Ha sido la semana del yogur Chenoa. El remedio casero de Chenoa a base de yogur natural se ha impuesto a Puigdemont, a OT y hasta al toisón regio.
Chenoa arrasa con el yogur mientras que Puigdemont apenas le saca partido a su nueva mansión belga. Tendría que dar grandes fiestas, invitar a celebrities indep Cat, como Pep Guardiola, y llenar la casa de gente día y nuit. Eso le daría alas a… a lo que sea.
La otra cosa que pulula por ahí –siempre pulula por ahí– es el Gobierno, que sigue siendo el de Rajoy y su autosucesión pactada consigo mismo.
Una vez que ha puesto en marcha el conejito duracell del TC (eTC) el Gobierno ya no tiene nada que hacer… esperar a que llegue el viernes otra vez, otro Conejo de Ministros, bla bla, y en ese plan.
La legislatura ha sido suspendida por Ferrán Torrent, que ya es casi un hombre de Estado (del que sea, eso ya se verá): el país entero está suspendido y pacificado, que es como lo quiere el turismo.
Se ha arreglado lo de la Opel: cada obrero –operario– deberá pagar un extra a la empresa para que no le despidan.
Lo demás va guay: Rivera se patea las provincias y aquel Pedro Sánchez está ya más prejubilado que ZP, ambos posando de perfil para la posteridad, si es que llega.
Todo dentro de la miseria habitual y bendecidos por The Economist. Amén.
Entretanto, todos a untarse con yogur… natural.
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Algo más caerá…
Hoy no hay moñaco: RoR se ha ido a ver nevar en una autovía.
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