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Albert Rivera en El Hormiguero: La corbata ya no es necesaria

Continuamos con la ronda de intervenciones políticas en el programa de ‘El Hormiguero’ antes de las inminentes elecciones del 10-N. Tras las entrevistas de Abascal, Errejón y Casado, anoche participó del formato un relajado Albert Rivera.

Lo que más trascendió en términos de comunicación fue su renovada apariencia. El líder de Ciudadanos se presentaba con una vestimenta muy informal, una camisa gris estilo denim, remangada y sin chaqueta, que protagonizaba notablemente su imagen. La formalidad ya no se lleva; políticos de todos los colores utilizan cada vez menos la corbata, y lo que es más importante, lo hacen a conciencia, como decimos siempre: en política nada se improvisa.

El cambio en la indumentaria de Rivera ha sido el más notable y esa es la clave, la palabra ‘cambio’ es la pieza fundamental de análisis en comunicación. Si alguien siempre utiliza o no el mismo recurso no tiene significado alguno, forma parte de su línea base de comportamiento sin más, pero ¿por qué un político comienza vistiendo de una manera para acabar llevando una indumentaria totalmente opuesta?

Aquí vemos la muestra, Rivera era conocido por su sus inmaculados trajes de chaqueta y corbatas estrechitas. En este caso tengo claro el significado, al principio el líder del nuevo partido naranja tenía que ganarse el respeto, proyectar una imagen ‘acorde’ con la tradición y el protocolo político, presentarse como un candidato serio, capaz, experimentado y en definitiva intentar incrementar la percepción de poder y autoridad.

Después de su andadura política considera que esto ya no es necesario, que la expresión personal tiene que destronar a la identidad corporativa, que ya la individualidad es superior a la institución, esto se traduce en algo así como… ‘si soy bueno en lo que hago ya no me importa cómo me vean los demás‘. En general, los políticos se la quitan para parecer más accesibles, pero ojo, que esto no quiere decir que lo sean.

 

 

Analizamos la comunicación no verbal de una ‘renovada’ Ana Julia Quezada

Muchas eran las alarmas conductuales que manifestaba Ana Julia Quezada durante la desaparición del pequeño Gabriel Cruz, el hijo de su pareja. En el proceso de la todavía búsqueda del desaparecido, Ana Julia se expuso ante los medios y analizamos en este blog aquel lenguaje ocultosus gestos gritaban agresividad, recelo, dominancia y tristeza fingida.

Ahora reaparece, acusada de asesinato, para declarar ante el jurado que dictará su veredicto. Vemos claramente como ha cambiado completamente su imagen. La apariencia también es un canal del comportamiento no verbal que aporta bastante información, sobre todo cuando se producen cambios drásticos, como es el caso. Los estudios han comprobado que la apariencia es una de las variables que más influye en la persuasión.

Por más que intentemos sustraernos de los estereotipos, nuestra imagen exterior sigue siendo la principal fuente de información a la hora de formarnos una primera impresión de alguien. Y Ana Julia ha intentado ‘suavizar’ la suya, ha prescindido de las lentes que antes utilizaba, ahora su rostro es más limpio y descubierto, su mirada es más clara. Ha alisado su cabello para dulcificar su imagen, ya que el pelo rizado y alborotado podría trasmitir más carácter, desenfado, rebeldía. Su atuendo en cuanto a ropa es bastante formal.

En el vídeo que recoge la parte inicial del juicio, se la aprecia llorando, me preguntan, ¿está triste? ¿llora de verdad? ¿está arrepentida? Claramente llora, la clave de la cuestión es ‘por qué’, quiero decir ¿cuál es el estímulo que activa su ‘pena’? El foco no tiene porque ser la víctima, ni su arrepentimiento; puede llorar por ella misma, porque le de pena verse en esa situación, porque tiene miedo de su condena… Es algo que piensa y no por ejemplo a causa de una pregunta concreta que le hagan, por tanto, no podemos saberlo. Tendremos que esperar a analizar sus reacciones a cada pregunta.

Lo que sí que no veo, en este primer momento, es culpa o vergüenza, su mirada sigue siendo fría, directa, no se manifiesta cabizbaja, más bien mira a su alrededor con atención, localiza los puntos de cámara, no es un patrón de conducta propio de alguien ultrajado, compungido, que siente bochorno, ni sentimientos de culpabilidad. Tampoco vemos ira, emoción propia del sentimiento de injusticia, de ser acusada de un acto no cometido.

