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La sesión de fotos de Miley Cyrus para Vogue: el sueño en pastel de los amantes de la moda

Lo de que esta temporada vamos a tener colores pastel desde el postre hasta en la sopa fue algo que ya os adelanté, como buena Sandro Rey que soy de las tendencias, en este post: ¿Qué nos pondremos esta primavera? La pasarela ha hablado.

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Si lo dicen Chanel, Valentino y Versace en sus respectivos desfiles, te lo puedes creer al 90% de que va a ser éxito seguro, pero si Vogue le dedica un reportaje con servicio editorial con Miley Cyrus como modelo puedes estar totalmente segura de la tendencia.

Desde que vimos a la cantante lamer un martillo y demoler paredes en Wrecking Ball o perrear con la lengua fuera, nos quedó a todos claro que tiene una manera particular de hacer las cosas, y… ¿Sinceramente? Me encanta.

Miley coge huevos de Pascua, un conejo y te hace una sesión de fotos pin up eléctrica y un poco sórdida también (no vamos a negarlo a estas alturas), pero totalmente en su línea y muy acorde a ella.

Porque Cyrus es así y si no te gusta, ni te viene ni te va, pero si te gusta, el reportaje que vas a ver, te va a REQUETECHIFLAR.

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Hoppy Easter Erbody!

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Del servicio, que podría haber sido asistido por Pink viendo los colores y la estética (muy en sintonía con su último videoclip con Channing Tatum), no solo me quedo con el pastel, sino que si nos ponemos en modo trendhunter y sacamos la lupa de analizar los estilismos, encontramos pistas que Vogue nos deja caer.

Vestidos de rayas combinados con zapatillas de cordones, stilettos en pastel, volúmenes, lunares, conjuntos dos piezas o gafas de sol de montura extra grande. ¿Has tomado nota? Pues ya sabes qué ponerte esta primavera acompañando a esos tonos pocos saturados en tus conjuntos.

Por qué septiembre es el ‘enero’ de la moda

Después de cuatro horas de viaje paramos en una gasolinera y mi novio hace lo que llevo pidiendo todo el viaje: comprarme la Vogue del mes de septiembre.

@meetingmara

Era lo primero que quería hacer al llegar a España. Se lo llevaba repitiendo la semana entera mirando con deseo las Vogues portuguesas que me miraban desde cada quiosco que nos cruzábamos.

«¿Por qué la de septiembre?» Me preguntaba él a sabiendas de que nunca me compro revistas (y menos una que cuesta casi cinco euros, algo que me da para un paquete de tangas en Primark).

Por todos es sabido, y si no lo sabías ya te lo digo yo, que Vogue es la Biblia de la moda, lo que la «gente del mundillo» lee con fervor a la hora de saber qué viene y qué se va, hasta otra temporada, de nuestras vidas.

El número de septiembre, The September Issue, es el Mapa del Merodeador de la estación. Te dice qué se lleva, cómo se lleva y dónde se lleva la nueva temporada, desde la manga hasta el complemento de tus tacones sin olvidar del color que llevarás en tus labios o el grosor de tus pestañas.

Es como la apertura del curso en el colegio, solo que, en el caso de la moda, es algo que coges con ganas, no como cuando empezabas cuarto de la ESO y sabías que tocaba volver a verle la cara a la profesora de Física y Química.

«Lo relevante y definitorio de esta franja de tiempo que nos ha tocado vivir» afirma Eugenia de la Torriente en la Carta de la Directora del número de la revista. ¿Y qué nos espera?

Por lo que he visto por encima aprovechando los kilómetros entre Toledo y Madrid, mezclas arriesgadas, el más es más, colores vibrantes, tejidos gruesos que no dejarán pasar una pizca de frío y texturas que piden más que ser llevadas, ser acariciadas.

Resetea el armario, empezamos.

Lo que tienes que saber de Leandro Cano, Diseñador Revelación del año

Anoche, el diseñador Leandro Cano se hizo, por fin, con el premio Who´s on Next 2017 tras presentarse por segunda vez. Para todos los que leáis esto con la misma cara con la que escudriñáis los caracteres chinos cuando os encontráis un restaurante por la calle del país del gato de la fortuna, deciros que, así para que nos entendamos, el premio viene a ser el equivalente al Goya en el mundo de la moda. O sea, algo muy deseado e interesante de ganar a nivel profesional.

