Albert Rivera en El Hormiguero: La corbata ya no es necesaria

Continuamos con la ronda de intervenciones políticas en el programa de ‘El Hormiguero’ antes de las inminentes elecciones del 10-N. Tras las entrevistas de Abascal, Errejón y Casado, anoche participó del formato un relajado Albert Rivera.

Lo que más trascendió en términos de comunicación fue su renovada apariencia. El líder de Ciudadanos se presentaba con una vestimenta muy informal, una camisa gris estilo denim, remangada y sin chaqueta, que protagonizaba notablemente su imagen. La formalidad ya no se lleva; políticos de todos los colores utilizan cada vez menos la corbata, y lo que es más importante, lo hacen a conciencia, como decimos siempre: en política nada se improvisa.

El cambio en la indumentaria de Rivera ha sido el más notable y esa es la clave, la palabra ‘cambio’ es la pieza fundamental de análisis en comunicación. Si alguien siempre utiliza o no el mismo recurso no tiene significado alguno, forma parte de su línea base de comportamiento sin más, pero ¿por qué un político comienza vistiendo de una manera para acabar llevando una indumentaria totalmente opuesta?

Aquí vemos la muestra, Rivera era conocido por su sus inmaculados trajes de chaqueta y corbatas estrechitas. En este caso tengo claro el significado, al principio el líder del nuevo partido naranja tenía que ganarse el respeto, proyectar una imagen ‘acorde’ con la tradición y el protocolo político, presentarse como un candidato serio, capaz, experimentado y en definitiva intentar incrementar la percepción de poder y autoridad.

Después de su andadura política considera que esto ya no es necesario, que la expresión personal tiene que destronar a la identidad corporativa, que ya la individualidad es superior a la institución, esto se traduce en algo así como… ‘si soy bueno en lo que hago ya no me importa cómo me vean los demás‘. En general, los políticos se la quitan para parecer más accesibles, pero ojo, que esto no quiere decir que lo sean.

 

 

4 comentarios

  1. Dice ser da

    Ah, pues ahora sí que lo voto.
    Bueno, después de esto y de que se hiciese unas camisetas con el lema «Liberales ibéricos». Que chispa, seguro que no arreglará ningún problema, pero promete espectáculo.

    29 octubre 2019 | 12:25 pm

  2. Dice ser Daniel

    Cierta ese br bien el de front.

    29 octubre 2019 | 1:05 pm

  3. Dice ser Yo

    Así es, trata de cambiar para adaptarse a la indumentaria que también han llevado los demás o que también cambian los demás, donde quedo ese Errejón de camisetas y rastas??

    29 octubre 2019 | 3:56 pm

  4. Dice ser Cannibal Lector

    No sé qué tiene o qué es lo que le falta a este ibérico liberal, pero ni frío ni calor. Y Malú que no me gusta nada de nada -ni cuando canta- no tiene nada que ver. No hay manera. Ni antes ni ahora. No me llega, Albert. Y mira que me es cercana su vivencia, su lucha, su dolor, su indignación por lo pasado, lo sufrido, -que de eso me lo creo todo y más- y sé de los huevos que le habrá tenido que echar mil veces para tirar pa’lante en lugar de hacer el macuto y largarse a Camberra, y ahí les den a todos con sus pintadas y amenazas en el buzón. He conocido muchos que han pasado por lo mismito y comprendo requetebién lo jodido de su situación vital y la de su familia por Granollers -que no distará mucho de lo vivido por muchos vecinos de cualquier «Argoitia» (por ejemplo)- cuando en el bar de en frente le negaban el pan y la sal, no le servían un chato ni le vendían una caja de aspirinas por no ser de los «suyos». Vetado forever allá a donde iba, venía y respiraba, sólo por no compartir las ideas sectarias sanguinarias del resto y no creer en más banderas que la suya.
    Puedo llegar a comprender (le) pero no es el presi que necesitamos. Nop.

    29 octubre 2019 | 5:06 pm

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