Vimos anteriormente un ejemplo muy similar y todavía más claro en el análisis de una reciente entrevista al ‘asesino de la catana’ que os dejo por aquí.

 

La ministra Delgado y la teatralidad de su lenguaje corporal

La ministra de Justicia Dolores Delgado continúa ofreciendo declaraciones que dejan ver claramente su nivel infinito de emociones negativas, éstas van en aumento y ahora, además de una ira profusa (que ya analizamos anteriormente en este blog), se pueden contabilizar en este breve vídeo de su última aparición pública una veintena de microexpresiones de asco como la del siguiente fotograma:

La función del asco es la de generar respuestas de escape o evitación de situaciones desagradables o potencialmente dañinas para nuestra integridad. Lo curioso del comportamiento de la ministra no es solo lo que vemos, la ira o el asco, está enfadada y filtra su estado emocional, sino lo que no vemos. Tras los audios filtrados por el Comisario Villarejo no observamos en ella un mínimos de afectación, no está ‘tocada’ a nivel emocional, no se merma ante la adversidad, todo lo contrario, se crece, y entonces su lenguaje corporal se teatraliza y proyecta un estilo de comunicación poco habitual y visualmente muy llamativo.

Si véis el vídeo, es muy curioso como dota de un especial énfasis las frases que pronuncia, sobre todo hacia el final de su declaración. Dota su discurso de una tonalidad en las palabras que marcan los golpes de fuerza y el ritmo de su mensaje verbal y de su cuerpo y con unos movimientos gestuales exagerados. ¿Cómo podemos interpretar esta conducta? Puede haber varias hipótesis, van desde las mejores intencionadas hasta las peores. Desde que quiere que llegue su mensaje y fuerza que la gente le crea a través de este enfásis, también puede ser que su estilo comunicativo sea tan potente y dinámico frecuentemente, o que la incomodidad y la alta tensión provoquen que su lenguaje corporal se descontrole, hasta que realmente el mensaje no es espontáneo y teatraliza su discurso con un dramatismo exagerado para fingir un enfado mayor del que debiera.

Por último, también podemos observar una evolución palpable en su apariencia, ahora aparece mucho más clásica y cuida más su imágen, su vestimenta, peinado y maquillaje. Esto puede ser un recurso para transmitir más seriedad y confianza en los demás, o también podría ser la conciencia de que todo en ella es analizado con lupa y cuida más los detalles de su apariencia.

 

Análisis no verbal: El miedo de Anna Gabriel

La  exlíder de la CUP, Anna Gabriel, se ha ‘retirado’ a uno de los países más capitalistas del mundo, Suiza. En este sentido, son muchas las contradicciones que llaman la atención, aunque uno de los que más ha trascendido ha sido su apariencia. Ha realizado un cambio brutal pasando de una imagen muy transgresora, desenfadada, rebelde y moderna a un aspecto más formal, cuidado y tradicional.

Ha sido realmente sorprendente. La imagen personal es un patrón arraigado en nuestra seña de identidad, no es estable, ya que cambia con las modas, estados de ánimo, etc, pero no de un modo tan rápido y radical…

Anna Gabriel ofreció unas declaraciones a los medios que no tienen desperdicio alguno. Las preguntas desataban un fuerte impacto emocional en ella y las reacciones corporales eran de esperar. Mi compañero Francisco Campos Maya, autor del blog: analistas de la mentira, ha detectado una microexpresión de miedo bastante significativo ante la pregunta de si volverá a Madrid.

Tal reacción tiene tres indicadores bastante claros. El primero es la expresión facial de MIEDO o TEMOR, caracterizado por el alargamiento de la comisura izquierda de Anna Gabriel, por la apertura de los párpados y por la elevación de las cejas (con un sutil grado de tensión). 
El segundo es el acto de TRAGAR SALIVA de forma diferencialmente intensa que, junto al tercero, el aumento de la TASA DE PARPADEO, evidencia el nivel de TENSIÓN y MALESTAR que le genera la idea o imagen de ir a Madrid.

