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El big data del alma

El discurso de Nochebuena

Las elecciones del 155 han traído un nuevo partido a la derecha: en términos de Schumpeter, destrucción creativa.

La destrucción creativa afecta también a las naciones: la patria es ahora Facebook, Google, Apple… Y las patrias simbólicas el Barça y el Madrid.

Apple ha reconocido que ralentiza por software los móviles viejos cuando la batería pierde fuerza: si el móvil es la vida, es como aplicar una prejubilación –secreta– a la vida de sus clientes. Los telómeros del iPhone se acortan por designio del fabricante.

Falta poco para conseguir el embarazo por wifi, como anticipa el Evangelio de hoy.

El barullo es sistémico. El bitcoin nos lleva… y nos tienta. Todo es un poco blockchain.

Josep Piqué se pregunta si estamos ante el fin del bipartidismo en España.

El cohete de Elon Musk-Space X, dibuja un pez en el cielo. Los peces ya llegan a la mesa llenos de plástico.

Este año la estrella de los Reyes Magos es ese pez globo del cohete.

En este ambiente Moddy’s advierte que el resultado de las elecciones catalanas perjudica a la calificación de la deuda.

Lo que nos devuelve a la dura realidad.

Solo el Madrid-Barça sostiene la marca España. Deberían jugar más a menudo.

Ante tanta destrucción creativa el discurso regio de esta noche tiene más interés: hay que remitirse a la realidad: empresas, devolver la deuda, legalidad… más una capa simbólica.

Todo es un poco macroniano.

El nacionalismo es un estorbo para las grandes multinacionales.

Actualizado 25 – 12- 17

El discurso fue un poco largo. La responsabilidad de enchufar contenido en Nochebuena y Navidad recae en una sola persona que, además, y por eso mismo, tiene que ser muy prudente. Cuarenta años de progreso, ahí me perdí; cuando llegó a Cat yo estaba en otra galaxia. Las mentes vuelan, los whatsapps han alterado el mundo sin remedio, cada cual está fuera de sí, en otras partes, en el infinito SL, y un discurso de más de tres o cuatro minutos no puede competir con las tribulaciones y las urgencias de los algoritmos biológicos, acelerados por Darwin con su manivela desde el portal de Belén. A ver si el método CRISPR –que recuerda a Crispín, el ayudante de El Capitán Trueno–, llega a cada casa en la próxima navidad y cada cual puede por fin editar su propio genoma en caliente sin dejar de whatsappear.

Editar el propio ADN gratis es el último derecho del extinguible estado del bienestar… El climax del Hazlo tú mism@.

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Apostillar una entrada floja del día anterior –o de hace décadas– es un recurso del bloguismo ombligatorio (ombligo + obligancia: (obligación + vagancia)): como nadie lo va a leer –aunque podría–, la semilibertad es casi máxima, incluso rozando u hozando el microlibertinaje.

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Al final he leído el discurso varias veces y he encontrado una errata.

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Actualización 28-12-17 sobre la estela del cohete vista en California, por Daniel Marín.

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