Hundimiento prorrogado

Al PP se le cae el chiringuito. Los casos C asedian ya al mismísimo Rajoy, que se va quedando sin paragolpes.

La cúpula, que es él, está rodeada. La cuestión catalana se pudre y empaña las últimas horas del sistema peperil. El PSOE ya desapareció. Hay una fuga de militantes hacia Ciudadanos, fuga del PP y del PSOE. Las encuestas van con retraso. Asistimos al final de una época. El 15-M era esto.

A Rajoy le da igual prorrogar el presupuesto del año 2015, o el que tenga Montoro más a mano en su cartera, que no la abre desde que se la dieron. El chiringuito se agrieta por todas las comisiones, las tuberías peperiles se hinchan y supuran porque están cebadas de toallitas húmedas. El relevo será a muerte.

Ciudadanos admite a todos los tránsfugas sin mirar el CV ni lo que hayan hecho en sus anteriores cargos, puestos y escalafones. Nadie quiere estar a la intemperie: fuera del sistema clientelar y sus privilegios la vida es durísima. La jubilación de un diputado, etc.  Por eso la fuga es masiva y sin control.

C’s no puede permitirse dejar de ser cómplice del gran oso ya malherido porque necesita aprender a financiarse, necesita innovar para recaudar, que está todo muy caro. Los donantes se palpan la cartera.

Sin presupuestos, con el Congreso averiado, con un Brexit interior (Brexit Cat) incurable, el rajoyato manda pero no gobierna, y todo va en plan prórroga y con el método 155, que cada vez se va a aplicar a más cosas y a más sitios, de momento en la línea blanda. Ya veremos.

Y la Ley Mordaza, por si alguien tiene cuerpo para hacer chistes.

El hundimiento se prorroga indefinidamente a imitación del aplazamiento sine die de la investidura del Parlament, una simetría zombi en la descomposición.

El sistema se derrumba con una salud de hierro. La caída será a cuchillo.

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