Aquí os dejo las imagenes.

Nacho Jacob: «Pablo Iglesias no sería congruente vestido con un traje de Armani»

Nacho Jacob

Nacho es todo un referente en el mundo V.I.P, ya que me consta que ha asesorado a numerosos miembros destacados del panorama social, cultural, deportivo, empresarial y político tanto nacional como internacional; aunque discreto, guarda receloso el ‘secreto de confesión’ a la hora de revelar nombres.

No hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. Ya sabemos que escasos segundos son suficientes para que nos juzguen (y juzgar) en un primer encuentro, y no hay nada perverso en ello porque no es un proceso consciente, ni siquiera notamos que lo hacemos. Se trata de una fase natural de la comunicación que nuestro cerebro ‘necesita’ activar por nuestra herencia primitiva, cuando no podíamos permitirnos tomar malas decisiones o demorar nuestra actuación porque de ello dependía nuestra supervivencia. Así que, aunque puedan interponerse nuestros prejuicios a la hora de hacer un análisis fugaz y automático de los demás, no podemos dejar de hacerlo.

Hoy cuento con la visión al respecto de todo un icono en la asesoría de imagen. Nos colamos en el despacho de Ignacio de Jacob y Gómez, conocido también como Nacho Jacob. Licenciado en ADE y Psicología, posee la mezcla perfecta para saber combinar la proyección de la apariencia, personalidad, actitud y saber estar, con el éxito profesional. En el año 2000 funda la Agencia Jacob Fitzgerald: Eventos & Comunicación, una de las compañías españolas líderes y más influyentes del sector, así como el “Instituto para la Excelencia Profesional”. Además, imparte docencia en diferentes universidades españolas, como la San Pablo CEU, Complutense, o Rey Juan Carlos de Madrid, sobre imagen institucional, imagen personal y liderazgo.

Pocos asesores de imagen pueden presumir de albergar en su curriculum el tener la confianza de personajes tan relevantes como Julio Iglesias, una entrañable amistad con el oscarizado actor Leonardo DiCaprio o haber pasado veranos con el Nobel Gabriel García Márquez.

Pocos asesores de imagen pueden presumir de albergar en su curriculum el tener la confianza de personajes tan relevantes como Julio Iglesias, una entrañable amistad con el oscarizado actor Leonardo DiCaprio o haber pasado veranos con el Nobel Gabriel García Márquez.

¿Cómo se relaciona la imagen con el liderazgo político?

La clave reside en que un líder debe saber evolucionar y adaptarse constantemente a la coyuntura social. Debe adecuar su discurso, su forma de hablar y de vestir, es decir, no puede transmitir nunca incoherencia en las diferentes estructuras que conforman su imagen. Por ejemplo, Pablo Iglesias, como líder de la formación política Podemos, es una persona muy progresista, con ideología de izquierdas, por tanto, no sería congruente que emitiera un mensaje envuelto en un traje de Armani, la audiencia no lo entendería, sería contradictorio. Su imagen se comprende de una forma más adecuada con las prendas que suele llevar, camisas, jeans y deportivas. Algo que no admitiría un electorado de índole más conservador, que presupone que un representante político debe llevar corbata y traje, detalles que les inspiren confianza y seguridad.

Entonces, ¿no cambiarías nada de la imagen de Pablo Iglesias?

Todos podemos mejorar. Con él haría algo transgresor. Demostrar que se puede ser fiel a un estilo pero con algunos matices importantes. No dignifica su imagen, por ejemplo, el hecho de llevar las corbatas tan desajustadas, sin embargo, se puede seguir siendo progresista enfundado en un traje para ciertas ocasiones. Habría que elegir uno con el que él se sintiera atractivo, cómodo y seguro. Todo un reto. Pero recordemos que hay precedentes de ello, Zapatero, Felipe González, o Pedro Sánchez, son personas de ideología progresista y presentan una imagen más adecuada para inspirar el gusto de una parte más amplia de los votantes.

¿Quién sería tu candidato favorito (en este sentido)?

