Y asi va la semana, el tiempo vuela raso, se arrastra lento de vértigos y arena y polvo de remotos desiertos donde niños esclavos extraen coltán cobalto y momias neandertales… polvo y calorismo, peleas internas, riñas intestinales en cada partido afilan el hacha en la intimidad.
El colmillar dracúleo, el serrucho amical, la vibración del infierno en la propia sede… acaso embargada, o pagada con dinero B por empresas a cambio de concesiones, como Bárcenas. El caso es que ha salido Villarejo, demasiada info y demasiados tentáculos…
Hasta dentro del motor gripado del Estado, Villarejo pilota las vísceras, CUN CUN.
Nadie ose toserle al prior del secreto.
Luego está lo del programilla Pegasus, que es otra rama, ya sobreseída… sobreseísmo. Al prófugo del 17 no le deja el TC de agosto aflojar sus requisitorias llareneras. Un TC becario.
Caixaforum muestra una expo sensacional sobre los espías, Top Secret, pero no sale Villarejo.
Para conocer algo de este ex poli revendedor de info habrá que esperar cincuenta años por lo menos ya que maneja altos secretos de Estado. Y luego está Paesa, que ha vuelto a morir, esta vez en París. Pero nadie se lo cree.
Vox se deshace en directo tan pronto, su ciclo es más veloz que el de los partidos micro de la epopeya del 11 (primaveras hispana): la volatilidad es mayor, peta justo al tocar poder, también es lógico, hay que pillar como sea. Cada casa tiembla ante el factótum, o el fatum que lo lleva.
La idea sxx puede ser: dejar que el rival se estampe contra los números y que los sociminis (algunos de ellos) se desesperen ante el vacío horror vacui o inanidad de las propuestas. Estrategia moruna SXX.
Puede ser que el ínclito lanzón ubérrimo esté aplicando tácticas de biung chun lai, o sea, de Abd el-Krim, ojo pues.
Todos ante el abismo mínimo de la nada, el petit nihilismo hispano d’ été.
Todes en ansias ascuas: de momento ha petado vox y cierra sedes up. Todos tedax.
SXX, replay, saca forcepts de la nothing.
Las santas ascuas sancheras. Es todo tan de Netflix…
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