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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Asturias es el territorio más osero de España

Osas con crías en la Cordillera Cantábrica.

Las poblaciones de oso ibérico van viento en popa. Completado el censo de osas con crías de 2016 en la Cordillera Cantábrica, las cifras aportadas por la Fundación Oso Pardo son excelentes: 40 osas con 67 crías en las dos subpoblaciones. Con ello se iguala el record de 2015 (aunque con tres crías más) y consolida el proceso de recuperación de la especie. Asturias se mantiene como el territorio más osero de España.

  • 34 osas con 57 crías en la subpoblación occidental (centro-occidente asturiano, Alto Sil leonés y Ancares).
    • 29 osas con 50 oseznos en Asturias y 5 osas con 7 crías en el oeste de León.
  • 6 osas con 10 crías en la población oriental (Montaña Palentina, Montaña oriental leonesa y bosques colindantes de Cantabria).
    • 4 osas con sus crías han estado en diferentes momentos del año entre Palencia y Cantabria, una se ha movido entre León y Cantabria y la última se ha localizado siempre en Palencia.

Los datos refuerzan la tendencia positiva de la especie, igualando en 2016 el número de osas de 2015, que fue el más alto obtenido desde que se iniciaron los recuentos anuales de osas con crías en 1989.

En la pequeña subpoblación oriental, la más amenazada y frágil, se mantiene el mismo número de osas (6) y una cría más (10) que en 2015, datos que apuntan a una incipiente recuperación, con hembras reproductoras en toda la Montaña Palentina y las áreas oseras de Cantabria hasta los bosques inmediatos a la autovía Cantabria-Meseta (A-7). Sin embargo, advierte la Fundación Oso Pardo, su expansión se detiene en torno a la carretera N-621 (Riaño-San Glorio) y las osas no terminan de extenderse hacia el occidente, donde les esperan los magníficos bosques de Mampodre y Sajambre (León), o los de Ponga y Redes (Asturias).

El preocupante aislamiento genético de los osos orientales durante casi un siglo también empieza a mitigarse. Los estudios genéticos muestran una creciente comunicación entre ambas subpoblaciones realizada sobre todo por machos occidentales que han logrado atravesar carreteras y hasta autopistas para llegar al núcleo oriental.

Todavía en peligro

A pesar de estos datos, se está muy lejos para considerar fuera de amenaza a las poblaciones cantábricas de oso pardo. De acuerdo con los criterios de la UICN, el oso cantábrico sigue estando en Peligro de Extinción, y legalmente la especie continúa en dicha categoría en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

Aunque no hay evidencias del aumento de daños al ganado, el aumento de sus poblaciones está planteando un nuevo escenario, como qué hacer con los ejemplares que empiezan a perder el miedo al ser humano y se muestran especialmente confiados hasta el punto de acercarse a algunos pueblos.

En ese sentido, los expertos urgen a que las comunidades autónomas cantábricas aprueben protocolos para el manejo de osos habituados y conflictivos, pues dotará a las Administraciones de una herramienta muy útil a la hora de afrontar los conflictos causados y reducir los temores de los vecinos.

¿Y en los Pirineos?

La segunda población osera española está en los Pirineos, donde las cifras de los últimos censos son también halagüeñas. Se ha detectado un mínimo de 39 osos, entre ellos 5 osas con 10 oseznos. Son datos esperanzadores que demuestran que el plan de reforzamiento iniciado a mediados de los 90 con ejemplares traídos de Eslovenia está funcionando.

La escasez de daños y la reducción de los conflictos en la vertiente española son el fruto de un trabajo muy serio por parte de técnicos y autoridades. Pero en el lado francés la radicalización del conflicto se les está yendo de las manos, hasta el punto de haber surgido un presunto grupo de cazadores-terroristas que promulga la aniquilación de la especie. En Francia no se han aplicado medidas de prevención de ataques a los rebaños de ovino y colmenares, provocando con ello un creciente rechazo de la población local hacia el oso.

Y en el lado español, recuerda la Fundación Oso Pardo, «tenemos también una asignatura pendiente». En los Pirineos occidentales, entre Navarra y Aragón, van envejeciendo los dos únicos machos que habitan esas montañas. No les deberíamos dejar morir sin darles la oportunidad de transmitir sus genes. Esto es especialmente importante ya que la madre de uno de ellos, Canelito, fue la última hembra autóctona pirenaica, y este ejemplar es el único oso vivo en los Pirineos que conserva los genes de la población original. Habría que volver a impulsar la iniciativa de reforzamiento con hembras entre Navarra y Aragón, tantas veces planteada en los últimos tiempos pero que las autoridades regionales siguen aplazando.

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4 comentarios

  1. Dice ser Anna Dimitrova

    Hasta que llegue un viejo degenerado o un campesinos bruto y los mate. En España no quieren a los animales.

    08 octubre 2017 | 19:02

  2. Dice ser Fer

    Ya solo faltaba el comentario anterior de una. rusa opinando sobre los españoles.
    Si tan poco te gustamos ya sabes:carretera y manta y a tu pais.

    08 octubre 2017 | 20:34

  3. Dice ser Ivi

    @Fer
    Ha dicho una verdad como una casa, prefiero que te vayas tú que gente así sobra. Gracias

    08 octubre 2017 | 22:37

  4. Dice ser Fer

    Mejor que limpie su casa primero.
    Curioso que una rusa o bulgara con todo lo que tienen alli venga a darnos lecciones.
    Seguro que en su pais no tenia ni siquiera la oportunidad de hablar.
    Largate Anna.

    08 octubre 2017 | 23:03

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