Un caso con mucha lógica es el de Albert Rivera, es una persona que se viste muy adecuadamente para su edad, que puede ir sin americana o no ponerse traje e ir más informal pero siempre guardando un estilo neoconservador. Así, tanto sus electores, como no electores, se pueden sentir identificados. Cuando decide utilizar traje, elige un traje con la solapa reducida, low cost, que se vende en grandes almacenes al alcance de todos y no son de precio elevado, el nudo de la corbata es de una sola vuelta, etc. Es decir, se viste como cualquier persona de esa edad para un acto formal, así, muchos jóvenes sienten inclinación para votarle por su discurso pero también porque es adecuada esa imagen al mensaje pronunciado. La apariencia y el discurso no pueden ser antagónicos, tienen que ir de la mano y Albert Rivera puede ser un buen ejemplo de ello.

¿Qué te parece la trasformación que están sufriendo nuestros políticos en cuanto a su imagen? Por ejemplo, algunos líderes más tradicionales, como Mariano Rajoy, en los que hace unos años era impensable verles sin su riguroso traje y corbata y, en la actualidad, en algunas de sus intervenciones más relevantes elige un look mucho más informal.

Es que España ha cambiado mucho, si bien es cierto que en este sentido también ha habido precedentes de salirse de esa línea más formal, recordemos el PSOE de Felipe González o Alfonso Guerra con las famosas americanas de pana, fueron muy criticados, pero se convirtió en todo un símbolo. Ahora vivimos en una sociedad diferente, donde entendemos que la corbata puede ser una prenda de diferenciación y puede dotar a la persona de un cierto elitismo, por eso no la utilizan, todos buscan ser más cercanos a su electorado.

Dejando a un lado la política, y hablando en general, ¿qué concepto consideras más significativo en la asesoría de imagen?

Hay que dejar claro que la asesoría de imagen no trata en exclusiva de cómo vistes, siempre abogo por el concepto de la ‘imagen integrativa’. Cuando recibo a una persona mi trabajo no se reduce a elegirle unos pantalones, una camisa o el color de una corbata, mi acción va mucho más allá, y de ahí la importancia del asesor con una formación multidisciplinar; tengo que profundizar en cómo se comporta, cómo gestualiza, las palabras que suele utilizar, cómo interpreta y expresa sus ideas, trabajar en su autoestima, cuidar la alimentación, las horas de sueño, iniciarse en la meditación, y un largo etcétera. Y todo ello es lo que tiene una relación directa con el éxito y la proyección profesional. Cuidando todo este conjunto seremos más capaces en nuestro trabajo, podremos conseguir nuestras metas y alcanzar nuestros sueños. (Veo al asesor más como un coach, hay que conocer sus gustos, preferencias, sus hábitos diarios).

La importancia de esto se ve reflejada perfectamente en la actualidad con el uso de las redes sociales, el impacto brutal que tiene la plataforma Instagram en la vida social y laboral, el auge de todo ello manifiesta lo fundamental que se ha convertido la proyección de la imagen personal.

¿Cómo influyen las variables de género y edad?

El hombre sigue siendo un poco más dejado o se interesa menos por esta imagen integrativa aún, han avanzado, han mejorado, cada vez hay más hombres que la tienen en cuenta, pero la mujer se sigue cuidando más en todos los aspectos, invierte más en su imagen personal como hábito.

En cuanto a la edad, parece que con los años se va perdiendo el interés en esta imagen, pero me parece estupendo que una persona se sienta joven por dentro y lo exprese así por fuera, y si se llevan unos pantalones pitillos o un traje slim no tenga por qué ponerse un traje regular porque ‘ya tenga una edad’, ¿por qué no puede ponerse un pantalón slim siempre que le favorezca y se sienta cómodo con ello? Eso sí, no hay que caer en el error de que solo porque una prenda o estilo esté de moda nos la tengamos que poner porque sí, tenemos que buscar siempre que nos favorezca y nos haga sentir bien.

En general, ¿qué personajes públicos calificarías como referentes y quiénes tienen la necesidad de un buen asesoramiento?

No puedo contestar a eso, ni decir nombres, para bien o para mal, tengo mi criterio, claro, pero me lo reservo. No soy destructivo ni incendiario.

Sí te diré que aunque pueda parecer que los más abandonados sean los deportistas, esto ha cambiado muchísimo en la última década, a pesar de que su imagen sea más street o casual, y bastante peculiar, está muy cuidada y pensada. Los más descuidados, en este sentido, son los profesionales del mundo de la interpretación, en particular, los actores masculinos. No la nueva hornada, no los jóvenes que vienen apuntando fuerte y además suelen trabajar también como imagen de firmas y publicidad, más bien me refiero a los actores de una edad más adulta.

