a Sedano fuera más practicable para bajar a pedir ayuda, regresar con otro caballo y retirar el cadáver.

Para Emilia fue una señal. Si ella se ponía enferma, si alguno de los dos enfermaba o moría, ¿quién saldría a pedir ayuda? ¿Quién los sacaría de allí? Nadie. Estaban solos y desamparados. 

Así que con todo el dolor de su corazón tomaron una decisión. Un día de primavera cerraron por última vez la casa de piedra y se fueron a Bilbao dejando atrás toda una vida. En la gran ciudad pasó 40 años haciendo lo único que sabía hacer, trabajar, pero el pueblo siguió con ella, bien pegado a su alma.

Por la mañana, cuando se despertaba feliz, me gustaba hacerle la misma pregunta, pues su respuesta era siempre idéntica:

−¿Con qué ha soñado hoy abuela?

− Con el pueblo, como siempre, como todos los días. Siempre sueño con mi pueblo. Que salimos al campo a excavar las patatas, damos de comer a los animales, bailamos en la fiesta o estamos trillando en la era.

− ¿Y de Bilbao no se acuerda nunca?

− Nunca, allí no teníamos nada, no era nuestro pueblo.

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6 comentarios

  1. Dice ser estsaos

    bonita historia me ha emocionado pues ha salido del alma…. Pero tu abuelita tenia razon, no hay nada más triste que un pueblo sin personas que te puedan ayudar, eso no es un pueblo pues falta personas en plural.

    Ella añoraba la trilla, añoraba actividades que hacia en comunidad en un grupo de gente…. Un grupo de gente yendo al rio a limpiar la ropa , un grupo de gente al lavadero, un grupo de gente segando el campo.

    El ser humano esta hecho para vivir en comunidad y si no hay gente…… que hay? Por eso se marcho, a buscar gente para no morir sola, para que si se rompiera la pierna no morir desangrada sin ayuda sola.

    Eso es más aterrador que nada… la soledad de un pueblo que no importas a nadie.

    Tu abuelita soñaba con el antiguo pueblo lleno de gente que lavaba en grupo la ropa, que iba a misa, que hablaban de sus cositas que todo lo hacian en grupo.

    Añoraba el contacto con la gente y la seguridad que si se hacia daño alguien la ayudaria … Y el decir buenos dias señora Engracia como está usted?

    31 marzo 2019 | 18:17

  2. Dice ser NO A LA SUPERPOBLACIÓN

    NO A TANTO HUMANO POR TODAS PARTES, SI A LA DESPOBLACIÓN Y QUE GRANDES TERRITORIOS DESCANSEN DE HUMANOS CONTAMINADORES Y SOBREEXPLOTADORES DE LOS RECURSOS NATURALES.

    31 marzo 2019 | 20:07

  3. Dice ser Rural

    Cada vez tengo mas claro que las personas que vivimos en el mundo rural somos de otra pasta.Y cada vez tambien tengo mas claro que no podemos esperar nada ni del mundo urbano ni de los politicos.Hasta que no nos unamos todos en un gran partido rural al margen de las ideologias no hay nada que hacer.Y para ejemplo de lo que digo el comentario 2 el cual desea que el mundo rural desaparezca.
    Pero tranquilo señor urbanita del comentario 2 si el mundo rural desaparece no quedara ni una brizna verde para que salgas a hacer fotos desde Madrid…
    No se si me entiendes???

    31 marzo 2019 | 20:45

  4. Dice ser Para el comentario 2

    El lugar donde más superpoblación hay es en las urbes donde tu vives.
    Da ejemplo de coherencia y te arrojas desde un décimo piso y así serás consecuente con lo que predicas.
    Payaso!!!

    03 abril 2019 | 14:16

  5. Dice ser Ecuaciones

    Es triste, aunque lógico, que la gente emigre a lugares donde más oportunidades y comodidades hay. Además, la mayoría prefiere la vida de la ciudad que la rural (no es mi caso). Hay que fomentar el traslado y creación de empresas en los lugares despoblados.

    16 abril 2019 | 09:35

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