LEANDRO CANO

La revista Vogue, gran impulsora de la industria de la moda (lógicamente, ya que es su pan de cada día), organiza este certamen cada año para premiar la labor de los nuevos diseñadores y ayudarles a impulsar su carrera dándoles la posibilidad de desfilar en la Mercedes- Benz Fashion Week Madrid, 100.000 €, ingresar en ACME durante un año de forma gratuita y contar con todo el apoyo editorial de Vogue.

No es moco de pavo, y fueron tres, Pepa Salazar, Leandro Cano y Heridadegato, los afortunados que llegaron a la final. El Madrid-Juventus de la moda se disputaba en El Principito, un exclusivo teatro cercano al Círculo de Bellas Artes.

LEANDRO CANO

Elegido por periodistas, diseñadores y fotógrafos, el ganador de la sexta edición fue el diseñador jienense que empezó realizando trabajos para el Ideal de Granada a raíz de sus estudios en Fotografía y Diseño Gráfico y ahora cuenta con algunos de sus vestidos en el mismo museo de Frankfurt en el que están creaciones de Alexander McQueen o Maison Margiela. Casi nada vaya, lo que vendría a ser empezar de camarero y terminar creando Starbucks.

Respecto a su estilo, y según Vogue, el diseñador sigue «un concepto como articulador de colecciones dando coherencia y armonía en el volumen, en la selección de tejidos y en la paleta de color, creando así piezas únicas. Es un producto diferenciado y exclusivo por su innovación formal y el uso de materiales de la más alta calidad«. O en otras palabras, le gusta experimentar con las formas así como a Rei Kawakubo o a Rick Owens en versión española.

¿Qué nos traerá en la Mercedes-Benz Fashion Week Primavera-Verano 2017? Nos tocará esperar a septiembre para descubrirlo.

LEANDRO CANO

El estreno de Vogue Arabia, moda y hijabs a partes iguales

VOGUE ARABIA

A principios de mes, una nueva versión de Vogue, la vigésimo segunda concretamente, llegó al mundo. Este suceso viene a ser el equivalente de presenciar el nacimiento de uno de los doce apóstoles pero en el mundo de la moda.

(Sí, cuando tiene el poder de aparecer en el cine, en los libros, en las canciones de Madonna, de convertir a un joven fotógrafo en Helmut Newton, David Avedon o David Bailey, sabes que no es solo una revista más.)

La versión árabe tiene como editora jefe a Deena Aljuhani Abdulaziz, princesa saudí que habla de Oriente Medio como «la región que ha estado esperando demasiado tiempo por su voz Vogue para hablar».

Ha sido la primera Vogue que le ha dado prioridad a la versión digital antes que a la impresa, la primera publicación de Oriente Medio en dos lenguas y la primera Vogue que representa una región entera.

Según el artículo de presentación de la revista, el primer número, titulado Reorienting Perceptions (Reorientando percepciones), «incluye diseñadores conocidos y otros nuevos, moda de diseño con aires modestos y un estilo de vida lujoso dentro del Oriente Medio con un giro árabe».

Al igual que el resto de sus revistas hermanas incluyen el repaso a las pasarelas durante la semana de la moda, artículos de streetstyle, peinados o cosméticos. La diferencia principal reside en el 90% de contenido propio. Algo que no podemos pasar por alto es la insistencia del hijab. Además del editorial, que es una de las piezas principales de la revista, totalmente dedicado al estilo árabe, dedican un artículo al hijab deportivo de Nike. Otra pieza interesante es el reportaje dedicado a cuatro atletas árabes dedicado a (qué casualidad) las que protagonizan el anuncio de la marca deportiva.

Moda de diseño, maquillajes, cosméticos y el hijab, siempre el hijab, que de la portada de la revista, desde esa Gigi Hadid cubierta, hasta el final, va dejando claras sus intenciones. Moda y estilo sí, pero con la religión siempre presente.