¿Es caro tener buena imagen?

Hoy por hoy para nada, hay muchas alternativas, mucho mercado low cost donde puedes vestirte muy bien a un precio muy razonable, solo hay que proponérselo y experimentar fórmulas que te hagan sentir bien y que irradien estilo.

Queda claro que la imagen que los demás se formen de nosotros, a partir de una primera impresión, es la que generalmente perdura y la que nos abre o nos cierra las puertas hacia nuevas oportunidades. Todos los seres humanos proyectamos una imagen hacia el exterior, que comienza a crearse a partir de nuestro aspecto físico, se fortalece con todo aquello que dejamos ver de nosotros y se consolida con lo que los demás perciben e interpretan de cada una de nuestras actuaciones. Cuidar nuestra imagen a lo largo del tiempo, para que siempre refleje lo que queremos mostrar, requiere de una total coherencia en nuestras conductas frente a lo que los demás piensan y esperan de nosotros. Cuando se pierde esa coherencia, aunque sea por un solo y desafortunado hecho, la imagen se deteriora o puede llegar a arruinarse totalmente, siendo casi imposible su recuperación. Las apariencias importan, y mucho.

La comunicación no verbal durante la entrevista de trabajo

thumbEn el último post ya os adelanté una parte muy importante del proceso: qué hacer antes de entrar a la entrevista y la importancia de NO ser puntuales, esta parte será fundamental para trabajar nuestra actitud y entrar con buen pié.

No soy partidaria de enseñar ‘trucos’ o poses fingidas para aparentar y transmitir cosas que no somos, siempre he pensado que esa artificialidad se acaba comunicando y quedaremos aun peor. Para causar una buena impresión con nuestro lenguaje corporal la clave está en creer en lo que decimos, prepara lo que vayas a decir, conciénciate de ello, y si vas a soltar alguna mentirijilla (exagerar o minimizar, nunca inventar) interioriza ésta con convicción. Cree en ti y en tu discurso y tu lenguaje corporal acompañará a tus palabras en un armónico baile de credibilidad y persuasión.

Aun con todo, estarás nervioso, acéptalo y gestiona entonces tu comunicación no verbal para controlar ese estrés y que no sea tan aparente. Simplemente, intenta evitar los gestos manipuladores, como por ejemplo, sujetar algo en las manos, mordernos las uñas, colocarnos constantemente la ropa, agarrarnos/frotarnos las manos, etc. Sustituye estos gestos de nerviosismo por gestos ilustradores, que tus palabras estén acompañadas con lo que dices con tus manos y brazos, esta actitud generará confianza, credibilidad y seguridad en el entrevistador, o sea, gesticula con naturalidad, será muy positivo además para dar sensación de productividad y competencia.

Fotografía de: portalvirtualempleo

Fotografía de: portalvirtualempleo

En cuanto a la postura, puede parecer obvio, pero os aseguro que cuando estamos nerviosos nuestro cuerpo a veces adopta una figura bastante extraña sin que seamos consciente de ello. Asegúrate de estar erguido, tal y como aparece en la fotografía adjunta. Esta posición adecuada nos ayudará a transmitir entusiasmo, escucha activa y seguridad, de lo contrario podemos provocar agresividad, desinterés, o incomodidad.

El contacto visual también es un factor importante que podemos descuidar fácilmente con los nervios. La habilidad para mantener el contacto visual es uno de los aspectos más valorados por los reclutadores. Cuando hablemos con nuestro interlocutor debemos mantener en él la mirada, y siempre a la altura de los ojos, sin bajarla, o desviarla hacia otras partes de la habitación. Una mirada hacia la persona, por debajo de la línea de los ojos, es inapropiada en un entorno laboral; mirar hacia abajo y a uno mismo denota excesiva timidez o falta de confianza, y recorrer con la mirada la habitación mientras nos hablan puede transmitir desinterés. No es más que utilizar el sentido común y no distraernos.

