El secesionismo, cuando puede, saca un lacito amarillo. El lazo es la mejor arma del indep Cat porque en general los lazos se usan para causas nobles. Usan lazo… luego tendrán razón.
Es el silogismo del lacito. El Estado no debería permitir que los funcionarios de la Generalitat llevaran lacito. Podría quitarles las dietas, los cargos, hacer un decreto ley que prohibiera el color amarillo, etc.
O bien, podría decretar o sugerir que todos los españoles llevaran lacito como emblema constitucional. Lacito amarillo, claro.
Pero no lo hace porque le interesa mantener el estrés indep Cat. Es como un juguete para Rajoy: si le quitaran el procés no sabría en qué aplicar su inactividad.
De hecho, el requisito de Rajoy para relevar a De Guindos es que el candidato o candidata no haga nada. Y es difícil, claro, porque si te nombran ministr@ siempre quieres hacer algo, colocar a los cuñados, echar un discurso, promulgar una ley efímera que lleve tu nombre…
Rajoy, y el sistema hispano en general, necesitan al procés semivivo para tener algo con que frenar el 15-M, o como se llame ahora a la indignación mutante. La indignación aquella ha mutado, pero no se ha evaporado.
El procés indep Cat es un buen objeto para enfocar el excedente de indignación del sistema.
Y para hacer leyes y mordazas que luego se pueden aplicar a cualquier cosa, pensamiento u omisión. Una doctrina de lo que está bien y lo que está mal.
Y por eso a Rajoy le viene bien que abucheen al rey y le sometan al lacito. Por eso no ha impedido que los funcionarios del 155, tan dóciles en todo, vayan ostentando el lacito ante el jefe del Estado.
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