España: capital, Bruselas

05 de febrero de 2018

El golpe de estado sigue adelante. Los insurrectos de indep Cat se reúnen en Bruselas en torno a Puigdemont.

Y la vida española pende de ese pudridero belga. La política y la economía de España se deciden en Bruselas.

El Gobierno central insiste en que nombren a un presi que no esté imputado, pero los indep van a su bola: a seguir con el golpe de estado que se quedó a medias por el 155, el recurso al TC y la acción del juez Llarena desde el Supremo.

Empieza la temporada de la bicefalia

Aparte de la bicefalia ya estandarizada Rajoy-Soray, los insurrectos van a formalizar la suya: el diunvirato entre un president en el exilio, investido simbólicamente por asociaciones y otros entes fantasmales (sin poder legal para investir a nadie), pero con mando ejecutivo ¿? a distancia, y un president legal, libre de cargos (de momento), que podría ser el ujier del Parlament o alguien de ERC: dado el machismo institucionalizado imperante, será un hombre: Rufian o Tardá.

La política española se juega en Bruselas. Con este nuevo montaje el consejo de govern de la Generalitat de los viernes, o el día que toque, se celebrará en la capital de Bélgica. Eso sí que es descentralización.

Se tomarán el tiempo que necesiten para pactar este nuevo invento de TBO. Pueden hacerlo porque la finta de Ferrán Torrent les hace dueños del tiempo: el Pleno de Investidura aplazado indefinidamente es su arma letal. Vacío legal.

Y el binomio Soray-Rajoy, metiendo prisa para cerrar este episodio que apenas ha empezado. Sin levantar el 155 no tienen al PNV para aprobar los presupuestos. Al PNV no le basta la pasta y el cupo: quieren también ser nacionalistas y, como tales, bloquear al país, que la capital esté en Bruselas.

La encuesta del CIS apenas disimula una marea que se ve imparable: Ciudadanos llena las plazas de los pueblos: la corrupción sigue siendo la segunda preocupación de los españoles (según la misma encuesta) y el paro la primera.

Se presiente un vuelco espectacular, una nueva derecha juvenil y macroniana: que todo siga igual pero con otras caras.

Las tendencias son tendencias hasta que se vuelven realidades… como pasó el 21-D.

La bicefalia se va a manifestar también en el pacto inminente entre PP~PSOE, prietas las filas que no pase el aire. Las encuestas del CIS siempre van con el conveniente retraso, son refritos del pasado, encuestas históricas.

Consuelan solo al que las ha cocinado.

Entre tantas bicefalias España pende del independentismo que se reúne en modo seguro en Bruselas.

Y esta noche acaba la bicefalia de Operación Triunfo.

Eso es lo que más teme el Gobierno: sin temas apasionantes, ¿qué va a hacer la gente ahora?

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