Por último, y como es recomendable en toda situación, sonríe, de forma sincera, y para ello solo tienes la opción de pensar en positivo, si fuerzas la sonrisa porque no está acorde con tu verdadero estado emocional será desagradable y provocará rechazo, así que ante todo, ¡pensamiento positivo! 🙂

¿Cuántos segundos dura ‘la primera impresión’? (Y cómo conseguir que ésta sea buena)

traje-sastre-rodilla_milima20140224_0544_11Todos sabemos que unos cuantos segundos son suficientes para que nos juzguen en un primer encuentro, no es algo maléfico porque no es un proceso consciente, ni siquiera notamos que lo hacemos. Esto es una fase natural de la comunicación que nuestro cerebro ‘necesita’ activar por nuestra herencia primitiva, cuando no podíamos permitirnos tomar malas decisiones o demorar nuestra actuación porque de ello dependía nuestra supervivencia. Así que, aunque puedan interponerse nuestros prejuicios a la hora de hacer un análisis fugaz y automático, no podemos dejar de hacerlo.

Parece ser que la media consensuada para valorar al otro son unos siete segundos. En este tiempo, primero intentamos averiguar si debemos sentirnos amenazados para después realizar juicios de valor sobre el atractivo y la personalidad. Para realizar un análisis completo y totalmente fiable de estas variables necesitaríamos meses y nuestro cerebro no se lo puede permitir, por tanto tomamos este atajo.

Hay investigaciones que apuestan aún más fuerte por este período inicial de la comunicación. Psicólogos de las universidades de Glasgow (Escocia) y Princeton (EEUU) han demostrado que un simple ‘hola’ (en un par de segundos) es suficiente para sacar conclusiones sobre el tipo de personalidad de nuestro interlocutor. Para los autores, lo más sorprendente es que estos juicios se pueden elaborar incluso sin ver a la persona que está hablando. Y es que el tono de voz que se utiliza para saludar también contribuye inmediatamente a formar la primera impresión

La famosa frase: «No hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión» es totalmente acertada, y debemos ser conscientes de que no solo nosotros juzgamos a los demás de forma instantánea sino que además ocurre igual en la otra dirección. Es por ello que en situaciones importantes, negocios, reuniones, entrevistas de trabajo, conferencias, etc, debemos cuidar estos primeros segundos para establecer una sólida base, y lo más adecuada posible, sobre lo que queremos proyectar.

Si iniciamos un encuentro emitiendo señales de timidez, ansiedad u hostilidad, lo más probable es que eso matice la percepción de quienes nos rodean sobre nuestra personalidad y que éstas inferencias sean difíciles de transformar, aunque no sean reales. Preséntate siempre de forma auténtica, mantén la calma, postura erguida, y no olvides sonreír. 🙂

 

La sonrisa de Hillary Clinton eclipsó a la agresividad de Donald Trump en el primer debate

(Foto EFE)

Quedé gratamente sorprendida con Hillary Clinton en el primero de los tres debates presidenciales con Donald Trump, (pincha aquí para acceder al análisis del contenido), ya que si nos centramos en el análisis comparativo que hice previamente entre Clinton y Obama la imagen de la actual líder demócrata siempre quedaba en un segundo plano, superada por la imponente figura de su predecesor, pero está claro que Hillary se crece ante la adversidad y ha superado con creces las expectativas expresivas para este significativo momento político.

Se le atribuye a Shakespeare la frase: «Es más fácil conseguir lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada». Y Clinton dio buen ejemplo de ello, las emociones positivas eclipsan la fuerza y fiereza de las negativas, una sonrisa transmite mucho más, proyecta acercamiento y apertura al público, reconforta y está asociada a la inocencia, la pureza y la bondad. Nos anima a que nos aproximemos a ella, creando un ambiente acogedor y confiado.

Lo cierto es que Trump estuvo más calmado ‘de lo normal‘, sobre todo en la primera parte, pero creo que precisamente le hizo ir descontrolándose esa calma y buen estado emocional de su rival, pareciera que le sacara de quicio la sonrisa relajada que él no conseguía ejecutar. El líder del partido republicano entró en ataques personales, repletos de expresiones emocionales de ira, asco y desprecio, su ceño fruncido y la sonrisa de medio lado fueron los protagonistas en sus intervenciones. Estaba nervioso e impertinente, interrumpiendo constantemente a su oponente y al moderador. Su proyección era tosca, poco amistosa, provocando rechazo en el observador, nos impulsa a alejarnos.