VOGUE ARABIA

 

 

«La figura femenina se ha asociado siempre a la debilidad y a la fragilidad»

Hay dos cosas que encontraremos sistemáticamente en una revista de moda femenina: en primer lugar, unas 10 o 12 páginas, situadas al principio de la publicación, de publicidad y, en segundo lugar, editoriales de moda protagonizados por (las que son ya hasta típicas) modelos delgadas.

Vogue, una de las revistas con más renombre y lectores del mundillo, es una de tantas en utilizar este tipo de formato. Sin embargo, algo huele a podrido en la gran casa de Wintour, y no son los vasos vacíos de café que toma a lo largo del día.

Si echamos un vistazo a los editoriales de 2016 de la revista esto es lo que encontramos:

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Mujeres «deprimidas, débiles, muertas, locas, tiradas, cansadas, dobladas, consumidas, frágiles, enfermas, agotadas, caídas, desmayadas, encogidas, desparramadas, drogadas, endebles, lánguidas, desfallecidas, empequeñecidas, abandonadas, idas, sufrientes, perturbadas, abatidas, derrotadas, blandas, patéticas, hundidas, pasmadas, atontadas, desoladas, infelices, desdichadas…» dice Yolanda Domínguez en la petición que ha iniciado en Change.org.

Su objetivo no es otro que el de cambiar la moda de representar a las mujeres con este tipo de actitudes. Si Domínguez se encargara de estos editoriales tiene claro que «elegiría actitudes erguidas, de poder, de fuerza, con energía y diversión. También propondría diversidad a la hora de elegir a las modelos, mujeres de todas las edades y colores de piel».

No es algo nuevo para la artista, que lleva trabajando sobre esto desde 2011: «Realicé una acción callejera llamada Poses en la que mujeres de todas las edades y tallas adoptaban poses de algunas editoriales en espacios públicos como un supermercado o un restaurante, las reacciones eran de preocupación y socorro, algunos querían llamar a una ambulancia. El último vídeo es una recopilación de las editoriales que han sido publicadas sólo en este año y se puede comprobar que la imagen de la mujer, lejos de empoderarse va a peor«.

Con unas 70.086 firmas y poco menos de 5.000 para llegar a su objetivo, Domínguez considera que su petición «ha tenido mucha repercusión, las personas somos cada vez más críticas con los mensajes publicitarios y en especial las mujeres que estamos luchando por vivir en una sociedad más justa e igualitaria. No nos sentimos representadas en absoluto en la imagen de moda, tampoco nos parece atractiva ni deseable».

Pero, ¿por qué entonces vende tanto esta imagen? Para la artista «es algo adquirido y aprendido de la representación de las mujeres en el arte occidental, cuerpos desnudos y desparramados, sumisos y disponibles a la mirada masculina. Hoy se siguen repitiendo los mismos cánones pero nuestra sociedad no es la misma que hace 500 años, tienen que cambiar y adaptarse a nuestros tiempos. Antes eran los hombres los que generaban el imaginario. Hoy hay mujeres fotógrafas, no tiene ningún sentido que sigan repitiendo este modelo«.

«Tiene éxito porque las personas se sienten cómodas en lo que ya conocen, si la figura femenina se ha asociado siempre a la debilidad y la fragilidad es reconfortante ver algo que ya sabes y que no te haga pensar ni cambiar de registro. También es cómodo y a los seres humanos nos gusta la estabilidad y esforzarnos lo menos posible».

El precio de que nos pueda la comodidad es que «las imágenes son una parte muy importante de nuestra educación y estos modelos refuerzan una identidad femenina que no ayuda a esa igualdad por la que tanto estamos luchando. Si nuestros referentes femeninos son cuerpos extremadamente delgados, moribundos y enfermizos no vamos a considerarnos femeninas si somos fuertes, valientes y poderosas. Necesitamos modelos aspiracionales que nos aporten valores mucho más positivos» declara Domínguez.

Por lo pronto, Vogue no se pronuncia al respecto. «He escrito personalmente a la directora de la revista Vogue España, Yolanda Sacristán, para hablar con ella y ni siquiera he obtenido respuesta. Con actitudes así queda bastante claro lo que le importa la opinión de sus lectoras».

Como lectora de revistas de moda y como mujer, solo me queda esperar que la petición pueda cambiar algo. Yo, por lo pronto, ya he puesto con mi firma mi granito de arena.