Hoy puede ser un buen día para empezar una nueva vida secreta (Goleada del Barça)

El Barça ha salido desatado. No ha dejado al Sevilla tocar el balón. Messi de falta al ojo de la escuadra… paradón.  Y para una vez que sube el Sevilla, contrataque, Suárez con el látigo de la cola. En el m 14. Y eso que el Barça estaba hecho polvo. Iniesta ha desbordado el arranque del partido: es muy pronto para que se vaya. Todas las salidas del Sevilla han acabado en la media del Barça. El Sevilla reacciona. Es un partidazo. El Barça hace rondos en el medio del campo… Y llega a puerta. M. 27 el Sevilla no sabe salir, parecen agotados. Suben, pierden y el Barça, con dos, llega al larguero… Huuuuy, Suárez. Vale. Lo dejo. A disfrutar. [El Barça ganó la Copa del rey por cinco a cero]

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Una vida espiritual, que es lo más barato.

Esta persona va en medio del tráfico respirando tubos de escape

Tal vez ha dejado de fumar

Y tal vez ha dejado de todo lo demás

Si es que había algo más.

Esta persona va con tres burbujas a la vez flotando sobre los ruidos del mundo que, de alguna manera, intenta acabar con ella.

O quizá ya la mató hace años. Y esa persona es solo una sombra o un fantasma.

( El mundo mató a esta persona sin mala intención: no era nada personal, no iba a por ella, ni siquiera sabía que existía… si la mató, que no lo sabemos, fue por la propia mecánica del mundo… solo son negocios. O, como dijo alguien hace poco: ¡es el mercado, amigo! )

Esa persona, o fantasma, o quizá nadie (una ensoñación, una posibilidad) va por la calle con tres burbujas a la vez: los sueños infantiles, amor, sexo, goce y disfrute; la lista de la compra y las tareas del día… y las cuentas… luz, gas, piso, comida… Todo mezclado, tres burbujas en una: inmobiliaria, supervivencia darwiniana selvática y… quizá hoy… pura imaginación. No es fácil, no. Hoy podría cambiar de vida.

Esta persona ha salido a pasear en sábado, o sea, a comprar, a comprapasear o paseacomprar. Si es que existe. Los fantasmas también pueden pasear.

Y la fuerza de sus pensamientos –cuentas, deudas, sueños, amor– la elevan dos palmos del duro suelo…

Y quizá piensa que hoy podría ser un buen día para cambiar de vida y hacer caso a sus pulsiones de la infancia, que quizá las está inventando porque es posible que haya olvidado o remixeado las originales, qué más da. ¿Y si los sueños fueran de otro o de una película o de un libro…?

Esta persona que tal vez lleva un perrito o un carrito de la compra o una barra de pan o la libreta del banco o el móvil al que nadie llama ni envía mensajes… sin que lo sepa nadie está cambiando de vida en secreto.

¿Será posible?

Solo por la fuerza de su deseo.

Ha de ser en secreto, que no se entere Hacienda, ni su familia (quizá es lo mismo: lucha a muerte por unos céntimos), municipio, vecinos, ¡la Unión Europea!

¡Que no se entere ni la Unión Soviética!

La fuerza de sus otras vidas posibles mantiene a esta persona levitando por dentro, en medio del mundo que quizá, ¿quién sabe?, no existiría sin ella.

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Quizá esa persona es el refugiado climático de este documental.

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