1528256Los gestos igualmente iban en consonancia y armonía con el estado emocional de cada uno de ellos. Los gestos de Clinton eran dinámicos pero serenos, apuntillados, ilustrando mucha concisión y claridad de ideas. Los gestos de Trump eran bastante más agresivos, más rápidos, descontrolados y expansivos, acaparaba mucho espacio para dominar la situación y utilizaba gestos de látigo y dedos acusadores que señalaban contundentemente a su adversaria. Es destacable cómo le daba pequeños toques por la espalda a Hillary para dominarla, hacía constar que él dirigía la situación y la controlaba, mostrando superioridad.

La apariencia de Clinton no fue nada arbitraria, han transcendido sus complicaciones de salud y está claro que ha querido superar esa supuesta debilidad con una imagen imponente, de un rojo pasión, asociado primitivamente al fuego y la sangre, es un color tradicionalmente bélico que evoca poder y masculinidad, energía, atracción, salud y belleza.

Parece que todas las encuestas dan como ganadora del encuentro a Hillary Clinton, y seguramente mucho tenga que ver su expresión emocional y gestual ante los ataques de Trump. Demostró que se había preparado el debate y estaba lista para cualquier comentario de su rival, ella misma lo reconocía así: «Trump solo me acusa de haberme preparado el debate. ¿Y sabes para qué más me he preparado? Para ser presidente». Así es, Hillary Clinton se mostró más presidencial que su adversario Donald Trump.

 

¿Qué proyecta la raya del cabello sobre ti? Existe una teoría al respecto

Efectivamente, existe una Teoría de la raya del cabello, (para acceder al estudio original pincha aquí) parece ser que los límites de la apariencia son insospechados y las proyecciones que hacemos continuamente con solo nuestra presencia e imagen son del todo peculiares. Sorprendentemente, la raya del pelo tiene un impacto crucial en las relaciones interpersonales, al afectar a la evaluación inmediata del carácter, rasgos de personalidad, auto-percepción y auto-desarrollo personal.

La Teoría del pelo fue desarrollada por los hermanos John y Catherine Walter, entrenados en física nuclear y antropología cultural. Además de esta teoría revolucionaria, también presentan el ‘espejo verdadero’ (true mirror ®) , un espejo que no invierte la imagen del espectador y que por lo tanto permite una auto-evaluación precisa.

Los resultados de la investigación revelan que los hombres que, por lo general, tienen la raya en la izquierda (su izquierda, y la derecha del observador) se perciben como personas populares, exitosas, fuertes, poderosas y tradicionales. Mientras que la raya a la derecha provocaría una percepción del hombre más afeminada, confusa, atípica, excéntrica y radical. El ejemplo más notable, y quizás el más ilustrativo de la Teoría del pelo, es el que se observa en Christopher Reeve cuando interpretó a Clark Kent apareciendo con la raya del pelo a la derecha, y cuando se convertía en Superman la raya del pelo cambiaba al lado izquierdo. ¿Curioso verdad?

SUPERMAN

Según las estadísticas acumuladas a lo largo de los años, se ha determinado que menos de un 20% de los líderes políticos se peinan con la raya a su derecha. Uno de los ejemplos más sencillos es el de los 44 presidentes norteamericanos: sólo 6 de ellos tenían la raya a la derecha.

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¿Quién ganó el tenso cara a cara entre Pablo Iglesias y Albert Rivera?

(EFE) Pablo Iglesias y Albert Rivera discuten en su cara a cara en el programa Salvados.

(EFE) Pablo Iglesias y Albert Rivera discuten en su cara a cara en el programa Salvados.

Albert Rivera y Pablo Iglesias se sentaron anoche frente a frente en un programa especial de ‘Salvados’, el moderador, Jordi Évole instaba constantemente a la cordialidad entre ambos, y así comenzaron, con un tono muy cordial, expresiones positivas, calma y buenas intenciones, pero duraron poco. Me limitaré a exponer algunos datos para que cada uno saque sus propias conclusiones. Y es que en mi opinión, ambos manifestaron aciertos y errores en lo que a comunicación no verbal se refiere.

El atuendo elegido ya nos dice algo, con anterioridad comentamos la importancia del uso o no de la corbata en política, curioso que en este caso el líder de Podemos la utilice y el representante de Ciudadanos no lo haga; ambos matizan posiciones, suavizan, e intentan romper así la asociación con la imagen transgresora de Pablo y con la más clásica y tradicional de Albert.

A veces, son las palabras las que incendian determinados comportamientos, acusaciones que se convierten en una especie de ‘botón’ que activa de pronto una intensa reacción conductual (positivas y negativas). Sin duda, se producen tres momentos destacados, con tal impacto emocional que son determinantes en el transcurso de la entrevista:

  • La alusión a Amancio Ortega: Pablo Iglesias estaba muy relajado y neutral hasta este momento. Le enfada que Rivera le acuse de haber criminalizado al famoso empresario a través de Twitter, su gesto se torna iracundo e incluso asqueado por lo que escucha. Ante está primera provocación Iglesias se desestabiliza y entonces adquiere también un rol más agitador, aunque consigue, en cierta medida recuperarse.
  • La mención a los refugiados sirios (el momento más tenso): Aunque ambos coincidieron en agilizar los trámites para la acogida de refugiados, la contienda llegó con la réplica de Iglesias: «Lo que dices es sensato Albert, pero no entiendo por qué votasteis en el Parlament de Cataluña en 2013 a favor de retirar la tarjeta sanitaria a los inmigrantes», y esto desata la angustia y el estrés de Rivera, que responde muy tenso «Pablo, tu demagogia es insultante».»No te pongas nervioso», le dijo Iglesias. «No me pongo nervioso, me indignas Pablo«A partir de aquí el líder de Ciudadanos comienza un viaje al descontrol sin retorno posible. Comienza a beber agua sin parar, a sudar de igual forma, no puede gestionar su vuelta a la calma. Y para colmo aun le quedaba encajar otro duro golpe.
  • La referencia a Venezuela: Fue la tecla que termina por encender a Albert. La insinuación de que le preocupen más los problemas al otro lado del charco en detrimento de los de España y sus (desafortunados) comentarios sobre el significado de una dictadura, hacen que se perturbe del todo, llegando incluso a elevar el tono de voz. En realidad, ya ambos no cesan de reproducir expresiones de ira, asco y desprecio, entran en un estadio afectivo muy negativo del que no logran recuperarse.

Otros datos relevantes:

  • Los papeles de Pablo Iglesias: No solía recurrir a la lectura, ni a datos, frases literales, porcentajes, etc. Pero en esta ocasión decidió ir acompañado de apuntes a los que apelaba asiduamente como apoyo argumental. Rivera sin embargo prefirió ir libre de guión.
  • A Iglesias le molestaba significativamente que Rivera le acusara de intransigente, ante está ‘tecla’ (utilizada repetidamente), muestra un intenso desprecio.
  • Evasivas de Albert Rivera: En algunas respuestas carece de contundencia, sobre todo, en las que se refiere a los futuros pactos. Le cuesta nombrar a los partidos políticos con los que sí o no pactaría.
  • El bolígrafo sigue adquiriendo el protagonismo en el impacto emocional de Iglesias. En esta ocasión además es muy flagrante su utilidad para descargar tensión y agresividad, cuando escucha a Rivera, literalmente, ‘lo aprieta’.
  • Albert casi siempre toma la posición no ventajista en sus intervenciones de respuesta, por un lado, toma la iniciativa y esto proyecta una imagen positiva, pero por otro lado, le regala constantemente tiempo a Iglesias para pensar mucho mejor sus réplicas.
  • El apretón de manos final: este elemento resulta muy ilustrativo de lo que fue el careo, resume muy bien el estado emocional, sobre todo, de Rivera. Está muy enfadado, ni le mira, ni se inclina, es una acción desdeñosa que realiza por deber protocolario.

cierre cara a cara iglesias-rivera

Pablo Iglesias admite que en el pasado cara a cara entre ambos, en el mismo medio y formato, «lo hizo mejor Rivera», y estoy totalmente de acuerdo, pero en este caso, con estos datos tan dispares, tengo mis dudas sobre por quién decantarme. ¿Qué pensáis vosotros?